Por Humberto Pérez
Para analizar y hacer propuestas sobre la situación económico social actual de nuestro país, lo primero que me parece necesario es enumerar todos o por lo menos los más destacados entre los componentes que la integran y que aparecen en su presente escenario.
Pueden después agruparse siguiendo el esquema de una matriz DAFO, pero existe el inconveniente que donde algunos vemos una Oportunidad otros ven una Amenaza.
Por ello me limitare a la enumeración antes mencionada y sobre la cual creo que podamos estar de acuerdo, aunque no coincidamos en la valoración y manejo practico de cada componente.
Asimismo, lo enumerado debe cubrir los contenidos del listado de 9 temas que Vascos envió a Pulido con destino a Alejandro y a Queipo para que se debatan y se hagan propuestas bajo la orientación y tutela de estos.
ENUMERACION
1-Insatisfactoria oferta de bienes y servicios de todo tipo (en cantidad, diversidad y calidad), y demanda interna real y solvente que no encuentra respuesta mínima adecuada, lo que genera colas, coleros, especulación y disgusto en la población. Es, además, caldo de cultivo para la corrupción.
2- Inflación creciente con un imparable aumento de precios
3- Circulación, junto al CUP, de varias monedas extranjeras que también, en casos, son usadas como patrón de precios: USD, Euro y la llamada MLC que representa al resto de las divisas foráneas utilizadas. En lugar de una tasa cambiaria única o de una tendencia hacia la misma, una diversidad de tasas cambiarias.
4- En relación con lo anterior, en lugar de la tendencia deseable a un fortalecimiento del Cup como única moneda nacional, se está produciendo una devaluación creciente y desprestigio del CUP en todos los mercados cambiarios incluyendo el estatal, con encabezamiento y destaque por parte del llamado mercado cambiario informal.
5-Deuda externa alta y en aumento con incumplimientos reiterados ante todo tipo de acreedores y suministradores.
6- Insuficientes ingresos y disponibilidad de divisas por parte del Estado para cubrir las necesidades mínimas de importación: combustibles, medicamentos, alimentos y de equipos e insumos indispensables para la restauración de la energía eléctrica (UNA DE LAS NECESIDADES MAS IMPERIOSAS), para el desarrollo de la industria de materiales de construcción, etc. y para lo que sería inmediato y urgente: para equipos, maquinarias y aperos de labranza en general así como para fertilizantes, herbicidas y fungicidas, determinantes para el crecimiento y la estabilidad de las producciones agropecuarias.
7-Retraimiento de los posibles inversores extranjeros por la inseguridad y alto riesgo del país.
8- Ausencia de organismos financieros internacionales a los cuales acudir.
9—Bloqueo externo aumentado, ampliado e intensificado a partir del gobierno de Trump y continuado por Biden.
10—Dominio, además, por parte del enemigo de los recursos mediáticos principales del mundo en la guerra que llevan contra Cuba en los medios de comunicación y en cuanto evento o hecho externo en el que puedan desplegar activistas para entorpecer las actividades de Cuba e incluso acudir a la agresión física a sus representantes.
11—Bloqueo interno en cuanto a pasos de jicotea y trabas burocráticas lo que no se ve disminuir, sino que al parecer más bien está en aumento.
12—La Dirección del gobierno se manifiesta temerosa, titubeante y zigzagueante y, en parte como derivación de lo anterior, hay falta de incentivos suficientemente movilizadores de los factores y entes económicos internos más importantes para un despegue y desarrollo de la economía: trabajadores, cooperativas, emprendedores privados como las mipymes y tpcp, e inversores en general
13—Ante todo lo anterior están presentes y actuando, de manera legal e institucionalizada por los eventos y documentos oficiales del Partido y el Estado, varios entes económicos: empresas estatales y/o públicas, empresas cooperativas de distinto tipo, empresas privadas de extranjeros o mixtas con extranjeros, de cubanos residentes en el exterior, de cubanos residentes en Cuba (las mipymes), así como los TPCP.
14—Se reconocen legalmente, aunque a veces, se haya hecho a regañadientes y solo como un mal necesario, las relaciones monetario mercantiles entre los entes económicos y la acción de las leyes del mercado entre todos ellos y de estos con la población.
15-Existen divisas en nuestro mundo interno y nuestro entorno que no llegan al Estado ni se ponen en función de los intereses del país, y a las que pudiéramos aspirar como fuente adicional a las de nuestras exportaciones de bienes y servicios que ya se reciben hoy.
Están en manos de los potenciales inversionistas extranjeros y cubanos residentes en el extranjero, en las de nacionales que las reciban vía online como testaferros de amigos y parientes o que las aportan directamente producto de la reinversión de ganancias obtenidas en sus emprendimientos nacionales legales.
Adicionalmente están y se mueven en manos de los receptores de remesas por los diversos caminos existentes y que son los únicos ingresos en divisas que entran al país sin costo ni egreso alguno por parte nuestra.
Estas últimas se han calculado en unos 3000 millones de usd anuales (llegaron a ser superiores en años anteriores) y resultan en mi opinión las más inmediatamente asequibles para ponerlas en función, de manera significativa, en la solución de nuestros problemas actuales.
Hasta aquí el cuadro o escenario de los componentes principales de nuestra situación económico social actual y que constituyen, en su conjunto a la hora de hacer propuestas para cómo enfrentarla y superarla, más que un rompe cabezas un PUZZLE.
Mis consideraciones y propuestas:
La cuestión es por tanto la de determinar las políticas económicas y acciones aconsejables a ser aplicadas y ejecutadas de inmediato de manera urgente, así como su secuencia y efectos a esperar.
Estas consideraciones y propuestas nos vemos obligados a hacerlas con dos insuficiencias de partida notables y determinantes:
1-Nuestras estadísticas son incompletas, desactualizadas y no confiables. Hasta hace unos años, aunque con un año o más de retraso, se publicaban los Anuarios Estadísticos con una información finalmente bastante completa de lo que se necesita para hacer análisis y formarse criterios: los decisores para tomar sus decisiones y para los que, como nosotros, las usamos con vista a hacer llegar consideraciones y sugerencias fundamentadas con criterio constructivo.
Hoy no contamos con esa información y ni siquiera con algo parecido.
Ojalá el Gobierno y los organismos decisores cuenten con ellas, por una u otra vía, pues de lo contrario estarían actuando sin la base y brújulas orientadores suficientes.
2- Desconocemos el contenido y alcance de los acuerdos que se han aprobado con Rusia y otros partners internacionales.
No obstante, para iniciar las que van a ser nuestras consideraciones y propuestas recordaremos, lo que es de Perogrullo decir, que los aumentos de precios y la inflación son producto de una alteración de la relación oferta-demanda que ocurre cuando la demanda es crónicamente mucho más alta que la oferta y este desequilibrio tiende a crecer.
Por lo tanto, decir que lo primero que debe hacerse es tratar de aumentar la oferta actual existente, es también de Perogrullo.
Pero, es indispensable recordar que la oferta puede aumentar por la vía del aumento directo de la producción y/o por la vía indirecta de las importaciones, puesto que al final se trate siempre de lograr aumentos en la producción, ya que para poder importar es necesario primero exportar y la exportación es una consecuencia de los aumentos de producción de exportables.
La vía de los aumentos de la oferta a partir de los crecimientos directos de la producción resulta un camino más deseable pero es también más largo y demorado pues inevitablemente deben ser antecedidos por una serie de procesos: /conseguir la fuente de financiamiento, /hacer la inversión pertinente en los recursos productivos necesarios, muchos de los cuales deben contratarse en el extranjero, embarcarse, aplicarse, etc. /Y después viene el tiempo mayor o menor que requiera la producción dada para convertirse en bienes y valores de uso comercializables.
Por último, llegar a los mercados ofertantes y a los consumidores.
Por lo tanto, la vía más expedita para lograr aumentos rápidos de la oferta es la de las importaciones. Pero, como vimos más arriba, se plantea que el Estado no dispone de estas divisas en las magnitudes que se requieren para una acción rápida por dicha vía.
Hay que buscar las divisas necesarias, por tanto, en fuentes disponibles no estatales.
Aquí es donde, según mi criterio expresado reiteradamente varias veces en los últimos años, la primera política y medida inmediata a ser adoptada es la de acudir a las remesas que hoy reciben sus receptores nacionales de una u otra forma, y que constituyen la fuente más inmediatamente asequible como antes dijimos.
I--Para ello es indispensable, como la acción primera a ejecutar, la de autorizar y legalizar el comercio mayorista y minorista privado de los cubanos residentes en el país, que es el segmento social que recibe y mueve esas remesas.
Cuantitativamente esta fuente de financiamiento, como antes se dijo, se estima en unos 3000 millones de usd anuales. Estas divisas no llegan al Estado, se usan por sus receptore para resolver en todo o en parte sus necesidades de consumo personal y el de su familia y las que utilizan sus receptores y tenedores para hacer unos u otros negocios, tampoco llegan actualmente al Estado. Se mueven en su periferia y, por tanto, las que se usaren para financiar importaciones de bienes y servicios, no afectarían para nada las arcas del Estado y la disponibilidad de divisas que hoy este tiene. Se sumarian en paralelo a estas y no le restarían nada.
Actualmente, sin confirmación fidedigna, tengo la información de que gran parte de esas remesas las usan sus receptores (cuando se trata de receptores emprendedores y negociantes y no simples consumidores personales) para dedicarlas a la intermediación financiera en el mercado cambiario informal. Venden las divisas recibidas por una tasa de cambio dada y las compran por otra más baja. Así, digamos, venden el usd a 210 cup (al que vaya a buscar divisas) y lo compran a 200 cup. (al que vaya a buscar cups.)
Esto les puede generar una rentabilidad aproximada del 5% anual.
Este modus operandi de los receptores de remesas, como secuelas crea y estimula los males de la inflación, el crecimiento galopante de los precios y el desprestigio de nuestra moneda nacional y resulta un impedimento en el propósito de lograr una tasa cambiaria única.
Frente a este último propósito, indiscutiblemente necesario y a lograr en el menor tiempo posible, es mi criterio que hoy el país no está en condiciones para imponer esa tasa de cambio única mediante una decisión centralizada radical e inmediata, a riesgo de crear una anarquía y un caos inflacionario de imposible manejo y consecuencias político sociales imprevisibles. Para que no existieran estos riesgos, se requeriría contar con unas reservas o fuentes de créditos en divisas que el país no tiene.
Por tanto, es mi consideración que, partiendo de la situación actual y de la primera medida que sugiero aplicar y ejecutar de inmediato, se irán creando condiciones para que se desarrollen con bastante rapidez, tendencias de aproximación de las tasas de cambio hoy existentes. Estas inicialmente se deben dejar flotar espontáneamente hasta que se dé la situación propicia para un jaque mate, que creo puede darse en un tiempo no muy largo y por un camino más natural, de carácter más económico y financiero y menos riesgoso, traumático e indoloro.
Dado este jaque mate, en que El Estado podrá establecer centralizadamente una tasa de cambio única, es el Estado el que podrá y deberá tomar las riendas del asunto, debiendo ajustarla sistemáticamente, manejándola con la debida flexibilidad para irla modificando, y aplicando el índice que permitan y aconsejen las circunstancias económicas internas y externas.
Al ejecutarse la primera medida que propongo, la lógica deductiva hace prever que los privados, receptores de remesas y negociantes sobre su base, al ser autorizados a comerciar, abandonarían o reducirían sus negocios actuales de intermediación financiera, y dirigirían las divisas que les llegan a la importación de bienes de todo tipo lo que les resultaría mucho más rentable.
Ello llevaría, como un primer beneficio, a un crecimiento bastante rápido de las ofertas a la población en cantidad, diversidad y calidad y, con la lógica y beneficiosa competencia entre unos y otros, se tendería a la reducción de precios.
No contamos en estos momentos con cifras, investigaciones y estudios que nos permitan hacer hipótesis y aventurar cálculos a priori sobre cómo se comportarían los datos e indicadores de este mercado de comercio minorista ejecutado por privados.
Por ello considero útil acudir, como importante referencia para las decisiones que deben tomarse actualmente, al examen de cómo se comportaba dicho mercado en el 2017, año sobre el cual si tenemos datos y cifras suficientes que fueron en aquel momento analizadas y diseccionadas por nosotros.
Ya a fines de ese año los cubanos que importaban y hacían comercio minorista llegaron a un desembolso en el año equivalente a unos 2000 millones de usd en estos negocios.
En enero de 2018, alguien escribió un artículo titulado “Los millones que vuelan con los cubanos.” Mas adelante se publicaron otros artículos sobre este tema.
Como reacción y como un alerta o S.O.S. escribimos y circulamos el 28/10/ 2018, un trabajo en el que expresamos textualmente:
“Me preocupa lo que puede derivarse, sobre todo entre los organismos decisores, si no se analiza y profundiza en este asunto desde el punto de vista de la ciencia económica y teniendo en cuenta los mejores intereses del pueblo y lo más aconsejable para el proceso de implementación del nuevo modelo económico social derivado de la Conceptualización”.
“Me preocupa que se trata de algo que puede confundir y convertirse en punto de partida para alguna nueva marcha atrás en nuestras decisiones de política económica”.
Evidentemente nuestra alerta no llego a los ojos de ningún organismo decisor, o no fue entendida o simplemente fue subestimada.
En ese artículo, que se publicó en el block Segunda Cita de Silvio Rodríguez y en otras páginas web, y que fue validado y apoyado explícitamente por escrito por otros capacitados economistas como Joaquín Benavides, Fidel Vascos, July Carranza y Pedro Monreal, tratamos de esclarecer de manera argumentada lo incorrecto y falso de entender que esos dineros invertidos por cubanos como capital comercial era una fuga de capital y de divisas del país.
Recordamos y explicamos con detalles las características del Capital Comercial, lo que está expuesto y fundamentado entre otros textos en el tercer tomo de “El Capital” de Carlos Marx, y demostramos cómo esos dineros usados como capitales no se fugaban de Cuba, sino que simplemente retornaban a nuestro país en cada ocasión en forma de mercancías después de cumplir la fase D-M en el extranjero para cerrar en Cuba la fase M-D’ y con ello el ciclo completo del capital invertido por el importador y comerciante cubano.
Explicamos como el capital inicialmente invertido en una primera oportunidad podía retornar repetidamente al mercado haciendo que el capital finalmente desembolsado en el año por el comerciante fuera varias veces superior a la inversión inicial según la cantidad de ciclos de rotación que lograra.
Sobre lo sucedido con los cubanos que en el año 2017 se dedicaron a este negocio de comercio minorista se publicó un estudio e investigación muy fundamentado y rico en datos reales realizado por Havana Consulting Group, estudio que tenía algunos gazapos de interpretación de los números que manejaba que requerían ser depurados, y finalmente afirmaba la errónea conclusión de que “Los emprendedores privados cubanos han sacado del país en el 2017, 2390 millones de usd: nueve veces más capital que el invertido en la ZEDM.”.
Hicimos una exhaustiva depuración de los números del estudio de Consulting Group y determinamos de manera separada los que correspondía asociar con el comercio minorista privado que practicaron en ese año los comerciantes privados cubanos en sus negocios.
El total de cubanos que desarrollaron esta actividad en el 2017 fue de 48 473.
Como promedio general cada uno de ellos viajo a realizar sus compras en países extranjeros 11,5 veces al año y entre todos hicieron por tanto 557 mil viajes de ida y vuelta al exterior.
Las mercancías compradas por ellos, a precio de venta en los países visitados, tuvieron un valor de 1008 millones de usd., un 55% de todo lo que desembolsaron.
En pasajes de avión, hospedaje, alimentación y taxis en el exterior gastaron 701 millones de usd.
En embalajes y envíos sus gastos fueron de 110 millones de usd.
En total los comerciantes privados minoristas cubanos desembolsaron 1820 millones de usd., lo que da un p/c promedio de unos 37 547 usd por cada comerciante. Pero cada uno ellos, hizo ese desembolso en 11,5 viajes lo que da 3265 usd por viaje, cifra que podemos considerar el capital invertido inicialmente como promedio por cada comerciante.
Ojalá nuestros emprendedores actuales desembolsaran desde sus bolsillos, sin tocar las tenencias de divisas del Estado, una cantidad similar que es equivalente aproximadamente a nuestro desembolso actual solo en la importación de alimentos.
II--Como una segunda medida a tomar de inmediato, relacionada y en estrecha relación con la primera, que venimos proponiendo reiteradamente desde el 2018, es la de tratar de lograr firmas y acuerdos con Suministradores extranjeros que sitúen en el país mercancías a consignación o deposito, en almacenes ubicados en zonas especiales concedidas en arriendo para estos fines, tipo la Zona conocida como “Colon en el Canal de Panamá”, a las que puedan ir a realizar sus compras estos privados cubanos sin tener que salir fuera del país. Ya en Cuba en la Zona de Berroa hubo una experiencia como esta.
Ello significaría un ingreso en divisas adicional para el país por el pago de estos arrendamientos y otros servicios a prestarles y permitiría a los privados cubanos ahorrarse en gran parte lo que deben gastar en pasajes, alojamientos, comidas, embalajes, etc. y disponer de más capital comercial para ser convertido en bienes a ser ofertados en el mercado interno.
A la salida de estas zonas especiales estarán las barreras aduanales del país cumpliendo todas las regulaciones establecidas con relación a las importaciones “desde casa” que estén haciendo estos privados y cualquier otra entidad que haga compras directas en dichas zonas como puede ser una empresa agropecuaria que adquiere e importa “desde casa” utilizando las divisas a las que tiene derecho derivado de sus comisiones por las exportaciones realizadas
Lo más importante es entender que se trata de un dinero y de unas divisas que no se fugan de Cuba, que salen en forma de un efectivo en divisas que tiene como fuente las remesas recibidas en el país o cubiertas por on line en el extranjero por algún familiar o socio, pero que regresan en forma de productos por un valor equivalente, a ser ofertados a los consumidores cubanos en el mercado interno.
Hoy ese dinero lo dedican en el mercado informal de divisas a la intermediación financiera de la que ya hablamos o a otras diversas formas de negociación, todas inflacionarias y corruptoras.
Claro que, de las ventas que hacen en Cuba a la población a precios libres de oferta y demanda, obtienen un ingreso en cup que les resarce el monto invertido y que incluye, además, un margen dado de ganancia.
Para realizar su siguiente compra en el exterior e iniciar un nuevo ciclo de rotación de su capital, necesitan cambiar por divisas los cups recibidos de los consumidores nacionales, pero al no poder hacerlo en las Cadecas ni en los bancos cubanos, acudirán de nuevo al mercado informal el que se habrá alimentado por nuevas remesas, y su fuente de nuevo no serán las divisas que están en las arcas del Estado. Por tanto, de nuevo no habrá fuga de divisas.
Pero, aunque en condiciones y situación normal, hicieran el canje en los bancos y cadecas no habría fuga de divisas como no la hay cuando una entidad estatal hace una importación y deja en manos de un vendedor extranjero un monto que de manera equivalente trae a Cuba en la forma física de productos.
Las ganancias obtenidas por los comerciantes privados cubanos lógicamente serán empleadas por estos bien en aumentos de su consumo personal, en la reinversión de las mismas para aumentar el monto de su capital comercial en rotación o en casos serán reinvertidas en nuevas actividades no necesariamente comerciales y tendera a ser ampliado el campo de las mipymes y las actividades productivas lo que también conviene al país.
Sería asimismo muy favorable que, de las exiguas divisas que de que dispone el Estado, pudiera dedicarse un pequeño monto a organizar mediante entidades estatales, actividades similares a las de estos privados y genere ciclos de rotación de un capital comercial estatal que, por serlo, podría competir con los ofertantes del comercio de los privados y utilizar para ello precios que obliguen a ir reduciendo los precios promedio a la población.
Estos comerciantes estatales minoristas podrían también entrar en asociación con comerciantes privados y desarrollar un segmento de comerciantes minoristas mixtos.
Todo lo anterior contribuiría rápidamente a un aumento significativo de la oferta, a una reducción gradual de precios y de las tasas de inflación, al aumento de suministros productivos en general que, sobre todo en el sector agropecuario, generaran de manera gradual la tan necesaria y esperada recuperación y crecimiento de las producciones de este sector con las consecuentes secuelas positivas.
Al existir una fuente no estatal de divisas que financiara gran parte del comercio minorista y el aumento de oferta a la población, el Estado podría concentrar sus divisas en dar una mayor respuesta a las otras vitales necesidades del país arriba enumeradas.
III—Una tercera medida inmediata a tomar es que todas las entidades económicas autorizadas a existir con personalidad jurídica propia puedan hacer comercio exterior (exportación e importación) directamente sin la obligación de utilizar como intermediario a una empresa oficial del comercio exterior. Que esto sea una opción, pero no una obligación.
Las empresas profesionales de comercio exterior deberán actuar como asesoras y facilitadoras de todas aquellas nuevas entidades que se propongan importar o exportar directamente.
Estos privados que se dediquen al comercio minorista deben ser apoyados con un sistema impositivo estimulante y con facilidades crediticias, lo que debe ser acompañado con una rígida y exigente política y control de cobro de todas sus obligaciones para con el fisco y el presupuesto.
NOTA: Enviare lo que les adjunto, a Pulido y al grupo que se reunió en la ANEC el pasado 6 de julio, para no demorar el que se debata la aplicación de medidas que considero no deben esperar más.
Continuare y enviare posteriormente con mis criterios sobre las políticas, medidas y acciones a ejecutar con la inversión extranjera, la empresa estatal, los incentivos y demás puntos enumerados en el listado enviado por Vascos.
1 comentario:
De René RR:
Hermano, después de leer a Humberto Pérez estoy por primera vez verdaderamente asustado.
R3
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