lunes, 31 de enero de 2022

Aprender a dialogar ¿será fácil?

Por Ricardo J. Machado 

“Si no somos capaces de cambiar de dirección, llegaremos fatalmente hacia donde vamos encaminados”

Proverbio chino

 

Saber dialogar como exigencia apremiante para gestionar la realidad

 

Un número creciente de ciudadanos del país se están percatando de la necesidad de un dialogo en gran escala. Es una necesidad que emerge de la propia naturaleza de la realidad que estamos viviendo. Una realidad que avanza aceleradamente hacia la diversidad y la diferenciación. Incluso dentro del mayoritario sector de la población comprometido con el proyecto socialista esas diferencias crecen, tanto en intensidad como en número.

 

No bastan los plebiscitos o referéndum. Hay indicios de que amplios sectores del gobierno, tanto los realistas como los conservadores, van aceptando esa urgencia, pero a diferente velocidad. Como evidencias podemos mencionar de una parte la aparición en nuestras pantallas de un programa como El ojo que tv, conducido por la periodista Cristina Escobar y dirigido por Rigoberto Senarega, en el que la mayoría de los entrevistados han expresado opiniones que nunca habíamos escuchado en los medios televisivos.

 

En ellas se proclamó abiertamente, entre otros, el derecho a tener relaciones personales de intimidad con aquellos que mantienen opiniones contrapuestas y/o diferentes del gobierno socialista. Por otra parte, podemos confirmar los frecuentes señalamientos críticos a la gestión de diversos sectores de la economía y el desempeño de sus directivos en la prensa oficial escrita (“Tierra vacía no da comida”, Granma 2 de diciembre 2021). (“Lo que no se está haciendo bien en el municipio que impacta al país”, Granma 15 de noviembre 2021).

 

El propósito principal de este texto se sustenta en la idea de que aprender a dialogar es un aprendizaje de cierta intensidad y que esta empresa cae en el terreno de la tecnología social, que tiene además una naturaleza muy lejos de ser simple. Considero además que su aplicación en la práctica y en gran escala es una exigencia básica para la consolidación de la legitimidad y viabilidad del sistema político cubano. También debe actuar como factor de cicatrización del tejido social dañado, a causa de los sucesos del 11 de julio.

 

Las tecnologías sociales, a diferencia de las tecnologías ingenieriles (incluyendo las biológicas), trabajan a largo plazo y en general con lentitud. Sería raro que pudieran producir un resultado deslumbrante en solo unos meses como tres vacunas o un respirador artificial. Estas generan sin duda sostenibilidad al sistema, pero por sí mismas no pueden asegurar un nivel satisfactorio y prolongado de sostenibilidad política. Esto no es posible sin la influencia decisiva de los aportes de la tecnología social.

 

Por ejemplo: cómo fortalecer el clima sociopolítico de nuestra sociedad o reducir el éxodo de personas de alto rendimiento, mediante la implementación de un programa de retención del talento. Aquí la gestión de los activos intangibles es determinante. Creo que, ante todo, debemos aceptar que, para aproximarnos a una interpretación confiable de la importancia básica de aprender a dialogar, hay definir qué tipo de realidad tenemos por delante.

 

¿Qué es la realidad?

 

En primer lugar, hay que reconocer algo obvio: la multifacética y cambiante realidad que vive nuestro país no solo encuentra sus causas dentro de Cuba. Hay que repetirlo porque no son pocos los que desconocen o subestiman estos factores del entorno. No me refiero solo al bloqueo. Sino a la caótica situación mundial creada por la cada vez más visible incapacidad del dominante sistema capitalista para resolver los problemas esenciales de la humanidad. La larga oportunidad de sus 800 años de existencia se desvanece. El impetuoso resurgimiento de Rusia como potencia y el desafiante crecimiento de la economía china han desestabilizado los centros de poder de los países centrales de Occidente. Se debilita su capacidad de razonar, lo que se evidencia en su decisión de adoptar una política de confrontación.


En la actualidad se está produciendo un reposicionamiento de poderes a escala global y una parte significativa de la élite de Occidente tiene dificultades para adaptarse a los nuevos escenarios. En su seno se producen graves contradicciones, muy difíciles de resolver. El oleoducto ruso, ya concluido y orientado a resolver las necesidades energéticas de Europa central, agudiza las tensiones en esa zona. La aparición de la pandemia las profundiza a nivel global. Crece el número de personas que padecen hambre y por esa causa mueren diariamente decenas de miles. También aumentan los niveles de pobreza, de forma indetenible. Los niveles de desigualdad se aceleran al mismo ritmo que crecen las fortunas de unos pocos. Las cifras son fáciles de encontrar, incluso en medios conservadores (¿podría suceder en Cuba también?). Cuba no puede escapar a estas señales del entorno y necesita reubicarse ante el mismo.

 

Esa realidad global se nos aparece como una infinita y compleja red de interconexiones. Los elementos que la componen no están aislados entre sí, ni separados, sino que muestran una naturaleza multidimensional, indivisible en continua interacción. Una red de relaciones inseparables y casi ilimitada. Ese complejo disfuncional y casi incontrolable el capitalismo lo está globalizando; es decir, lo está exportando y sus consecuencias, en los países del sur, se potencian a causa de la fragilidad de sus estructuras y lo endeble de sus instituciones. 

 

No pretendo proporcionar una justificación a algunos aspectos de la política gubernamental cubana –en un momento en que casi todos los gobiernos del mundo están cometiendo errores– sino explicarla. De lo anterior se sigue que esa realidad multifacética se resiste a ser comprendida por los métodos tradicionales. Los gobiernos se están equivocando mucho porque carecen de instrumentos para interpretar y gestionar con eficacia esa realidad. Luego, la tarea de descubrir o construir apropiados recursos cognitivos debe ser priorizada.

 

En estos escenarios -incluido el cubano- actúan grupos con intereses diversos y con frecuencia contrapuestos. Los métodos que necesitamos deben ser capaces de compatibilizar, regular y armonizar los aspectos con potencial conflictivo que se están derivando de los cambios significativos que se producen en el seno de los procesos de transformación de las estructuras socio-demográficas y socio-clasistas de la sociedad cubana. Si la dirección del país no garantiza en el tiempo necesario que sus instituciones alcancen un capital intelectual capaz de cumplir ciertas funciones cognitivas básicas, no podemos esperar que se logren realizar las funciones conductuales capaces de gestionar eficazmente la realidad. 

 

La elaboración de métodos de trabajo para ejercer influencia reguladora sobre la realidad solo puede alcanzarse mediante el intercambio de muy diferentes y numerosos saberes. Precisamente de ahí surge, desde la profundidad, la necesidad de aprender a dialogar. Tanto en el mundo como en Cuba se podría estar profundizando una relación disfuncional entre el sujeto que conoce y el objeto que se intenta conocer. Urge prever y regular a corto plazo esa disfuncionalidad. Para la supervivencia del modelo cubano este asunto es vital. Razón adicional para activar el diálogo y la capacidad de una mayoría de los ciudadanos para protagonizarlo.

 

Considero que la arista de mayor importancia de la gestión actual del gobierno cubano es la declarada intención de fundamentar su actividad en la ciencia. Una tarea que tiene ante sí una curva de aprendizaje complicada y de muy larga duración en el tiempo.  Para que sea exitosa es necesario construir primero bases conceptuales y metodológicas sólidas.

 

Algunas píldoras conceptuales 

 

Lenin reconoció la validez de la afirmación de que no hay nada más práctico que una buena teoría y la hizo suya. Proponemos examinar con brevedad al menos tres conceptos claves para sustentar la necesidad vital del dialogo en la situación cubana: 1- transdisciplinaridad, 2-complejidad, 3- pensamiento no lineal. Ciertos conceptos que facilitan el diálogo científico en las llamadas ciencias duras pueden utilizarse en el terreno del diálogo político y el económico.

Por ejemplo, sería necesario una mayor integración entre la Antropologia, la Economía, la Sociología, la Sicología y la Ciencia Jurídica, a la que habría que incorporar la rama de la neurociencia que trata los aspectos biofisiológicos del comportamiento humano. Pero carecemos aún de instituciones que garanticen la integración de esas ciencias, sin cuyo trabajo conjunto es imposible alcanzar interpretaciones objetivas del hecho social. Los chinos y vietnamitas han creado centros de regulación y control de las reformas con carácter multidisciplinario, como premisa para transitar hacia el enfoque transdisciplinario, tal como ha funcionado en el sector biofarmaceútico. 

 

Trans-disciplinaridad

 

Para comprender la trans-disciplinaridad es imprescindible identificar las limitaciones de las ideas asociadas a la interdisciplinaridad y multidisciplinaridad. En su esencia, se puede definir como un método de análisis y de búsqueda de soluciones a los problemas que sea capaz de integrar los múltiples aspectos interconectados del escenario social que tenemos ante nuestros ojos, donde interactúan una enorme cantidad de factores de manera simultánea e impredecible. Los cubanos tenemos un ejemplo concreto y cercano: la fabricación de vacunas anticovid. La prensa ha informado con mucho detalle cómo ese logro fue resultado de la articulación del trabajo conjunto de numerosas instituciones con perfiles técnico-científicos muy diferentes. 

Y no solo instituciones, sino personal científico de muy distintas especialidades. Un testimonio explicito sobre el tema nos deja una reconocida científica, premio nacional de Química 2009, la doctora Lila Castellanos Serra del departamento de Proteómica del CIGB: 

 

La nueva biología es obra de biólogos, matemáticos, informáticos, médicos, físicos químicos, ingenieros… Frecuentemente olvidamos en qué especialidad se graduó el compañero con quien trabajas, pues aunque todo el mundo tiene una formación especifica muy diversa, todos estamos concentrados en el mismo problema, pues cada uno tiene su punto de vista… con las capacidades que han desarrollado durante la formación universitaria. No existen fronteras, las fronteras desaparecen. (Mirian Zito, Habla la ciencia cubana, edit Cientifico-Tecnica 2012, pag. 149)

 

Si pudiéramos lograr algo parecido en las Ciencias Sociales y que, además, estas también se integraran con otras ciencias como las matemáticas y las ciencias de la computación, el país tendría un poderoso recurso para ganar sostenibilidad, sobre la base de disponer de instrumentos de regulación y pronóstico de los procesos sociales. Pero las ciencias sociales en el país se encuentran en una situación de subdesarrollo, con poco roce internacional de intercambio con científicos de otros países.

 

El potencial científico del sector biotecnológico, en su mayoría, ha tenido una intensa interacción con sus pares en centros científicos de punta, a nivel internacional. Es obvio que hay diferencias sustanciales entre este campo y dificultades específicas: el componente ideológico. Pero es posible construir instrumentos metodológicos que permitan desactivar esos elementos para insertarse en los análisis de nuestra realidad. 

 

Existen quienes piensan que el desarrollo objetivo del pensamiento social solo puede lograrse por los científicos marxistas. Este punto de vista no es coherente con la propia historia del marxismo. Engels no hubiera podido escribir su texto El origen de la familia, la propiedad privada y el estado sin las investigaciones del antropólogo norteamericano Morgan. Tampoco Marx hubiera culminado El capital sin los resultados del economista inglés David Ricardo. Pudiéramos citar no pocos textos de pensadores no marxistas contemporáneos sin los cuales no se puede interpretar la sociedad actual. Hay que estudiarlos con profundidad porque han encontrado verdades irrefutables.

 

Complejidad

 

Es quizás una de las palabras mas repetidas en las intervenciones de los dirigentes cubanos.  La teoría de la complejidad surge del seno del partido comunista francés, a principios de la década del 60, encabezado por Edgar Morin, cuyas obras debiéramos editar en Cuba. Según Morin, el pensamiento complejo es ante todo un pensamiento que relaciona, que se opone al modo de pensar tradicional, que divide el campo del conocimiento en disciplinas atrincheradas y clasificadas. Está contra el aislamiento de los objetos del conocimiento, reponiéndolos en su contexto y de ser posible a la globalidad a la que pertenecen. No basta tener buenas ideas, es necesario saber organizarlas. No solo las partes están en el todo, sino que el todo está al interior de las partes (de entrevista realizada al autor por N. Vallejo a partir de sus ideas formuladas en su obra Ciencia con conciencia.) 

 

El pensamiento de Morin contiene un conjunto de categorías orientadas al análisis de realidades concretas. No tenemos espacio para incluirlas aquí. Ellas sugieren que la regulación de los procesos sociales debe apoyarse, entre otros, en dos principios: en primer lugar, el de la gradualidad y en segundo en la implementación de canales de comunicación lo suficientemente amplios para mantener un flujo de retroinformación eficaz, para mantener una interacción inmediata con los cambios en proceso. 

 

Sugiero breve y simple asociación del experimento que los cubanos conocemos como Tarea Ordenamiento. Ni hubo gradualidad, ni fue precedido por la construcción de vías de comunicación de doble canal, sobre todo el de retroalimentación. Ello se ha ido construyendo a posteriori. Ya nuestros dirigentes han reconocido los errores cometidos, tanto de diseño como de implementación en el proceso de reformas. Considero que el mismo, puesto en práctica en Cuba a partir de enero de 2021, no parece haber sido precedido ni de una sólida fundamentación conceptual ni tampoco de una adecuada metodología de trabajo, como se desprende del reconocimiento explícito de nuestros dirigentes. Si hubiera existido una oponencia calificada, como exige una aplicación elemental de los principios del trabajo científico, se podrían haber evitado no pocos efectos caotizantes que estamos sufriendo los cubanos. 

 

La tesis, por ejemplo, de que la Tarea Ordenamiento no está relacionada con el incontenible proceso inflacionario que azota el país, carece de consistencia lógica, dicho con el debido respeto.

 

Pensamiento lineal

 

Es una herramienta importante en la teoría de la complejidad. Se describe como una manera de pensar que integra relaciones con sentido perspectivo, asociadas con las tendencias que se orientan al pronóstico, es decir al futuro de los acontecimientos. Se asume que es capaz de descubrir posibilidades inéditas que a otros métodos no les son posibles. Los expertos que estudian el problema consideran que hay profesiones que por sus características tienden al pensamiento lineal como los economistas, por inclinarse demasiado al uso de métodos matemáticos tradicionales. La enseñanza de la economía está enfocada a una formación que conduce a los estudiantes a hacer aproximaciones lineales.

 

Aunque se sabe que muchos procesos que son importantes en este campo son no lineales, solo que el manejo práctico del enfoque no lineal es complejo y apenas se comienza a obtener experiencias en su uso. No quiere decir que la realidad solo muestre procesos de carácter no lineal. Siguen existiendo muchos lineales. Algunos proponen que en el centro de este campo está el tema de las diferentes velocidades de la inteligencia artificial con la humana.

 

Se afirma que la capacidad de una computadora típica se duplica cada 18 meses, mientras que la capacidad de la inteligencia humana lo hace más lentamente. Cuando se profundiza en estos y otros conceptos, como por ejemplo la teoría del caos, se comprende por qué las decisiones gubernamentales de casi todos los países yerran con tanta frecuencia.

 

Sobre los diferentes tipos de diálogo

 

Las ideas que aquí sintetizamos proceden de una parte de los resultados de investigaciones sobre la comunicación interpersonal y de otra de nuestras experiencias profesionales, derivadas de los talleres de negociación y gestión de conflictos impartidos dentro y fuera del país.


El dialogo pertenece a la numerosa familia de las conversaciones humanas.  Pero es una conversación que implica diferencias y tiene, por tanto, implícitas tendencias al conflicto. La importancia de la conversación en las relaciones entre las personas es asunto ya bastante investigado. Saber conversar debiera ser una asignatura en el sistema educativo. La mayoría de la gente no sabe hacerlo.

 

Las investigaciones sobre los diálogos-conversación muestran como tendencia tres tipos. Existen dos extremos opuestos. En el tipo A, por ejemplo, están los dialogantes pasivos y en el tipo B, los agresivos. Queda el tipo C clasificado como el dialogante franco.  

 

Los del primer tipo trasmiten a sus interlocutores inseguridad. No exponen abiertamente sus ideas, tampoco sus sentimientos o necesidades. Padecen cierta timidez. Vacilan antes de decir algo que moleste al otro, por lo que tienden a suavizar los argumentos para mantener la armonía a toda costa. Son incapaces de ganarse el respeto de la contraparte, ni tampoco acceder a la intimidad del otro. Tienen además dificultades para trabajar en equipo por lo que con ellos es difícil encontrar soluciones a los problemas.

 

El tipo B o dialogante agresivo comienza por descalificar al otro y encasillarlo: confundido, inmaduro, etc. Expresan con crudeza y sin tacto sus criterios que pueden incluir elementos coactivos. Para ellos tanto las personas como las cosas admiten evaluaciones rápidas y simples. Excluyen la meditación o preparación previa en gestión de conflictos. Evaden el tú y mantienen el usted con cierta altanería. Hace evidente que él es el que más conoce el problema que se discute. No se trata de que no sean honestos, pues la mayoría puede serlo, pero esgrimen una sinceridad irritante. No se dan cuenta cuando lastiman la sensibilidad del otro. Tampoco les interesa ser constructivos. Al igual que el dialogante pasivo, terminan perdiendo el respeto del otro. Su inclinación a la brusquedad les impide mantenerse dentro de los límites del comportamiento racional.

 

Por último, el llamado dialogante franco garantiza la fluidez de la interacción mediante la franqueza respetuosa. Este tipo de diálogo permite mantenerse en el centro de la conversación sin desviarse de los objetivos. Tiene como premisa la claridad de pensamiento, es decir que la contraparte no tenga duda de lo que quieren, necesitan y sienten. Sobre todo, dejando claro lo que están dispuestos a llevar a la práctica. Dominan la técnica que les permite llegar al punto que han previsto sin herir la dignidad del otro. Practican un diálogo planificado. Cuando concluyen, saben dejar clara su posición con relación al problema, sin irrespetar el proceso. Reconocen que una importante limitación para la calidad del diálogo es experimentar un profundo temor a herir los sentimientos del otro, lo que a veces evita que se diga lo que inevitablemente tiene que decirse. En fin, es necesario aprender a discrepar sin perder el respeto y, si es posible, el afecto del otro.  

 

Final

 

La construcción de un dialogo nacional calificado sería el camino más seguro para alcanzar consensos de calidad y duraderos en la esfera de las áreas de resultados claves para el desarrollo de la nación. Solo mediante la obtención de mecanismos eficaces para la gestión de conflictos podríamos evitar situaciones críticas e impedir que contradicciones no antagónicas se conviertan en su contrario y conduzcan a eventos traumáticos de naturaleza irreversible, como sucedió en el antiguo campo socialista. 


Por ejemplo, una tarea esencial de gobernabilidad como es la creación de un sector privado y cooperativo económicamente exitoso pero que al mismo tiempo tenga una fuerte orientación patriótica y de compromiso con el modelo cubano no sería posible sin diálogos sostenidos y de alto nivel profesional. La sociedad cubana muestra en varios de sus segmentos que la orientación de su desarrollo debe ser reajustada con urgencia: de lo contrario, mantendría un rumbo equivocado de consecuencias potencialmente autodestructivas. 


Dudo que esos cambios decisivos puedan realizarse sin diálogo. A este hay que ponerle ciencia y también corazón.

viernes, 28 de enero de 2022

Patria es humanidad

  

Patria es humanidad

José Martí

La manzana es un manzano

y el manzano es un vitral

el vitral es un ensueño

y el ensueño un ojalá

ojalá siembra futuro

y el futuro es un imán

el imán es una patria

patria es humanidad


el dolor es un ensayo

de la muerte que vendrá

y la muerte es el motivo

de nacer y continuar

y nacer es un atajo

que conduce hasta el azar

los azares son mi patria

patria es humanidad


mi memoria son tus ojos

y tus ojos son mi paz

mi paz es la de los otros

y no se si la querrán

esos otros y nosotros

y los otros muchos más

todos somos una patria

patria es humanidad


una mesa es una casa

y la casa un ventanal

las ventanas tienen nubes

pero sólo en el cristal

el cristal empaña el cielo

cuando el cielo es de verdad

la verdad es una patria

patria es humanidad


yo con mis manos de hueso

vos con tu vientre de pan

yo con mi germen de gloria

vos con tu tierra feraz

vos con tus pechos boreales

yo con mi caricia austral

                          inventamos una patria

                          patria es humanidad


Mario Benedetti 

martes, 25 de enero de 2022

El buen jazz cubano vuelve a conmover a La Habana

Por Mauricio Vicent


Dos años pasaron desde el último festival Internacional de jazz de La Habana, y parece que fue el doble. Ha sido una larga travesía pandémica, sin conciertos ni descargas, un apagón salvaje en todo el mundo pero más en un país como Cuba, donde la música es alimento para vivir y olvidar las penas, y donde tantos y excelentes músicos hay. Ciertamente, la última edición del Jazz Plaza dejó huella, y mucho tuvo que ver la gran cantidad de artistas norteamericanos que asistieron a aquella cita, más de 80, incluidas figuras como Stanley Jordan y saxofonistas de culto como Dave Liebman o Bill Evans, junto a destacadas bandas de jazz de Nueva Orleans. La confluencia de norteamericanos y cubanos funcionó entonces de primera. La Habana entera se convirtió en una gran fiesta musical, llegaron cientos de estadounidenses amantes del jazz a disfrutar del espectáculo (pese a la mala onda que se gastaba Donald Trump) y se levantó un verdadero puente cultural entre ambos países.

Concierto de Rodrigo García
La suspensión presencial del festival en 2021 fue de cajón debido a la pandemia. Pero los organizadores decidieron este año mantener la convocatoria a toda costa, eso sí, guardando las necesarias medidas preventivas (mascarilla obligatoria y teatros a media capacidad), y circunscribiendo las presentaciones a tres escenarios principales (los teatros Nacional, Bertold Bretch y América). Como antesala y a modo de aperitivo, el 16 de enero el pianista congolés Ray Lema ofreció un primer y exquisito concierto con la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, dirigida por el director brasileño Joao Mauricio Galindo, en el que voló desde las influencia africanas de su Congo Raphsody hasta un danzón de Caturla, con el sensacional percusionista Yaroldi Abreu en las congas.

El 18 de enero arrancó oficialmente la 37 edición del Jazz Plaza con un espectáculo ya clásico protagonizado por el fundador del festival, Bobby Carcassés, e invitados de lujo. La cosa prometía, pero obviamente uno estaba mosca. Se sabía que con omicrón danzando y con lo llovido políticamente el año pasado la presencia internacional podía ser reducida, pero aún así decenas de buenos músicos de nueve países acudieron a la cita, incluidos el saxofonista norteamericano Donald Harrison y Dominic Miller, guitarrista de Sting durante 30 años, quien ofreció en el Nacional uno de los grandes conciertos del festival, presentación virtuosa, delicadísima, sugerente y para enmarcar, que incluso tuvo como invitado en un uno de los temas al tresero Pancho Amat.

Notables fueron las presentaciones de los visitantes, como el pianista holandés Mike del Ferro, el saxofonista finlandés Pekka Pylkkkanen o el bajista argentino Javier Malosetti, que tocaron la misma noche y en el mismo lugar que lo hizo uno de los grandes trompetistas cubanos, Mayquel González, protagonista de otra actuación deslumbrante; y ahí quería llegar: este año lo importante del festival era la música y los músicos cubanos. Lo demás, siendo bueno o muy bueno, como lo de Miller, era casi anecdótico.

Concierto de Oliver Valdés

La fuerza de la música cubana y el virtuosismo de sus instrumentistas es tal, y el jazz está tan arraigado en la isla, que prácticamente no hace falta nada más. Es cierto que muchos músicos cubanos se han ido del país, pero la fábrica de talento es inagotable. Ahí estuvo para mostrarlo Confluencia de pianos, iniciativa convocada por el joven pianista Rodrigo García, 23 años y todavía estudiante del Instituto Superior de Arte. Acompañado de la Orquesta de Cámara de La Habana y a dos pianos, invitó a los grandes representantes de la pianística cubana de todos los géneros, desde Frank Fernández y José María Vitier, en lo más clásico, a jazzistas consolidados pero de diferentes estilos como Roberto Carcassés, Rolando Luna o Alejandro Falcón, y exponentes de la música cubana popular como Manolito Simonet. Fueron 14 temas, cada uno del artista invitado (y dos de García), que recreó junto a ellos sus mundos partiendo de una filosofía “de borrar las fronteras de géneros en el piano”, y que se editarán ahora en un doble CD –con otro disco de formato similar grabado en 2021 para el festival de jazz que fue suspendido por la pandemia-.

Los conciertos de las bandas cubanas y las descargas que se formaron fueron memorables, imposible mencionarlas todas. El batería Oliver Valdés presentó su primer disco en solitario, Nasobuco (así se llama en Cuba a la mascarilla para protegerse de la covid), un trabajo de envergadura concebido en estos dos años de encierro y en el que hace una increíble versión de El Necio (de Silvio Rodríguez) y un homenaje al desaparecido percusionista Pancho Terry, rey del chéquere, instrumento que el dia de la presentación en el teatro Nacional tocó su hijo Yosvany Terry, gran saxofonista, afincado en Nueva York desde hace años, pero que va y viene.

Concierto de Ernán López-Nussa
El trompetista Carlos Sarduy, también formado en las escuelas cubanas y emigrado hace tiempo, protagonizó varios conciertos con Rolando Luna al piano, el propio Oliver Valdés en la batería, y el gran bajista Gastón Joya, que durante años tocó con Chucho Valdés, junto a otros músicos de aquí y de allá. El grupo se llama Groove Messengers y hay que seguirlo. Ernan López-Nussa hizo de las suyas con un elegantísimo concierto al que invitó a la agrupación Raptus Ensamble, una hora y pico de fino jazz y música de concierto hilvanada por el piano de Ernan. Conciertazos fueron también los de Roberto Carcassés, con un preciosa versión de Toni y Jesusito en homenaje al gran pianista Frank Emilio, con Maraca en la flauta, y el de Alaín Pérez, exbajista de Paco de Lucía que regresó a la isla en 2016, dos años después de la muerte del guitarrista flamenco, y que hoy por hoy es uno de los grandes de la música popular cubana; Alain salió a escena con su banda de 14 músicos y el ritmo de Benny Moré en las venas para empezar, habló de lo duro que han sido estos dos años de encierro, sin encontrarse con el público, y cuando le metió a sus clásicos y a las canciones de su último disco, El cuento de la buena pipa, el teatro Nacional se despelotó al completo, todo el mundo bailando como si no hubiera mañana (ni pandemia): catarsis general.

Otros músicos cubanos de allá volvieron a tocar acá, como Dayramir, que ya vino al último festival y rindió entonces homenaje a la orquesta Los van Van desde el lenguaje del jazz, disco que por fin se presenta ahora. La clausura, ayer domingo, tuvo dos momentos estelares: la presentación del saxofonista Germán Velazco, con el quinteto de saxofones y figuras como Maraca y Cesar López de invitados, acompañado de la Big Band de Joaquin Betancourt (más de 20 músicos en escena, muchos de ellos jovencísimos); y el concierto del cubanoamericano Nachito Herrera, afincado en Minessota, quien llegó a La Habana con un cargamento solidario para el sector de la salud y las escuelas de música. Se juntó con la Orquesta Sinfónica Nacional y eligió un programa abarcador, de Rhapsody in Blue a Summertime, de George Gershwin, o Smile, de Charles Chaplin, hasta recreaciones desde el jazz latino de obras de Bach y Chopin, pasando por tributos al pianista cubano Ernesto Lecuona. Una semana de buen jazz cubano, de donde venga da igual, que conmovió a una de las ciudades más musicales del mundo. Falta que hacía.

Fuente: https://elpais.com/cultura/2022-01-24/el-buen-jazz-cubano-vuelve-a-conmover-a-la-habana.html?fbclid=IwAR31yTnVMiJtlwj3TRjXJzJ0Mzn0Vs0utG5uqdj78Nm_omDl_16OIYuVDBc


lunes, 24 de enero de 2022

Donbass: el pollo del arroz con pollo*

Por Juan M Ferran Oliva













La prensa recoge con avidez los acontecimientos en la pugna entre Rusia y Estados Unidos y su satelital OTAN. Ucrania es la campeona neoliberal y hacia ella corren grandes volúmenes de ayuda militar. Pero todo gira en torno a una parte de esta última, que paradójicamente escapa al tradicional sentimiento nacionalista ucraniano.

Donbass es una región histórica ubicada al este de la actual Ucrania, justamente en la frontera con Rusia. Rostov, en esta última, constituye su prolongación, lo que evidencia la volatilidad de sus límites[1]. Cubre unos 60,000 Km2. La Donbass ucraniana enmarca las provincias de Donetsk y Lugansk que, en 2014, previo referéndum favorable (84%), iniciaron una guerra separatista y se auto declararon repúblicas. La provincia Donetz cuenta con 4,3 millones de habitantes en solo 26,500 km2. Lugansk es aún menor. La crisis explotó en marzo de 2014 con manifestaciones contrarias al poder central. Fue la respuesta a los disturbios que en Kiev llevaron a la presidencia a un líder unionista, neoliberal, contrario a la regionalización y anti ruso. En el Donbass se produjo un retroceso económico atribuido por los locales a la mala gestión y el abandono por parte del gobierno central. Brotaron todo tipo de protestas y se inició lo que es calificado como un conflicto entre el Donbass y el resto del país.

Las reformas impulsadas por el Banco Mundial eliminaron varios subsidios a las industrias pesadas del Donbass. Fueron privatizadas las empresas estatales y brotó la corrupción. Un grupo controló el poder económico y político. En otras zonas el Donbass era visto como una región mafiosa y atrasada en la que era peligroso hablar ucraniano. 

Todo ocurrió en la época en que Crimea se incorporaba a Rusia.  Tanto esta región como el Donbass –territorios rusos- fueron asignadas administrativamente a Ucrania en tiempos de la URSS. 

La historia del poblamiento de la zona es turbulenta. Estuvo despoblada hasta la mitad del siglo XVII y al siguiente comenzaron a explotarse sus vastas reservas de carbón en medio del auge promovido por la Revolución Industrial europea. Se produjo entonces un poblamiento, principalmente de colonos rusos. La región ha estado sometida a fuertes vaivenes demográficos, intensificados durante la época de Stalin. En 1932 y el siguiente había sufrido la gran hambruna ucraniana, en el contexto de la colectivización campesina, que la despobló.  Actualmente la mitad de sus habitantes es de origen rus, mientras una proporción similar tiene raíz local.  Los primeros constituyen la mayoría del proletariado industrial y los ucranianos se aplican mayormente a las áreas rurales; muchos emigran a la ciudad donde son asimilados por la cultura rusa. Kiev impone el ucraniano como lengua oficial pero el 70% habla ruso, incluidos los pobladores minoritarios, que lo emplean como lengua franca, lo que alimenta el separatismo. Todos se oponen a la política uniformadora del Estado, tanto en lo político como en lo económico y lo social. 

Donbass cobró importancia a fines del siglo XIX con su fuerte industrialización y explotaciones mineras.  Su economía está dominada por la industria pesada, la minería del carbón y la metalurgiaKiev no quiere perderla, máxime si se incorporara a Rusia a la que considera enemiga.

El problema nacionalista en Ucrania es singular. En el pasado hubo movimientos reivindicadores de la Ucrania étnica. Durante el periodo soviético le fueron adjudicados administrativamente territorios de raigambre rusa. Crimea fue reintegrada. Las dos provincias del  Donbass   reivindican su condición de nación ajena a la unificación impuesta por Kiev. Ahora, el problema nacionalista lo afronta la propia Ucrania.

La incorporación de Crimea a Rusia fue un rudo golpe para Estados Unidos y sus aliados europeos. Por supuesto, no desean que ocurra algo similar en el Donbass  y ofrecen a Kiev una enorme ayuda militar para que enfrente lo que ellos llaman terrorismo separatista. 

Las milicias de autodefensa de las dos provincias del Donbass, de unos 6 millones de pobladores, enfrentan el poderoso ejército  de un Estado que cuenta con 52 millones de habitantes.  

Estados Unidos y sus satélites acusan a Rusia de brindar apoyo material a las milicias del Donbass y se refieren a Ucrania como si la parte fuera el todo. Cierta o no, tal afirmación resultaría lógica, pero hasta ahora la Federación ha preferido la vía diplomática para zanjar la cuestión. También la acusan falsamente de pretender invadir Ucrania. En todo caso sería el Donbass. Según parece se trata de una sucia y habitual fake new.

Un referéndum consultivo en 1994, celebrado en las dos provincias rebeldes, arrojó que un 90% de los votantes optaban por adoptar el ruso como lengua oficial, la federalización de Ucrania y tener vínculos con la Comunidad de Estados Independientes liderada por Rusia. Kiev no aceptó ninguna de estas propuestas y Ucrania continuo siendo un Estado unitario dividido en provincias. No obstante los huelguistas ganaron concesiones económicas que aliviaron, relativamente, la crisis económica de la región. 

Se prolonga la guerra entre las milicias de las auto declaradas Republicas Populares de Donest y Lugansk contra el gobierno central. Referéndums locales refrendan la intención de independencia de dichas regiones y sugieren una posible incorporación a la Federación Rusa, que ha seguido una política de arreglo pacífico.

La pugna entre Rusia y Estados Unidos no termina. Tampoco la guerra separatista en el Dobass. La contienda continúa en pleno desarrollo.

Ojala triunfe la voluntad popular.


[1] El diccionario describe al Donbass como una cuenca hullera e industrial de Rusia y Ucrania,

 

*SINE DIE #2, Tercera Serie, 24 de enero 2022

viernes, 21 de enero de 2022

Mi tío Eliseo

Por José Adrián Vitier

De mi tumulto de memorias y olvidos, he decidido entresacar tres momentos, tres vivencias de mi relación con Eliseo Diego. Como se sabe, el tres, la tríada, se usaba antiguamente como recurso para estructurar la narración y favorecer el recuerdo. Empezaré contándoles mi recuerdo más querido de Eliseo.

Un día fui a su casa, y él me narró, inolvidablemente, unos cuentos de Lord Dunsany. Dunsany es uno de esos difuntos, clásicos menores de la letras inglesas, con quienes Eliseo tenía honda amistad. Las historias que escuché esa tarde fueron dos: la primera, sobre unas pequeños dioses llamados Chu Bu y Shemeesh; la segunda, sobre un hombre que hacía instalar en su humilde apartamento de Londres una ventana que abría hacia una ciudad desconocida, una burgo con murallas, torres, y estandartes con dragones dorados. No creo que Lord Dunsany en persona hubiera podido relatar aquellas, sus propias historias, tan maravillosamente como las narraba Eliseo. Cuando me fui de su casa, me llevé prestado un volumen de Dunsany en inglés, donde no aparecían estos relatos; se titulaba Cuentos de un soñador. Aquel mismo día fui al cine Trianon a ver Ran, una película de Akira Kurosawa. Tan embelesado salí de aquella experiencia que no me di cuenta de que había dejado en el cine el libro de Eliseo, en el asiento de al lado. Tan pronto me di cuenta corrí a buscarlo, pero nunca apareció.

Pasaron los días y no encontraba cómo decirle a mi tío lo que había pasado. Era una edición vieja pero perfectamente conservada, un ejemplar irremplazable. Haberlo perdido de una forma tan tonta y, además, sin siquiera haberlo leído, me resultaba doblemente imperdonable. Antes de pasar por casa de Eliseo le comenté el asunto fugazmente a mi abuela Fina. Nunca imaginé que ella, sin avisarme, se lo contaría todo a Eliseo antes de que yo hablase con él. El caso es que cuando llamé a la puerta de su apartamento de 21 y G, Eliseo me recibió en inglés, y me hizo hacerle todo el cuento en inglés, como para duplicar la incomodidad que me producía contarle lo que no sabía yo que él ya sabía. Cuando llegué a la parte en que salí del cine Trianon, Eliseo me interrumpió diciendo: “And then you realized that you had lost my book, didn’t you?” Yo asentí, y entonces se hizo un silencio que a mi me pareció inacabable y deseé que la tierra, o el suelo de granito blanco, allí mismo me tragara. Pero al cabo Eliseo me dijo, pausadamente, estas palabras que llevo grabadas para siempre:“It’s my royal will… to keep lending you my books… Till you lose them all”. 

Masculló tres o cuatro improperios, en español, y acto seguido procedió a prestarme un segundo libro de Lord Dunsany, titulado The Book of Wonder, donde figuraban los dos cuentos que él me había relatado. Aquello fue un alivio inmenso. Una sensación tan bienhechora que perdura en mí hasta hoy, y me ha inspirado en general a ser generoso con mis libros. Años más tarde, cuando trabajaba en la revista La Isla Infinita, escribí con un amigo un guion a partir de textos de Dunsany, y montamos una pieza teatral titulada Los dioses de Pegana.

Mi segundo tesoro es una carta. Una vez le dejé a Eliseo un manuscrito de la novela que yo había intentado hacer estando en el preuniversitario. Y él me escribió esta carta, que contiene algo sobre la lúcida noción que tenía Eliseo del Otro, el oyente, espectador o lector, que ha de recibir y re-crear la obra de arte, y esto no solo resultó muy útil para mí, sino que me parece importante para cualquiera que incursione en algún campo de la creación artística:

***

La Habana, 24 de diciembre de 1991.

José Adrián Muy Querido:

Muchas cosas quisiera decirte mi cariño, que te faciliten el camino ya escogido por ti; pero el cariño es vehemente y por tanto un poco torpe, y quizás me enrede en él, y a ti conmigo. Vamos a probar, de todos modos.

Se te ha concedido el privilegio de una imaginación tan rica como veloz: es natural que te deslumbre el vertiginoso nacimiento de tus imágenes, brotando unas de otras en embriagadora sucesión. Disfruta cuanto puedas de tu fuerza.

Pero no olvides que esa misteriosa identidad que llamamos Poesía –como dice tu sapientísima abuela Doña Fina– es al fin de todo “un acto de amor”: Todo acto creador —poema, cuento, novela, sinfonía, cuadro— es un acto de creación “a dos”: el que crea y el que re-crea, ese Otro fabuloso a quien, por amor, necesitamos comunicar lo que hemos entrevisto. Si no fuese así, ¿para qué escribir, pintar, componer?

Es necesario, entonces, cuidar del Otro como de nosotros mismos. Citando otra vez a tu abuela, crear “implica un sacrificio”: Si le damos demasiado, abrumamos al Otro y quedará inerme; si le damos de menos, nada podrá hacer. Cada poema, cada obra, debe tener varios significados legítimos para que cada otro pueda hacer lo suyo. Es un equilibrio bien difícil, y sin duda doloroso.

Hace muchos años, escribí unos versos que titulé “Tesoros”, y es una simple enumeración de cosas. Pero al final, luego de un espacio en blanco, había puesto una línea que a mí parecer lo resumía todo y cerraba admirablemente la cosa. ¡Cómo me gustaba aquella línea! Pero tu abuelo Cintio, tan cortés como penetrante y severo, me dijo: “Por qué no la quitas. Lo echa a perder todo”. Gracias a Dios, tuve la humildad y buen sentido de seguir su consejo. Así, son dos los autores de “Tesoros”: Cintio y el pobre yo de mí.

Ya ves, José Adrián, fue un sacrificio doloroso, pero necesario. El camino que te ha escogido es de luz, pero no está sembrado de margaritas, ciertamente. Adéntrate en él, con júbilo y coraje. Ya hablaremos.

Con todo cariño de tu Tío Abuelo

Eliseo

***

Lamentaría dar la impresión de que con este testimonio sólo pretendo jactarme de la complicidad y cariño que pude despertar en Eliseo. El hecho es que este regalo inefable tiene un alto precio, y es la sensación de que al morir Eliseo desapareció una buena parte del encanto del mundo. Estoy seguro de que quienes lo tuvimos muy cerca hemos sentido eso. Y el tiempo transcurrido hasta ahora no ha hecho más que reafirmar aquel soplo de pánico inicial. Sus libros nos consuelan no poco, pero a pesar de la suprema calidad de todo lo que escribió, el Eliseo que extrañamos desgarradoramente para siempre, no está en sus libros. Como tampoco están, en sus respectivas obras, sus hijos Rapi Diego y Lichi (Eliseo Alberto Diego), que fueron también grandes artistas. Pues de todos ellos puede decirse que su encanto encarnaba principalmente en su persona. Y ese encanto no parecía de este mundo, pues lograba transportarnos a esa región donde la alegría y la pena fluyen a la par, y las propias lágrimas son el vino de la bienaventuranza.

Centenario de Eliseo Diego: “Y sin embargo, es necesario hacerlo todo bien”

Y finalmente, quiero compartir un juego, ya que lo primero que viene a mi memoria cuando pienso en mi tío Eliseo son las bromas y los juegos. El diminuto guerrero celta y el legionario, pintados a mano. Los ejércitos de plomo de Prusia, Rusia y Francia. La tarde en que sus hijos y él se jugaron a las cartas los muebles de la casa, y finalmente a Bella, la madre. Todo ese puro regocijo que, como decía, no está en los libros. 

En 1991 comencé a cursar en la Universidad de La Habana la carrera de Lengua y Literatura Inglesa. Al elegir esta carrera, mi objetivo era sumergirme en lo que se llama literatura fantástica, que estaba escrita mayormente en inglés, o al menos tenía yo por entonces esa impresión. No se publicaba mucho de eso en Cuba, pero ahí estaba la biblioteca de Eliseo y de los primos Diego, de la cual ya había probado una muestra, cuando, tirado en un sofá de su casa, comencé a leer La historia interminable y El señor de los anillos, dos de mis lecturas más profundas hasta hoy.

En la carrera, sin embargo, descubrí que no me hacía ninguna gracia que me mandaran a leer, y mucho menos a escribir acerca de algún libro leído a la fuerza. Empleé, por tanto, toda clase de estratagemas para conseguir graduarme leyendo el menor número posible de las obras que figuraban en el currículum. Siempre sentí en Eliseo una gran comprensión hacia mi falta de disposición académica. Mucho tiempo después, pude leer una frase suya que vino a reafirmar esta rebeldía irreductible en lo tocante al placer de la lectura. La cito de memoria: “La idolatría literaria, ver el poema como el destello de pequeño dios al que debemos adorar, es una desdichada impureza. Deberíamos leer con la misma dura inconsciencia con que juegan los niños, haciendo nuestro lo que es sencillamente nuestro”.

Cuando cursaba el tercer año, no tuve más remedio que entregar un ensayo literario a manera de evaluación final; así que lo hice sobre una poeta galesa llamada Rhiannon Farr. Esta autora no era nada conocida en Cuba; de hecho, nuestra profesora ni siquiera había oído hablar de ella. Eran tiempos sin celulares ni Internet; es decir, cuando no sabías algo, no tenías modo inmediato de averiguarlo. Por eso, junto con mi análisis estilístico de Rhiannon Farr, hube de aportar una monografía suya, traducciones mías de algunos poemas de su libro La enrejada casa roja, así como un cuento breve titulado Nadie admira, y finalmente una carta que la propia autora había enviado a Eliseo. En la carta, ella evocaba con nostalgia la vez que coincidió con Eliseo en un eisteddfod, o festival tradicional de poesía galesa, celebrado en las ruinas de un anfiteatro en las afueras de Cardiff en 1989.

No conservo, por desgracia, ninguno de los textos del dossier que presenté junto a mi trabajo de clase. Sólo me queda el vívido recuerdo de cuánto nos divertimos Eliseo y yo inventando a aquella muchacha. El nombre Rhiannon lo sugerí yo, por el personaje homónimo de las leyendas galesas. Y el apellido Farr, lo tomó prestado Eliseo a Tommy Farr, un campeón galés de boxeo de los pesos completos. Ya no puedo estar seguro de si Eliseo estuvo en Cardiff, en aquel festival antiguo. Tiendo a pensar que no. Pero siento que ese dato tiene poca importancia, pues aún puedo ver, evocadas por su voz, las tiendas de aspecto romano, a los integrantes del jurado vestidos con ropajes druídicos, y a la bella Rhiannon Farr, con una hoja emborronada en la mano, adelantándose hasta el cerco de las antorchas.

Tiemblo ahora al recordar la voz de Eliseo hablando de la fugacidad de estas enormes minucias:

entonces nuestras bromas van y se me atragantan,
mirando que algún día tendrá otro que inventárnoslas.

Comprendo, acepto a duras penas, que ese otro soy yo, finalmente, y alguno más. Somos nosotros. Y ahora, ¿qué vamos a hacer?

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Fuente: https://oncubanews.com/cultura/mi-tio-eliseo/

lunes, 17 de enero de 2022

Innovar en las finanzas. Tarea urgente

Por Joaquín Benavides Rodríguez

  

El Presidente Díaz Canel, en la última reunión del año del Consejo de Ministros, el 30 de diciembre del 2021, expresó: ¨ Hace falta proponer soluciones, implementarlas y evaluar qué resultados nos dan, para rectificar lo que haya que rectificar y avanzar… Hay que dinamizar procesos, arriesgarse, proponer, implementar…¨

 

Enumerare las que considero las más urgentes acciones que deben ser instrumentadas principalmente por el Banco Central de Cuba y el Ministerio de Economía. Tienen facultades legales para eso y el Presidente ha indicado ¨dinamizar procesos, arriesgarse, proponer, implementar¨. Hoy tenemos una especie de caos financiero en el País, con consecuencias muy negativas en la actividad productiva, comercial y también con la inflación.

 

1.     Situar el peso cubano, CUP, en el centro del sistema financiero del País. Para ello es imprescindible contar con una tasa de cambio oficial que refleje su valor real frente a las monedas internacionales. La burocracia ha realizado intentos, sin que la Ley la autorice, de introducir nuevamente el CL, como asignación centralizada de divisa a determinadas empresas, pero no es una solución real, pues al carecer de liquidez la balanza de pagos, cae en el ¨corralito financiero¨. Solo la tasa oficial de cambio para la moneda nacional el CUP, que emita diariamente el Banco Central debe ser quien establezca el valor real de nuestra moneda frente a las transacciones internacionales de todas las empresas y actores que operan en la economía. No debe seguir siendo el mercado informal quien fije el valor del Peso cubano. No temerle más a la devaluación oficial. La moneda, el CUP, esta devaluada objetivamente aunque la autoridad monetaria insiste en no reconocerlo así. Se debería tratar de aprovechar la entrada de divisas que se producirá con el incremento del turismo y eventualmente de las remesas, bancarizandolas lo más posible, sin imposiciones burocráticas que son contraproducentes. Con ello la banca nacional, con las CADECAS, podría competir objetivamente con el mercado informal de divisas y comenzar, en la medida que la economía se recupere, a tomar el control efectivo del mercado de divisas. Solo esto permitiría que al Banco Central de Cuba, junto a otras acciones, también imprescindibles, le sea posible recuperar su papel  rector efectivo de la Política monetaria del país. El mercado informal se acabara, con la grave distorsión que está creando, el día que los bancos comerciales y CADECA, cambien los CUP por USD a una tasa dada, cercana pero más ventajosa que la del mercado informal. Imprescindible será que una vez que CADECA oferte una tasa de cambio mejor que la del mercado informal no se acaben los USD para vender, pues volverá el mercado informal y recuperara lo que perdió en el primer golpe propinado.


2.     Gestionar activamente que Bancos extranjeros Europeos, Rusos, Chinos, Turcos, de países amigos del Medio oriente, así como Instituciones Financieras no bancarias internacionales, establezcan sucursales en Cuba, en especial en la Zona de Desarrollo del Mariel, con Licencias del Banco Central para que operen como Instituciones financieras No bancarias, que le permitan financiar negocios e importaciones de las empresas cubanas, en especial de las pequeñas y medianas empresas y cooperativas. El Banco Central debería tratar de aprovechar el impacto positivo que sobre la actividad inversionista financiera y bancaria internacional pueda haber causado la reciente Ley sobre las Mipymes y las Cooperativas no agropecuarias para incrementar la gestión a fin de que inversionistas financieros pequeños y medios se sientan atraídos por hacer negocios invirtiendo en las empresas privadas y cooperativas cubanas como  forma práctica, en la actividad agrícola, industrial y comercial del país, con riesgos aceptables para cualquier mediano y pequeño inversionista interesado en situar su capital en un mercado seguro y con posibilidades de crecimiento tanto para el mercado interno como de exportación. Con respecto a esto último seria CLAVE aprobar la variante que las Mipymes puedan tener socios extranjeros no residentes en el país que aporten dinero fresco al negocio sin que sea un préstamo.

 

3.     Lograr  que una o varias Instituciones financieras y/o  bancarias supervisadas por el Banco Central, financien el Mercado mayorista para las empresas privadas, las  cooperativas y los  Trabajadores por cuenta propia, a fin de que adquieran sus insumos en CUP. Ese Mercado mayorista estatal compraría las divisas al Banco Central en CUP a la tasa oficial del día, publicada en CADECA, para importar los insumos con el fin de vender a los clientes no estatales, en CUP.  O sea, si por ejemplo la tasa oficial del día fuera de 70 CUP por dólar, el mercado mayorista estatal le compraría los dólares al banco a esa tasa y con ellos pagaría sus importaciones  de insumos financiados. Y le vendería los insumos a los actores no estatales en CUP, a precios oficiales no inflacionarios que contemplen solo los costos financieros de las operaciones, más una utilidad normada por el Ministerio de Finanzas. 

 

4.     Las tiendas en dólares son imprescindibles en esta etapa, pero se les debería limitar en su número y solo con carácter minorista, aunque sin tratar de administrar a los clientes. Si una familia quiere comprar para el mes y paga por ello se le debería  vender sin restricción. Ningún timbiriche ni quiosco debería tener licencia para vender en dólares. Deberían ser las grandes tiendas, con las mejores condiciones posibles, incluso de almacenes propios, bien abastecidas y convenientemente distribuidas territorialmente; que no haya por ejemplo que trasladarse del Cotorro hacia el Vedado o Miramar para adquirir un refrigerador, una lavadora o un costoso equipo de televisión, o recorrer media Habana para comprar unas libras de queso gouda.

   Al mismo tiempo, y SIN DEMORA, se debería facilitar el desarrollo del comercio minorista estatal, privado y cooperativo en moneda nacional, CUP, siempre que sea posible en establecimientos con un mínimo de condiciones, tratando de ubicarlos por barrios; y  con el mismo principio financiero que en el comercio mayorista para las Mipymes y Cooperativas; o sea, venta a la población en pesos, CUP, compra a las mayoristas en CUP y las mayoristas, para importar, si fuera necesario, compra de dólares al banco a la tasa de cambio del día, para el pago a los proveedores o financistas. Digo si fuera necesario, porque las mayoristas pudieran y debieran organizar la compra de productos de calidad a las mipymes y cooperativas en CUP. Con el producto de esa venta, las mipymes pudieran adquirir nuevos insumos en sus mayoristas y si requirieran importar, pueden comprar los dólares en el banco, a la tasa de cambio del día.

 

5.     Hay que tratar de impedir a toda costa que la economía se dolarice. En mi opinión en los años 90 ocurrió, entre otras circunstancias, porque no había una tasa de cambio que reflejara el valor internacional del peso cubano. El CUC nunca fue el Peso cubano, y no podía serlo; los obreros y demás trabajadores no cobraban sus salarios, ni podían cobrarlos en CUC. Después vino la errónea decisión, según mi opinión también, de establecer la tasa de 1 peso igual a un dólar y eso lo complico todo, y demoramos casi  quince años  en resolverlo. El mérito histórico que habrá que reconocerle en su momento a la tarea Ordenamiento será precisamente intentar crear las condiciones para poder establecer una tasa de cambio que refleje el valor de nuestra moneda. Pero la que se fijó de 24 CUP por dólar evidentemente surgió sobreevaluada. Sería un error gravísimo dejar pasar el tiempo y que una economía tan abierta como la cubana continúe careciendo de una tasa de cambio oficial sin que el Banco Central, de acuerdo a sus atribuciones, sea capaz de fijarla diariamente para que todos los actores que ya operan en la economía puedan relacionarse y medirse con la economía del mundo con el mismo rasero. Hoy ese precio, el de nuestra moneda, lo está imponiendo el mercado informal en dólares y la responsabilidad de la dirección de la economía y del Banco Central es acabar de resolver el problema.

 

6.      También sería un error. en mi opinión, continuar estableciendo relaciones comerciales directas en dólares entre las entidades establecidas en la Zona Especial de Mariel y las empresas ubicadas en el resto del territorio del País. Si bien efectivamente vender un producto a una empresa establecida en la Zona del Mariel, esta debe pagarla en divisas, dicha empresa debe pagar en dólares a través de un banco, que multiplica el valor pagado en dólares por la tasa oficial del día del pago y transfiere el dinero total en pesos cubanos, CUP, a la cuenta de la empresa cubana productora. Si posteriormente la empresa productora cubana quiere importar, compraría las divisas a la tasa oficial del día e importaría según las reglas establecidas para hacerlo. No hay que hacer deducciones de por cientos para la empresa, el banco debería ingresar todos los dólares y la empresa productora recibiría en CUP todo el dinero correspondiente por haber exportado. Así, en mi opinión debería ser en todos los casos. El Banco Central, por sus mecanismos internos que incluye a los bancos de su sistema, siempre debe tener reservas suficientes para darle respuesta a las empresas estatales, cooperativas o privadas que siendo sus clientes, son además exportadoras efectivas. Internamente los bancos comerciales en cualquier parte del mundo, y aquí debería ser igual, conocen cuales son las empresas que son realmente exportadoras y a las que no debe faltarle divisas para poder adquirir sus insumos para exportar. Pero esos insumos los debe adquirir comprando las divisas a la tasa de cambio del día. Y la responsabilidad del Banco Central de cualquier país, más en el caso de uno con una economía tan abierta como el nuestro, es crear un sistema financiero capaz de tener reservas en divisas suficientes para ¨blindar¨ sus programas de desarrollo a largo plazo. Cuando un país como el nuestro no tiene quien le financie externamente su desarrollo, tiene que ser capaz de crear sus propias reservas y administrarlas bien. No tiene otra alternativa para conservar la independencia en sus decisiones, incluidas las políticas.

    Nos hemos acostumbrado a evaluar las funciones de nuestro Banco principalmente por el servicio que brindan a la población, que es importante, pero en mi modesta opinión no es la principal función ni el papel que le corresponde en una economía tan agredida financieramente desde el exterior como la nuestra,  a nuestro Banco Central y a sus bancos comerciales. Gestionar y facilitar que el País y su economía puedan disponer de las divisas necesarias, a pesar de las agresiones de la Reserva Federal del imperio, utilizando todas las posibilidades que le brinde crear alianzas con las organizaciones bancarias y financieras del mundo quizás debía ser su tarea principal. En este importantísimo aspecto debería radicar el esfuerzo de innovación de nuestra banca.

 

7.     Empresas de Seguros. Sería necesario que el Gobierno apruebe crear Empresas de Seguros capaces de dar garantías a las entidades financieras extranjeras que se establezcan en el País, en especial en la Zona del Mariel, para financiar mediante créditos a las Mipymes y Cooperativas para adquirir maquinaria, materias primas e insumos para producciones principalmente exportables o que sustituyen importaciones, y  cuyos activos fijos seguramente sean inembargables internacionalmente, pero que aseguradas por una Empresa de Seguros debidamente establecida que le sea posible reasegurarse con una empresa de seguros reconocida internacionalmente facilitaría enormemente financiamientos para proyectos productivos de empresas privadas y cooperativas.

 

8.     Letras de cambio. El tema es muy técnico y no considero adecuado extenderme en una explicación de lo que son los papeles comerciales y en especial las Letras de cambio, ni de las reglas de su funcionamiento, pero quisiera enfatizar  que son utilizadas universalmente como un mecanismo eficiente como garantía de pago de financiamientos de operaciones comerciales. Estuvieron vigentes desde mediados de los años 90 hasta la primera década del 2000 aproximadamente. Se utilizaron para operaciones comerciales financiadas en CUC. El Banco Central debería promover su restablecimiento a través de un instrumento legal que por lo menos sea un Decreto.  Las Letras de cambio facilitan el crédito comercial para expandir la producción.

 

9.     Priorizar las transferencias bancarias de pago a los proveedores extranjeros. Desde los años 90 hay una importante cantidad de proveedores extranjeros de poco capital, que generalmente requieren financiamiento de un banco o financiera para vender a Cuba. En medio de todas las dificultades creadas por el Bloqueo financiero, que les ha supuesto, sobre todo desde el 2017, además de cierres de cuentas y cambio de bancos, crecientes dificultades para cobrar sus deudas a las importadoras cubanas, que en no pocos casos acumulan dos o tres años ; ahora se encuentran con la dificultad adicional y muy grave, de que el banco no les pueda transferir el dinero pagado en dólares por las importadoras y que son apresadas en un nuevo ¨corralito¨, a causa de que la prohibición para Cuba de poder transferir en dólares, dado que ningún banco del sistema de SWIFT controlado por la Secretaria del tesoro y la Reserva federal de Estados Unidos, admite transferencias bancarias relacionadas con Cuba; ha obligado a los proveedores a comprar Euros u otra moneda extranjera para realizar las transferencias. Como el banco no se las tramita de inmediato,  comienzan a acumularse demoras con la consecuente afectación para proveedores y financistas que según parece, varios comienzan a manifestar que no están dispuestos a continuar suministrando, con las consecuencias, que de continuar sin alguna solución, pueden ser graves. El problema es objetivo y no tiene solución para el país en su conjunto en el corto plazo. Pero los que deciden casi diariamente en el ministerio de economía y el banco central las transferencias hacia el exterior debieran tener en cuenta entre las prioridades, que los pagos que han efectuado las importadoras les llegue lo más pronto posible a los proveedores para que desoigan lo que les están diciendo por muchas vías nuestros enemigos y se decidan a continuar embarcando mercancías hacia Cuba, por encima de las dificultades. Aquí la innovación se traduce en actuar con inteligencia y cumplir prioritariamente con quien  apoya al país en tan compleja situación. 

 

 16/01/2022