jueves, 21 de septiembre de 2023
Medio siglo de Yawar
Ayer, en Ojalá, tuvimos la fraternal visita del grupo Yawar, hijo del Ariguanabo, que cumplía 50 años de fundado. Muchas felicidades --de todo tipo-- a estos excelentes cultivadores de la música cubana.
miércoles, 20 de septiembre de 2023
Cuba en listado de países terroristas por ayudar a la paz en Colombia, dice Petro en la ONU
El presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego, intervino ante la 78ª Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York (Estados Unidos), donde importantes líderes mundiales se dieron cita para tratar los temas que preocupan al mundo.
En dicho evento, el mandatario de los colombianos abordó distintos temas como la crisis climática, las guerras en Ucrania y Palestina, así como la lucha contra las drogas.
Al inicio de su intervención, el gobernante habló de sus últimos viajes oficiales y enfatizó sobre su arribo a Cuba, país al que "un expresidente de Colombia logró incluir en la lista de países terroristas".
"Llegué a La Habana, país injustamente bloqueado al que un presidente de mi país logró que se le incluyera en la lista de países terroristas solo porque (Cuba) había ayudado a hacer la paz en Colombia", dijo en referencia al expresidente Iván Duque, quien suspendió la conversación de paz que se adelantaba con la guerrilla del ELN tras los atentados en la Escuela General Santander, en 2019.
Posteriormente, y tomando como bandera el tema del clima, el jefe de Estado indicó que el 2023 ha sido un año en el que “la humanidad ha perdido y ha avanzado sin titubeos los tiempos de la extinción”.
“Es el éxodo de la humanidad que ha comenzado. Hoy son decenas de millones, mañana, según la ciencia, en el año 2070 habrán alcanzado 3 mil millones huyendo de sus lugares queridos porque serán inhabitables (...) En mi país, en ese 2070 solo quedarán desiertos, los pueblos irán al norte, ya no atraídos por las lentejuelas de la riqueza, sino por algo más simple y vital: el agua”, afirmó.
Por otra parte, Petro Urrego se refirió a las actuales guerras en países como Ucrania y Palestina, y cómo estas han interferido en la lucha contra la crisis ambiental, así como otros temas que preocupan a la humanidad.
“Se olvidaron que para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible había que cesar todas las guerras, pero ayudaron aprender una porque al poder mundial le convenía (...) y se olvidaron de acabar la otra porque al poder no le convenía acabarla”, aseveró.
En esa misma diatriba, el mandatario latinoamericano propuso “acabar la guerra” e instó a Naciones Unidas a auspiciar, cuanto antes, dos conferencias de paz: una sobre Ucrania y otra sobre Palestina.
“Ambas acabarían con la hipocresía como práctica política (...) les propongo acabar la guerra para defender la vida de la crisis climática: la madre de todas las crisis”, añadió.
Además, el presidente colombiano agregó: "incumplieron su propia promesa de financiar la adaptación al cambio climático, no tienen cien mil millones de dólares para entregar a los países y defenderse de inundaciones, tormentas y huracanes, pero sí los tienen en un solo día para que se maten rusos y ucranianos entre sí".
En cuanto a la lucha contra las drogas y el narcotráfico, Petro hizo énfasis a la problemática que se ha desatado en el mundo por nuevas y mortales drogas en distintos países.
“Sembraron injusticias señores y por detener a campesinos cultivadores de cannabis y hoja de coca, en vez de enfrentar la soledad en que viven las juventudes de sus propios países, los países del mayor poder económico y militar de la historia de la humanidad, entonces han pasado a las drogas de la muerte: al Fentanilo”, dijo.
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Discurso completo en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=rUMjul5BGEw
lunes, 18 de septiembre de 2023
Jorge Oliver
Por Ernesto Padrón
Hoy se nos fue Jorge Oliver, Oli. Un amigo entrañable. Como un hermano.
Creador del personaje El Capitán Plin y de toda la tropa de amigos y enemigos de la Isla del Coco; tanto en historietas como en dibujos animados.Oliver fue el director fundador de la revista Zunzún, director de la revista cultural El Caimán Barbudo, y su obra abarcó una enorme variedad y cantidad de escritos, ilustraciones, e incluso los guiones y la conducción del gustado programa de televisión Cuadro a cuadro.
Cultivaba las malas palabras profesionalmente, y su empleo lo hacía con tal ocurrencia, que mataba de risa a los conocidos y de muerte a los mediocres.
Anécdotas de su paso simpático y alborotado por la vida tengo a montones. Como jefe de diferentes equipos de trabajo fue inteligente, original, fiel, de armas tomar y muy querido.
Poseedor del humor más creativo, ágil, irreverente y espontáneo que haya conocido, fue uno de esos seres que son inolvidables, por su condición humana y por su indiscutible talento.
Allá donde fue seguramente fundará una revista humorística o un programa de historietas y dibujos animados. Ya me lo imagino.
domingo, 17 de septiembre de 2023
Nota del Consejo Científico de la SEAP
LA ESTRUCTURA DEL SISTEMA DEL ESTADO CUBANO PARA UN SOCIALISMO PRÓSPERO Y SOSTENIBLE
El diseño estructural del sistema estatal cubano ha sido adecuado a las condiciones a lo largo de todo el proceso revolucionario desde el mismo momento en que este se estableció. Inicialmente se adaptó la configuración heredada de la República de 1902 en su versión de la Constitución de 1940. A partir de febrero de 1961 y más tarde desde 1976 se transformó al estilo de los experimentos socialistas del este de Europa. La dinámica se ha mantenido y la Constitución de 2019 lo refleja.
Las cambiantes situaciones socioeconómicas del país y el mundo recomiendan que se mantenga una permanente mirada a su idoneidad para servir a los intereses del bienestar de todo el pueblo, preservar su poder político y hacer crecer la riqueza de la nación para estos fines, con una justicia social equivalente y creciente de acuerdo con las ideas fundacionales del proceso revolucionario.
Con el propósito de profundizar en el análisis de las diferentes problemáticas relacionadas con el logro de una estructura eficaz y eficiente del Estado cubano, se convocó a intercambiar ideas y experiencias, a partir de la exposición de especialistas en el tema.
En el año del 230 aniversario de la fundación de la Sociedad Económica de Amigos del País, su Junta Directiva se ha propuesto pensar qué necesita Cuba hoy, y en qué podemos ser útiles. Esta fue la motivación principal que animó al Consejo Científico de la Sociedad, en vínculo con las secciones de Ciencias Sociales y la de Economía y Ciencias a organizar un Taller Científico para debatir asuntos de prioridad relacionados con el desarrollo socialista de la sociedad cubana actual. La actividad se efectuó el 8 de septiembre 2023 a las 10:00 am, en la sede de la SEAP.
El coordinador del panel fue el Dr.Cs. Luis Alberto Montero Cabrera. Profesor Titular, Universidad de La Habana y presidente del Consejo Científico de la SEAP. Los ponentes, en orden alfabético:
- Silvio Calves Hernández. Profesor Titular, Universidad de La Habana, La Habana: LA GOBERNANZA Y LA CREDIBILIDAD
- Andry Matilla Correa. Decano. Facultad de Derecho. Universidad de La Habana, La Habana: EL COMPLEJO GOBIERNO-ADMINISTRACIÓN PÚBLICA EN CUBA
- Silvia Pell del Río. Profesora Titular, Universidad de La Habana, La Habana: ESTRUCTURA DE ESTADO CUBANO: ¿FUNCIONALIDAD MULTINIVEL?
- Fidel Vascós González. Profesor Titular. Instituto Superior de Relaciones Internacionales, La Habana: HACIA UNA DEMOCRACIA DIRECTA EN CUBA SOCIALISTA
Planteamientos.
En el intercambio que se produjo a continuación de las exposiciones de los panelistas se plantearon ideas valiosas, a considerar en el desarrollo posterior de las problemáticas identificadas, entre ellas:
Ø La necesidad de potenciar la perspectiva marxista en el análisis, elaboración de propuestas y transformación de los asuntos asociados a la estructura y funcionamiento del sistema estatal. Las pautas teóricas y experiencias generadas en otros contextos deben ser asimiladas de manera crítica, considerando las tradiciones políticas revolucionarias cubanas, la historia de evolución y desarrollo de estas instituciones, y las condiciones histórico-concretas por las que atraviesa el país.
Ø Las modificaciones que se propongan introducir en la estructura del Estado cubano se deben enfocar de manera sistémica, considerando sus nexos esenciales con la sociedad civil. Tener en cuenta que se trata de un Estado en permanente evolución hacia un ideal socialista, por lo que en el proceso de su construcción se deben desplegar los principios que permitan alcanzar esa esencia, como son el vínculo democrático entre dirigentes y dirigidos, la participación ciudadana y el control popular.
Ø El sistema del Poder Popular -fundamento del Estado cubano- tiene diseñado espacios de participación que no funcionan de manera efectiva. La elección de los delegados municipales se realiza por vía directa, sin embargo, estos representantes del pueblo deben enfrentar fuertes tropiezos y limitaciones en el cumplimiento de sus funciones y no siempre están a la altura para cumplir con el mandato otorgado por sus electores en las urnas. En la Asamblea Nacional debe estar la sociedad con toda su dignidad representada, como señala José Martí, y estar preparada para responder a sus deberes constitucionales. En la práctica el Parlamento se subordina al Gobierno, realidad que debe cambiar.
Ø El control popular -clave en relación con el ejercicio del gobierno y la administración pública- es un talón de Aquiles del sistema del poder popular. Un paso primordial en este sentido consiste en generar capacidad de decisión del Poder Popular a nivel de base. De esa manera las administraciones no podrían dejar de asistir a las asambleas de circunscripción para responder a planteamientos de los electores.
Ø La sociedad cubana es cada vez más heterogénea desde el punto de vista clasista, muchas personas velan más por sus intereses individuales y familiares que por los de la comunidad. Las investigaciones indican que la base social está sensiblemente desconectada, muestra desinterés y desconfianza en la institucionalidad.
Ø Para encauzar el proceso en la dirección socialista que necesitamos, un elemento clave es el liderazgo político, con nexos sólidos con el pueblo.
Ø Un papel central en esta interacción le corresponde al sistema de comunicación política, con información oportuna, creíble, atractiva, utilizando todos los medios formales e informales disponibles actualmente. La comunicación del estado y el poder político cubanos debe apartarse del triunfalismo innecesario para que genere confianza en la población. Se suele demonizar las redes sociales sin desplegarse un intenso esfuerzo en su utilización al servicio de los intereses legítimos de la Revolución. Eso deja libre el campo a enemigos de los intereses del pueblo de Cuba para usarlas con mayor intensidad y hasta efectividad. La prensa oficial no acaba de salir de las viejas prácticas que tanto se han criticado en todos los foros, y no encuentra un camino real para su avance. Le falta inmediatez y publica asuntos de importancia que son de interés público casi siempre a la zaga de las redes sociales. En nuestra historia, la Radio Rebelde de la Sierra Maestra constituye un ejemplo exitoso de comunicación de la dirección política con las masas populares.
La sociedad cubana necesita una transformación profunda y una revisión permanente de las estructuras y funcionamiento del Estado. La descentralización del ejercicio de gobernar y administrar debe acompañarse de una preparación previa, creación de las condiciones necesarias a nivel municipal. Las funciones del gobierno territorial consisten no en administrar un presupuesto deficitario sino en generar en el territorio capacidades para ejercer el poder de gobernar. La separación entre la gestión de los recursos y el gobierno no se ha logrado de forma significativa, con consecuencias muchas veces negativas para la necesaria dinámica social, quedando casi siempre subordinada a esta en lugar de conducirla.
Dr. Luis A. Montero Cabrera, Presidente del Consejo Científico de la SEAP.
Dra. Concepción Nieves Ayús, Secretaria del Consejo Científico de la SEAP.
La Habana, 2023-09-16
viernes, 15 de septiembre de 2023
Discurso inaugural de la Cumbre
Discurso del presidente de la República de Cuba Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la sesión inaugural de la Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno del Grupo de los 77 y China sobre los retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación. La Habana, 15 de septiembre de 2023.
Excelencias,
Distinguidos delegados e invitados,
Sean todos cálidamente bienvenidos a Cuba, la tierra de José Martí, a quien debemos la hermosa idea de que Patria es Humanidad.
Gracias por aceptar la invitación que hoy nos une en defensa del futuro de las grandes mayorías que conforman el grueso de ese grande y unificador concepto: humanidad.
Como anunció el canciller cubano en las vísperas, esta es una Cumbre austera, y espero que disculpen las carencias con las que puedan tropezar. Cuba está literalmente cercada por un bloqueo de seis décadas, y por todas las dificultades que se derivan de ese cerco, ahora reforzado.
Enfrentamos también, por supuesto, los colosales desafíos, que son consecuencia del injusto orden internacional vigente, pero no somos los únicos. Hace casi 60 años fue la comunión de dificultades y la esperanza de que juntos podríamos enfrentarlos y vencerlos, lo que nos hizo nacer como grupo. Somos los 77 y China. Y somos más.
Como apreciarán en estos días, carecemos de muchas cosas, pero nos sobran sentimientos: de amistad, de solidaridad, de hermandad. Y nos sobra voluntad para hacerlos sentir en familia: Están en casa.
Cuenten también con la garantía de que haremos todo para que nuestras deliberaciones conduzcan a resultados tangibles, en el clima de solidaridad y cooperación que hace posible toda misión colectiva.
El Grupo de los 77 y China tiene la inmensa responsabilidad de representar en la escena internacional los intereses de la mayoría de las naciones del planeta. Por razones históricas e identitarias conservamos el nombre original, pero somos más, mucho más que 77 países. Hoy somos 134, lo que equivale a más de las dos terceras partes de los Estados miembros de la ONU, donde vive el 80 por ciento de la población mundial.
Reunirnos a nivel cumbre nos brinda la oportunidad de deliberar en colectivo y al más alto nivel político, para aunar esfuerzos en defensa de los intereses de esas mayorías. Nos ayuda a conciliar posiciones frente a los retos actuales para el desarrollo y el bienestar de nuestros pueblos. Pero también nos impone cuestionamientos.
Tras casi 60 años de batallas diplomáticas, en el difícil y hasta hoy infructuoso intento de transformar las reglas injustas y anacrónicas que rigen las relaciones económicas internacionales, vale recordar los llamados de nuestros líderes históricos a democratizar la ONU; las advertencias de Fidel Castro de que “mañana será demasiado tarde”, y una frase inolvidable del Comandante Hugo Chávez, cuando dijo que “los presidentes andamos de cumbre en cumbre y los pueblos de abismo en abismo.”
Abogaba el líder bolivariano por reuniones realmente útiles, de las que pudieran emerger beneficios concretos para los pueblos que esperan soluciones, al borde del abismo en que nos ha sumido el egoísmo de quienes llevan siglos cortando el pastel y dejándonos las sobras.
Esta Cumbre ocurre en momentos en que la humanidad ha alcanzado un potencial científico-técnico inimaginable hace un par de décadas, con una capacidad extraordinaria para generar riqueza y bienestar que, en condiciones de mayor igualdad, equidad y justicia, podría asegurar niveles de vida dignos, confortables y sostenibles para casi todos los pobladores del planeta.
Si coloreamos el espacio que ocupan las naciones miembros del grupo en un mapamundi, veremos dos fuerzas que nadie supera: Somos más, y somos más diversos. El Sur también existe, dicen los versos del poeta uruguayo Mario Benedetti. Por todo el tiempo en que el Norte acomodó el mundo a sus intereses para mal del resto, ya toca al Sur cambiar las reglas del juego.
“Es la hora de los hornos, en que no se ha de ver más que la luz”, diría José Martí. Con el derecho que nos asiste por ser -la gran mayoría de los miembros del Grupo de los 77- las víctimas principales de la actual crisis multidimensional que sufre el mundo, de los desajustes cíclicos del comercio y las finanzas internacionales, del abusivo intercambio desigual; de la brecha científica, tecnológica y del conocimiento, de los efectos del cambio climático y del peligro de destrucción progresiva y el agotamiento de los recursos naturales de los que depende la vida en el planeta, exigimos ya, la democratización pendiente del sistema de relaciones internacionales.
Son los pueblos del Sur los que más padecen pobreza, hambre, miseria, muertes por enfermedades curables, analfabetismo, desplazamientos humanos y otras consecuencias del subdesarrollo. Muchas de nuestras naciones son llamadas pobres cuando en realidad deberían considerarse naciones empobrecidas. Y es preciso revertir esa condición en que nos sumieron siglos de dependencia colonial y neocolonial, porque no es justo y porque no soporta ya el Sur el peso muerto de todas las desgracias.
Los que levantaron ciudades deslumbrantes con los recursos, el sudor y la sangre de las naciones del Sur, sufren ya y sufrirán más en lo adelante las consecuencias de los desequilibrios económicos y sociales que propició el saqueo, porque viajamos en la misma nave, aunque algunos sean pasajeros VIP y otros, sus servidores.
El único camino válido para que esta nave mundo no termine como el Titanic, es la cooperación, la solidaridad, la filosofía africana del Ubuntu, que entiende el progreso humano sin exclusiones, donde el dolor y la esperanza de cada uno sea el dolor y la esperanza de todos.
Excelencias:
Hemos propuesto como tema de esta Cumbre el papel de la ciencia, la tecnología y la innovación, como componentes esenciales del debate político asociado al desarrollo.
Lo hacemos convencidos de que los logros y avances en ese campo son los que dirán a la postre si es posible y cuándo, alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con el fin de la pobreza; el hambre cero en el mundo; la salud y el bienestar; la educación de calidad; la igualdad de género; el agua limpia y el saneamiento; la solución a los problemas de la energía, el trabajo, el crecimiento económico, la industrialización y la justicia social.
Tengo la más absoluta convicción de que tampoco será posible avanzar hacia un modo de vida sostenible, en armonía con las condiciones naturales que garantizan la vida en el planeta, sin esas premisas.
Y es obvio que el proceso transformador hacia el logro de esos objetivos contempla, de una forma u otra, el papel del conocimiento como generador de ciencia, tecnología e innovación.
Es preciso derribar ya las barreras internacionales que han obstaculizado el acceso al conocimiento por los países en desarrollo y el aprovechamiento por parte de ellos de factores tan determinantes para el avance económico y social.
Hablo de barreras íntimamente asociadas a un orden económico internacional injusto e insostenible, que perpetua condiciones de privilegio para los países desarrollados y relega a condiciones de subdesarrollo a una parte mayoritaria de la humanidad.
Sin atender esos temas, no se podrá alcanzar de ningún modo el desarrollo sostenible al que todos tenemos derecho, por más metas que se pongan.
Ni se podrá estrechar la inmensa brecha que separa las condiciones de vida privilegiadas de un segmento reducido de la población del planeta y el subdesarrollo que se profundiza entre las grandes mayorías.
Tampoco se podrá confiar en que alcanzaremos un mundo de paz, en el que desaparezcan las guerras y los conflictos armados de todo tipo.
La ciencia, la tecnología y la innovación desempeñan un papel trascendental en la promoción de la productividad, la eficiencia, la creación de valor agregado, la humanización de las condiciones de trabajo, el impulso del bienestar y la garantía del desarrollo humano.
Estamos ante la mayor revolución científico-técnica que ha conocido la humanidad. La ciencia ha modificado el curso mismo de la vida. El ser humano ha sido capaz de conocer el espacio sideral e ingeniar sofisticadas máquinas que automatizan hasta los procesos más elementales asociados a su existencia.
Internet ha borrado los límites espaciales y temporales. El desarrollo tecnológico ha permitido conectar al mundo y eliminar miles de kilómetros de distancia a la velocidad de un clic. Ha multiplicado las capacidades de enseñanza y aprendizaje, acelerado los procesos investigativos y dotado al género humano de capacidades insospechadas para mejorar sus condiciones de vida.
Pero estas posibilidades no están al alcance de todos.
Al respecto la ONUDI ha resaltado que la creación y difusión de las tecnologías de producción digital de avanzada (PDA) sigue concentrada a nivel mundial, con un desarrollo muy débil en la mayoría de las economías del Sur. Sólo 10 economías -punteras en tecnologías de PDA- son responsables de las 90% de todas las patentes mundiales y del 70% del total de exportaciones directamente relacionadas con las mismas.
Lejos de convertirse en herramientas para cerrar la brecha del desarrollo y contribuir a superar las injusticias que amenazan el propio destino de la humanidad, tienden a convertirse en armas para profundizar esa brecha, doblegar la voluntad de muchos gobiernos y proteger el sistema de explotación y saqueo que durante varios siglos ha alimentado la riqueza de las antiguas potencias coloniales y relegado a nuestras naciones a un papel subalterno.
Eso explica que, en medio del más colosal desarrollo científico-técnico de todos los tiempos, el mundo haya retrocedido tres décadas en materia de reducción de la pobreza extrema y se registren niveles de hambruna no vistos desde 2005.
Explica que en el Sur más de 84 millones de niños permanezcan sin escolarizar y más de 660 millones de personas sin electricidad; que solo el 36% de la población utilice Internet en los países menos adelantados y en las naciones en desarrollo sin litoral, frente al 92% con acceso en los países desarrollados.
Tómese en cuenta que el costo medio de un teléfono inteligente apenas representa el 2% de los ingresos mensuales per cápita en Norteamérica, mientras esta cifra asciende al 53% en el sur de Asia y al 39% en África Subsahariana. No se puede hablar seriamente de avance tecnológico o de acceso equitativo a las comunicaciones ante estas realidades.
La transición energética transcurre también en condiciones de una profunda desigualdad, que tiende a perpetuarse. La desproporción en el consumo energético entre los países desarrollados (167,9 GJ por persona al año) y en desarrollo (56,2 GJ por persona al año) es consecuencia de la brecha económica y social existente y también causa de que esta brecha continúe creciendo. El consumo de electricidad per cápita de los países de la OCDE es 2,38 veces mayor que la media mundial y 16 veces mayor que el del África Subsahariana.
Una parte sustancial de las enfermedades, más prevalentes en los países en desarrollo, son aquellas que son prevenibles y/o tratables.
La Organización Mundial de la Salud declaró en su informe de salud mundial que se estima que ocho millones de personas mueren prematuramente, a causa de enfermedades y afecciones que pueden curarse, cada año. Estas muertes son aproximadamente un tercio de todas las muertes humanas en el mundo, cada año.
Tenemos el deber de intentar cambiar las reglas del juego y solo lo lograremos si movilizamos la acción conjunta.
Todos o casi todos tratamos de atraer la inversión extranjera directa como componente necesario de nuestro desarrollo y del manejo de nuestras economías. En ocasiones alcanzamos el objetivo de que esta venga acompañada de cierta transferencia de tecnología.
Pero sabemos que lo más frecuente es que no se acompañe de la transferencia de conocimientos y de ayuda para la creación de capacidades. Esa ausencia conduce a que los países en desarrollo se ubiquen en los eslabones más bajos de las cadenas globales de valor, y que sus investigaciones en salud, alimentos, medio ambiente y otras resulten muy limitadas o padezcan una devaluación sistemática.
Este fenómeno ocurre junto al drenaje de talentos o lo que comúnmente se denomina “robo de cerebros”: la práctica de los países más desarrollados de beneficiarse de la preparación y el conocimiento de profesionales que los países en desarrollo forman con mucho esfuerzo, regularmente sin respaldo alguno de las naciones más ricas.
Es ese un drenaje masivo y un aporte financiero notable que hacen los países en desarrollo a los ricos, mucho mayor, por cierto, que la ayuda oficial al desarrollo, sobre la base de un flujo migratorio que es devastador para los países subdesarrollados.
Otra realidad es la tendencia a patentarlo todo. Es ésta una práctica que incrementa las arcas de las grandes empresas transnacionales en los países más poderosos y hace más frágiles a las restantes economías. De ese modo, el galopante proceso de privatización del conocimiento contribuye a ampliar la brecha y limita así el acceso al desarrollo.
Se presiona a los países en desarrollo para que introduzcan leyes de protección de los derechos de propiedad intelectual, y se olvida con todo propósito que muchos países industrializados se desarrollaron precisamente pirateando productos y tecnología fuera de sus fronteras geográficas, especialmente en los que hoy son países en desarrollo.
Las solicitudes de patente siguieron aumentando, incluso en medio de la pandemia en 2020 en un 1,5% y se dispararon en 2021 creciendo un 3,6%. Las tecnologías relacionadas con la salud continuaron registrando el crecimiento más rápido entre todos los sectores.
Durante 2021, las solicitudes de marcas alcanzaron 3,4 millones a nivel mundial aumentando 5,5% con respecto a 2020. Sin embargo, fue desigual por regiones: Asia recibió dos tercios (el 67,6%) de todas las solicitudes presentadas impulsadas principalmente por el crecimiento en China, América del Norte el 18,5%, mientras que Europa el 10,5%. África el 0,6%, América Latina y el Caribe el 1,6% y Oceanía el 0,6% representaron los más bajos porcentajes del total de solicitudes.
La brecha de género en la innovación persiste. El personal dedicado a la investigación aumentó a un ritmo tres veces más rápido (un 13,7%) que el crecimiento de la población mundial (4,6%) en el período 2014-2018. Sin embargo, sólo un tercio de los investigadores son mujeres.
Según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) los hombres siguen representando una gran mayoría de las personas asociadas a las invenciones patentadas en el mundo. Solo el 17% de las personas designadas como inventoras en las solicitudes internacionales de patentes eran mujeres, en 2021.
La privatización del conocimiento pone límites a la circulación y recombinación del mismo. Plantea limitaciones al progreso y las soluciones científicas de los problemas. Constituye una barrera significativa para el desarrollo y el papel que en él deben desempeñar la ciencia, la tecnología y la innovación. Agrava las condiciones socioeconómicas de los países en desarrollo.
Baste señalar que en medio de la mayor pandemia que ha conocido la humanidad, solo diez fabricantes concentraron el 70% de la producción de vacunas contra la COVID-19. La pandemia evidenció con crudo realismo el costo de la exclusión científica y digital, que cobró vidas y amplió las distancias entre el Norte y el Sur.
Como resultado, los países en desarrollo solo llegaron a disponer de 24 dosis de vacunas por cada 100 habitantes, mientras los más ricos disponían de casi 150 dosis por cada 100 personas. Ante el llamado a multiplicar la solidaridad y apartar las desavenencias, el mundo terminó siendo absurdamente más egoísta.
La Organización Mundial de la Salud ha formulado el conocido síndrome del 90/10, según el cual el 90 % de los recursos de la investigación en salud se dedican a las enfermedades que producen el 10% de la mortalidad y la morbilidad, mientras las que generan el 90% de estas solo disponen del 10% de los recursos.
Tras la pandemia, nuestros países han debido atravesar por circunstancias sumamente complejas, en las que aún pelean duramente para salir a flote.
Al acudir a los mercados financieros, las naciones del Sur se han enfrentado a tasas de interés hasta 8 veces superiores a las de los países desarrollados. Alrededor de una quinta parte de las economías en desarrollo liquidaron más del 15% de sus reservas internacionales de divisas para amortiguar la presión sobre las monedas nacionales.
En 2022, 25 naciones en desarrollo tuvieron que dedicar más de una quinta parte de sus ingresos totales al servicio de la deuda externa pública, lo que equivale a una nueva forma de explotación.
El gasto mundial en investigación y desarrollo (I+D), entre 2014 y 2018, aumentó un 19,2%, superando el ritmo de crecimiento de la economía mundial del 14,6%. Sin embargo, continúa altamente concentrado pues el 93% lo aportan los países integrantes del G20.
Los recursos necesarios para la solución de fondo a estos problemas existen. Solo en 2022, el gasto militar mundial alcanzó la cifra récord de 2,24 billones, o sea, millones de millones de dólares ¿Cuánto pudiera hacerse con esos recursos en beneficio del Sur?
Lograr la participación universal e inclusiva en la economía digital requerirá invertir en nuestros países, como mínimo, 428 mil millones de dólares para 2030, demanda que puede cubrirse con apenas el 19% del gasto militar global.
Sin embargo, el Sur pareciera destinado a vivir de las migajas que el actual sistema tiene reservadas para él. El apoyo financiero del Fondo Monetario Internacional a los países menos adelantados y otros de renta baja, desde 2020 hasta finales de noviembre de 2022, no sobrepasa el equivalente a lo que ha gastado la empresa Coca Cola solo en la publicidad de su marca en los últimos 8 años.
Mientras tanto, menos del 2% de la ya deficiente Ayuda Oficial al Desarrollo, se ha dedicado a capacidades de ciencia, tecnología e innovación.
Estimaciones realizadas indican que el 9% del gasto militar mundial podría financiar en 10 años la adaptación al cambio climático y el 7% sería suficiente para cubrir el gasto de vacunación universal contra la pandemia.
Una arquitectura financiera internacional que perpetúa semejantes disparidades y obliga al Sur a inmovilizar recursos financieros y endeudarse para protegerse de la inestabilidad que el propio sistema genera, que ensancha los bolsillos de los ricos a expensas de las reservas del 80% más pobre es, sin dudas, una arquitectura hostil al progreso de nuestras naciones. Debe demolerse si realmente se aspira a labrar el desarrollo de la gran masa de naciones aquí reunidas.
Excelencias:
Debe ser tarea prioritaria derribar de una vez los paradigmas de investigación que se limitan a los entornos culturales y las perspectivas del Norte, y que privan a la comunidad científica internacional de un capital intelectual considerable.
Esta tendencia plantea una premisa para nuestras naciones: la urgencia de rescatar la confianza en el elemento más dinamizador de nuestras sociedades: el ser humano y su actividad creativa.
En este empeño, la creación de capacidad es clave para hacer realidad las promesas que la ciencia, la tecnología y la innovación entrañan para el desarrollo sostenible.
Reconocemos, en este sentido, el mérito de la Iniciativa para el Desarrollo Global, impulsada por el presidente de la República Popular China, Xi Jinping. Es una propuesta inclusiva y coherente con la necesidad de un nuevo orden internacional justo y equitativo, que coloca al desarrollo basado en el conocimiento donde corresponde, en el centro de las prioridades del sistema internacional.
Aun siendo un país en desarrollo y lastrado por grandes dificultades económicas, Cuba cuenta con capacidades científicas que no se deben subestimar y que son parte del legado del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, quien, con visión de adelantado, identificó en este campo una fuente potenciadora del desarrollo.
Disponemos de un sistema de gestión de gobierno basado en ciencia e innovación, que ha devenido en importante fortaleza para la preservación de nuestra soberanía, con su mejor expresión en la creación de vacunas propias contra la COVID-19.
No obstante, para Cuba, conectar el conocimiento con la solución de los problemas del desarrollo es una tarea de gigantes, porque esos esfuerzos deben transcurrir en medio de un férreo bloqueo económico, comercial y financiero que resulta en notables limitaciones de recursos.
Por solo citar un ejemplo, por decisión política del gobierno de los Estados Unidos muchos sitios de la red dedicados al conocimiento y la ciencia están específicamente bloqueados para los investigadores cubanos.
No es este el escenario para extenderme sobre el impacto que el criminal bloqueo económico de los Estados Unidos ejerce sobre nuestra economía, nuestro progreso científico-técnico y nuestro desarrollo, con un costo humanitario que se hace visible.
Pero debo identificarlo como un obstáculo fundamental, a pesar del cual y sobre la base de una férrea voluntad política, Cuba ha tenido la capacidad de alcanzar resultados indiscutibles en la ciencia y la innovación.
Los invito a discutir estos días sobre los retos del desarrollo de nuestras naciones, de las injusticias que nos apartan del progreso global, pero también del valor de nuestra unidad y de nuestro rico caudal de conocimientos.
Dirijamos nuestras reflexiones a la búsqueda de consensos, estrategias, tácticas y formas de coordinación. Pongamos sobre la mesa todo nuestro acervo, potenciemos las sinergias. Mostremos la valía y la experticia del Sur frente a los que pretenden presentarnos como una masa amorfa en busca de caridad o de asistencialismos.
Recordemos que muchas de las singulares naciones que representan el G-77 y China, escribieron impresionantes páginas de creatividad y heroísmo en la historia de la humanidad, antes de que la colonización y el saqueo empobrecieran los destinos de una parte de ellos.
Recuperemos ese espíritu de lucha, el conocimiento tradicional, el pensamiento creativo y la sapiencia colectiva. Luchemos por nuestro derecho al desarrollo, que es también el derecho a existir como especie.
Solo así estaremos en condiciones de concurrir a la revolución científico-técnica en pie de igualdad. Solo así seremos capaces de ocupar el lugar que nos pertenece en este mundo donde nos pretenden relegar a la condición de mansos aportadores de riqueza para minorías. Cumplamos juntos la honrosa misión de completarlo, mejorarlo, hacerlo más justo y racional, sin que pese sobre nuestros sueños la amenaza permanente de desaparecer.
Excelencias:
Hace 23 años, en una reunión como ésta, el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro afirmó y cito: “Para el Grupo de los 77 la hora actual no puede ser de ruegos a los países desarrollados, ni de sumisión, derrotismo o divisiones internas, sino de rescate de nuestro espíritu de lucha, de la unidad y cohesión en torno a nuestras demandas.
Nos prometieron hace cincuenta años que un día no habría abismo entre países desarrollados y subdesarrollados. Nos prometieron pan y justicia, y hoy hay cada vez menos pan y menos justicia”. Fin de la cita.
La vigencia de esas palabras pudiera interpretarse como una derrota de lo que este Grupo pretendía y no ha logrado resolver. Yo pido que la tomen como una confirmación del largo camino que hemos andado juntos y todos los derechos que nos asisten para exigir los cambios pendientes.
En homenaje a los que creyeron y fundaron. En nombre de los pueblos que representamos, hagamos respetar sus voces y reclamos,
Somos más. Y Venceremos.
Muchas gracias.
"El planeta, inseguro para la humanidad"
Washington. La Tierra está superando su “espacio operativo seguro para la humanidad” en seis de nueve mediciones claves de su salud, y dos de las tres restantes van en la dirección equivocada, según un nuevo estudio.
El clima, la biodiversidad, la tierra, el agua potable, la contaminación por nutrientes y las “nuevas” sustancias químicas (compuestos artificiales como los microplásticos y los residuos nucleares) del planeta están fuera de control, señaló un grupo de científicos internacionales a la revista Science Advances en su edición de ayer. Sólo la acidez de los océanos, la salud del aire y la capa de ozono están dentro de los límites considerados seguros, y tanto la contaminación oceánica como la atmosférica van en la dirección equivocada, señala el trabajo.
“Estamos en una muy mala situación”, afirmó Johan Rockstrom, coautor del estudio y director del Instituto de Investigación del Impacto Climático de Potsdam, Alemania. “Mostramos en este análisis que el planeta está perdiendo poder de resistencia y el paciente está enfermo”.
En 2009, Rockstrom y otros investigadores crearon nueve grandes zonas limítrofes diferentes y utilizaron mediciones científicas para conocer la salud de la Tierra en su conjunto. El estudio publicado ayer es una actualización del de 2015 y añade un sexto factor a la categoría insegura. El agua pasó de ser apenas segura a la categoría de fuera de límites debido al empeoramiento de la escorrentía fluvial y a la mejora de las mediciones y la comprensión del problema, explicó Rockstrom.
Estos límites “determinan el destino del planeta”, agregó. Los nueve factores han sido “científicamente bien establecidos” por numerosos estudios externos, precisó.
Entremezclados nueve factores
Si la Tierra controla estos nueve factores, podría estar relativamente a salvo. Pero no es así, declaró.
En la mayoría de los casos, el equipo utiliza otros estudios revisados por colegas con el fin de crear umbrales mensurables para un límite de seguridad. Por ejemplo, utilizan 350 partes por millón de dióxido de carbono en el aire, en lugar de 1.5 grados de calentamiento desde la era preindustrial fijados en el acuerdo climático de París. Este año, el carbono alcanzó un máximo de 424 partes por millón.
Los nueve factores están entremezclados. Cuando el equipo utilizó simulaciones informáticas, comprobó que el empeoramiento de un factor, como el clima o la biodiversidad, provocaba la degradación de otros aspectos medioambientales de la Tierra, mientras la corrección de uno ayudaba a los demás. Rockstrom sostuvo que esto era como una prueba de estrés simulada para el planeta.
Las simulaciones mostraron “que uno de los medios más poderosos de que dispone la humanidad para combatir el cambio climático” es limpiar sus tierras y salvar los bosques, según el estudio. Devolver los bosques a los niveles de finales del siglo XX proporcionaría importantes sumideros naturales para almacenar dióxido de carbono en lugar de que esté en el aire, donde atrapa el calor, destaca el estudio.
La biodiversidad –la cantidad y los distintos tipos de especies vivas– se encuentra en uno de los momentos más preocupantes y no recibe tanta atención como otros factores, como el cambio climático, añadió Rockstrom.
El hecho de que la capa de ozono sea el único factor de mejora demuestra que cuando el mundo y sus dirigentes deciden reconocer un problema y actuar al respecto, puede solucionarse y “en su mayor parte hay cosas que sabemos hacer” para mejorar las situaciones restantes, agregó Neil Donahue, profesor de química y medio ambiente de la Universidad Carnegie Mellon.
Algunos científicos especializados en biodiversidad, como Stuart Pimm, de Duke, cuestionan desde hace tiempo los métodos y mediciones de Rockstrom, asegurando que eso hace que los resultados no tengan mucho valor.
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