Del fb de Nelson Simón / https://www.facebook.com/nelson.simon.549
He visto la desesperación lo mismo en el rostro de un amigo, en el de mi pareja o en el de un funcionario público que acata órdenes o intenta " resolver" una situación que no es normal, pero que tienen el deber ( obligación ) de afrontar con tranquilidad como si nada estuviera ocurriendo o todo fuera transitorio, solucionable.
La he sentido en la voz de mi madre quebrada por la angustia del día a día después de haber entregado toda su vida y juventud a un futuro mejor que ya sabe que no tendrá. O en la de mi trabajadora, enferma, cuidadora de su esposo también enfermo, cuando me cuentas que anoche no pudo cenar, que se acostaron con un vaso de leche porque aunque lo ha intentado, ella " no sabe encender ni cocinar con carbón y la comida que habían comprado con tanto sacrificios, se le ha podrido".
Y en la del amigo que tiene que alimentar dos bebés que no pueden dormir por el calor, la oscuridad y los mosquitos.
Y en la de la dirigente ( que no es indolente) y lleva días saliendo de su casa con la noche encima y regresa de noche cerrada buscando soluciones que muchas veces deprimen más que los problemas.
Somos como el animal herido que cae en una tembladera: cada pataleo nos hunde más. Oigo crujir las vigas que sostienen el país y pareciera que ni siquiera tenemos el derecho a decirlo, a quejarnos, a nombrar el dolor.
En algún punto empezamos a ser la " víctima" y a victimizarnos.
Fuimos acosados, acorralados, atados de pies, manos y palabra al punto de que hasta hablar de lo que sentimos , padecemos o vivimos, nos expone y hasta nos señala y a los ojos de otros, nos vuelve culpables.
La violencia psicológica es la peor violencia porque es callada e impide a veces hasta respirar. En esa posición nos han puesto los enemigos pero también los falsos defensores de la patria y la revolución. El silencio no puede ser remedio y la empatía no puede venir de la conformidad. Hay que dejar que cada cual exprese su dolor y su drama como pueda. Hay que entender que el cuerpo y la mente pueden quebrarse y que es de humanos caer de rodillas cuando el cansancio te vence.¿ Porque juzgar a todos con la horma del héroe?
¿Porqué exigirle a la gente resistencia, comprensión, resignación?
Así como cada cual tiene la responsabilidad de gestionar su supervivencia, también tiene el derecho a reaccionar como entienda y pueda, como le permitan sus nervios, su carácter, sus principios.
A veces los que ofrecen " soluciones" debían preguntarse si esas " soluciones " son las que la gente espera, quiere o necesita.
Sigo pensando que el papel del estado no es buscar soluciones para cada uno sino crear condiciones y medios para que cada cual encuentre sus propias soluciones. Lo malo es cuando a la solución de uno deben ajustarse todos aún en sus diferencias y diversidad. O cuando la precariedad se vuelve sistémica e impide a cada cual gestionar sus soluciones.
Hasta aquí , hasta este punto, trampa, tembladera, crisis, hemos sido empujados sin piedad por aquellos que planearon el " derrumbe", que lo disfrutan y nos cuestionan con cinismo al no poder levantarnos . Pero también por gente indolente que no tenía el derecho a equivocarse pues en su error estaba el destino de un pueblo, un país y una revolución que debía ser " sagrada". Hay traiciones que no pueden perdonarse. Y hay respuestas que no pueden aplazarse.
Por su parte, la naturaleza, dolida con la humanidad, a veces implacable e imprevisible, ha colaborado y parece ensañarse sobre un país herido y su gente frágil y vulnerable.
Algo tengo claro: Cuba no merece esto. No es justo para un país que tanto ha batallado por su libertad, por su gente, por la vida. Un país que ha dado esperanza pero también ha ofrecido su mano al mundo.
Este momento debía servirnos para como dijera Fidel "cambiar todo lo que deba ser cambiado", y no para atrincherarnos en viejos dogmas, en inútiles formas, en caducas maneras. Hay momentos en que la solución no puede ser un cataplasma sino como dicen los viejos y sabios abuelos " la cura de caballo".
Algo no estamos haciendo bien que el país está cada vez más frágil y cada vez la gente con menos fuerza y recursos para enfrentar la crisis, para gestionar sus vidas. Invito a todos a pensarlo: Por Cuba. Por su pueblo. Por la belleza de la Revolución que un día nos entregaron.
La solución no puede ser al apagón, al huracán, a la crisis de turno. Tiene que ser sostenible, profunda, inteligente. Que nos permita dejar de ser reactivos para ser proactivos. Estoy seguro que esas grandes reservas y fuerzas están en el pueblo.
2 comentarios:
Enviado por Víctor Casaus (como la entrada), del blog de Juan Antonio García Borrero:
𝐀𝐍𝐓𝐈𝐓𝐎𝐑𝐓𝐔𝐑𝐀
Sé que ahora mismo todo parece diseñado para que uno se canse. Para que pienses que ya no queda ninguna salida.
Y es cierto: todo está oscuro.
Yo también, pese a mis privilegios (que los tengo, porque estoy vivo, porque puedo darme el lujo de escribir en Facebook) me siento un perdedor.
Y, sin embargo, todos los días trato de aferrarme a la convicción de que nadie gana ni nadie pierde, porque al final hay un único destino compartido: lo que hacemos en la vida es aprender o no aprender a llegar con un mínimo de dignidad a ese punto final.
No puedo ayudar mucho a los otros , pero lo que no haré ahora mismo es multiplicar el desaliento. Por eso si llegas hasta este muro tal vez me encuentres pasado de moda, apelando a la sabiduría de quienes nos han precedido.
Quizás eso es lo que más extraño en esta ciudad casi todo el tiempo apagada: la posibilidad de una buena conversación en un café cualquiera, donde a pesar de las sombras uno atine a ver la luz que guía a los humanos.
Ahora me estoy dejando llevar por Nietzsche cuando en 𝘓𝘢 𝘎𝘢𝘺𝘢 𝘚𝘤𝘪𝘦𝘯𝘻𝘢 apuntaba:
“Quiero hacer como Rafael y no pintar más ninguna imagen de tormento. Existen suficientes cosas sublimes, como para que hubiera de buscarse la sublimidad allí en donde ella vive hermanada con la crueldad; y además mi ambición no encontraría ninguna satisfacción si me quisiera convertir en un sublime torturador”.
𝐉𝐮𝐚𝐧 𝐀𝐧𝐭𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐆𝐚𝐫𝐜í𝐚 𝐁𝐨𝐫𝐫𝐞𝐫𝐨
https://www.facebook.com/1177345946/posts/10231345202711448/?mibextid=QHi97vXeaPhvBiRL
A no desesperar...
Por Félix Sautié Mederos
Así me continúo expresando sobre el ¡Qué hacer! en las actuales circunstancias; porque concuerdo que no todo está perdido en la nueva era del “trumpismo” …
Planteo lo anterior apoyado también, por mi lectura con especial interés de un artículo publicado en Cubadebate de Erick de Blanc quien es “un activista e historiador que reside en Oakland, California”; que recomiendo estudiar profundamente.
Que, en mi criterio, apoyado en importantes conceptos “socialistas democráticos” pone el dedo en las causas de los sucedido en Estados Unidos con la elección de Mr. Trump y plantea una perspectiva muy decisiva en la lucha con la que debemos continuar no solo en los Estado Unidos, también en el mundo de hoy y especialmente en Cuba en estos momentos aciagos para la humanidad; que en mi criterio constituye la lucha que deberíamos recrudecer en Cuba frente a estas realidades complicadas del momento actual.
En este sentido, comienzo por reiterar una vez más que una profunda reforma estructural es necesaria con urgencia especialmente en el ámbito económico del país; lo que he planteado reiteradamente en mis anteriores artículos con el especial criterio sobre le necesidad de tener muy en cuenta lo que han estado planteando al respecto importantes economistas cubanos revolucionarios. En este sentido considero la necesidad urgente de un debate positivo con ellos del que resulten asumidos los conceptos esenciales que nos conduzcan a una reforma estructural que considero no puede esperar más, en especial para afrontar los tiempos para Cuba de un nuevo trumpismo en el poder.
El ¡Que hacer¡ y el que reformar no puede esperar más en mi criterio muy personal y constituye una importante urgencia para la seguridad nacional.
Así lo pienso, así lo planteo y así lo alerto a partir de mis posiciones revolucionarias de siempre a favor de la Revolución cubana; con mis respetos por la opinión diferente y sin querer ofender a nadie en particular.
https://felixsautie.com/articulos.php?a-no-desesperar-estoy-de-acuerdo-con-erick-de-blanc
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