viernes, 26 de julio de 2024

Trabajo de Marta Valdés no se repite, sorprende y es impredecible: Rita Abreu

Por Jorge Caballero

 

Ciudad de México. La locutora mexicana Rita Abreu conoció a la compositora cubana Marta Valdés en el estudio de Radio UNAM en 1987, recuerda cómo era el sitio donde Valdés sacó su guitarra y comenzó a tocarla, la locutora rememora una sensación muy bonita, pensé que era porque estaba demasiado cerca. Me cautivó porque sólo éramos nosotras y el operador, nadie más. La guitarra y su voz comenzaron a llenar todo. Me obligó a concentrarme absolutamente en el movimiento de sus manos y en su voz, me impresionó. Después comencé a asimilar la magnitud que tenía como compositora.


En el trascurrir de los años Abreu siguió la carrera de la compositora, el resultado fue el libro Es letra y se canta. Veintiséis canciones de Marta Valdés, que presenta hoy en el teatro bar El Vicio en la velada titulada Cuba te canta, donde habrá varios números.

La presentación del ejemplar iniciará con las palabras de la autora y el comentario introductorio escrito por Tanius Karam. La velada proseguirá a la manera de un club de jazz habanero de los años 50, “recrearemos la atmósfera de intimidad en la que la palabra, el piano, la guitarra y las voces darán forma a una noche de encuentros y buenos augurios tan necesarios en estos tiempos. Con la participación de Argelia Fragoso y el actor, cantante y compositor, Jorge Hernández, quienes interpretarán las canciones de Marta Valdés.

Potente poética

En la entrevista con La Jornada, la locutora mexicana nos cuenta el recorrido para confeccionar el volumen. Lo primero que informó fue que al principio no tenía ningún entusiasmo por Marta Valdés: no tenía ni en cuenta que el filing estaba más enfocada en la trova, la nueva canción latinoamericana y Olga Gillot. Pero cuando nos metimos en el coche, me di cuenta de que desconocía todo de esa mujer que me había tocado profundamente con su canto. Era cordial, la fui aquilatando conforme pasaron los años, incluso la perdí por algún tiempo, pero nos volvimos a reconectar en 2020 y volví a escuchar sus canciones. Ella ya tenía 86 años, y fue un redescubrimiento de su obra, indagué qué había pasado con su trabajo y volví a enamorarme de su música. Además pienso que ella se encontraba en un momento donde estaba renaciendo como compositora.

En esta reconexión Rita Abreu volvió a maravillarse y descubrió la potente poética de sus letras y que su música está más allá de lo convencional. Marta me mostró un montón de sus canciones y ninguna se parece a la otra, me di cuenta de que hacía un trabajo arduo. No se repite, sorprende, es impredecible y eso se nota instintivamente.

Estilo propio

Abreu precisó: “Marta Valdés, creó una arquitectura singular de hacer canciones que comenzó en 1955 con su bolero Palabras. Sin duda, la autora abrevó en el bolero filing de Portillo de la Luz y José Antonio Méndez y construyó un estilo propio que rompió los moldes anteriores. En su poética nos presenta el tema amoroso desde el ángulo femenino, sin culpas ni pecados. Pero no sólo se queda en eso, con casi 60 años de trayectoria musical está más vigente que nunca”.

A consideración de Abreu, la compositora cubana actualmente sigue presente, las nuevas generaciones de músicos han volteado a revisar su obra desde hace unos 15 años han grabado sus nuevos temas como Silvia Pérez Cruz y Haydée Milanés, no se quedó sólo con sus intérpretes de antaño. Por eso sigue vigente y activa. Porque si hablamos de música cubana no podemos dejar fuera a Marta Valdés.

El encanto de las canciones de Marta Valdés, a consideración de nuestra entrevistada, está: todos los que han rencontrado su música lo hacen con un halo de respeto y reconocimiento, se topan con una gran compositora.

Las 26 canciones de las que se encarga Rita Abreu en su libro fueron seleccionadas de una cuarentena que le envió Marta Valdés: las elegí por la fascinación y disfrute que me causaban, me dejé ir subjetivamente. Al principio no sabíamos qué iba a pasar con las canciones, sólo pensé que 40 eran muchas para incluirlas, o sea que elegí las 26 que más me gustan y las ordené cronológicamente. Es como un viaje en tren que va pasando por estaciones y cada una corresponde a un tiempo y a una forma, lo que quiso romper o lo que descubrió con cierta canción.

A cada una de las letras de las canciones contenidas en el ejemplar le precede una reflexión de Rita Abreu: “así como los músicos se ponen a juguetear con las notas, yo me puse a escribir lo que me provocaba cada una de las canciones y lo que salió fue Es letra y se canta”.

Cuba te canta incluirá los temas: Sin ir más lejosLloraHacia dóndeNo hagas casoPalabras, entre otras. Y de otros autores: Hoy como ayerCapullito de AlelíContigo en la distanciaDelirioTodo y nada, y más. La cita es en punto de las 21 horas en El Vicio, Madrid 13, Coyoacán.

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https://www.jornada.com.mx/noticia/2024/07/26/espectaculos/trabajo-de-martha-valdes-no-se-repite-sorprende-y-es-impredecible-rita-abreu-3477

miércoles, 24 de julio de 2024

Solo así

Últimamente algunos medios reproducen opiniones sobre la realidad cubana que he expresado en mi blog “Segunda cita” y se aventuran a insinuar que estoy cambiando de principios. Pura manipulación. Los que han seguido el curso de mi trabajo, los que han leído mi blog –y sobre todo los que me conocen– saben que siempre he cantado y dicho lo que pienso.

 

La única canción que una vez califiqué de incómoda es “Cuando digo futuro”, aun cuando la hice a pedido, para el cine. Y no es que me arrepienta de lo dicho sino porque vivo en un futuro muy distinto al que invitaba entonces. La frase sobre “Pequeña serenata diurna” que recientemente citó la AP en una entrevista, fue sacada de contexto y fue omitida la aclaración que a propósito hice. Tengo la grabación que lo demuestra.

 

Los contrarios al proceso político que se ha dado en llamar Revolución Cubana dicen que estoy cambiando, como si fuera posible arrepentirme de mi vida.

 

Mi común pero inequívoca existencia refuta lo falso de esas afirmaciones. Porque la revolución no la leí ni me la enseñaron otros. La viví desde niño, cuando todos en mi calle sabíamos que en la panadería vendían bonos del 26 de julio y si veíamos venir a un policía íbamos a avisar al panadero. En nuestros juegos con soldaditos de goma, los buenos eran siempre los rebeldes y los malos los casquitos del gobierno. Después del triunfo inauguramos las Patrullas Juveniles, fuimos alfabetizadores y cuando Girón inventamos las milicias estudiantiles. También fuimos los primeros llamados al servicio militar, en 1964.

 

Nunca fui militante porque me cuesta acatar sin discusión lo que se les ocurre a otros, pero cuando estoy de acuerdo ni el miedo a la muerte me ha podido apartar de lo que considero deber. Mis dos recorridos por Angola, en 1976, lo demuestran.

 

Integré la Asamblea Nacional no porque lo pidiera. En Buenos Aires leí que me estaban proponiendo en asambleas municipales y pensé que era un error periodístico. Cuando llegué a Cuba y me preguntaron dije que no tenía vocación de político y que por favor me quitaran. Se había acabado de deshacer la URSS, el país había perdido el 80% de su comercio exterior y Fidel decía que la Asamblea tenía que ampliarse y ser sabia. Aquello fue excusa para incluir a gente que había estado cuestionada, como yo. Y me di cuenta de que en la situación que estábamos hubiera sido una cobardía continuar negándome.

 

A mis 60 años cumplí 3 períodos asamblearios y pedí mi baja, así como también mi jubilación laboral, porque nunca soporté la burocracia. Después, lo primero que hice fue una larga gira por las prisiones, a lo que siguieron 10 años de gira por los barrios más necesitados. La pandemia nos detuvo. En la situación económica posterior considero que seguir crearía más problemas que los que resolvería. 

 

Creo que en los 17 años que llevo jubilado he trabajado tanto o más que antes. Y, como dije hace poco en una entrevista inédita, esencialmente “creo que soy el mismo: justicia social sin igualitarismo, la ciencia como guía y corazón autocrítico”.

 

El Universo no para de moverse. Estar vivo sin evolucionar es absurdo. Ver el mundo y aprender no significa dejar de ser solidario ni abandonar los deseos de justicia social. Sigo trabajando para un mundo más justo, donde en vez de invertir en armas se invierta en oportunidades para todo el que nace. Sigo pensando que el socialismo tiene mejores posibilidades humanas que el capitalismo; pero tendrá que ser un socialismo verdaderamente superior, como tanto se ha dicho y se ha cantado, aunque debamos usar “melladas herramientas” mientras no seamos capaces de una energía mejor.

 

Abajo los dogmas. 

Viva la libertad. 

“Con todos y para el bien de todos”.

 

Solo así siento que honro el sacrificio de mi pueblo.

 

 

Silvio Rodríguez Domínguez

24 de julio de 2024

La Habana, Cuba

martes, 23 de julio de 2024

Una pregunta a Jorge Fuentes: ¿Será posible el abrazo?

"Es una lástima que las autoridades no hayan impulsado el diálogo, pienso que no quieren hacerlo y que están colmados por la idea de que lo que hay que mostrar es fuerza".

Por Esther Barroso

Ha transcurrido poco más de un año de aquella sonada confrontación entre cineastas de la isla y representantes del gobierno y del Partido Comunista de Cuba. Una joven realizadora que estuvo en esa reunión del 19 de junio de 2023 envió hace poco al cineasta Jorge Fuentes, también participante en dicha cita, un mensaje por Facebook diciéndole algo así: “Aún sigo esperando que ocurra ese abrazo que, según usted dijo ese día, necesitábamos todos”. En opinión de Fuentes, aquel encuentro quiso ser un diálogo.

Los cineastas se habían reunido antes, el 15 de junio, en el cine 23 y 12 de la capital cubana, a raíz de un caso de censura de un documental y de otras polémicas y demandas  acumuladas por años sobre la libertad de creación, la producción o la distribución, por ejemplo, la necesidad de una ley de cine para Cuba. En buena medida el encuentro era continuidad de otros similares que ocurrieron entre 2013 y 2016 también entre cineastas de diversas generaciones que llegó a reconocerse con el nombre de G-20.

“Hay que aguardar. Quizás el final ideal que yo esperaba no se produzca”, así se expresó hace un año en Facebook. ¿Cuál es ese final ideal? ¿Es posible dar continuidad al diálogo? ¿Podrán producirse resultados útiles para todas las partes?

Yo creo que la Asamblea, que es muy diversa y donde hay muchas corrientes, debe cuidarse de mantener un fuerte vínculo con la Constitución y la ley, como hasta ahora, y defender la fórmula de la unidad en la diversidad. He pasado muy  buenos momentos con los jóvenes cineastas y el mensaje de la muchacha realmente me conmovió porque tal abrazo sería una manifestación de libertad que, como también he dicho, no es para nosotros sino para los que piensan diferente, un buen comienzo para el debate.

Es una lástima que las autoridades no hayan impulsado el diálogo, pienso que no quieren hacerlo y que están colmados por la idea de que lo que hay que mostrar es fuerza. No quiero inculpar ni justificar a nadie, pero estoy convencido de que los socialistas tenemos poca experiencia de diálogo y mucha experiencia en la compulsión y el discurso de poder. Tampoco la Asamblea ha estado muy dispuesta y ha querido imponer sus puntos de vista sin poner en práctica aquello que pudiéramos llamar la preparación constructiva del diálogo y la creación de condiciones para un encuentro útil. Pienso que nadie quiere ponerse de acuerdo, o no saben, o no pueden. Ha faltado, quizás, la altura intelectual a la que el hecho obliga y se ha perdido una oportunidad de dilucidar viejos problemas: quitarnos de encima el lastre de la censura, que no es sólo política y cuando lo es, se esconde en la sombra del desconocimiento, la incultura y la costumbre rectoral. Al mismo tiempo, saltar obstáculos financieros e industriales son mucho más difíciles en la actual situación. 

Es posible que aprendamos más a partir de esta experiencia, porque la Asamblea existirá mientras existan los problemas que la originaron y mientras no escuchemos criterios, ni propuestas de soluciones, ni incorporemos las inteligencias que en ella se reúnen al trabajo cotidiano y a la creación cinematográfica. Tomará esta forma o la otra, pero ahí estará, hasta que sepamos separar lo que es menor y lo que es asunto. Ojalá pueda verlo.

***

Jorge Fuentes se acerca a los 80 años. Nació en 1945 en La Habana. Ha dedicado su vida al cine, aunque también ha sido periodista, poeta, escritor y combatiente internacionalista. Su primera pieza audiovisual es de 1971, Cuantro poemas a Abel, y la produjo con los Estudios Fímicos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR)donde trabajó 20 años.

En ese corto de 7 minutos, un jovensísimo Pablo Milanés pasea en un quitrín y se detiene en calles y lugares públicos de La Habana mientras canta poemas de Pablo Armando Fernández, tomados de su Libro de los héroes y musicalizados por el trovador. “No sabía que estaba haciendo un videoclip. Pude realizar esa y otras películas de contenidos no estrictamente militares, gracias al surgimiento de la Asociación Patriótica Militar que propició la ampliación de los temas  en la Fílmica de las FAR”.

Más conocido por las series de TV La Gran Rebelión (1982) y  Cabinda (1988), Fuentes ha desarrollado además una larga carrera como profesor en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, en la  Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual, el Instituto Superior de Arte, y en varias universidades y escuelas de cine de EE.UU., Europa y  América Latina y el Caribe, particularmente en  Bolivia, país al que considera su “segunda patria”.

Probablemente esa mezcla de cineasta, poeta y educador hicieron de su intervención durante el encuentro en el cine Chaplin en 2023 uno de los  momentos de mayor lucidez. “Fueron fuertes y honestas sus palabras”, me contó horas después de la cita una editora de 30 años. Y ahora, en una de estas lluviosas tardes entre junio y julio de 2024 Fuentes me convoca a releer su propia versión de aquellas reflexiones, posteadas de inmediato por él mismo en Facebook: 

 “(…) dije en la memorable asamblea del cine Chaplin que a mí lo que realmente me preocupaba era el socialismo. Porque creo que la gran prueba del socialismo, desde que se convirtió en algo concreto en 1917 y aún antes, cuando todavía era un embrión teórico, es el asunto de la democracia, convertirse en un régimen de derecho. No cederle al capitalismo lo que le pertenece. No me canso de repetir que el socialismo está más necesitado de la democracia que el capitalismo y que este último, incluso, puede prescindir de ella y lo ha hecho incontables veces. Si el socialismo no asume las libertades democráticas como principio inviolable y se convierte en una sociedad de derecho, inalienable e indiscutible, apoyada en el consenso y no en la compulsión, sea esta moral o no, será cada vez menos sostenible (…) Dije también  que en un país donde es difícil el desayuno, el almuerzo, la comida y una aspirina en la farmacia, es complicado hablar de libertades. Los países que más se han acercado a la libertad plena, se apoyan en la abundancia. Pero tengo la certeza de que nuestro país no puede esperar por la abundancia, para alcanzar toda la libertad, incluso aquella que llaman formal. Nadie debe olvidar que esta revolución se hizo por la libertad y ello nos obliga a luchar contra todo lo que se le oponga. Los revolucionarios podemos sentirnos libres, pero la libertad no es para nosotros, sino para los que piensan diferente (…)”.

Uno que pensaba diferente en su época fue Justo Fuentes Clavel, el padre de Jorge. En abril de 1949, a la salida de la emisora COCO donde dirigía el programa La voz de la FEU, lo acribillaron a balazos por órdenes del político y gánster Rolando Masferrer, quien llegó a ser uno de los sicarios de Batista. Justo Fuentes murió dos días después. Hay una foto del joven de 26 años mortalmente herido arropado por su amigo Fidel Castro, ya en el  hospital. Era el vicepresidente de la Federación de Estudiantes Universitarios, estaba a punto de graduarse de Estomatología y ya se le consideraba como uno de los fundadores del movimiento musical conocido como feeling. 

Pero no es de su padre la guitarra que ocupa un espacio significativo en la pequeña sala del cineasta. Tampoco es Jorge quien la toca. El instrumento viajó desde Nueva York a La Habana en 2013 y es uno de los pocos objetos que conserva de su madre, quien emigró a esa ciudad en 1953. Rosalba Cruz cantaba boleros, pero no vivió de la música, sino de la costura en factorías neoyorkinas. Después de 1959 Jorge Fuentes y su madre también pensaban diferente en temas políticos, pero nunca faltó el abrazo entre ellos.

La familia de mi madre pasó mucha hambre en La Habana, vivían 15 o 16 en un cuarto, dormían encima de las tablas de planchar y  ella se quedó huérfana desde niña. Se fue a Nueva York a buscar trabajo, y me dejó al cuidado de mi abuela paterna. Venía todos los años, estaba un mes y se iba. Para ella no tenía sentido incluirme en esa aventura, pues aquí yo estaba bien con mi abuela que tenía un taller de costura y me garantizaba una buena educación. Mi madre apenas podía enviar dinero desde EE.UU. En 1959 vino y pensó quedarse, pero tampoco encontró trabajo. No la volví a ver hasta 1979 y de ahí en adelante regresó muchas veces de visita a Cuba. En una ocasión me pidió que le explicara cómo funcionaba la libreta de abastecimiento. Cuando le conté lo que en aquellos años se le garantizaba a la población y los precios de esos productos, me dijo: ‘esto no se cae nunca’”.

”Era preciosa mi mamá y esa separación nunca me afectó emocionalmente. En 2013 traje sus cenizas y están en la tumba familiar en el cementerio de Colón junto con mi abuela y mi papá, a donde iré yo también. De mi padre conservo dos vagos recuerdos de cosas cotidianas. No tengo ninguna foto con él. Era un hombre muy querido y simpático, de muchos amigos. Su entierro fue una manifestación extraordinaria. Siempre digo que me enseñó más muerto que vivo. Me dejó la sensación de que yo tenía que hacer lo que esos muertos no pudieron hacer.”

Muy cerca de la guitarra hay una foto en blanco y negro suficientemente grande como para ser una de las primeras cosas que cualquiera divisa cuando entra al apartamento. Fue tomada en Kahama, Angola, en 1976: él tiene 30 años, está vestido como soldado, carga a un bebé que le agarra la chapa de identificación y unos collares africanos no religiosos. A su lado hay una muchacha con los atuendos de la etnia muimuila, en un segundo plano está el padre de la mujer y otro hombre, quizás otro soldado cubano. Ella es doncella, así lo corroboran los aros que lleva alrededor de la cintura, y el niño es su sobrino. 

”No sé si fuimos exactamente corresponsales de guerra. Viajábamos con las tropas. Nos daban uniforme y un arma, así que no éramos solo artistas. Si se presentaba una situación había que defenderse y combatir. Mucho antes de eso yo había hecho el Servicio Militar en la Isla de Pinos, estuve 26 meses. En 1971 vine para La Habana y, todavía como recluta, me situaron en la Dirección Política de las FAR para hacer periodismo. Luego me propusieron que si me quería quedar tenía que hacerlo como militar y dije que no me gustaba la vida militar”. 

¿Cómo alguien que no quería ser militar llega a convertirse en un cineasta que retrata esa vida  durante más de 20 años? ¿Qué saldo artístico y humano le dejó esa etapa?

Había tenido muchos ‘problemas ideológicos’ en la universidad y decidí dejarla.  Cuando me llamaron al Servicio Militar trabajaba como periodista con Julio Batista en Radio Rebelde, con quien aprendí el arte de la radio, pero también de cine. Con él asistí muchas veces al estudio de sonido del ICAIC, en el Paseo del Prado, donde él le ponía voz al noticiero del gran cineasta Santiago Álvarez, el hombre que convirtió el panfleto audiovisual en arte. Ya tenía 24 años, estaba casado y mi abuela dependía de mí, pero me dijeron ‘tienes que ir de todas maneras’, tres años. Esa fue una etapa muy dura de mi vida. 

Cuando terminé el Servicio, dije: ‘me quedo en la Fílmica’. No era un asunto de que me gustara o no. Yo me sentía protegido allí. Conocí compañeros entrañables que siguen siendo mis amigos de hoy. Y ellos me decían: ‘¿cómo te vas a ir?’. Y eso me obligó a quedarme. Empecé a recuperar cosas, me sentí una persona útil a la Revolución allí y ya se me revelaba que podía convertirme en un cineasta. Por otro lado, había excelentes condiciones para trabajar, teníamos los mejores equipos, de la misma calidad tecnológica que los del ICAIC, excelentes laboratorios también.  Un realizador audiovisual que dirigió documentales aquí y ahora vive fuera de Cuba y es muy crítico, hace poco en una publicación reconocía que en aquellos años al ICAIC era difícil acceder y en cambio, la Fílmica, de los militares, era un lugar donde había apertura para la creación artística. Hubo años en que nuestras obras arrasaban con los premios nacionales, recuerdo cuando la película El encanto del regreso (1991), de Oscar Alcalde, ganó el Caracol de ficción, un largometraje que nunca se ha visto, tuvo una sola exhibición.

¿Cómo lidió con los problemas ideológicos de la universidad?

Yo tenía una formación política y dentro de eso estaba saber que quien combate tiene la posibilidad de caer herido, incluso yo no consideraba mucho a aquellos que no tenían cicatrices. Para mí eso formaba parte de un proceso y fue lo que me hizo levantarme y seguir y ser militante del Partido como lo fui después. Además, pensaba que, entre la universidad y la vida, elegía la vida. Era otra época, yo estaba interesado en ir a misiones, a guerrillas, tenía eso en la cabeza. Años después me gradué.

En 2024 se cumplen 4 décadas de la versión cinematográfica de La Gran Rebelión, que en 1982 se estrenó como serie audiovisual. ¿Considera esa su obra más relevante? ¿Qué relación guarda con ella?

Quiero pensar y lo hago siempre, que mi obra más relevante es la que voy a hacer, pero La gran rebelión tiene el significado de que fue mi ópera prima. Una película en la que escribí el argumento, buena parte del guión, dirigí y produje, también hice pequeñas actuaciones. Fue un proyecto que cambió a La Fílmica y fue la gran escuela de todos nosotros. Después de trabajar en esa serie, muchos encontraron su camino en la cinematografía. Cientos de personas integraron el equipo técnico en las diferentes etapas y actuaron miles de personas en escenas como las de la explosión de la Coubre o la Plaza de la Revolución, donde no sabíamos por dónde empezar. Tuve como Director asistente a Danilo Lejardi, un hermano que aguantó mi neurosis y que años más tarde hizo esa gran serie que se llama La Botija

Muchos problemas e incomprensiones rodearon a la serie, antes, durante y después de realizada, pero no vale la pena mencionarlos. Sin embargo, sí vale decir que para todos se hizo evidente que había surgido una nueva empresa de cine con artistas y técnicos capaces de competir en el audiovisual nacional. La gran rebelión abrió el camino de la obra cinematográfica que luego hicimos allí gente de varias generaciones. Quiero mencionar a Angel Alderete que fue el Director de fotografía, a Alberto Álvarez que fue el sonidista, a Frank Fernández que hizo la música, el editor Jorge Pérez, los escenógrafos Rafael del Valle y Guillermo Mediavilla, Lázaro Gómez, que produjo los rodajes y Miguel Ginarte que fue mi gran apoyo en la producción.

Hay visiones contrapuestas sobre la colaboración internacionalista de Cuba en África y la presencia militar allí. Hay referencias que las califica de ‘intervenciones militares cubanas’. Para algunos se entrecruzan el orgullo por el acto solidario con el cuestionamiento sobre su utilidad para los cubanos.  Gran parte de África  vive en la pobreza y la desesperanza. Usted presenció y filmó varias de esas contiendas y  conoció el modo de pensar de los africanos. ¿Cómo valora desde el presente aquella epopeya? ¿Cuánto le duele África? 

Quería probarme a mí mismo, y hubiera ido a África de corresponsal de guerra o de barrendero. Arrepentidos siempre va a haber. Cuando yo fui a Angola, era un país pobre y hoy es un país rico, pero no lo hubiera sido si se hubiera balcanizado. La pobreza se ha reducido como resultado de una unidad de acción. Ya ese no es el país que conocimos. Y Cuba colaboró con eso. El apartheid no hubiera cedido si los cubanos no hubieran estado allí, eso no lo digo yo, ni Fidel, lo reconoció Mandela.

Hoy vivimos en un mundo donde la mentira ha adquirido categoría filosófica y existe la práctica sistemática y perversa de la deslegitimación, la burla y el desconocimiento histórico. Hay versiones cinematográficas, literarias y especialmente históricas que no reconocen el papel de los soviéticos en la victoria sobre los alemanes en la Segunda Guerra Mundial, ni de los más de 20 millones de muertos del Ejército Rojo y del pueblo. También están los canallas y los pusilánimes, incapaces de dar semejante paso en su vida. Yo soy un veterano de Angola, igual que muchos otros cubanos y me siento muy feliz de haber contribuido a su victoria  y unidad, así como a la caída del apartheid y del racismo en Sudáfrica. Lo mismo siento de mi participación en Guinea Bissau, donde estuve con mis compañeros hasta la Revolución de los Claveles en Portugal y el derrumbe de la ocupación colonialista. 

Todavía canto temas en malenqué, en creole o amárico, porque África sigue en mí como parte de mi espíritu. Nada podrá igualar la impresión terrible que sentimos velando muchas noches a nuestros amigos muertos, pensando que el próximo día podíamos ser nosotros. Uno de mis compañeros, que había tenido un hijo antes de salir de Cuba, me decía que lo único que lamentaba era no volver a ver a Germancito; tan angustiosos fueron algunos días. Hice muchos amigos en África, en aquellos días no pensaba que no iba a volver a verlos. Hoy ya es una certeza. También están los fantasmas de los que filmé o fotografié y luego vi morir. En un poema escribí: ‘vendrán vivos en un caballo de arena’. Ese verso, como sólo lo puede hacer la poesía, desmiente cualquier infamia.

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Con su voz profunda, Jorge Fuentes narra la historia de Evo Morales en su documental Volveré y seré millones (2009). Es probablemente su película más elogiada por la crítica. El equipo de realización acompaña al presidente por buena parte de la geografía boliviana, expone el testimonio de su lucha y la de su pueblo para lograr que se convirtiera en el primer mandatario indígena de América Latina y el Caribe. Abundantes archivos apoyan el relato. Y en una de las más impresionantes escenas, un yatiri (sabio en la cultura andina) consultado por el cineasta revela: “nuestro presidente siempre está con problemas y muchos enemigos, incluso quieren hacerlo desaparecer… los indígenas están más poderosos, están engrandeciéndose, tienen buen camino…”.

Fuentes viajó sistemáticamente a Bolivia entre 2004 y 2019 como profesor de la Escuela de Cine y Audiovisual, radicada en La Paz. Durante esta etapa, realizó además Ñancahuazú El Comandante Guevara entró a la muerte, ambos de 2018. Este año ha concluido una nueva versión: Ñancahuazú, la guerrilla del Che en Bolivia. En toda esa etapa los abrazos concretos y metafóricos fueron frecuentes, como el día que sus propios estudiantes lo protegieron de las balas de goma y las bombas lacrimógenas durante una protesta contra el aumento de los precios de la gasolina y el pan, protagonizada por los indígenas de El Alto contra el gobierno de Carlos Mesa Gisbert. Fue la primera vez que escuchó los gritos de “¿Cuándo carajo? Ahora carajo”.

Poco tiempo antes del intercambio para esta entrevista, ha tenido lugar un intento de golpe de estado contra el presidente Luis Arce. ¿Cómo reaccionó ante esa noticia? ¿Aún tiene esperanzas de que esa profecía de Túpac Katari pueda realizarse en Bolivia: “volveré y seré millones”?

Estuve en  Bolivia por primera vez un año antes de que el MAS y Evo Morales ganaran las elecciones. La altura a la que está La Paz, de 3600 metros sobre el nivel del mar y El Alto, donde hay que aterrizar, de 4200, me afectaron mucho por la falta de oxígeno, pero me fui reponiendo. Me convertí en uno más del claustro de la escuela y regresé todos los años. Tuve años de 4 talleres y una clase de 56 alumnos. También me sumé a la idea de hacer una escuela en El Alto, a la que asistieron muchos alumnos indígenas. En 2009 rodé el documental que mencionas, en el que participaron varios de aquellos alumnos, ahora como profesionales y también mi hijo como fotógrafo. Ellos contaban conmigo, con dinero y sin dinero, como dice el corrido mexicano y no los defraudé. Después de rodar el documental sobre el Che, en 2017,  volví a Bolivia para asesorar a Noah Friedman-Rudovsky, un fotoperiodista norteamericano que trabajó varios años con Evo. Un día, después de regresar de un viaje con el presidente por El Chapare, en plenas elecciones, comenzó el golpe de estado, se frustró el proyecto de Noah y tuve que regresar rápidamente a Cuba. 

Después vino la pandemia: la enfermedad y el aislamiento. Pero seguiré yendo a Bolivia, mientras la salud me lo permita, porque los amigos me lo exigen y porque tengo allí muchos hermanos. Este nuevo golpe de estado me ha preocupado mucho, por los amigos y el destino de la gente que ha sufrido tanto. Son muy valientes y están muy dispuestos en sus organizaciones sociales, van a luchar para que continúe la democracia que tanto les ha costado. Pero más me preocupa la división que hay en la izquierda. Pensé que este golpe fallido iba a unirlos, pero no ha sido así.

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Lulú ha merodeado todo el tiempo, nos mira de rato en rato, como buscando algo ¿un abrazo tal vez? No parece temerle a los truenos que nos acosan. Tiene 15 años esta perra sata, legado del hijo del cineasta que ya no vive en Cuba, como tantos hijos e hijas de la generación de Fuentes, de la mía. Lulú es por ahora la única que conoce a fondo el guion de la nueva película del artista y por suerte no puede contarle a nadie, pero yo sé algo: es la historia de un cantante negro que llega a vivir a finales de los años 50 al barrio habanero de Colón —donde nació y creció Jorge Fuentes— y se enrola en la lucha clandestina contra la dictadura batistiana.

Usted ha demostrado estar sumamente interesado y preocupado por los derroteros de la realidad cubana actual, sin embargo ha elegido un tema histórico para su próxima película. ¿Por qué? ¿Podríamos encontrar en ese relato algún guiño a nuestros dilemas actuales como nación?

El cine es histórico, cuenta historias, por supuesto que me refiero al cine narrativo que es el más popular. También hay un cine que utiliza de manera intensa la tropología y los referentes filosóficos. Ambos tipos de películas hacen falta y el desarrollo del lenguaje cinematográfico no hubiera llegado hasta la altura que hoy tiene, sin su existencia. Por histórica que sea una película, si no tiene un significado en el presente, no se realiza en la decisiva y última confrontación: la exhibición al público. El valor de una película histórica está en lo que le ofrezca al presente. Téngase en cuenta que para el espectador que va al cine, el pasado no existe. Cuando una película hace una retrospectiva, el espectador entiende la observación de que la historia ha ido al pasado, pero inmediatamente la ve en presente. 

Permíteme decirte, aunque no caiga bien, que el cine cubano está demasiado politizado y a veces hay más interés en mostrar el contexto que la historia y al espectador no le interesa el conflicto entre montescos y capuletos sino qué le pasa a Romeo y a Julieta. El otro asunto es la persecución de un realismo que se opone a la experimentación y encarece los proyectos. El cine, si es arte, está obligado a ser riesgo. Súmale que pocos, sobre todo los funcionarios, entienden que ficción viene de ficticio y, en el caso del documental, que no es ni la realidad ni la verdad sino sobre todo, un punto de vista que la utiliza. Contra todos esos demonios luchan los artistas del cine; yo también. Veré hasta dónde puedo llegar con esta película.

https://oncubanews.com/cultura/cine/una-pregunta-a-jorge-fuentes-sera-posible-el-abrazo/#google_vignette

domingo, 21 de julio de 2024

Visto lo visto. Hacerse las preguntas correctas.

Por Julio Carranza

Pedirle a una Isla pobre, subdesarrollada, estancada, agredida, aislada, etc que solucione los grandes problemas prácticos y teóricos acumulados por el socialismo histórico es no solo imposible, es además absurdo. 

Eso lo solucionará la historia y el mundo probablemente en un largo periodo de tiempo.
Las condiciones para el socialismo en Cuba peores no pueden ser, país subdesarrollado, sin apenas industria, una agricultura atrasada, etc además solo, aislado en medio de occidente, sin grandes alianza internacionales.

Quiere decir eso que hay que renunciar al socialismo en Cuba, obviamente no!, no hay que renunciar a nada, hasta aquí nos ha traído la historia, pero hay que poner los pies en la tierra, en las realidades y plantearnos claramente, que puede ser el socialismo en este país, en esta difícil época y en eso hay que hacerse y responder muy bien las preguntas necesarias, lo fundamental es mantener la soberanía del país, la justicia social y encontrar una manera de salir del pantano donde han metido la economía. 

La Economía cubana ha perdido su capacidad de crecimiento y por lo tanto se ha convertido en una máquina de generar pobrezas y dificultades de todo tipo, eso hay que solucionarlo y bajarse de fatuidades teóricas, claro que no solo hay que ser prácticos, hay que ser teóricos, pero desterrando la ortodoxia y la “citología”, poner la perspectiva en la historia de este país concreto, repensar el país y su evolución sobretodo desde el Siglo XIX hasta hoy.

Bastante daño que hicieron ya los manuales soviéticos y también una mala y descontextualizada lectura de los pensadores clásicos y los dirigentes del socialismo histórico y como hay de eso todavía, lo vemos con frecuencia, a menudo en los medios masivos de comunicación. Hay que entender que el mundo de hoy no es el mundo de hace 60, ni 50, ni 30 años atrás.

Socialismo sí!, pero sin fatuidades vanas y sin telas de araña, ni permitir que el mundo progresista le exija a Cuba que solucione los problemas teóricos e históricos del socialismo. Creo que por ahí empezó el despegue chino y también vietnamita, se hicieron las preguntas correctas para ellos, como quiera que los pongas y con todos los debates que se puedan y se deban hacer, los dos han dinamizado tremendamente la economía y han sacado a millones de la pobreza, propios de sus años anteriores. Claro que no están bloqueados, que tienen recursos, escalas, etc, por eso tenerlos muy en cuenta no quiere decir copiarlos, obvio.

Ahora les voy a poner mis conclusiones de lo que hemos visto en los últimos días, los informes presentados, etc.

Con la desarticulación del sector azucarero, la crisis del turismo, la crisis demográfica, los desequilibrios incontrolados, la suma de todos los errores, la extendida corrupción en muchos niveles, más la gente mandada a trabajar desde la casa por los problemas energéticos, la infraestructura destruida, la deuda sin pagar y la efectividad mayor del bloqueo, esta economía perdió su capacidad de crecimiento, eso si no es con un cambio radical, articulado e integralmente diseñado es muy difícil de recuperar, esto es imprescindible, más allá de los discursos y eso no se aprecia bien por ningún lado, es la realidad dicha con honestidad y dolor, a pesar de eso hay que seguir insistiendo hasta el último aliento para recuperar un camino de prosperidad socialista para este país, pero muy cubano!

Muchas veces hemos expresado en detalles, para someterlas a debate, nuestras consideraciones y propuestas sobre la reforma integral del modelo económico, recuperar los equilibrios macroeconómicos, buscar formas para bajar la deuda y abrir los créditos, reformar el subsistema de producción agropecuaria, reformar profundamente la empresa estatal, no para que deje de ser pública, sino para que deje de ser ineficiente, integrar todos los mercados y todos los actores económicos en una dinámica única (lo socialista es el sistema, no un tipo de empresa), cambiar el carácter de la planificación burocrática, cambiar las prioridades de la política inversionista, atender la infraestructura, hacer más efectivas las politicas sociales, etc y todo eso con la secuencia adecuada y las urgencias del caso. No se puede dejar de tener en cuenta que existe la probabilidad de que haya que lidiar dentro de poco con una administración norteamericana aún más agresiva. Mejorar las condiciones económicas de la población es esencial para enfrentar ese escenario.

Esa es una vez más mi conclusión breve de todo lo que he visto en estos últimos días sobre la situación actual del país, basado en la información, las estadísticas y las evidencias presentadas.

21 de Julio 2024

Premian investigación sobre ADN aborigen en oriente cubano

El estudio confirmó la presencia en 27 familias del ADN de habitantes de Cuba hace más de 500 años.

La Habana, 18 jul.- La confirmación de la existencia de descendientes de habitantes de la isla hace más de 500 años resalta entre los hallazgos de la investigación Cuba indígena hoy. Sus rostros y ADN, uno de los premios de Ciencias Sociales 2023 de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC).














Convertido en libro, el estudio es fruto del trabajo de un equipo: la doctora Beatriz Marcheco, directora del Centro Nacional de Genética Médica; Alejandro Hartmann, director de la Oficina del Conservador de Baracoa; el doctor Enrique Gómez, del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas; y los fotógrafos Julio Larramendi y Héctor Garrido.

El volumen, publicado por Ediciones Polymita, expone una investigación única en su condición de estudio genómico combinado con la indagación de la realidad social de los individuos participantes, que integran familias con fenotipos semejantes al de los aborígenes cubanos.

Estudio novedoso

La integración de ciencia y arte, mediante la fotografía científica, le confiere al estudio peculiaridades importantes, así como un aporte a la sistematización del conocimiento histórico y de investigaciones antropológicas precedentes integradas en el texto, destaca una publicación del sitio del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.

“Es novedosa la caracterización socioeconómica de las comunidades donde residen los participantes en el estudio, que evidencia la persistencia de desventajas sociales en estos grupos que fueron históricamente marginados”, indica la fuente.

Es decir, se exponen las características de 27 familias residentes en áreas ubicadas en nueve municipios pertenecientes a las provincias de Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, la región más oriental del país.

De acuerdo con la ACC, para la selección de la muestra sirvieron de orientación la reconstrucción del árbol genealógico y la historia de los apellidos. Previo consentimiento informado, las personas fueron entrevistadas sobre su historia individual y familiar, su estado de salud y condiciones de vida.

A su vez, se realizaron mediciones antropométricas y fotografías para recoger evidencia de sus características fenotípicas y se les solicitó una muestra de saliva para estudiar su ADN.

Durante la investigación se identificó la presencia en el patrimonio genético y cultural de la nación, de una herencia aborigen, en contraposición con la versión más aceptada de la extinción de los indios en Cuba.

Razón de ser

Respecto a los puntos de partida del estudio comentó Marcheco, “es conocido que la supervivencia en la cultura y la biología de los primeros habitantes de la isla ha sido cuestionada en múltiples ocasiones”.

La motivación esencial fue “conocer la relación del origen étnico de las poblaciones con fenómenos de la salud de las personas y en particular, de nuestra salud”, dijo.

A juicio de la directora del Centro Nacional de Genética Médica, “el hecho de que las nuevas tecnologías genéticas puedan contribuir al conocimiento de la historia y de la evolución demográfica de la población constituye un elemento muy motivador para nosotros, que somos del campo en particular de la salud”.

Según declaró, lo más significativo desde el punto de vista de la genética consistió en corroborar que estas comunidades y las personas que las habitan, con rasgos físicos muy similares a los descritos en los primeros habitantes de la isla, conservan en su ADN más del doble como promedio de información genética amerindia que el promedio de la población.

El estudio demostró la presencia de un 20,2 % de genes amerindios como promedio en el ADN de las 27 familias estudiadas, cuyos integrantes mostraban rasgos fenotípicos notablemente similares al de los aborígenes cubanos.

Posibilidad de integración

Investigaciones anteriores, basadas fundamentalmente en análisis antropológicos, revelaron la existencia de comunidades aborígenes en las montañas del oriente de Cuba.

Un estudio con una muestra de más de 2000 personas de todo el país arrojó que, como promedio, un 8 % de la información genética actual de la población procede de ancestros amerindios y se traslada esencialmente por la vía materna.

En esta ocasión, además de determinar la presencia de genes, “caracterizar sus modos de vida, sus costumbres sus actuares cotidianos en los contextos donde habitan, también fue un aprendizaje para los investigadores”, señaló Marcheco.

A su vez, destacó la oportunidad de interactuar con sociólogos, historiadores, artistas gráficos y fotógrafos, como Larramendi, coordinador editorial y director de Ediciones Polymita, y Garrido, quien dirigió este proyecto desde el punto de vista artístico.

Fue “una enseñanza, una oportunidad y sobre todo la posibilidad de recibir, compartir y acompañar a los participantes en el estudio, a aquellas personas  que se dispusieron a mostrar sus rostros y a facilitarnos su ADN”, comentó.

Entre otros elementos positivos se refirió al valor de “integrar disciplinas para abordar un estudio, en este caso en particular, sobre la presencia en las generaciones actuales de cubanos de genes de origen amerindio”, por lo que “de algún modo esta investigación interactúa con la historia de nuestro país”. (2024)

https://www.ipscuba.net/salud-y-ciencia/premian-investigacion-sobre-adn-aborigen-en-oriente-cubano/

viernes, 19 de julio de 2024

Opiniones de economistas por correo

Estimados amigos y cros

Díaz Canel fue claro en su intervención en la Comisión Económica de la ANPP pero parece que algunos de nosotros no se dan o no quieren darse cuenta de lo gravísimo de la situación del país
No hay dinero para mantener las importaciones de alimentos. Solo alcanza para alimentos, combustible, algunos medicamentos y materias primas y algunas inversiones
El Ministro del MEP completo el cuadro
La economía decreció en 1.9 %
Ninguno de los objetivos del plan cumplieron su crecimiento. Es necesario centralizar la distribución de recursos y ahorrar
Guilarte se refirió a la crítica situación de los trabajadores y la población y recabo de ideas para salir de la crítica situacion
Entonces?

Michael Vázquez

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Estimado Michael, que el presidente describa el desastre es algo que viene haciendo hace tiempo al menos dos veces al año.

 

Sin embargo, creo que faltó ahondar en las causas y eso a mi juicio es lamentable.

Durante ocho años el gobierno de Cuba ha concentrado (35% del total) la inversión en hoteles y ha descuidado la inversión en la agricultura, la pesca, la industria de la caña de azúcar y la industria alimentaria, así como en la energía. 

Que el presidente no reconozca su responsabilidad personal y la del gobierno en esa decisión es muy lamentable.

 

Llevamos 9 años diciendo que se debe flexibilizar la inversión extranjera pero todavía hoy permanecen los mismos problemas. Todas las “trabas” están identificadas y las medidas propuestas (se hizo un grupo de trabajo para ello y de hecho están mencionadas en un discurso de Rodrigo, cuando era ministro de Comercio Exterior) pero nada se hizo.

 

Las propuestas para flexibilizar la empresa estatal pueden llenar cajones de papeles, pero nuestra empresa estatal hoy está peor.

 

De las exportaciones que decir, todas para abajo en lo fundamental por el alto grado de centralización y el desestímulo a la empresa y a sus trabajadores. Un ejemplo: hace tres años entre las 63 medidas estaba la de seleccionar 100 productores de café para que exportaran directamente, pues todavía hoy eso es solo tinta en un papel.

Puedo poner otros muchos ejemplos y en este grupo hay compañeros que seguro tienen otros muchos.

 

En mi opinión personal sería un error y creo que trágico regresar a un proceso de mayor centralización porque ya es bien alta. En Cuba ninguna empresa decide en que invertir por sí misma, excepto GAESA. Todas las decisiones de inversión y de asignación de recursos reales para operaciones se toman en los niveles más alto de gobierno, comenzando por las divisas. De hecho, el regreso a los esquemas cerrados de financiamiento en divisas es un reconocimiento de la ineficiencia e ineficacia de la asignación centralizada de recursos.

 

Creo que también es un grave error dividir en vez de sumar y convertir en enemigos a los que decidieron echar su suerte en Cuba, aun cuando no fuera por valores tremendamente altruistas.

 

Para mí es una vergüenza que año tras año el Presidente y sus ministros vayan a la Asamblea a relatar los desastres que han provocado sus políticas erróneas y le pidan al pueblo más sacrificios, pero es aún más vergonzoso que los Diputados del Pueblo (porque ellos son nuestros diputados) sigan aceptando esa situación.

 

Y créeme que lo digo con dolor, con mucho dolor, que creo es dolor compartido por muchos, porque he visto como se vacían mis aulas de estudiantes y los departamentos docentes de nuestras universidades  de profesores, los hospitales de médicos formados gracias al sacrificio del pueblo (no del Estado ni de sus dirigentes)  como se quedan nuestros campos sin campesinos mientras cada vez hay menos alimentos y más dirigentes de la agricultura con yipetas  y porque como todos los cubanos, todos los días nos enteramos del nacimiento de otra familia rota por  la emigración.

 

No creo que sea un problema de hombres, sino de la insistencia en hacer perdurar un modelo que como dijera Fidel, ya no nos funciona ni a nosotros mismos.

 

Pero seguiré aquí, tratando de contribuir en lo que pueda y al costo que puedan tener mis opiniones. Mi visión, como la de otros muchos, es la de un cientista social con más de seis décadas sobre esta tierra, que vive en la Habana, que ha vivido prendado y prendido a este “terremoto” que ha sido la Revolución Cubana y que no reniega de su historia y no piensa abandonar ese compromiso, y vaya que me han invitado veces a hacerlo.

 

Un país sin gente no es más que un pedazo de tierra. Una nación no es la suma de casas y carreteras. Si queremos ser socialistas primero tenemos que tener una nación, no es al revés.

 

Te reitero que lo digo con mucho dolor y si, también con un poco de rabia, de la misma rabia de la que nuestro Silvio habla en Sueño con serpientes.

 

Sldos

Jtriana

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Estimado Triana:

 

Totalmente comparto tu valiente, honesta y sincera respuesta a Michel.

 

Te felicito, no mentirno adular, fueron principios que aprendimos del Che, y tu demuestras practicarlo también. La verdad es para decirla.

 

Has caracterizado, nuestra penosa y grave situación, has mencionado los asuntos esperados e ignorados, que no se han no se han abordado en un conclave, como la Asamblea Nacional, concebida fundamentalmente la misma para analizar y legislar, donde predomina como pronunciamiento la “unanimidad” por costumbre y donde muchos al intervenir a veces solo lo hacen para oírse y/o destacar su presencia.    

 

Desgraciadamente, va predominando en el País la excesiva centralización, el egocentrismo, las tendencias a la autarquía histórica de algunos y la hegemonía de un nicho exento de la acción de la Contraloría Estatal.

 

Cordialmente

 

Lic. Dionisio Andrés Soto Arado

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ESTIMADO TRIANA,

APOYO Y RESPETO TUS VALIENTES PLANTEAMIENTOS EN TUS COMENTARIOS A MICHAEL.

UN ABRAZO,

HUMBERTO PEREZ

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Triana, totalmente de acuerdo contigo en tus comentarios a Michael. El comportamiento de la Asamblea ante la grave crisis en que está sumergida la economia del pais, y el programa presentado por el Primer ministro, es vergonzoso. Además se está introduciendo la guataqueria en las intervenciones de algunos diputados. Era un mal que parecía erradicado en nuestra politica y comienza a resurgir posiblemente en el momento más dificil de la Revolucion.  Es lastimoso.
Un abrazo, 
Joaquin Benavides

Somos menos de 10 millones de cubanos residentes

Por Oscar Figueredo Reinaldo, Yilena Héctor Rodríguez, Darío A. Extremera Peregrín, Deny Extremera San Martín y Abel Padrón Padilla

La población efectiva cubana es actualmente menor de 10 millones de personas y sigue tendiendo al decrecimiento, se conoció en la sesión del Parlamento este viernes.

Durante el debate que siguió a la presentación del proyecto de Ley de Migración en el plenario del Parlamento, Juan Carlos Alfonso Fraga, vicejefe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), expuso ante los diputados datos sobre la población efectiva de Cuba.

Según los datos de la ONEI, al 31 de diciembre de 2023 la población efectiva cubana era de 10 055 968 personas.

Desde entonces, la tendencia ha continuado y, dada la dinámica demográfica que se registra en lo transcurrido en los primeros meses del 2024, contracción del número de nacimientos y continuidad del movimiento de personas hacia el exterior desde los últimos meses del 2023, en la actualidad la población de Cuba es menor a 10 millones de habitantes y debe seguir decreciendo, afirmó el experto.

Ese significativo ajuste en la estructura demográfica repercute en planes, programas, proyectos de los ámbitos demográficos, económicos, sociales y ambientales, los cuales deben ser revisados y ajustados en el caso que proceda, comentó Alfonso Fraga.

En los tres últimos años, se ha intensificado la movilidad de la población cubana hacia el exterior, con estancias prolongadas fuera. 

Ello no queda reflejado en el cálculo de la población residente, de acuerdo con la metodología actual, al no ser definida como migrante una parte importante de esa población, según la legislación vigente (hasta dos años de permanencia en el exterior establecen el Decreto Ley aplicado desde el 2013 y la moratoria migratoria noviembre 2020).

Por esta razón −explicó el vicejefe primero de la ONEI−, se presentaron, analizaron y aprobaron criterios y algoritmos estadísticos que modifican las consideraciones metodológicas actuales asociadas a la variable migraciones, que se utiliza en el cálculo de la población anual, introduciendo el concepto de población con residencia efectiva (población efectiva).

Con la introducción del concepto de población efectiva y el cambio metodológico, se sustraerá anualmente de la población efectiva a todas las personas fallecidas en el año calendario y las que permanecen o permanecieron fuera del país en viaje personal y no acumularon 180 días o más de residencia en el territorio nacional en los últimos 365 días.

“En ningún caso −aclaró el experto− se personaliza o se manejan los nombres y datos individuales de las personas”. 

Agregó que es una medición estadística de la migración, que no tiene que ver con los derechos asociados a dicha condición. “El objetivo es obtener un saldo migratorio, para, en conjunto con los nacimientos (que suman) y las defunciones (que restan), calcular la población del país y sus territorios”.

Según los datos de la ONEI, al 31 de diciembre del 2023 permanecían fuera del país 1 249 733 personas. Alrededor del 75% de ellas debían ser descontadas de la población, por no tener residencia efectiva en el país en el período 2021-2023.

Con el cálculo consiguiente (que toma en cuenta crecimiento natural: nacimientos y defunciones; inmigrantes; emigrantes y saldo migratorio) la población efectiva cubana se situaba en 10 055 968.

“Esa población efectiva es un 10.1% menor a la que se tenía al 31 de diciembre del 2020 y similar a la que Cuba registró en algún momento del año 1985”, comentó el experto de la ONEI.

Agregó que esa disminución poblacional se refleja, “en una u otra dirección (aumentando o disminuyendo su valor), en las tasas del movimiento demográfico y en la totalidad de otros indicadores per cápita en los ámbitos económicos, sociales y ambientales, sin un significado valorativo de los mismos, sino solamente como resultado de comportamientos estadísticos”.

Alfonso Fraga expuso otros datos o tendencias que conforman el escenario de la dinámica demográfica cubana. Al respecto, se refirió al decrecimiento naturalen los últimos tiempos: han muerto más personas que las que han nacido. “Hay 124 municipios con esa característica”, dijo, y agregó que en provincias como La Habana y Villa Clara ha estado ocurriendo por 15 años.

Profundizando en los datos sobre el decrecimiento, Alonso Fraga afirmó, con base en los datos de la ONEI, que esa tendencia deja solo como provincias “millonarias” poblacionalmente a La Habana, aunque desciende de dos millones, y a Holguín y Santiago de Cuba, que descienden del millón.

“Los mayores decrecimientos proporcionalmente se registran en La Habana, Cienfuegos y Mayabeque; los menores, Granma, Guantánamo y Santiago de Cuba”, dijo, y añadió que “en general, las provincias y municipios que más decrecen son los de la región centro-occidental”. 

El experto precisó que los municipios que más decrecen son Plaza de la Revolución (+ 35% de la población con 60 años o más), Camagüey y Playa.

“En específico, para el 2023 y los 10 055 968 habitantes calculados, se tienen 304 717 menos mujeres en edad fértil (15-49 años), de las que más del 70% están en edades más reproductivas (15-39 años)”, apuntó.   

Ello incidirá en la continua contracción del número de nacimientos que se registran en los últimos años y que en 2024 debe estar por debajo de los 80 000, la cifra más baja desde 1959. 

Alonso Fraga señaló que el cálculo de la población efectiva ratifica, conjuntamente con el nivel de envejecimiento alcanzado, el profundo cambio en la estructura demográfica del país. 

Ese escenario muestra a casi un quinto de la población del país (24.4%) con 60 años y más en el 2023, que llega a 26.2% en Villa Clara, 24.8% en La Habana y 24.2% en Sancti Spíritus, las tres provincias más envejecidas en el país.

Paralelamente, se profundiza el número de adultos mayores en relación con niños de 0-14 años, que alcanza 1 511. Ello significa que por cada 1 000 niños de 0-14 años, nacionalmente hay 1 511 adultos mayores de 60 años y más. El valor asciende a 1 902 en Villa Clara y a 1 728 en La Habana.

Cambia, también, la relación de los adultos de 60 años y más con la población adulta (15-59 años), lo que confirma que el país se hace más “viejo”.

Esa realidad y tendencia implica que Cuba “presentará una economía envejecida, caracterizada por el alto costo, para la sociedad y la familia, de una atención y cuidado a la creciente población adulta mayor, incrementando el costo de los programas sociales con peso en la seguridad y asistencia social y una menor base para la renovación de los recursos laborales del país y sus territorios”.

Alfonso Fraga agregó que la estructura por grandes grupos de edades (0-14, 15-59 y 60 años y más) indica que las mayores pérdidas de población se registran en las edades de 15-59 años, al descender en más de 800 000 personas y llegando al 59.5%. En consecuencia, aunque también disminuyen en forma absoluta, proporcionalmente aumentan su peso en la estructura poblacional los de 0-14 (16.1%) y 60 años y más (24.4%).

Cerrando su intervención ante el plenario de la Asamblea Nacional, el vicejefe primero de la Oficina Nacional de Estadística e Información afirmó que, “dada la dinámica demográfica que se registra en los primeros meses del 2024, la contracción del número de nacimientos y la continuidad del movimiento de personas hacia el exterior desde los últimos meses del 2023, actualmente la población de Cuba es menor a 10 millones de habitantes y debe seguir decreciendo”.

Explicó que aunque de manera cuantitativa se ha logrado calcular la población efectiva por diferentes niveles territoriales, atributos y variables a partir de las fuentes del Sistema Nacional Estadístico (SNE) y su Subsistema de Información Estadístico Nacional (SIEN), se necesita un censo para mayor información.

“Conocer la población del país y territorios, su nivel educacional, ocupación y categoría ocupacionales, estado conyugal, color de la piel, situación de discapacidad y otras características importantes, así como las viviendas donde residen, informaciones todas necesarias para un desarrollo sostenible, solo sería posible con un censo de población y viviendas”, dijo.

http://www.cubadebate.cu/noticias/2024/07/19/hoy-somos-menos-de-10-millones-de-cubanos-residentes/