Paracho

Por el Maestro Jesús Ortega

El pueblito no tiene nada de particular en su variedad arquitectónica, características constructivas, emplazamiento, ni en la calidad de sus viales que lo distinga de muchos que se asientan en otros puntos de la geografía mexicana. Las gentes son tan cordiales y amables como en cualquier lugar de este hermoso país. Esta ubicado en el estado de Michoacán, cercano a la ciudad de Uruapan, a más de 2000 metros de altura sobre el nivel del mar y a unos 200 Kms. de la costa del pacífico. Las noches suelen ser algo frías y neblinosas, los días cálidos y en determinadas épocas del año llueve con frecuencia. ¿Que tiene pues de sorprendente, de singular, Paracho y su alrededor de 12 000 habitantes?... Pues la guitarra... simplemente la guitarra.

Este pueblo tendría su ubicación ideal en las narraciones enmarcadas en el Realismo Mágico de García Márquez o Lo Real Maravilloso de Alejo Carpentier: una vez más la realidad hace palidecer la más imaginativa fantasía. La actividad principal de las tres cuartas partes de sus habitantes es construir guitarras. En grandes fábricas de guitarras económicas muy bien tecnificadas y en cientos de pequeños talleres donde se construyen de las más diversas calidades.

En la calle principal y también en las otras hay muchos negocios para la venta de guitarras, no hay rincón del pueblo donde no esté presente, de una forma u otra, el rubro principal de la economía local, ya sean los almacenes de maderas preciosas o negocios de venta de insumos indispensables para esa producción, y no falta una magnífica fábrica de cuerdas para guitarra e instrumentos afines y accesorios de diversos tipos.

La fiesta más importante del pueblo cada año es la Feria de la Guitarra, a la cual desde hace mucho tiempo se le ha sumado un importante Festival y Concurso Nacional de Interpretación de Guitarra Clásica.

Una segunda ocupación encuentran los habitantes de Paracho en la producción de bellas e ingeniosos juguetes-artesanías, a base fundamentalmente de maderas y textiles --claro que con mucho menor peso en la economía local--. Pero ¿Cómo comenzó todo esto?...

Cuentan que a finales de la década del 30 del siglo XX los avatares de la Revolución Mexicana hicieron desaparecer el primitivo pueblo de Paracho, reducido a cenizas en su casi totalidad. Un hombre excepcional decidió revivirlo y logró reunir un grupo de entusiastas que lo acompañaron en su idea. Su nombre: José Manuel Monroy. Su tenacidad se impuso y la elección de la producción de guitarras y artesanías fue tocada por la magia del éxito. Pronto en todo México se hicieron famosas esas guitarras y comenzó el vertiginoso progreso del pueblo. Poco a poco surgieron verdaderos lauderos que producían hermosos instrumentos de concierto, cada vez con mejor calidad de sonido, que cumplían con las expectativas de los exigentes ejecutantes del país. Estos comenzaron a preferirlos y de ese modo el pueblo ganaba en fama y la extendía por otras tierras. Ahora es relativamente fácil encontrar los instrumentos construidos en Paracho en cualquier parte del mundo y en manos de muy prestigiosos guitarristas.

Dos hombres generosos y preocupados por el desarrollo del pueblo, hijo y nieto del re-fundador: Manuel y Carlos Monroy, decidieron crear, con la colaboración entusiasta del resto de su muy unida familia y del excelente laudero Abel García, un Centro especial para la guitarra. Hicieron construir, en lugar muy céntrico del pueblo, un hermoso edificio. Incluye un Teatro para conciertos con 150 asientos, un local para el Museo de la Guitarra y un amplia y comodísima aula para cursos de superación profesional a los constructores de guitarras, reuniones profesionales de los lauderos y dirigentes de las fábricas, clases de guitarra para un grupo de 25 niños del pueblo, atendidos por profesores del mayor nivel internacional. Además pequeños locales para administración y biblioteca-fonoteca. Esta es una verdadera Casa de Cultura especializada en la Guitarra y nos atrevemos a afirmar que única en el mundo.

Cada año, en los días de la Feria de la Guitarra se celebra en este Centro de Investigación y Desarrollo de la Guitarra (CIDEG) el Concurso y Festival Nacional de Guitarra de Paracho, muy respetado y bien valorado, que ha contado con la participación de Guitarristas del más alto nivel de México y del resto del mundo. Ejemplo de ello son los maestros Shin-Ichi Fukuda de Japón, Pavel Steidel de Holanda y Pepe Romero de España, y los mexicanos Juan Carlos Laguna, Marco Antonio Anguiano o Antonio López, por solo mencionar algunos. Hoy cuenta Paracho con verdaderos artistas lauderos del más alto nivel, encabezados por Abel García --en opinión de este redactor uno de los mejores del mundo en la actualidad--, Daniel Caro, Fructuoso Zalapa, Rafael Granados. Benjamín García, Arnulfo Rubio y otros muchos refuerzan la fama de las guitarras de concierto de Paracho. Fábricas como: Guitarras y Artesanías, Guitarras Tarascas, Anotha, Española y otras, llenan el mercado mexicano de buenas guitarras económicas para todos los gustos.

La Fábrica de Cuerdas para guitarra y otros instrumentos afines, con las marcas SONATINA y PREMIER, completan el ciclo productivo del instrumento. Son cuerdas excelentes y cubren todas las necesidades de las fábricas y los lauderos, sin complicaciones de importación de países más o menos lejanos y con la posibilidad de construir cuerdas especiales por encargo. 

¿Qué más se puede pedir? ¿No creen, queridos amigos, que realmente Paracho es una especie de milagro de los tantos que nos ofrece nuestra América Latina, rica en utopías reales que podemos palpar y disfrutar, acercándonos siempre un poco más a la felicidad?