Estimados compañeros, colegas y amigos:
Cuando vine a vivir en la capital hace 71 años, vine con mis padres, no vine a un barrio de la alta burguesía, vine a un Rapto. de trabajadores con distintos perfiles.
Durante la Insurrección, fue un barrio muy combativo, se convirtió en una trinchera activa de revolucionarios.
Me refiero, al Barrio de Santa Amalia, colindante con Poey, el barrio del Cmdte, Almeida.
En 1967 vine donde vivo hasta hoy, “Casino Deportivo”, un barrio al estilo residencial, que al inicio fue congelado en favor de Villa Marista, cercano a 2 cuadras desde una de nuestras esquinas la de Ave. Vento y Camagüey.
Por algunos años lo hice antes en el mismo Centro del Cerro y Centro Habana, he vivido reducido, holgado, en apto y finalmente en una casa sola adquirida por herencia de mi madre, mi tenencia no fue por asignación alguna.
En mi tierra natal, pude conocer la religiosa importancia de una recogida de la “basura” diariamente como hábito necesario, en favor de la salubridad e higiene, cuya recogida se realizaba allí sistemáticamente con un carretón tirado por un mulo que nos recordara después, la tv con un personaje en el humorístico programa de “San Nicolas del Peladero”, cuyos libretos fueron de la autoría de Carballido Rey, quien vivió en su infancia precisamente allí, donde aprendió esa cultura, al haber emigrado con su familia desde San Felipe con unos 9 años, su pueblecito natal al sur también de la Capital.
Nunca ese servicio fue subestimado por nosotros, lo aprendimos desde que lo conocimos, hoy nos choca ver el cuadro de nuestra Capital en los alrededores a Galiano y la esquina del pecado por eje. de esa calle comercial con San Rafael.
Hoy vemos con gran dolor, que la ausencia de medios justifica que la basura no se recoja sistemáticamente, eso puede llegar a ser un reservorio de enfermedades y puede llegar a ser pandémico también por la acción de roedores que sabemos se multiplican.
Hace falta barrer sistemáticamente las calles, disponer de raticidas y otros recursos, barrer no es delito del que necesite trabajar y no entregado a vicios como los alcohólicos por eje.
La basura acumulada en cualquier esquina no nos puede obligar a convivir con ella eternamente, hay que saber combatirla, no subestimarla, pasar por el basurero y tirar la bolsa no debe ser, hay que aceptar como actividad necesaria las acciones a resolver, evitar la dilatación de su recogida. La subestimación de la recogida debe evitarse, debe estar en una primera necesidad en la agenda de Comunales, resolver hasta con las fuerzas armadas si es preciso, debe ser necesaria en un primer lugar, pues la salubridad nos protege de virus y roedores que de dominar la situación pueden agredir a la población como nos recuerda la historia de siglos pasados.
En mis tempraneras visitas a la Habana, conocí el riego de agua de las calles inclusive, la escrupulosa preocupación de los comerciantes de limpiar y tener desempercudidos los accesos, aceras y portales frontales de sus negocios, así deberá volver a ser.
No he intentado hacer un reportaje gráfico como muestra del estado que pueden tener hoy calles como todo Monte, Belazcoaín, Virtudes, Galiano, Reina, Obispo, etc.,
Las fotos adjuntas corresponden a los laterales de la Iglesia de Monserate, a unos pasos de Galiano y Concordia, asi como el lateral de la calle Zambrana y 13 en el Casino Deportivo, ya sin contenedores, pues de los tres que quedaban un camión se llevó los dos únicos que quedaban con ruedas.
Hay que volver a la recogida de antes con miras de futuro, sin puntos donde acumular, eso cambió como la leche y el pan diario a domicilio, en el domicilio como asi fue con el gas , el agua mineral, la lavandería, la farmacia, el minimax etc.
Vencer la barbarie, los malos hábitos, la pobreza de imagen, así no podemos ser anfitriones del turismo que sueñan los gestores de los mega-hoteles que gobiernan en nuestra Rama de Turismo.
Cordialmente,
Lic. Dionisio Andrés Soto Arado
2 comentarios:
De Joaquín Benavides:
Compañeros y amigos:
El compañero Andres Soto nos ha hecho llegar esta denuncia, que no me es posible pasar por alto. Hace unos días en la reunión de mi núcleo del Partido, en el municipio Playa, hice una denuncia sobre este mismo tema, señalando la responsabilidad en quien la tiene, el Intendente del Municipio. La denuncia en ese marco quizás causó efecto y la situación comenzó a mejorar. En 1961, despues de la invasión a Girón, la Revolución en Matanzas, mi ciudad natal, me designó Comisionado Municipal, equivalente a un Intendente de hoy. Nunca había tenido una responsabilidad gubernamental. Hasta 1957 había sido estudiante de medicina. Recuerdo que en los casi dos años en que ocupé esa responsabilidad, de lo primero que me ocupaba todos los días era de la recogida de la basura y la limpieza de las calles. El compañero más trabajador y responsable de los que me acompañaban en las responsabilidades del municipio, era el que se ocupaba de esa importante tarea, y todos los días, cuando terminaba la recogida de la basura en todas las calles de la ciudad lo primero que hacía era informarme. No existían los camiones recogedores de hoy, eran unos cuantos camiones y también carretones halados por mulas. Pero no podía dejar de recoger la basura todos los días. ¿Porque hoy nuestros Intendentes no pueden garantizar lo mismo? ¿A qué otra cosa más importante dedican su tiempo?
Saludos,
Joaquin Benavides Rodriguez
De Julio Carranza:
Queridos amigo:
Totalmente de acuerdo con Soto y Joaquín sobre este (la recogida de la basura) que no es un asunto menor para la sociedad, es de primera prioridad para una comunidad civilizada.
También ha visto, desde hace tiempo, a muchos compañeros y compañeras y ciudadanos en general expresar, muchas veces con justificada indignación, el mismo reclamo. Personalmente también lo he manifestado muchas veces en diversos lugares.
En una ocasión un muy querido amigo y revolucionario, comandante del ejército rebelde, expresó en una reunión “si estos compañeros que están a cargo de tareas administrativas como esta no son capaces de recoger la basura como se debe, entonces de que son capaces?”, esa anécdota fue hace más de 10 años, desde entonces el problema no hace más que agravarse.
A ninguno de nosotros se nos olvida nunca las dificultades de recursos que tiene el país y la agresión a la que está sometido, pero estos son asuntos que hay que solucionarlos aún en esas circunstancias, Joaquín se refería a sus experiencias al respecto cuando tampoco habían muchos recursos y menos la tecnología de hoy, pero habían otros conceptos y quizás otras sensibilidades.
Yo estoy de acuerdo con que este es un tema de la mayor importancia que hay que tomar por los cuernos como una prioridad, es un asunto de salud física y mental, es un asunto de convivencia, es un asunto de decencia y de cultura, está en juego además la imagen de nuestra querida nación. Todas las instituciones deberían actuar sobre el, y exigir y contribuir a su solución, incluido, creo, los CDR que están en todas partes, pero sin excluir la responsabilidad principal que corresponde a las intendencias y poderes locales, hay que buscar soluciones prácticas, efectivas y sostenibles que tiene que haberlas, más allá de las dificultades objetivas que nos afectan.
Abrazo a todos
Julio Carranza
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