jueves, 12 de junio de 2025

Aurelio Alonso, Premio Latinoamericano y Caribeño de Ciencias Sociales de Clacso 2025


📚 El Premio Latinoamericano y Caribeño de Ciencias Sociales de Clacso fue concedido a Aurelio Alonso.

✒️ Aurelio es un habitante de la Casa de las Américas, y su labor ha marcado las Ciencias Sociales cubanas por más de sesenta años.

🎤 En sus palabras de agradecimiento señala: "Agradezco a Clacso y, a través de él, a los y las colegas que han valorado así mis esfuerzos, que incluyen los de mi compañera y de quienes han colaborado en mi labor".


https://x.com/dariosalinas/status/1932828999480160390?s=48&t=nwodp4h1Bsq-bLiyM_yPSw

5 comentarios:

silvio dijo...

ONU: 123.2 millones, en desplazamiento forzado
Por Jared Laureles y Jessica Xantomila

El número de personas desplazadas de manera forzada en el mundo alcanzó niveles alarmantes, al registrar 123.2 millones al cierre de 2024, de acuerdo con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

Este registro es el más alto en una década y representa un aumento de 6 por ciento en comparación con 2023, cuando se contabilizaron alrededor de 116 millones que se vieron obligados a huir de la guerra, la persecución, los conflictos y la violencia, entre otras violaciones a derechos humanos, señala el organismo en un informe.

Una de cada 67 personas en todo el mundo se encontraba desplazada por la fuerza a finales de 2024, y los principales factores que provocan esta problemática siguen siendo los grandes conflictos, como los de Sudán, Myanmar y Ucrania, explica.

Acnur advierte que los brutales recortes al financiamiento están afectando la ayuda humanitaria, situación que es insostenible y expone a los refugiados a mayor vulnerabilidad. Lo anterior es resultado de la decisión de Estados Unidos de restringir los apoyos a la asistencia internacional.

En el documento Tendencias globales: desplazamiento forzado 2024, destaca que los desplazados internamente siguen constituyendo la mayoría de quienes se han visto obligados a huir a escala mundial (60 por ciento). Según datos del Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos, 73.5 millones de personas seguían desplazadas dentro de su propio país a finales de 2024, como consecuencia de conflictos.

Detalla que del total, 5.9 millones necesitan protección internacional, 8.4 millones son solicitantes de asilo y 31 millones son refugiados bajo el mandato del Acnur. Además, 5.9 millones son refugiados palestinos, conforme al mandato de la agencia de la ONU.

Menciona que más de un tercio de todos los expulsados a escala mundial era originario de Sudán (14.3 millones), Siria (13.5 millones), Afganistán (10.3 millones) o Ucrania (8.8 millones).

En cuanto al número de peticiones individuales de refugio en el mundo, indica que el año pasado 3.1 millones solicitaron esta condición, y Estados Unidos se convirtió en el mayor receptor mundial de nuevas peticiones, con 729 mil 100, seguido de Egipto, 433 mil 900; Alemania, 229 mil 800, y Canadá, 174 mil.

También apunta que el número de solicitantes de asilo pendientes de una decisión se ubicó en 8.4 millones a finales de 2024, la cifra más alta registrada hasta la fecha, con un aumento de 22 por ciento respecto a los 6.9 millones del año anterior.

El informe menciona que 9.8 millones de desplazados por la fuerza regresaron a sus hogares en 2024, pero lo hicieron en condiciones adversas y han llegado en situaciones de extrema fragilidad.

https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/06/12/politica/onu-1232-millones-en-desplazamiento-forzado

silvio dijo...

Mary-Claire King, premio Princesa de Asturias de Ciencia por sus hallazgos en genética del cáncer
Por Nuño Domínguez

La bióloga estadounidense Marie-Claire King, nacida en Chicago hace 79 años, ha ganado el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica por sus contribuciones esenciales en campos como la evolución humana, la genética del cáncer, y el uso del ADN para defender a las víctimas de dictaduras. Sus hallazgos han contribuido a salvar “millones de vidas”, ha destacado el jurado.
En los años 90 del pasado siglo, King identificó y nombró el gen BRCA1, el primer factor genético conocido que multiplica el riesgo de sufrir cáncer de mama. Su trabajo y el de otros investigadores acabó identificando el gen BRCA2, relacionado con tumores de mama y ovario. El hallazgo de King fue fundamental para desarrollar los métodos actuales de vigilancia, diagnóstico y tratamiento del cáncer en función de la genética de cada paciente.
King también fue clave en la identificación de niños robados durante la dictadura argentina (1976-1983) y la reunificación con sus familias. La investigadora desarrolló una técnica para analizar el ADN mitocondrial, que se hereda de madres a hijos, que permite demostrar quiénes son los abuelos de los niños que fueron apartados de sus padres, en muchos casos asesinados por la junta militar. La técnica, bautizada como “índice de abuelidad”, ayudó a reunificar más de 100 familias. La científica también usó el ADN para poner nombre a asesinados anónimos enterrados en fosas comunes, y contribuyó a crear el Banco Nacional de Datos Genéticos del país para seguir identificando a víctimas, una actividad amenazada ahora por el Gobierno del actual presidente argentino, Javier Milei.
“La ciencia es neutra, se puede usar para bien o para mal, y este es un ejemplo paradigmático del poder que tiene para ayudar a causas justas por los derechos humanos”, dijo King en 2023 durante una visita a Argentina, en la que fue homenajeada por su trabajo.
En 2017, la genetista confesó en un monólogo radiofónico la dificultad de ser científica, mujer y madre soltera. En la misma semana de 1981, su marido la abandonó por una estudiante, y unos ladrones desvalijaron su casa, pero también consiguió la ayuda estatal que desembocaría tres décadas después en el descubrimiento de los factores genéticos del cáncer de mama.
“Si hay una mujer que representa todo en la ciencia, es ella”, confiesa Tomás Marqués-Bonet, biólogo evolutivo de la Universidad Pompeu Fabra, en Barcelona. Marqués-Bonet era estudiante de doctorado cuando conoció y trabó amistad con King en 2007 en la Universidad de Washington, donde la estadounidense sigue dirigiendo su grupo de investigación. “King pertenece a una generación de científicas que han tenido que trabajar el doble para llegar a lo más alto, y ha sido una de las primeras defensoras de la igualdad de oportunidades en este campo”, destaca el investigador ICREA.
“El descubrimiento del gen BRCA1 fue un hito sobre el que se han construido muchas otras cosas”, enfatiza César Rodríguez, presidente de la Sociedad Española de Oncología. El hallazgo de King demostró que hay cánceres de mama hereditarios que afectan a familias enteras, incluidos los varones. Fue el primer paso para descubrir otros genes que aumentan el riesgo de varios tipos de tumores y hacer un seguimiento no solo de las personas afectadas, sino también de sus parientes. Hoy en día, apunta Rodríguez, ya no se hacen solo análisis de BRCA1 o BRCA2, sino de toda una batería de genes que aumentan el riesgo de varios tumores. También existen tratamientos específicos conocidos como inhibidores de PARP que funcionan solo en pacientes con alguna de estas mutaciones, y que atacan a tumores de mama, ovario y próstata, destaca.

silvio dijo...

Mary-Clair King... (2 y fin)

King llegó a la universidad con la idea de estudiar matemáticas y estadística, pero por consejo del biólogo evolutivo Allan Wilson, que estaba a punto de jubilarse, se apuntó a una clase de genética, solo “por diversión”. Eso cambió el rumbo de su carrera para siempre, según explicó King en una entrevista en 2014tras recibir el Premio Lasker-Koshland de Investigación Médica —considerado el Nobel estadounidense— por toda su trayectoria científica.
En 1975, King demostró junto a Wilson que humanos y chimpancés comparten el 99% de sus genes. Esto supone que la diferencia entre ambas especies está en la regulación diferencial de esa genética compartida, y en concreto en mutaciones específicas que pueden ser identificadas.
Las enfermedades mentales son “la última gran incógnita de la genética”, según King. Su equipo ha identificado genes que aumentan el riesgo de esquizofrenia. Lo ha hecho en parte gracias al análisis de personas cuyas madres sufrieron la gran hambruna de Holanda entre 1944 y 1945, y la gran hambruna de China tras el Gran Salto hacia Delante promovido por el dictador comunista Mao Zedong (1958-1962). La incidencia de esquizofrenia en esta población es el doble de lo normal. King ha identificado mutaciones genéticas que surgen de forma espontánea durante el desarrollo embrionario, afectan al crecimiento del cerebro, y acaban produciendo la enfermedad pasados 20 años o más.
“El mayor desafío en todo nuevo descubrimiento es plantear preguntas que tengan sentido tanto para la comunidad científica como para la sociedad en general”, explicó King al aceptar el Lasker. “En ese empeño, me guío por tres principios que Zena Stein [epidemióloga sudafricana] me enseñó hace casi 40 años: Las preguntas más importantes son las que hacen quienes están en la primera línea. Los proyectos más justos requieren la ciencia más rigurosa. Ninguna pregunta es demasiado grande para ser formulada”, añadió.
La candidatura de King ha sido propuesta por Peter Greenberg, ganador del Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 2023, con el apoyo de Gene Robinson, director del Instituto de Bilogía Genómica Carl R. Woese de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos. El jurado ha decidido concederle el premio a King por unanimidad.
En la edición del año pasado, los galardonados fueron los cinco científicos que han revolucionado el tratamiento de la obesidad. El jurado del Princesa de Asturias reconoció el trabajo del canadiense Daniel J. Drucker, el danés Jens Juul Holst y los estadounidenses Jeffrey M. Friedman, Joel F. Habener y Svetlana Mojsov, que ha culminado en varios fármacos para combatir la diabetes y la obesidad, como Ozempic, un medicamento inyectable cuyas ventas están generando miles de millones de euros cada año. El galardón reparaba la injusticia que se había cometido hasta ahora con Mojsov, a la que siempre se había dejado fuera de los reconocimientos por este logro, y que en una entrevista con EL PAÍS dijo: “No sé si me borraron de la historia del Ozempic por ser una mujer”.
El Premio Princesa de Asturias está dotado con 50.000 euros y una escultura de Joan Miró. Las deliberaciones en la categoría científica comenzaron este miércoles en Oviedo, con un jurado de 17 miembros presidido por el físico Pedro Miguel Echenique, en el que figuraban la bióloga Cristina Garmendia, la matemática Peregrina Quintela, el genetista Ginés Morata y el paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga. En esta ocasión, al galardón optaban un total de 59 candidaturas de 23 nacionalidades.

https://elpais.com/ciencia/2025-06-12/mary-claire-king-premio-princesa-de-asturias-de-ciencia-por-sus-hallazgos-en-genetica-del-cancer.html

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Cada persona tiene una respiración única tan distintiva como las huellas dactilares o la voz
Por Facundo Macchi

Inhala y exhala: esa es tu huella respiratoria. Cada ser humano tiene un patrón único y consistente de respiración nasal. Tan consistente que es posible identificar a una persona únicamente por cómo respira. Esto es lo que determinó un nuevo estudio publicado este jueves en Current Biology que siguió a 100 participantes —algunos de ellos hasta por dos años— para conocer cómo la respiración es única en cada individuo. Y cómo, a través de ella, se puede obtener información sobre la salud física y mental, desde el índice de masa corporal hasta los niveles de ansiedad o depresión.
Para medirlo, los investigadores desarrollaron un dispositivo portátil que registró el flujo de aire por cada fosa nasal durante 24 horas ininterrumpidas. Luego, recolectaron datos sobre el nivel de actividad física y respuestas a cuestionarios psicológicos de cada uno de los voluntarios. Cruzaron todos esos datos aplicando inteligencia artificial y análisis estadístico, y lograron identificar al 97% de los participantes utilizando solo sus patrones de flujo de aire nasal. Es decir, la respiración es tan distintiva en una persona como su voz o sus huellas dactilares, y la mayoría de sus particularidades se mantienen inalteradas a lo largo del tiempo.
La huella respiratoria no es algo pasajero y tiene un potencial enorme para que la ciencia intente aproximarse al misterio del funcionamiento cerebral en mamíferos. Noam Sobel, investigadora del Instituto de Ciencias Weizmann de Israel y coautora del estudio, dice que “uno pensaría que la respiración ya se ha medido en todos los sentidos”. Sin embargo, su equipo ha descubierto una forma completamente nueva de analizarla. “La consideramos un indicador cerebral”, explica.
Esto es así porque, según han podido demostrar, la respiración —tan desapercibida, aunque la ensayemos una media de entre 12 y 20 veces por minuto— refleja estados fisiológicos y rasgos mentales. Sobel lo resume así: “Nuestros niveles de ansiedad y depresión están moldeados por nuestro cerebro y también lo está nuestro patrón respiratorio a largo plazo. Por eso, al leer esos patrones, de alguna manera estamos leyendo la mente a través de la respiración”.
Si bien ninguno de los participantes que se involucró en el estudio estaba diagnosticado clínicamente con algún trastorno mental, aquellos que obtuvieron puntuaciones más altas en las herramientas de evaluación psicológica utilizadas para medir su gravedad, presentaron patrones respiratorios similares. O sea, que los rasgos psicológicos individuales se pueden predecir con una asertividad estadísticamente significativa a partir de cómo respiran las personas analizadas.

silvio dijo...

Cada persona... (2 y fin)

Ahora bien, la pregunta del millón parece ser si nuestra respiración se altera porque tenemos ansiedad o depresión, o tenemos depresión y ansiedad porque nuestra respiración se altera. “En resumen, no tenemos una respuesta. Si bien ambas son opciones posibles, la última alternativa es, por supuesto, mucho más emocionante porque abre caminos a la intervención”, señala la autora. Y añade que en este momento se encuentran repitiendo los mismos ensayos en poblaciones que sí están diagnosticadas clínicamente para poder obtener más datos. “Intuitivamente, asumimos que el grado de depresión o ansiedad que experimentamos altera nuestra forma de respirar, pero podría ser al revés. Quizás nuestra forma de respirar nos cause esos trastornos. Si esto es cierto, podríamos modificar la respiración para modificar esas condiciones”, reflexiona Sobel.
Timna Soroka, otra de las investigadoras del Instituto de Ciencias Weizmann que firma el artículo, apunta que uno de los resultados más interesantes del estudio tiene que ver con el sueño. “La mente en vigilia y la mente dormida son muy diferentes, y, de hecho, la respiración durante la vigilia y el sueño también lo son”, detalla. Por ejemplo, la respiración nasal durante el sueño es muy asimétrica: la mayoría de las personas cambian entre respirar principalmente por una fosa nasal o por la otra. También encontraron que los participantes que obtuvieron puntuaciones relativamente altas en los cuestionarios de ansiedad tuvieron inhalaciones más cortas y mayor variabilidad en las pausas entre respiraciones durante el sueño. “Aún no sabemos cuáles son las implicancias de todo esto”, apostilla Soroka.

https://elpais.com/salud-y-bienestar/2025-06-12/cada-persona-tiene-una-respiracion-unica-tan-distintiva-como-las-huellas-dactilares-o-la-voz.html