lunes, 11 de septiembre de 2023

Hoy por la tarde, en la Basílica

Buenas tardes.

 

Algunas canciones, como muchas otras cosas de la vida, se hacen, o se aprenden a hacer, muy a pesar de lo que se desea. Y esto pasa con más razón en canciones que evocan pesares colectivos. Quiero decir que, en este caso, hubiera preferido no tener motivos para escribirla, y creo que en cierto sentido no fui yo quien la hizo, porque me fue extraída por una dura realidad que ocurría ante los ojos de todo el mundo.

 

Aquella mañana de hace hoy 50 años, como cada día, me asomé, a ver si la Avenida 23 seguía a los pies del apartamento en que vivía. Entonces mi vecina, Cuca, desde el balcón de al lado, me dijo: “Pon la radio, que parece que se está acabando el mundo en Chile”.

 

Y sí: por la radio se escuchaba a Salvador Allende despedirse, en medio de explosiones. Decía que más temprano que tarde se abrirían las grandes alamedas para que pasara un pueblo libre. Un locutor informaba que el presidente resistía el asalto a la casa de gobierno con un pequeño grupo de colaboradores.

 

Imaginar a la persona correcta y gentil que era Salvador Allende en semejante situación requería de cierto esfuerzo. Porque Allende era un hombre de paz, un hombre con ideales, pero de paz, y era difícil concebir que en aquellos mismos instantes estaba vendiendo cara su existencia, asumiendo de la forma más dura las consecuencias de su ideal democrático y constitucionalista, y todo por haberse propuesto mejorar la vida de su pueblo.

 

Justo un año antes de aquel día terrible, habíamos estado en Chile varios trovadores jóvenes, gracias a la invitación de Gladys Marín, amiga de mi hermana Chabela Parra, quien le comentó a la dirigente chilena que nosotros éramos más bien rojitos y no rosados, como nos pintaba cierta prensa de nuestro país. Y, ya en Chile, una de las cosas que más nos conmovía de aquella realidad bullente de 1972, era la fiereza con que era criticado el presidente socialista, no sólo por la derecha sino también, y mucho, por la izquierda.

 

Tanto era así que entonces, un año antes del golpe, Noel, Pablo y yo nos preguntábamos, caminando y viviendo Santiago, cómo era posible que la Unidad Popular se mantuviera. Pero aquel presidente, todas las veces que lo vimos y escuchamos, no cedía ni un milímetro y cada vez más decidido abrazaba su compromiso con los pobres de su tierra.

 

Tuve la oportunidad, puedo decir el honor, de haber estado cerca de Salvador Allende en tres momentos. El primero en La Moneda, donde nos estrechó la mano a cada uno de los invitados al Congreso de la Jota. La segunda vez fue en la Alameda, en un acto en que pasaron los mineros con una tela enorme que decía: “Chicho, danos las armas”. La última vez que vimos al presidente Allende fue en su discurso en el Estadio Nacional, en la clausura de aquel congreso.

 

El estadio, que un año después sería convertido en una prisión inmensa, estaba engalanado con grandes imágenes de próceres de la independencia de Nuestra América. Algunos de nosotros notamos la falta del Che, que había sido asesinado no hacía mucho, y cuando llegué al hotel compuse América, te hablo de Ernesto.

 

Yo sólo espero que nunca se olvide quienes alentaron y apoyaron aquel golpe sangriento. Sus propios testimonios han quedado para la posteridad. Ojalá nunca más, ni en Chile ni en ningún otro lugar. 

 

Toda esta memoria y muchas otras cosas, algunas tristes, otras esperanzadas, están presentes hoy aquí. En mi caso es una canción rabiosa que también cumple medio siglo. Recuerdo que la incluí en mi primer trabajo discográfico en solitario, que apareció al año siguiente del golpe. Recuerdo que fue una de las dos canciones que la censura heredada del franquismo no quiso autorizar en España.

 

Hoy agradezco la hermosa orquestación de Aldo López Gavilán y la excelente interpretación de estos jóvenes frutos de nuestras Escuelas de Arte, conducidos por la Maestra Daiana. Agradezco también la presencia de mi querida amiga Digna Guerra y el Coro Nacional Cuba, siempre magistrales y generosos.

 

Gracias, pues, a todas y a todos los artistas, técnicos y trabajadores que inmediatamente acudieron a esta conmemoración con tan hermoso espíritu de entrega, el que merecen la memoria de Salvador Allende, sus compañeros y el pueblo de Chile.

 

Hoy, para colmo, es el cumpleaños 81 de un prócer cubano, mi amigo del alma Eusebio Leal Spengler, a quien dedico especialmente este momento.

 

Adelante, Maestra...


Allí amé a una mujer terrible,
llorando por el humo siempre eterno
de aquella ciudad acorralada
por símbolos de invierno.

Allí aprendí a quitar con piel el frío
y a echar luego mi cuerpo a la llovizna,
en manos de la niebla dura y blanca,
en calles del enigma.

Eso no está muerto:
no me lo mataron
ni con la distancia
ni con el vil soldado.

Allí, entre los cerros, tuve amigos
que entre bombas de humo eran hermanos.
Allí yo tuve más de cuatro cosas
que siempre he deseado.

Allí nuestra canción se hizo pequeña
entre la multitud desesperada:
un poderoso canto de la tierra
era quien más cantaba.

Eso no está muerto:
no me lo mataron
ni con la distancia
ni con el vil soldado.

Hasta allí me siguió, como una sombra,
el rostro del que ya no se veía.
Y en el oído me susurró la muerte
que ya aparecería.

Allí yo tuve un odio, una vergüenza,
niños mendigos de la madrugada.
Y el deseo de cambiar cada cuerda
por un saco de balas.

Eso no está muerto:
no me lo mataron
ni con la distancia
ni con el vil soldado.

4 comentarios:

silvio dijo...

Rodrigo Durao: “Nueva Canción Chilena” fue la banda sonora de la utopía socialista de Salvador Allende

silvio dijo...

Jorge Boccanera: Cuantro postales sobre Salvador Allende

silvio dijo...

Insta Aznar a movilización contra actual gobierno de España
Por Armando G. Tejeda

Madrid. El expresidente español y uno de los líderes más influyentes de la derecha española, José María Aznar, instó a la ciudadanía a decir “¡Basta ya!” y movilizarse contra el actual gobierno en funciones, del socialista Pedro Sánchez, por sus negociaciones abiertas con el independentismo catalán para aprobar una ley de amnistía que anule los procesos judiciales abiertos a los que participaron en la declaración unilateral fallida de secesión de octubre del 2017. El gobierno, a través de la vocero, Isabel Rodríguez, lo tildó de “golpista”.

Aznar pronunció un discurso en la sede de su fundación, FAES, en el que alertó del supuesto riesgo de la demolición de España tal y como existe hoy en día. “Existe un riesgo cierto existencial para la continuidad de España como nación. Hay que decir de nuevo ¡basta ya! España no puede volver y no va a volver a un sistema basado en la exclusión, en el sectarismo, ni en la destrucción programada de la nación”, afirmó.

El ex presidente también advirtió que “no será la primera vez que la fortaleza de la sociedad española se pone a prueba. La involución, el terrorismo, la sedición han querido frustrar nuestra voluntad de convivencia, y ahora es preciso activar todas esas energías para librar una contienda democrática y de afirmación del Estado de Derecho para plantar cara con toda la determinación a un plan que quiere acabar con la Constitución”.

Y a partir de ahí hizo el llamamiento a la movilización de los ciudadanos: “Nadie puede quedarse al margen de una tarea que nos debe convocar para asegurar el futuro. Ninguna instancia, ningún poder democrático, ningún liderazgo social, cultural o intelectual, tampoco la izquierda constitucional que se juega su propia identidad y su trayectoria, nadie, insisto, con sentido de responsabilidad, comprometido con el acuerdo histórico entre españoles”.

El Ejecutivo, al conocer las palabras de Aznar, respondió a través de la vocera Rodríguez, quien afirmó que “es de absoluta gravedad que un expresidente del Gobierno haga este tipo de declaraciones, que se parecen más a comportamientos antidemocráticos y golpistas que a los propios de un expresidente. Son incompatibles con valores democráticos y constitucionales de nuestro país”. Además recordó que “fue Aznar quien mintió a todos los españoles, fue él quien utilizó el mayor atentado de nuestra historia.

Quien hizo todo eso tiene poca credibilidad y sus declaraciones no tienen valor político ni tan siquiera moral. Pero, por lo que representa su figura y el papel que aún tiene el PP, requeriría que Alberto Núñez Feijóo las rectificara, porque no son propias de valores democráticos, sino más bien de llamamientos golpistas. ¿Qué sería lo siguiente, la llamada a un alzamiento? Esperamos una corrección de Feijóo a Aznar”, aseguró.

https://www.jornada.com.mx/notas/2023/09/12/mundo/insta-aznar-a-la-movilizacion-contra-actual-gobierno-de-espana/

silvio dijo...

Daniel Matamala: ESPANTO