Por el Lic. Alan González Consuegra*
“… la indiferencia o la crueldad ante las demás criaturas de este mundo siempre terminan trasladándose de algún modo al trato que damos a otros seres humanos. El corazón es uno solo, y la misma miseria que lleva a maltratar a un animal no tarda en manifestarse en relación con las demás personas.”
Papa Francisco,
Encíclica Apostólica Laudato Si
I
1. Hace casi cinco años llegó a mis manos el proyecto de petición de una Ley de protección animal, promovida entonces por el grupo de voluntarios Protección Animales de la Ciudad, PAC. No podía imaginar siquiera que sería testigo de primera mano del surgimiento y crecimiento de lo que llamé en su momento “el incipiente movimiento animalista cubano”.
2. PAC, creado en el año 2012 por un grupo de cubanos protectores de animales en torno a la conducción de la profesora francesa residente en Cuba Monique Peainchau, surge por la necesidad creciente de los protectores de animales de tener un espacio común de acción frente al maltrato animal en La Habana y por la imposibilidad real de sumarse a las filas de la Asociación para la Protección de Animales y Plantas, ANIPLANT. El hermetismo de ANIPLANT —única asociación animalista reconocida legalmente por el Estado cubano— de cara a nuevas altas en su membresía produjo el surgimiento de PAC, que posteriormente (en 2016) se escindió y sus fundadores se apartaron para crear un nuevo grupo llamado Cubanos en Defensa de los Animales (CeDA). Alrededor de la misma época, surgieron también otros grupos de protectores de animales en La Habana y en el resto del país, con mayor incidencia en los últimos años por las facilidades que les han brindado las redes sociales para realizar sus objetivos. Veterinarios por la Protección Animal, VESPA; Ayuda y Protección Animal, APA; y Santiagueros por el Bienestar Animal, SALBA, son solo una muestra de los nuevos grupos que se han creado a lo largo y ancho del país con un rol activo y determinante, por solo citar algunos.
3. En mi condición de abogado, me sumé al PAC original con el objetivo de darle forma legal a aquel primer amago de petición que, por supuesto, no era un proyecto de Ley a pesar de estar muy bien elaborado y fundamentado por una de las integrantes de PAC en aquel entonces, la cinóloga Zoila Portuondo Guerra, fundadora del Club Cubano del Bichón Habanero y autora de varias publicaciones sobre el perro en general y nuestra raza autóctona en particular. A partir de ese momento fue un intenso proceso de aprendizaje, investigación, reflexión y análisis, para poder traducir y contextualizar en una norma jurídica las necesidades y aspiraciones de nuestra sociedad en materia de Protección y Bienestar Animal. Proceso en el que a lo largo de tres años y con sus altas y bajas, participamos esencialmente la Lic. Portuondo y quien esto escribe. Fueron cientos de horas invertidas en tratar de que nuestro proyecto tuviese insertado en sí lo mejor del mundo sin perder nuestro tronco, nuestras esencias. ¡Titánica tarea! Máxime, cuando por la complejidad de los temas abordados en la norma se habría requerido de un grupo multidisciplinario de trabajo, que no teníamos.
4. En tanto íbamos trabajando en el proyecto de Ley, que aspirábamos a presentar a nuestra Asamblea Nacional, PAC continuaba colectando firmas de ciudadanos que apoyaran la petición para su posterior entrega al órgano legislativo. Más de diez mil firmas fueron recogidas por el grupo de voluntarios en un proceso que se caracterizó por la rigurosidad y responsabilidad de aquellos encargados de llenar los libros de firma. Cuando estuvieron todas colectadas, el tiempo que aún necesitó la compleja redacción del Proyecto atrasó su presentación. Luego, un tecnicismo en la interpretación de la legislación vigente impedía la entrega del Proyecto a la Asamblea Nacional del Poder Popular con las firmas que lo sustentaban y que respaldaban su carácter de iniciativa legislativa popular. El Proyecto quedó inoperante tal cual lo habíamos previsto y todo volvió a frenarse.
5. Cuando se supo, a mediados de 2018, el alcance de las transformaciones que se proponían para la nueva Constitución cubana, pensamos que era la oportunidad perfecta para que nuestra Carta Magna se pronunciara sobre la protección animal como lo había hecho en su momento la de la República de Ecuador en 2008, durante el gobierno de Rafael Correa, y otras de larga data en el mundo. El hecho de que la Constitución reconociera el bienestar animal como uno de sus principios o aspiraciones hubiese colocado a nuestro país en una posición de avanzada a nivel internacional, brindándole al tema amparo constitucional y garantizando su posterior desarrollo normativo.
6. Si bien no se logró que la comisión redactora apostase por la inclusión expresa de la protección y del bienestar animal en el articulado del texto constitucional, todo el debate que generaron las propuestas que circulamos los animalistas en las redes sociales y los correos electrónicos, así como las formuladas por los propios ciudadanos en las asambleas, sirvió para poner el tema de una vez y por todas en la agenda pública. Los más de tres mil planteamientos generados en la consulta abrían las puertas a una futura normativa de protección y bienestar animal.
7. En Cuba no existe hasta la fecha legislación en materia de protección y bienestar animal. Pueden existir algunas normas puntuales en decretos o resoluciones que hagan referencia a una manipulación determinada o a un trato hacia al animal, pero siempre más enfocada en el carácter utilitario del mismo o en el impacto que pueda tener sobre terceros, un enfoque netamente antropocéntrico; pero normas cuyo espíritu sea proteger y garantizar el bienestar animal y que puedan ser invocadas en su defensa no existen. Hurgar en los antecedentes normativos del tema en toda nuestra historia como nación, es trabajo para un posgrado por lo desatendido que ha sido el asunto como objeto de investigación.
8. ANIPLANT, creada por prestigiosos artistas e intelectuales cubanos amantes de los animales en 1987, e integrada, en su momento, por numerosos animalistas, tuvo entre sus objetivos fundacionales promover una Ley de protección animal. A pesar de los diferentes intentos que no tuvieron éxito. Por su parte, la doctora María Gloria Vidal Rivalta, funcionaria del Ministerio de la Agricultura, MINAG, en su condición de Presidenta la Comisión de Bienestar Animal adscrita al Consejo Científico Veterinario de Cuba, con casi dos décadas de trabajo en la comisión y reconocida nacionalmente e internacionalmente por su divulgación en cuestiones de bienestar animal, en varias ocasiones presentó a ese ministerio proyectos de Ley de bienestar animal que tampoco progresaron.
9. Ante la imposibilidad de presentar nuestro proyecto ante el Parlamento cubano con carácter de iniciativa legislativa popular por las razones antes señaladas, aprovechamos el fervor del debate en torno al tema a fines de 2018, como consecuencia de la consulta popular, y se lo hicimos llegar a las autoridades y organismos competentes a fin de que todo cuanto ahí se había vertido, en unas setenta y cuatro páginas, les pudiera ser de utilidad de cara a una posible futura Ley, que intuíamos tendría que ser inminente dado el estado de las cosas. Socializar nuestro Anteproyecto de Ley de Protección y Bienestar de los Animales en esas condiciones fue y ha sido un acto de fe.
10. Luego de la consulta popular sobre la reforma constitucional la vida tomó su curso y los grupos de protectores de animales siguieron haciendo su trabajo: rescatando animales, sanando otros, esterilizando otros tantos, denunciando maltratos y haciendo campañas de concientización y adopción responsable de animales. Ya estábamos en abril de 2019 y, como cada año, se esperaba la peregrinación anual hasta la tumba de Jeannette Ryder en el Cementerio Colón.
11. Históricamente —y después de su primera convocatoria por iniciativa de la Federación Cinológica de Cuba (FCC), en 1994, la que realizó en conjunto con ANIPLANT y la Federación Cubana de Deporte Canino (FCDC)— la peregrinación ha seguido siendo convocada cada año por ANIPLANT, cuyos miembros activos, en su mayoría ya septuagenarios, se reúnen en el interior del camposanto y peregrinan hasta la referida tumba para hacer un sencillo acto conmemorativo y celebrar así el Día del Perro, instituido en Cuba, desde la década de 1940, el segundo domingo de abril. En los últimos años, jóvenes activos en los grupos de voluntarios de la ciudad también se sumaban a la convocatoria de ANIPLANT. Pero, para sorpresa de todos, este año (2019) en Facebook se divulgó la noticia de que a una joven llamada Beatriz Batista, colaboradora de la revista El Arca, el gobierno municipal le había aprobado su solicitud de hacer una marcha por la avenida 23 de El Vedado para culminar en la tumba de la activista y filántropa estadounidense. Amén de lo que sucedió después, la marcha se logró y tuvo el apoyo de reconocidos artistas e intelectuales cubanos que estuvieron presentes desde su lugar de partida en el parque El Quijote hasta el cementerio. Aproximadamente unas cien personas, o más, peregrinaron ese domingo 7 de abril hasta la tumba de Jeannette Ryder, donde nuevamente se le rindió merecido homenaje a una mujer que se atrevió a luchar contra la adversidad en defensa de la dignidad humana, los indefensos, la compasión y la belleza.
12. La marcha fue un hito. Lamentablemente, los únicos medios nacionales que se hicieron eco de ella fueron el portal web Cubadebate y el sitio digital de Radio Taíno. En el primero, generó casi medio millar de comentarios, contentivos en su mayoría de grandes muestras de sabiduría popular, esa que es tan necesario escuchar y tener en cuenta. Fue la noticia más comentada del sitio durante varias semanas. Nuevamente se hacía visible el clamor social por la necesidad de una Ley de protección animal y la repulsa a los continuos hechos de maltrato que se dan en nuestra sociedad.
13. Durante 2019, y un poco antes, en el 2018, los medios de prensa digitales del país publicaron cuantiosos trabajos periodísticos sobre el tema que nos ocupa atendiendo al estado de la opinión pública. Dos merecen, a mi juicio, ser reconocidos, por la profundidad y sensibilidad con que lo abordaron y por evidenciar un trabajo de investigación previo de rigor, mérito doble al ser ambos artículos fruto de estudiantes de Periodismo, a saber, Animales en Cuba: sin voz ni voto, de la autoría de Beatriz Ramírez López, publicado en la web del periódico avileño Invasor, y La condena de los vagabundos, coautoría de Ana Álvarez, Israel Leiva, Dariel Pradas y Ernesto Eimil, publicado en la revista Bohemia; este último expuso las diferentes aristas en torno al programa nacional de zoonosis y el cuestionable desempeño del Centro de Observación Animal (Zoonosis) de La Habana.
14. Ya cuando parecía que el año iba a terminar sin ninguna otra novedad para los animalistas cubanos, nuevamente las redes estallan, esta vez en el contexto de la visita a La Habana de sus majestades, los reyes de España, y el presunto aumento en la captura de perros en situación de calle por parte de Zoonosis como una medida para “embellecer” la ciudad. Facebook se llenó de memes y publicaciones en las que se arremetía contra el centro de Zoonosis de La Habana y sus funcionarios, situación que se fue agravando poco a poco, teniendo como culminación la protesta de un grupo de protectores y animalistas cubanos frente a las instalaciones de Zoonosis, en La Habana, exigiendo el fin de la captura y el sacrificio de animales en situación de calle.
15. Hasta qué punto lo ocurrido en las redes sociales se manipuló o se sobredimensionó, es debatible y tiene varias lecturas. Sin embargo, el antecedente negativo de lo que sucede en la instalación, la constatación de hechos concretos, y quizás también el tener fresco en la memoria el artículo publicado en la revista Bohemia, fueron motivos suficientes para que esas personas comprometidas con una causa en la que creen y sienten, fueran hasta las afueras de La Habana a protestar, asumiendo una posición cuyas consecuencias, en la temprana hora de la mañana de aquel día, eran impredecibles. Al final, por suerte, primaron la razón y el diálogo, y no sin contratiempos, los participantes en la protesta tuvieron la oportunidad de sentarse con autoridades de los ministerios de Salud Pública y de la Agricultura a escuchar y ser escuchados. Algunos acuerdos fueron tomados, según manifestaron los asistentes; el más significativo: la paralización del sacrificio de animales en la institución y el compromiso de los voluntarios de ir a recogerlos para posteriormente darlos en adopción.
16. En el discurso de clausura del IV Período Ordinario de Sesiones de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Presidente de la República manifestó la intención del Estado cubano de legislar sobre varios temas sensibles, como el maltrato animal. Con ese pronunciamiento, el mandatario cubano envió un mensaje claro de respaldo a la causa animalista, comprometiendo la voluntad del Estado en la solución de sus planteamientos. Luego se supo que un Decreto-Ley de Bienestar Animal sería presentado a la Asamblea en noviembre del presente año 2020, para su aprobación, como quedó plasmado en el cronograma legislativo aprobado por el Parlamento y publicado en la Gaceta Oficial de la República número GOC-2020-02.
17. Unos días después, un nuevo caso de maltrato animal levantó el rechazo de la comunidad animalista por lo cruel y notorio del abuso que sufrió el perro, el cual tuvo que ser sacrificado tras entrar en coma producto de los golpes recibidos. El 25 de diciembre, el mismo grupo de protectores que había protestado frente a las instalaciones de Zoonosis un mes antes, marchó en silencio enlutado por la misma calzada donde padeció el animal hasta el lugar donde fue enterrado, acto de desagravio y llamado de conciencia para todos los que fueron indiferentes ante la crueldad que sufrió el can en esa misma arteria de la ciudad.
18. Comienza la tercera semana del mes de enero de 2020, y lo hace con la polémica desatada por la sección “El Tema de la Semana”, que decidió abordar el bienestar animal en Cuba, en la revista informativa televisiva Buenos Días. La superficialidad con que se abordó tan complejo y sensible tema fue, en un inicio, objeto de profundas críticas por parte de la comunidad animalista en las redes sociales, lo que determinó que la segunda parte del programa, días después, ganara en objetividad por el nuevo enfoque que se dio a las diferentes aristas del asunto y por la participación de un grupo de protectores de animales.
19. Hasta aquí, un recuento sumarísimo y necesario de cuanto ha acontecido en los últimos cinco años relacionado con la protección animal en Cuba, visto desde mi percepción personal. En algún momento se tendrá que escribir in extenso sobre el tema. Ahora, unas reflexiones a modo de conclusión.
II
20. Si hoy podemos hablar de un movimiento animalista en Cuba es por la labor diaria que cientos de personas, organizadas en grupos de voluntarios o no, han venido desarrollando principalmente en La Habana y en menor medida en el resto del país.
21. La existencia de PAC y de CeDA ha sido determinante en la concientización de muchos jóvenes y en la reducción de la población de animales en situación de calle. Sin las campañas de esterilización que han realizado de forma mensual estos dos grupos en los últimos cinco años, más las periódicas de Spanky Project en coordinación con la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, las de ANIPLANT y otras organizadas eventualmente por otros grupos de voluntarios, y sin las campañas de adopciones, la realidad en cuanto a la población de animales deambulando por la ciudad sería otra, sin que ello quiera decir que la situación actual ha dejado de ser compleja. Con cada perro y gato esterilizado se elimina un considerable número de animales que pueden nacer y terminar abandonados en las calles. Ambos grupos han inspirado el surgimiento de otros a lo largo y ancho del país, y sus buenas prácticas: rescate, esterilización, tránsito o acogida temporal de los animales, adopción y concientización, han sido referentes a imitar.
22. Esa conciencia y ese sentimiento, que han calado y se han expandido, es lo que llevó a que miles de cubanos hicieran suya la propuesta de artículo sobre bienestar animal para la Constitución, en el 2018, y la planteasen en las diferentes asambleas al efecto; que cientos de cubanos acudieran a participar en la marcha contra el maltrato animal el 7 de abril de 2019, que un grupo de personas se manifestasen frente a las instalaciones de Zoonosis en La Habana el pasado noviembre sabiendo las posibles consecuencias del acto, y que cada vez sean más los que alzan su voz desde diferentes sectores en el país en defensa de los animales.
23. Si hoy se habla de la redacción de un Decreto-Ley sobre Bienestar Animal para su futura aprobación, es porque el Estado en sus altas instancias oyó el clamor social y actuó en consecuencia. El mérito es de la sociedad cubana, que ha ganado en cultura y consciencia sobre el tema, a pesar de la crisis de valores que atraviesa; no es de los funcionarios que durante años tuvieron buena parte de la solución en sus manos y producto de ese inmovilismo y acomodamiento, a los cuales se ha referido el propio Presidente en varias ocasiones, hicieron nada o muy poco. La disposición jurídica es un hito importante en este camino, pero en su ausencia se pudieron —y se pueden— desarrollar diferentes iniciativas institucionales que hagan menos traumático y costoso revertir la situación actual. La inobservancia y la falta de exigencia frente a las disposiciones de la Organización Internacional para la Sanidad Animal, OIE, por parte del Centro de Observación de Zoonosis, de La Habana, en cuanto a la captura, manipulación y el sacrificio de los animales son hechos que se vienen denunciando desde hace años; no había que esperar una manifestación frente al lugar para replantearse lo que estaba sucediendo allí, por solo citar un ejemplo.
24. La experiencia me dice que redactar un proyecto normativo complejo como el de protección animal necesita el concurso de especialistas de diferentes disciplinas. Tan importante como la de los especialistas, es la participación de los protectores en su redacción, pues le dan al proyecto una visión y una sensibilidad que solo puede tener la persona que se involucra profundamente en el socorro y la defensa de los animales. Por eso insistimos en la palabra “protección” como adjetivo fundamental del título de la Ley. La protección va más allá de los estándares mínimos garantizados por el bienestar animal, la protección es acción, es prever, es traducir una voluntad política determinada en Ley, como puede ser la prohibición de la caza deportiva, la prohibición de los animales en los circos o en exhibiciones que afecten su natural movilidad como en los zoológicos tradicionales de jaulas y fosos. Para poder llegar a ese nivel de consciencia y entendimiento es necesario tener no solo argumentos científicos sino también sentir compasión hacia ellos, tener sensibilidad y un alto comprometimiento con la causa animalista. Sin la mirada y la participación de los protectores, la Ley podrá tener un alto nivel técnico pero carecerá de un enfoque más humano y ético, de acuerdo al nivel actual de la consciencia universal.
25. El acceso a internet a través de la señal WI-FI en lugares públicos en 2016 y luego la llegada definitiva de los datos móviles en 2019, posibilitó que muchas personas conocieran más el accionar de los grupos protectores de animales y que sus diferentes mensajes tuviesen mayor alcance e inmediatez. Las redes sociales devinieron en una herramienta esencial en este proceso.
26. El movimiento animalista cubano es autóctono, espontáneo y legítimo. Se ha construido sobre bases de amor y solidaridad, y con el sacrificio de muchas personas que poco tienen y lo dan todo. En las redes sociales, al instante de un clic, todos tenemos la capacidad de transformarnos en generadores de contenido. Pero si bien muchos de ellos han servido para visibilizar lo que antes no era posible, también mensajes erróneos, pasionales e infundiosos, circulan en ellas. Las redes son escenarios de enfrentamientos ideológicos transversales a la sociedad. De nada de esto han escapado los animalistas cubanos en su interacción por estos medios; es normal. Y es algo sobre lo que se debe tener responsabilidad para tener mayor credibilidad. No obstante, es injusto y poco serio etiquetar al movimiento animalista cubano, en su generalidad y diversidad, como un grupo de presión creado y orientado por el gobierno de los Estados Unidos para subvertir la realidad cubana, por el solo hecho de que los animalistas usen las redes para criticar indiferencias o denunciar casos de maltrato. Ese tipo de estigmatización sobre una causa noble, daña y lacera la unidad nacional.
27. Un lustro atrás comprendí que era necesario el surgimiento de un movimiento animalista con presencia y acción en todo el país; esa era y es la principal forma de comenzar a cambiar el estado de las cosas en cuanto a protección y bienestar animal en Cuba. El incipiente movimiento animalista cubano, como prefiero llamarlo, no se asienta en los hombros de ninguna persona en particular, ni nadie puede arrogarse el derecho de hablar por el, dado que es per se una realidad compleja y diversa, y lamentablemente carece de mayor unidad y coerción. Si existe es porque protectores anónimos, durante décadas, han venido desarrollando una obra noble y silenciosa que nos ha traído hasta aquí. La mayoría han sido personas muy humildes, sin ánimo de protagonismo y eventualmente olvidadas, cuyo día comienza y termina en función de los que no tienen voz.
28. La consolidación del movimiento animalista cubano en el futuro dependerá de la capacidad que tengan, todos los que de una u otra forma lo integran, de asumir con valentía, inteligencia y responsabilidad las dificultades que surjan en el camino; dependerá de nuestra capacidad para colocar los intereses de los animales por encima de las pasiones y de los intereses personales.
29. El 2020 será histórico para la causa animalista en Cuba. El Decreto-Ley es un paso de avance significativo, pero el desafío es crear espacios de información y divulgación para educar y concientizar a esta sociedad en el amor y el respeto a los animales. En la medida que eso se logre, la norma surtirá más efecto y tendrá mayor aplicabilidad. Reto que necesita de una participación coordinada y activa de todos, con un apoyo decisivo del aparato gubernamental. Será un camino largo, no exento de contratiempos, pero no imposible.
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*Alan A. González Consuegra. Licenciado en Derecho por La Universidad de La Habana. Se ha desempeñado como Asesor Jurídico y Especialista en Cooperación Internacional en organismos de la Administración Central del Estado y entidades del sector empresarial. Participó junto a la Lic. Zoila Portuondo Guerra en la redacción de una propuesta independiente de Ante-Proyecto de Ley de Protección Animal para Cuba. Joven amante de los animales y la naturaleza, interesado en lo relativo al Derecho Animal.