martes, 2 de mayo de 2023

El niño Ariel

Por Augusto Blanca

A la trova cubana

Siempre se ha dicho que nosotros, los que nacimos en el oriente del país, “hablamos cantando”. A lo mejor eso se deba a esta historia que sucedió hace muchos, muchísimos años….

I

Aquel olvidado pueblo era el último de la larga carretera que atravesaba el país, donde nunca pasaba nada … De allí para allá la comunicación con los pequeños caseríos aledaños solo era por caminos de tierra o trillos.  Fidencio y Jacinta vivían a tres leguas del pueblo, en una casita de madera y techo de guano, rodeados por un pequeño campo de flores que les servía de sustento al joven matrimonio. Él, por las mañanas, las cortaba y ataba con hilachas de yarey, haciendo pequeños mazos de  flores; los colocaba en su carretilla y se iba rumbo al pueblo a venderlos; ella se quedaba en los “quehaceres” de la casa, estaba a punto de ser madre por primera vez y ambos esperaban con gran ilusión la llegada del nuevo miembro de la familia.

 

La noche en que Jacinta comenzó a sentir los dolores de parto llovía torrencialmente, pero así y todo Fidencio puso la montura a su caballo Ligero, y a todo galope corrió a buscar a Melisa, la comadrona que vivía a varias leguas de allí. Cuando por fin llegaron a la casa, luego de vencer los charqueros y la insistente lluvia, estaba Jacinta tirada en la cama, los recibió a gritos desesperados: –¡Por fin, creo que ya estoy  pariendo, apúrate Melisa!–. En efecto, la blanca sábana de la cama estaba toda mojada. –Ve a calentar agua y tráeme trapos limpios– le dijo Melisa a Fidencio, que con los ojos desmesuradamente abiertos corrió hasta la cocina.

 

Fueron varias horas en los ires y venires de Fidencio de la cocina al cuarto, trayendo trapos y agua caliente. Por su parte, Melisa, sosegada, como toda una profesional, insistía:  –! Puja, Jacinta, puja, ¡no te rindas! –   y valiéndose de una gran botella verde, hacía “malabáricos” esfuerzos sobre el protuberante vientre de Jacinta, que no cesaba de quejarse De pronto, repentinamente, dejó de llover, ya casi amanecía… Fue entonces que sucedió algo que aun nadie se explica.

 

Por lo general, casi todos los niños al nacer llegan al mundo llorando, como malhumorados (por supuesto, es razonable, los sacan de una pequeña piscina cálidamente cómoda y los enfrentan a la luz cegadora de este ancho y ajeno mundo). ¡Para sorpresa de Fidencio, Jacinta y Melisa, el niño… ¡llegó cantando!... tarareando una hermosa melodía que inundó la habitación. Tampoco nadie se explica quién abrió la ventana de aquel cuarto, dejando entrar la luz del recién amanecido sol, ni quién convocó a tantas y diversas aves, luciérnagas y mariposas para que rodearan aquella casita y comenzaran a revolotear alegres en las ventanas. Mientras, el niño continuó tarareando… cada vez con más fuerza y dulzura… y todo, absolutamente todo a su alrededor, se dulcificó. 


Esa madrugada, 16 de abril, había nacido un niño que sus padres, Fidencio y Jacinta,  llamaron Ariel….Y en la misma mañana su padre plantó en el patio una postura de cedro. 

 

II

 

Al poco tiempo, el niño Ariel, comenzó a incorporar en sus “tarareos” las palabras que iba escuchando de sus padres, pero con la peculiaridad de que las emitía “cantadas”. De su infantil garganta éstas brotaban acompañadas de acordes de guitarra, armonizando las melodías que él iba entonando…:

 

“…Mamá, quiero leche de vaca

estoy por hacerme caca”…

 

A los pocos meses ya el niño Ariel había aprendido a caminar. Se iba con su padre para el jardín, y a su alrededor infinidad de mariposas de colores revoloteaban; los sinsontes, canarios y tomeguines lo acompañaban en sus melodías; el gallo lo saludaba desde el palo de la cerca; la vaca Clotilde mugía feliz, como haciéndole una segunda voz; las gallinas cacareaban y los pollitos piaban… ¡era un concierto matutino!…

 

El día que llegó por primera vez al jardín, el niño Ariel se puso a cantar…:

 

 

“… Buenos días girasoles, buenos días margaritas

son ustedes muy bonitas”…

 

El padre continuamente le decía al niño que le dolía cortarlas, pero que debía hacerlo para venderlas, pues era el sustento que tenían para poder vivir. El niño Ariel siempre le respondía cantando…:

 

“… No te preocupes, no morirán,

nunca más marchitarán”…

 

Efectivamente, las flores que cortaba Fidencio nunca se marchitaban, se mantenían lozanas como si aún tuvieran sus raíces prendidas en la tierra.


Cuando el niño Ariel cumplió cuatro años, fue que su padre determinó llevarlo consigo al pueblo para que lo ayudara, la venta había mermado mucho. Y allá se fue el niño Ariel, feliz, con su padre, montado en la carretilla, entre los macitos de flores, cantando un pregón…:

 

“…Rosas, girasoles, margaritas,

bellas, eternas y fresquitas”…

 

Y de inmediato las calles del pueblo se inundaron con su hermosa voz. Curiosas, las ventanas y las puertas se abrieron….

 

–¿De dónde salió ese niño con esa bella voz y esos acordes de guitarra? – se preguntaban todos intrigados… Y, fuera por escucharlo o por las flores, la cosa es que la venta de esa mañana fue todo un éxito, y cuando a medio día llegaron a la casa Jacinta los recibió feliz, al ver que regresaban con la carretilla de flores totalmente vacía… Entonces el niño Ariel le cantó…: 

 

“…Mamá, todas las flores vendimos

¡y como nos divertimos!”...

 

Pasaron varios días, semanas yendo al pueblo a vender. Los pregones del niño Ariel le afloraban cada vez más inspirados; el pueblo, a diario, esperaba la carretilla de flores, los rodeaban y les seguían por toda la calle para escuchar aquel niño pregonando con su timbrada voz, acompañado de arpegios de guitarra que nadie se explicaba de donde surgían… Y, efectivamente, las flores que desde semanas atrás habían sido vendidas a los vecinos del aquel pueblo, se mantenían lozanas en los búcaros, sin marchitarse, como si aún tuvieran sus raíces arraigadas en la tierra.


Y todo se llenó de flores: los balcones, los portales, las aceras, los techos, las calles… Y el aroma de flores, impregnó aquel olvidado pueblo que era el último de la larga carretera que atravesaba el país, donde nunca pasaba nada.

 

III

 

Cuando el niño Ariel, cumplió los ocho años, el padre decidió llevarlo a conocer el rio. Hasta ese momento no quisieron arriesgarse, a sabiendas de lo intrépido de su hijo, el cual no tenía miedo a nada y, aunque el rio no era de gran caudal, el niño Ariel era demasiado pequeño como para nadar en él. Mientras duró el trayecto, mariposas, saltamontes, canarios y sinsontes jugueteaban alrededor del niño Ariel… Cuando al fin llegaron al rio, el niño Ariel, eufórico de la alegría que le producía aquella contemplación, comenzó a cantar…:

 

…”!Caminito azul de agua dulce

¿quieres que yo te la impulse?”…

 

Los peces azules, verdes, rojos y amarillos saltaban, y al volver a caer en el agua cristalina provocaron salpicaduras que mojaron la carita del niño Ariel, que sin mucho pensarlo se lanzó a las cristalinas aguas y se puso a nadar como si toda la vida lo hubiera hecho. De inmediato los peces se le agruparon, como un ejército fiel, a derecha e izquierda. El padre, mudo de asombro, no atinaba a nada… hasta que por fin exclamó: – ¡Ariel, mijo, te vas a ahogar; vuelve a la orilla!–, mientras que el niño Ariel solo reía, se divertía y cantaba alegremente:

 

….” Ven, corre suave y divina

agua dulce, cristalina”…

 

Desde ese día, cada vez que venían de la venta de las flores, el niño Ariel corría a bañarse al rio. El padre ya lo dejaba ir solo porque el primer día lo vio nadar tan “profesionalmente” que pensó que no tenía que preocuparse por aquello.

 

Por entonces Fidencio tuvo que ampliar el sembrado de flores, pues cada vez era más la demanda en el pueblo, que ya era catalogado como “El Pueblo de las Flores Eternas”.

 

IV

 

Todo había cambiado satisfactoriamente, para la joven pareja de Fidencio y Jacinta, desde que naciera el niño Ariel. Sus melodías lograron que los frutos de los árboles del patio aumentaran su dulzor, que la vaca Clotilde produjera el triple de leche diaria, como para llenar las cantaras y venderla en el pueblo. Y sucedió lo mismo con las gallinas ponedoras, que no dejaban de cacarear tras la llegada de cada huevo, llenando las canastas en sólo una mañana ... Hasta hubo que hacer una nueva carretilla, pues, además de flores, ahora vendían leche, frutas y huevos. Fue cuando el niño Ariel, creó un nuevo pregón:

 

…”  flores, huevos, leche, frutas

quien se las lleva disfruta ”…

 

El día que el niño Ariel cumplió nueve años la casa se llenó de trinos desde el amanecer. Mariposas de todos los colores entraron por la ventana abierta del cuarto; la noche anterior las luciérnagas no se fueron a dormir y danzaban sobre el mosquitero del niño Ariel; en el corral las gallinas cacareaban más que nunca y el gallo, como complaciendo peticiones, repitió su quiquiriquí muchas veces; la vaca Clotilde mugía exigiendo que la ordeñaran y los pollitos, en divertido escarceo, reclamaban  sus granos de maíz. Y, como cada mañana, el niño Ariel saltó de la cama cantando…:

 

…”Mañanita, mañanita

buenos días, mañanita”…

 

Ese día no salieron a vender al pueblo; era especial. Y el almuerzo lo fue también: frutas y ensaladas, postres de coco, boniatillo y refresco de marañón, elaborados por mamá JacintaA las cuatro de la tarde, como siempre hacía, partió el niño Ariel rumbo al rio. Los árboles del camino saludaban su paso, moviendo sus ramajes. Escoltado por cientos de mariposas y sinsontes, canarios y tomeguines llegó hasta el borde del rio; de un salto  se lanzó a sus aguas cristalinas… Solamente un árbol de hojas negras del bosquecito de la otra ribera del rio permanecía quieto, no movía sus oscuros ramajes. Un áspero bejuco pendía, penetrando verticalmente el agua cristalina... y allí quedó atrapado el niño Ariel, quien luchó mucho por desprenderse, pero ni los cientos de peces pudieron liberarlo, todo fue inútil… El negro y áspero bejuco lo haló hasta el mismísimo fondo del rio.

 

***

 

Jacinta andaba recogiendo la ropa de las tendederas del patio cuando una fuerte ráfaga de viento hinchó las sábanas, como velas de un barco en plena tormenta.

 

–Algo está pasando–, se dijo, y de inmediato llamó a Fidencio, que trajinaba por el corral de las gallinas –¿Aún no ha llegado el niño Ariel? – No, no ha llegado; ya es hora de que estuviera aquí–, contestó Fidencio.

 

–Vamos para el río–... –¡Vamos! – Y emprendieron el camino, casi anocheciendo.

 

Esta vez ni una sola hoja de los árboles se movía y un espeso silencio los fue acompañando. Cuando por fin llegaron, quedaron paralizados ante lo que vieron: sobre la arenilla que bordeaba el rio, casi totalmente cubierto de mariposas blancas y aves del monte, el cuerpo del niño Ariel, boca arriba, inmóvil, con los ojos abiertos y una dulce sonrisa dibujada en el rostro. Los peces quietos, agrupados al borde del rio, semejaban una franja azul, y las últimas luces de la tarde hacían centellar sus húmedas escamas.

 

Había muerto el niño Ariel. La música se esfumó, como mismo se fueron apagando los postreros rayos del sol de aquel atardecer.      

 

V

 

La noticia corrió de boca en boca: “Murió el niño Ariel, el hijo de Fidencio y Jacinta, el que “hablaba cantando”. El pueblo entero, consternado, acudió al entierro. Sus padres no quisieron enterrarlo en el cementerio; decidieron hacerlo al pie del árbol de cedro, aquel que plantó Fidencio el mismo día en que el niño Ariel había venido al mundo.

 

Un lastimero silencio invadió aquella mañana. Nadie hablaba; ni siquiera los sinsontes, los canarios y los tomeguines se atrevían a trinar; ni las mariposas a volar, ni las gallinas a cacarear, ni la vaca Clotilde a mugir, ni tan siquiera el gallo quiso cantar… Luego todos se fueron yendo, lentamente, y el patio quedó vacío. Solo quedaron allí Fidencio y Jacinta, tomados de las manos, frente al pequeño promontorio de tierra húmeda, al pie del árbol de cedro que aún era tan joven como lo era el niño Ariel… ¡nueve años escasos!...

 

Sucedió entonces que, en pocos días, las flores de todas las casa del pueblo comenzaron a marchitarse en los búcaros, en los balcones, en las aceras, en los techos; los sinsontes, canarios y tomeguines dejaron de trinar; las mariposas dejaron de volar; los pozos se secaron y comenzó una gran sequía en toda la región. No llovía, los árboles dejaron de dar frutos y sus hojas secas eran esparcidas por un viento aullante; los campos se  agrietaron y las flores del jardín perdieron sus brillantes colores.

 

Fidencio y Jacinta notaron, además, que el cedro se iba poniendo cada vez más mustio y decidieron ir a buscar agua del rio que, afortunadamente, no dejaban de correr y continuaban cristalinas. Montaron en la carretilla varias tinajas para llenarlas y, al regresar, lo primero que hicieron fue regar las raíces del cedro, usando para ello el jarrito donde el niño Ariel, tomaba su café por las mañanas. En cuanto el agua humedeció la tierra, comenzaron a escucharse arpegios de guitarra y una melódica canción…:

 

…”agua fresca de ese rio

que lo siento como mío”…

 

– ¿¡Es nuestro niño Ariel, el que está cantando!?


– ¡Si, mujer!, ¡es él! ¡Regresó con el agua del rio!

 

De súbito, los sinsontes, los canarios y los tomeguines comentaron a trinar alegremente; las gallinas a carrear, la vaca a mugir, el gallo entonó un largo y agudo ¡quiquiriquí¨!... y el patio de llenó de mariposas de todos los colores. Los árboles empezaron a batir lo que les quedaba de ramajes. Hasta las luciérnagas salieron de sus camas y vinieron a volar alrededor del joven cedro.

 

La noticia de aquel insólito hecho llegó muy pronto al pueblo. Cientos de personas llegaron hasta la casa de Fidencio y Jacinta; después, con sus tinajas, iban a buscar agua del rio y la vertían en las raíces del cedro, que de inmediato se ponía a cantar… Y lo más curioso era que todas las personas que escuchaba aquellas canciones se “dulcificaban, olvidando odios y rencores, llenando de amor y de paz el corazón”.

 

A medida que pasaban los días y los meses, el cedro aumentaba cada vez más su tamaño, creciendo, creciendo. Su vertical y hermoso tronco ahora semejaba un cuerpo de mujer …¿o una guitarra? y seguía emitiendo sus “troveras canciones” … Los habitantes de los pueblos cercanos decidieron peregrinar hasta allí, para escuchar esas “tales canciones” que, según se rumoraba, eran curativas, “ennoblecían el alma, las despojaban de odios y rencores, dulcificaba el corazón”…

 

El 16 del mes de abril,  día en que el niño Ariel hubiera cumplido los diez años, sus padres organizaron una fiesta de cumpleaños. La gente del pueblo y de muchos otros lugares cercanos acudieron a esta inusual celebración. Luego de la gran comida, todos se dirigieron al rio en busca de agua con todo tipo de de tinajas, vasos, pomos, recipientes, cantimploras… A las cinco de la tarde la multitud hizo un enorme circulo alrededor del  “alto, majestuoso cedro” y, todos a la vez, vertieron el agua de los recipientes en sus raíces, justo donde descansaban los restos del niño Ariel… Y, de pronto, como surgiendo de las mismas sonoras entrañas del cedro, comenzaron a escucharse allí cientos de   “troveras canciones”… canciones que nunca llegarán a un final...:

 

…”Perla marina, que hondos mares

vive escondida entre corales,

celaje tierno de allá de Oriente

tierna violeta del mes de abril……”.

 

***

 

Esta historia que me contaron sucedió hace mucho, muchísimos años… en aquel olvidado pueblo, el último de la larga carretera que atravesaba el país… donde nunca pasaba nada.(Pero tengan mucho cuidado, que aún permanece, en la otra ribera del rio, aquel árbol de hojas negras de donde pende un áspero bejuco que verticalmente atraviesa las cristalinas aguas… hasta el fondo). 

 

22 de abril 2023

9 comentarios:

silvio dijo...

Geoffrey Hinton, el "padrino de la inteligencia artificial", abandona Google y alerta de los peligros de la nueva tecnología

Geoffrey Hinton dedicó su carrera a investigar la red neuronal, un sistema matemático y computacional que aprende habilidades mediante el análisis de datos y dio inicio al desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA).

Ahora que Google y Microsoft se enfrentan en una agresiva competencia por crear productos basados en IA, como el popular ChatGPT, Hinton se suma al coro de críticos que advierten que esta tecnología amenaza a la humanidad.

"Me consuelo con la excusa normal: si no lo hubiera hecho yo, lo habría hecho alguien más", dijo el informático británico de 75 años, conocido como el "padrino de la inteligencia artificial", en una entrevista publicada este lunes por el diario estadounidense The New York Times.

Después de haber renunciado a su empleo en Google, Hinton compartió sus temores con respecto al desarrollo de una tecnología que funciona mejor que el cerebro humano y que nadie tiene garantías de cómo podrá mantenerse bajo control.

"No creo que deban ampliar esto más hasta que hayan entendido si pueden controlarlo", dijo Hinton, quien ganó en 2018 junto con dos de sus estudiantes el Premio Turing, conocido como el Nobel de computación.

Dijo estar convencido de que a medida que las empresas mejoran su IA, los sistemas se vuelven cada vez más peligrosos. "Mira cómo era hace cinco años y cómo es ahora", aseguró. "Toma la diferencia y proyéctala hacia adelante. Es atemorizante".

Google versus Microsoft

En primer lugar, Hinton analizó el impacto que la IA podría tener en el consumo de contenidos digitales. Su preocupación más inmediata es que internet se llenará con fotos, videos y textos falsos y el usuario promedio "ya no podrá saber qué es verdad".

En su opinión, Google actuó "de forma muy responsable" y como un "buen administrador" de la IA hasta el año pasado, tomando la precaución de no lanzar productos que pudieran hacer daño.

Sin embargo, desde que Microsoft expandió su motor de búsqueda Bing con un chatbot, desafiando el negocio central de Google, se desató una carrera entre los gigantes tecnológicos que "podría ser imposible de detener".

Después de que se publicara la entrevista, Hinton aclaró en su cuenta de Twitter que no había renunciado a Google para poder criticar la empresa. "En realidad, me fui para poder hablar sobre los peligros de la IA sin considerar cómo afecta esto a Google".

(continúa)...

silvio dijo...

Geoffrey Hinton... (2 y fin)

"Robots asesinos"

Otra de las inquietudes de Hinton es cómo la IA revolucionará el mercado laboral. En lugar de complementar a los humanos, podría reemplazarlos en innumerables oficios en los que se desempeñan tareas rutinarias.

"Se quita el trabajo pesado", pero "podría quitar más que eso", indicó.

Su mayor preocupación es que las tecnologías en el futuro amenacen a la humanidad y se desarrollen armas verdaderamente autónomas, como "robots asesinos".

Los sistemas de IA "a menudo aprenden un comportamiento inesperado de la gran cantidad de datos que analizan", explicó. "Las personas y las empresas permiten a los sistemas de IA no solo generar su propio código, sino también ejecutar ese código por su cuenta".

"Algunas personas creían en la idea de que estas cosas podían volverse más inteligentes que las personas", dijo. "Pero la mayoría pensó que estaba muy lejos. Yo pensé que estaba muy lejos. Pensé que faltaban entre 30 y 50 años o incluso más. Obviamente, ya no pienso eso".

Aunque se trata de una amenaza hipotética, Hinton vaticinó que la competencia entre Google, Microsoft y otros se convertirá en una carrera global sin regulaciones internacionales.

Recordó que a diferencia de las armas nucleares, no hay forma de saber si las empresas o los países están trabajando en la IA en secreto.

Su mayor esperanza es que los principales científicos del mundo colaboren en formas de controlar esta tecnología.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-65451633

silvio dijo...

Todo esto de los robots y la IA lo predijo Asimov hace algo más de 70 años.

silvio dijo...

Cuestiona AMLO a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la invita a visitar el país sin ser tendenciosa

Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador cuestionó la actuación de organismos internacionales en materia de derechos humanos y de algunas organizaciones no gubernamentales en esta materia, integrados supuestamente por sacerdotes progresistas. En conferencia acusó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de no realizar sus labores de manera profesional y aunque dijo que México se mantendrá dentro del Pacto de San José, los instó a visitar al país pero no actuar de manera tendenciosa, afirmando que no son confiables.

Durante su conferencia hizo una larga referencia a la situación de derechos humanos, “se ha avanzado mucho pero nuestros adversarios no reconocen nada de lo que se está haciendo, Hay una diferencia como del cielo a la tierra” con respecto al pasado, según dijo. Sin embargo cuestionó que los que ahora defienden derechos humanos, en otros casos, en gobiernos anteriores, guardaban silencio.

“Es ahora que tenemos diferencias políticas con el conservadurismo corrupto, muchas organizaciones no gubernamentales están señalando constantemente todo lo que supuestamente significan errores de partes nuestros. Nosotros actuamos por convicción y por humanismo”. Afirmó que México no tendrá problemas en cumplir resoluciones como el caso Rosendo Radilla porque su gobierno no tiene problemas de conciencia.

Sin embargo, en sus críticas, aludió a aquellas organizaciones que son financiadas por el gobierno de Estados Unidos, entre las que mencionó a México Evalúa. “LO que planteo es la actitud de muchos organismos de estos. Muchos organismos encubiertos. Vamos a hacer una protesta diplomática, porque ayer salió la información de que el gobierno de Estados Unidos, le va a dar más dinero a organizaciones no gubernamentales. ¿Cómo le va a estar dando dinero, gobierno de Estados Unidos a los que abiertamente está en contra de un gobierno legal y legítimo, a un gobierno democrático, ¿cómo van a estar financiando a opositores?”

Afirmó que eso es violatorio de nuestra soberanía, es intervencionismo. Mencionó también que financian a Artículo 19, una organización que, dijo, “todo el tiempo está con nosotros y también es financiada por Estados Unidos. Organizaciones como Claudio X González. ¿Los guacamayos de dónde salen? Es muy raro pero hipotéticamente tiene que ver con el extranjero, y con agencias”. El tema surgió a partir de la secuela en torno a los migrantes muertos en la estación migratoria en Ciudad Juárez.

“Acaba de suceder hace poco este hecho lamentable y ya hay 9 ó 10 personas en la cárcel. Hay algo que tiene que ver con derechos humanos. A los sobrevivientes se les está dando una atención médica que les ha permitido salvarse. Se les trajo a hospitales especializados, con los mejores médicos y gracias a eso no han fallecido”, dijo.

https://www.jornada.com.mx/notas/2023/05/02/politica/cuestiona-amlo-a-cidh-la-invita-a-visitar-el-pais-sin-ser-tendenciosa/?from=homeonline&block=politica&opt=articlelink

silvio dijo...

Florencia homenajea a la profesora estadounidense despedida por mostrar el David de Miguel Ángel

La ciudad italiana de Florencia recibió y homenajeó a la profesora estadounidense Hope Carrasquilla, despedida por mostrar a sus alumnos imágenes del David de Miguel Ángel, considerado "pornográfico" por algunos padres.

El alcalde de esta ciudad cuna del Renacimiento, Dario Nardella, recibió en el ayuntamiento a esta exprofesora de la Tallahassee Classical School de Florida, entregándola un reconocimiento, y luego participaron en un encuentro sobre arte con la directora de la Academia de las Artes y del Dibujo, Cristina Accidini, entre otros.

"Hace pocas semanas fue atacada por haber mostrado a sus estudiantes el David de Miguel Ángel. Hoy recibe en el Ayuntamiento de Florencia un reconocimiento en nombre del arte y la cultura. El arte, la civilización y quienes lo enseñan merecen respeto", tuiteó el regidor.

Nardella y la profesora se dejaron ver en el balcón del consistorio, el Palacio Vecchio, justo encima de la réplica de la mítica escultura (la original se custodia en la Academia), ante la que más tarde se fotografiaron.

"Lamento lo que sucedió, que yo no había previsto, pero ha causado muchas cosas a la escuela y no todas han sido positivas (...) Espero que la enseñanza del arte renacentista no vuelva a ser un problema para nadie", dijo este martes la profesora a los medios.

El "reconocimiento" consistió en un diploma en el que se encomia su "compromiso" con la transmisión de valores "sin miedo". "Por su compromiso en la educación de las jóvenes generaciones en la belleza y la armonía a través del Arte, al reconocer la importancia de transmitir esa misma armonía a la armonía social de una comunidad, por su empeño en defender el aprendizaje y, al hacerlo, en defender la mismos valores de apertura mental, comprensión y diálogo que encarnan el espíritu mismo del Humanismo y el Renacimiento, sin miedo al cambio", se lee en el documento.

Escultura clásica

El pasado mes la prensa estadounidense dio a conocer la historia de Carrasquilla, una directora de colegio de Tallahassee, la capital de Florida, que fue empujada a dejar su cargo tras haber mostrado la obra del rey bíblico desnudo en clase.

La docente, tras 20 años en la enseñanza, explicó que el motivo fue que en el programa de artes de sexto grado se incluían esculturas clásicas de personajes desnudos como el David, algo que no gustó a los padres y al resto de directivos.

El presidente de la escuela, Barney Bishop, confirmó a los medios que le dio un ultimátum a Carrasquilla y explicó que apoya la creación de una ley que dé a los padres más control sobre la enseñanza que reciben sus hijos durante la educación primaria.

https://www.publico.es/internacional/florencia-homenajea-profesora-estadounidense-despedida-mostrar-david-miguel-angel.html#md=modulo-portada-bloque:4col-t5;mm=mobile-big

silvio dijo...

Nuria Barbosa León: Solo la unidad de las fuerzas políticas puede enfrentar al imperialismo

Abraham Jiménez Enoa, periodista cubano exiliado en España:"La izquierda tiene un serio problema si cree que Cuba es de izquierdas"

silvio dijo...

Verónica Abdala: Borges, a cien años del debut

silvio dijo...

Colombia: arrancó la tercera ronda de paz con el ELN
El gobierno y la guerrilla negocian un alto el fuego en La Habana

silvio dijo...

Ramón Antonio Veras: Bloqueo a Cuba: pena e indignación