Por Pedro de la Hoz
A partir de mañana* y hasta el 2 de diciembre, la capital cubana, de modo particular su centro histórico, volverá a llenarse de música con los sonidos del Festival Habana Clásica, tributo al cumpleaños 504 de la ciudad, en favor de la vitalidad cultural tan necesaria en estos tiempos.
En términos estadísticos, la agenda de esta quinta convocatoria del evento incluye cinco salas –Basílica Menor de San Francisco, Museo Nacional de Bellas Artes, Ignacio Cervantes, Oratorio San Felipe Neri y, en el Vedado, la Fábrica de Arte Cubano–; 15 conciertos y recitales; y más de 60 artistas de 14 países: Siria, Túnez, Suecia, Líbano, Francia, Alemania, Países Bajos, Polonia, Suiza, Mali, Italia, Gran Bretaña, Estados Unidos y Cuba.
Al frente y con renovado compromiso destaca el papel aglutinador del pianista Marcos Madrigal, fundador de la iniciativa y promotor infatigable, quien ha sabido enamorar a colegas de medio mundo con la idea de que La Habana es una ciudad para todas las músicas. Para ello cuenta con los auspicios de la Oficina del Historiador de la Ciudad, el Instituto Cubano de la Música, sedes diplomáticas acreditadas en La Habana y agencias de cooperación internacional.
Acerca de los contenidos que se desplegarán en esta ocasión, la musicóloga Miriam Escudero subraya cómo Madrigal «aplica artísticamente una curaduría diversa e inclusiva que apela a repertorios no habituales»; y llama la atención en torno a lo que califica «encuentro inédito con culturas clásicas de Oriente y Occidente».
Este rasgo estará presente desde el mismo punto de partida, el concierto inaugural pactado para el próximo sábado, a las 6:00 p.m., en la Basílica. En una misma audición coincidirán la creación de Mel Bonis (1858-1937), una prolífica pero no siempre muy tomada en cuenta compositora francesa del Romanticismo tardío –la flautista Niurka González, la violinista Lissy Abreu y el propio Madrigal interpretarán la Suite en trío op. 59–, y de la joven francolibanesa Layale Chaker, quien estrenará en La Habana la Suite Inner Rhyme, con ella misma en el violín, acompañada por cuerdas y percusión cubanas.
Chaker acaba de abrir la temporada 2023-2024 de la New York Philharmonic, con Dawning, doble concierto para clarinete, violín y orquesta, en el que intervino como solista del instrumento de viento madera el sirio Kinan Azmeh, presente también en la Basílica como intérprete y autor de Improvisor & orchestra, junto a músicos de casa.
Como para no perderse, en esa misma línea, la ofrenda del miércoles 22 de noviembre a las 7:00 p.m. en Bellas Artes. Las músicas del mundo árabe, a base de obras poco conocidas entre nosotros, de autores magrebíes y del Medio Oriente, puentes entre la tradición y la contemporaneidad, canalizadas por dos músicos tunecinos, la cantante Alef Elouni y la laudista Nada Mahmoud, en sintonía con los cubanos Ernesto Oliva (piano), Olivia Rodríguez (contrabajo) y Alejandro Aguiar (percusión).
Para estimular la creación, Habana Clásica previó nuevamente nombrar a un Compositor en Residencia, plaza para la cual seleccionó al joven cubano Daniel Toledo Guillén, graduado de la Universidad de las Artes de La Habana, con actuales estudios de perfeccionamiento en Regensburg, Alemania.
Durante la clausura del Festival, el 2 de diciembre a las 6:00 p.m., en la Basílica, tendrá lugar el estreno mundial de la obra comisionada a Toledo Guillén, Preludios estáticos para piano y orquesta, a cargo de Rodrigo García Ameneiro como solista, y Música Eterna, bajo la dirección de Guido López Gavilán.
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* A partir de hoy, sábado 18 de noviembre.
https://www.granma.cu/cultura/2023-11-16/por-quinta-vez-habana-clasica-16-11-2023-20-11-52
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