Por Fidel Vascós González
La
reciente rebaja de precios en las tiendas que operan en Pesos Cubanos
Convertibles (CUC), unido al aumento de salarios en Pesos Cubanos (CUP) ya aplicados
en sectores económicos priorizados, devela parte importante de la política del
Gobierno Revolucionario con vistas a lograr la unidad monetaria y cambiaria en nuestro
país: bajar precios minoristas y aumentar salarios en CUP.
En la
continuación de esta política se abren varias alternativas, en lo que hay que
analizar también el efecto social que conllevarían, teniendo en cuenta que se
ha proclamado, correctamente, no aplicar la llamada “terapia de choque”, de
funestas consecuencias para el pueblo.
Una de las
variantes de solución podría seguir los pasos siguientes:
-
suprimir la circulación en CUC en un solo día –el “día D”-, tanto en la población como entre las
personas jurídicas, lo que se facilita, en el caso de la población, por el
hecho de que todos los productos que se ofertan en CUC también exhiben los
precios en CUP;
- convertir
ese mismo día, automáticamente, los depósitos bancarios en CUC de la población
por la cantidad de CUP que resulte al aplicar la tasa 1CUC = 24 CUP, que
identificamos como “la tasa del día D”;
- el mismo
procedimiento bancario se realizaría con las personas jurídicas, respetando las
diferentes tasas de cambio existentes en el momento de la eliminación del CUC
de la circulación y aplicando la “tasa del día D” establecida en cada caso -las
cuales son varias-: de 1 CUC = 1 CUP; 1 CUC = 5 CUP; 1 CUC = 10 CUP, etc.
- se
establecería un período suficientemente largo (por ejemplo, dos años) para
cambiar los CUC en manos de las personas naturales y jurídicas que circulan
fuera del banco en el momento de retirar esa moneda de la circulación,
aplicando, en cada caso, la misma “tasa del
día D”;
- con
estas decisiones se logra que toda la población y todos los actores económicos
realicen sus operaciones solamente en CUP a las tasas de cambio que en cada
caso correspondía en el “día D”, alcanzándose, en ese momento, la unidad
monetaria que tanto se reclama;
- el
problema pasaría, entonces, a lograr la unidad cambiaria del CUP con las
distintas divisas internacionales mediante un proceso en el cual se vinculara
el valor del CUP a una sola divisa o a una canasta de varias de ellas;
- a
partir de aquí, la unificación cambiaria pudiera alcanzarse programando el
acercamiento paulatino de las múltiples tasas existentes del CUP con las
divisas internacionales en el “día D”, hasta alcanzar una misma tasa para todos
(tanto para personas jurídicas como naturales);
- en el
caso de la población, la modificación de la tasa fortalecería el CUP, hoy devaluado, y en el caso de las personas
jurídicas, se debilitaría el CUP, hoy sobrevaluado en ese sector.
Está
claro que la solución así lograda de la unidad monetaria y cambiaria no resolvería
los problemas económicos y financieros que enfrentamos; pero crearía las
condiciones para que los ciudadanos y los actores económicos se orienten mejor
en el entramado económico, comercial, financiero y bancario cubano, así como
elevaría la calidad del registro contable y de las estadísticas nacionales.