sábado, 26 de marzo de 2022

Un poema y un cuento de Mercedes Gordillo

                            MUJER ELEMENTAL


                             Criatura  sencilla emocional

                             mujer elemental.

                             Creo en arrullos de palomas

                             plumas sedosas.

                             Sudores,  abanicos en mis manos.

                             Mujer de aromas distantes

                             aires del tiempo                            

                             azahares del Guadalquivir.

                             Mujer  metálica

                             mineral como la arena.

                             Sideral como la pena.

                             Plateada, argentada luna.

 

                            También soy de tierra y agua

                            isla sacrificada...                                               

                            Mujer de gracia y fuego.

                            Llamarada que el agua no apaga.

                            La verdad:

                            Mujer de pasos insolentes.

                            Con tintas y papeles

                            escritos en mi propia piel.

              

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UNA PERFECTA DESCONOCIDA

a Alejandro Aróstegui

Sentada ante el mismo escritorio con su máquina de escribir Remington, donde habían transcurrido sus últimos 12 años de vida trabajando como recepcionista en una empresa comercial, Margarita Luna pasaba cartas en limpio y atendía el teléfono. Con dulce voz contestaba:

–Buenos días, Exportaciones S.A. a sus órdenes... Recibía y enviaba mensajes, operando una pequeña central colocada a su derecha.

La señora Luna residía en el segundo piso de un edificio de tiendas, situado en la popular calle Colón de Managua. Compartía el departamento con una vieja empleada –Juana Loáisiga– a quien conocía desde joven. No la había abandonado nunca, acompañándola en cualquier circunstancia, especialmente después de la desaparición de sus padres y su esposo, muertos en un fatal accidente de tránsito 5 años atrás. Por ese tiempo Margarita padeció de nervios alterados.

A las 11 de la mañana de un jueves, Margarita Luna recordó que debía llamar a Juana, para solicitarle el favor de ir donde la modista del barrio, a recoger el vestido que pensaba lucir el próximo sábado 20 de mayo. Ese día, el jefe obsequiaba anualmente a sus empleados un almuerzo, repartía regalos y premios de acuerdo al trabajo realizado. La comida tendría lugar en un famoso restaurante de carnes, se habían hecho reservaciones, ordenado el menú y algunos ramos de flores.

Ella marcó el número telefónico; al otro lado del alambre contestó una voz conocida que, sin embargo, no era la de Juana; cortó inmediatamente.

–Quizás me equivoqué –pensó, y llamó otra vez. Para su sorpresa respondió la misma persona.

–Quizás esté ligado con otro teléfono –se dijo a sí misma. Sin embargo, preguntó por no dejar:

–¿Quién habla por favor?

La respuesta fue inmediata:

–Margarita Luna –oyó.

–¿Qué número habla? –dijo nerviosa Margarita pues la voz sonaba conocida.

–77-123.

–¡Pero ése es el mío y Margarita Luna soy yo! –aseveró ella agitada.

–No señora, yo soy Margarita Luna; ¿qué desea? –preguntaron al otro lado.

Súbitamente ofuscada la señora Luna se quedó sin habla, estupefacta, sin comprender. Mil pensamientos cruzaron veloces por su mente, mientras el auricular colgaba de su mano.

–¡Qué me está pasando! –se preguntaba confundida con el ceño fruncido y expresión alterada. Súbitamente la asaltó una idea. Exclamó:

–¡Se metieron los ladrones a mi casa! ¡Eso es!

Tiró su silla hacia atrás y salió corriendo a la oficina del jefe; golpeó la puerta, sin esperar respuesta entró intempestivamente y solicitó permiso para abandonar la oficina, e ir a ver qué estaba sucediendo en su vivienda. Lloraba.

Margarita salió rápidamente a la calle, tomó un taxi que pasaba e indicó su dirección al conductor. Afortunadamente, su residencia estaba muy cerca; a sólo diez cuadras de la oficina. Pagó cinco pesos por la carrera con un billete de diez y se bajó del auto sin esperar el cambio.

Subió las gradas de dos en dos pues el edificio no tenía ascensor; mientras sacaba la llave de su bolso, pensó llamar al policía que usualmente permanecía apostado frente al primer piso, pero ya casi llegaba. Decidió enfrentar sola la situación. Sin recurrir a la llave optó por tocar el timbre del departamento. La puerta se abrió; una mujer madura, algo gorda, sonriente y amable en actitud tranquila dijo:
–Buenos días. ¿Qué se le ofrece, señora?

Margarita, viéndola, se sintió mareada; balbuceante logró preguntar:

–Busco a Doña Margarita Luna; ¿ella vive aquí, verdad?

La mujer, sin dejar de sonreír, dijo claramente:

–Sí señora; soy yo misma. ¿En qué puedo servirla?

Espantada, Margarita atinó a preguntar por Juana.

–Ella salió –fue la contestación.

Como sonámbula, la señora Luna musitó:

–Perdón, perdón; me equivoqué.

Comenzó a bajar los escalones. Volvió a ver atrás y miró a la misma mujer aún sonriente. Dándose cuenta que todavía tenía la llave en la mano, se dijo:

–Aquí la tengo y es mía.

Retrocedió. La mujer ya había cerrado la puerta del departamento. Margarita subió suavemente, sin ruido. Con cautela introdujo la llave en la cerradura, pero ésta no daba vuelta, ni a la derecha ni a la izquierda. La señora Luna intentó hacerla girar varias veces sin ningún resultado. Finalmente se decidió a bajar, repitiendo en voz baja, temblorosa, angustiada:

–¡Estoy loca, loca!, y recordó a su abuelita muerta en el manicomio.

Logró salir al fin, respiró hondo, secó el sudor de su frente con el pañuelo; en la acera le pareció ver su imagen reflejada en el vidrio del escaparate de una tienda de ropa. El policía ni siquiera la saludó como tenía por costumbre. Buscó de nuevo su figura en el cristal, solamente pudo ver a una mujer de rasgos extraños; pensó que se trataba de otra persona, pero no había nadie junto a ella. Volteó a ver por tercera vez. Fríamente se dio cuenta que ésa, no era ella. Era otra persona. Una perfecta desconocida.  

                           

208 comentarios:

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yamirys valle glez dijo...

Muchísimas ❤🍃🌹felicidades🌹🍃❤

para la muchacha dulce y hermosa, hija de Armando y La Doña, con mucho cariño💙

....esa MargaritaLuna 🌼🌜 me recuerda taaaaaaanto a Antílope🦌...se habrá transfigurado??🙄

....Antílope te extrañoooooo💙

Jorgebraulio dijo...

Del muro de Facebook del poeta Jorge García Prieto:

PARA SANTIAGO

Decide: manos o garras?
Luces del sí? Sombras lerdas?
Hay quien invierte las cuerdas
tú invertiste las guitarras.
El acorde con que amarras
a la muerte es casi un guiño
de otra vida...el desaliño
del espejo hippie y roto
donde hay que poner tu foto
para volver a ser niño.

De transparente fortuna
puede que tus ropas sean
hoy que los lobos gaguean
pues te llevaste la luna.
No hay una verdad, ni una
que intente quedarse salva.
A bocajarro a mansalva
el ave que te prestó
sus alas, le picoteó
todas las ansias al alba.

Norma trv dijo...

Vengo de leer comentarios de la entrada anterior y la verdad que a mi también me cuesta despedirme del blog.
El blog, siendo una "
creatura tuya, Silvio, en ejercicio de tus derechos ciudadanos y de los de todos los que aquí participamos, se ha convertido en una suerte de Camelot.
Qué espacio tan hermosamente humano, donde es posible la convivencia respetuosa, en base a la igualdad, la libertad y la fraternidad, entre personas con ideologías diversas.
Las diferencias siempre son un gran desafío. Discrepar y disentir desde la buena fe nos ha hecho crecer y, aunque no siempre llegamos a acuerdos, ese ejercicio nos ha permitido entender los matices y asumir que el otro no tiene que pensar como yo para dialogar conmigo.
También hemos sabido "desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional"
Si lográramos una fórmula que permitiera diferir la moderación, se compartiría la carga de lidiar con los patéticos anónimos y no le daríamos el gusto a los que cuentan los días para ponerle fin a lo que los amenaza, la sinceridad.

Cambiando de tema, un poema de Lezama que me encanta:

Ah, que tú escapes en el instante
en el que ya habías alcanzado tu definición mejor.
Ah, mi amiga, que tú no querías creer
las preguntas de esa estrella recién cortada,
que va mojando sus puntas en otra estrella enemiga.
Ah, si pudiera ser cierto que a la hora del baño,
cuando en una misma agua discursiva
se bañan el inmóvil paisaje y los animales más finos:
antílopes, serpientes de pasos breves, de pasos evaporados,
parecen entre sueños, sin ansias levantar
los más extensos cabellos y el agua más recordada.
Ah, mi amiga, si en el puro mármol de los adioses
hubieras dejado la estatua que nos podía acompañar,
pues el viento, el viento gracioso,
se extiende como un gato para dejarse definir.

Julio Mittelman dijo...

Buenas compañer@s. Felicidades para Armando y su hijo. Y gloria para la menoria de Santy. Lo conocí a través de ustedes y de la Tropa, debo confesar que no lo conocía desde antes. Luego aprendí sobre él a través de Aurora, sus amorosas dedicatorias y hasta Un Tango para Santy, que estrenó en el encuentro de la Tropa en Dominicana en 2007. Comparto ese momento, gracias a la siempre generosa Espe que nos sube sus videos.
Un tango para Santy Aurora Feliu Ah y gracias por compartirnos desde el Zurrón la nota que concediste para el local periódico Crisis. Estaremos atentos a las Canciones personales (y no tanto). Abrazos,

René Rodríguez Rivera. dijo...

Expropiaciones por interés público o social..uyuyuyyyyy...huele a quemado...mucho cuidado con eso...quién lo tiene que aprobar?R3.

Pablo Arenas dijo...

René, lo que me intriga es como organizarán el ordeño de las cucaras. Y el entrenamiento del personal.

esperanza dijo...

No os di las gracias por vuestro apoyo en lo de Burton y las felicitaciones para Laia
(gracias)

Ayer fue un día más sonado de lo que esperaba

Era el cumple de Osvaldo Salas (1914)

Estando aquí él en su expo conocimos a un gran fotógrafo valenciano, Ricardo Valero del que ya hablé de él aquí cuando murió, por cierto que también era del 46

Y descubrí con el tiempo que habían nacido el mismo día aunque nunca se enteró por yo caer en ello más tarde

Y hace dos días se sumó Santi (no me había dado cuenta de las coincidencias)

Santi también hacía fotos

Con todos he tenido anécdotas

Un recuerdo para ellos

Besos

esperanza dijo...

Aclarar para quien no lo sepa que Osvaldo era fotógrafo de la revolución

Aquí en youtube hay un breve video de fotos suyas que igual las conocéis y no sabéis quién es su autor

#Instantáneas de Osvaldo E. Salas Freire (Revolución)

https://www.youtube.com/watch?v=gQwMW9CZqnY

y yo hice un videíto en honor suyo con el material que tenía entre otras cosas porque le filmé en varias ocasiones

Fotos con y de Osvaldo Salas

https://www.youtube.com/watch?v=8I5tcjI7G9Y

Besos

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