Por Ángeles Cruz Martínez
Acapulco, Gro., De las especialidades clínicas que se ofrecen en el Hospital de IMSS- Bienestar Dr. Donato Alarcón, mejor conocido como Renacimiento, tres se inauguraron con la llegada de médicos cubanos: angiología y cirugía vascular, cardiología y neonatología. Han sido de gran ayuda para superar desafíos graves de salud, convino el director del nosocomio, Zeferino Ayala.
Durante la visita que realizó La Jornada por el hospital, se pudo conocer a tres de ellos.
Franklin Labrador, especialista en angiología y cirugía vascular, formó parte del primer grupo de siete galenos cubanos que llegaron a Acapulco en diciembre de 2022. Concluyó el primer año de su contrato, se fue de vacaciones a la isla y en abril de 2024 se reincorporó al hospital Renacimiento.
Ya se ve como uno más en el equipo de trabajo del nosocomio y es apreciado por sus compañeros y los pacientes, aunque a veces cuesta trabajo entenderle, comentaron algunos de ellos. Y es que cuando habla rápido y con su acento, es difícil comprender lo que dice. Pero tiene paciencia y sonríe cuando se le pide que nos diga su nombre de nuevo.
Llegó a abrir el servicio de su especialidad, que era muy necesario. Realiza cirugías vasculares para corregir lesiones de vasos sanguíneos en venas y arterias, muchas de urgencia por accidentes que sufren motociclistas y personas con heridas por arma de fuego –reflejo de la violencia en la entidad–, las cuales implican un alto riesgo de pérdida de extremidades y de la vida misma a causa de hemorragias severas. Aquí en muchas ocasiones hemos ganado la pelea, aseguró Labrador.
Él también colabora con la Clínica de Hemodiálisis, que se inauguró hace un par de años. Se encarga de la colocación de fístulas arteriovenosas que sustituyen a los catéteres para lograr terapias de sustitución renal de mayor calidad.
Esos dispositivos duran más, disminuyen el riesgo de infecciones y varias investigaciones han demostrado que la supervivencia es hasta 70 por ciento mayor en comparación con quienes tienen un catéter.
El Hospital Renacimiento, ubicado en la colonia popular del mismo nombre, es de los más grandes del estado. Cuenta con 60 camas de internamiento, 64 no censables y 11 en la Clínica de Hemodiálisis. Aquí trabajan 206 médicos generales y especialistas, así como 360 enfermeras, y aún con ellos, falta personal, comentó Zeferino Ayala.
Aunque en este nosocomio trabajan sólo cuatro especialistas cubanos –dos angiólogos, un neonatólogo y un cardiólogo–, el funcionario afirmó que son de gran ayuda, pero están por irse ya el doctor Franklin y el neonatólogo Carlos Piña Borrego. Se terminan sus contratos y lo lamento mucho, porque Labrador colabora en todo momento. Si le llamo en la noche, en fin de semana, viene al hospital a realizar las cirugías de urgencia.
De Piña Borrego destacó su muy buena formación y también disposición para el trabajo. Ha tenido logros extraordinarios, como la atención de un parto de trillizos que nacieron con 29 semanas de gestación y alto riesgo de complicaciones graves. El especialista sacó adelante a los tres bebés.
La Jornada encontró al pediatra con alta especialidad en neonatología en el área de cuidados intensivos para recién nacidos, casi de salida, pero todavía con su estetoscopio en el cuello.
El experto también llegó a México en 2022 y trabajó un año en La Montaña de Guerrero, zona indígena, donde la necesidad es más grande. Están lejos de todo. En abril de 2024 pasó al Hospital Renacimiento.
Comentó que se ha encontrado con una elevada prevalencia de problemas, como nacimientos prematuros, asfixia perinatal y otras, que se pueden evitar con una adecuada atención prenatal en el primer nivel de atención. Incluso, dijo, se puede tener un control de riesgo de males genéticos.
El hospital había carecido del servicio de cardiología. Con el doctor Evaciel Acanda Hernández, la unidad médica se incorporó al programa nacional Código Infarto. Ahora reciben a las personas con esta afección cardiaca y les administran los tratamientos desfibriladores (restablecen el flujo sanguíneo), con lo cual ganamos tiempo para que el paciente llegue a la sala de hemodinamia en el Hospital General de Acapulco El Quemado, que está en la misma zona.
Acanda señaló que llegan dos o tres pacientes cada semana con infartos cardiacos en evolución.
Ese trabajo es importante, y más todavía lo que el galeno realiza para prevenirlos: la identificación de personas con angina de pecho, el estadio previo a la obstrucción total de venas y arterias coronarias.
“La buena noticia es que si se realiza el diagnóstico a tiempo y se determina el nivel de riesgo, es posible prevenir los infartos.
El doctor Acanda también reveló a los directivos del nosocomio que tenían un equipo médico para la realización de ecocardiogramas, con los cuales se evalúa el funcionamiento del corazón. Es un ultrasonido que tiene la aplicación para hacer ese otro estudio, y no lo sabíamos, comentó Ayala.
El cardiólogo trabaja en el turno de la mañana; está contento con lo que hace y resume su sentir y el de sus colegas: “me quedo el tiempo que sea necesario, sin problema. Los mexicanos son muy hospitalarios y en la calle nos reconocen: ‘¿cubano?’ Nos dicen que quieren mucho a Cuba, nos agradecen que estemos aquí. Cuando estás lejos de casa, de los tuyos, y te dicen: ‘no se vaya. Tráigase a su familia’, no hay dinero que pague eso”.
2 comentarios:
Médicos cubanos atentos a lo que les decimos, destaca una paciente
Por Ángeles Cruz Martínez
Acapulco, Gro., La educación para la salud no se logra en un día ni con una plática. Se necesita tiempo y la confianza de las personas para que nos hagan caso y comprendan la importancia de prevenir enfermedades. Ya vamos tarde, pero se debe hacer porque hay mucha obesidad y diabetes. Y lo peor, no hay en la población la percepción del riesgo para la vida. Por eso, los médicos familiares cubanos que trabajan en unidades de salud de Acapulco desde julio pasado están concentrados en esta tarea.
Dos especialistas están en la unidad de salud (antes centro de salud) IMSS-Bienestar Unidos por Guerrero y otros dos en la de Cumbres de Llano Largo. Ambos, en colonias populares de este municipio, los cuales pudieron ampliar el horario de servicio cuando llegaron los galenos cubanos.
Trabajan en los turnos matutino y vespertino, y en Cumbres de Llano Largo hay una doctora general mexicana los fines de semana. Así avanza la cobertura de servicios de IMSS-Bienestar para personas sin seguridad social.
Sergio Manuel Fonseca ha estado en misiones médicas cubanas desde hace 20 años en varios países. Sabe que aquí no hay doctores mexicanos para cubrir las plazas vacantes. Por eso venimos y estamos concentrados en nuestro trabajo para ayudar y sin hacer caso de las críticas. En todos lados hay oposición, pero son personas que le ven la mancha al sol y no la luz que brilla.
Afirmó que con la medicina familiar se tiene la oportunidad de cambiar estilos de vida, hacer promoción de la salud y prevenir enfermedades, porque sin esto no hay sustento para ningún sistema de salud. Advirtió que en México hay que dedicarle más tiempo porque vamos tarde.
De sus primeras experiencias, el especialista recuerda el impacto que le provocó que las mamás carecen de la cultura de tener un termómetro en su casa. Las hemos motivado para que lo tengan, les tomen la temperatura a sus hijos y así evitan complicaciones de una fiebre.
Es lo más sencillo; lo mismo que platicar con las personas en la consulta. Es una oportunidad para ganarnos su confianza y nos entiendan que deben comer saludable y hacer ejercicio, pero claro, eso toma tiempo, al menos 25 minutos por cita.
El galeno que está en el turno vespertino admitió que no es fácil, sobre todo los días que llegan muchos pacientes, pero vale la pena, subrayó.
Por la mañana está la doctora Sirsi Guilarte Díaz, quien está sorprendida porque las personas toman mucha Coca Cola, y eso impide el control de la diabetes. En estos meses ya lo ha comprobado con varios pacientes que me han hecho caso y dejaron esa bebida. Aparentemente siguen una dieta sana, se toman las medicinas y sin el refresco, ganamos y bajan los niveles de glucosa.
Ambos especialistas reconocieron el trabajo del Comité de Salud para el Bienestar (Cosabi), integrado por personas de la comunidad. Desde el primer día nos ayudaron y nos sentimos como en casa.
Y así es, comentó la señora Teresa Bautista. En la clínica todos son buenas personas, pero preferimos que nos atiendan los cubanos. Son muy amables, nos explican.
Una situación similar se vive en la unidad de Llano Largo, donde está el matrimonio de los doctores Danielis Ganzo y Ariel García. Ella está en la mañana y él por la tarde, pero cuando hace falta nos ayudamos, como el día en que llegó La Jornada y el responsable de la unidad médica y la enfermera habían salido a realizar algún trámite a la jurisdicción sanitaria.
Ganzo estaba sola con todo el trabajo, desde recibir a los pacientes, tomarles los signos vitales, el peso y la talla, buscar el expediente clínico, dar la consulta y las medicinas. A los pocos minutos llegó Ariel para apoyarla, porque no pasa nada. Nosotros hacemos de todo, sin problema.
Médicos cubanos... (2 y fin)
Ambos cuentan con el reconocimiento de los usuarios porque están atentos a lo que les decimos. No como otros que nada más escriben y ni siquiera nos ven. La doctora explica y me escribe en las cajas de las medicinas cómo me las debo tomar para que no se me olvide, comentó Anastasia, de 65 años de edad.
La especialista aseguró que se trabaja bien, pero falta que las personas se inscriban a IMSS-Bienestar. “A veces aquí les ayudamos para que entren a la página de Internet y se inscriban. Sólo necesitan su CURP y les mostramos que no es difícil. Además, les informamos que el servicio y las medicinas son gratuitos.
Queremos sumar más pacientes y salir a la comunidad. Ganzo también comprende que todo es poco a poco; recordó que cuando llegaron, en julio pasado, la unidad médica estaba dañada por los efectos del huracán Otis (octubre de 2023). Parte del techo no existía, el piso estaba destruido, lleno de agua, y el mobiliario inservible.
Con los recursos de la Clínica es Nuestra, el Cosabi realizó las reparaciones y la compra de escritorios, sillas y otros muebles. Tuvimos que esperar y mientras dimos pláticas.
Los cuatro médicos familiares comparten que sus colegas mexicanos los recibieron muy bien y trabajan de manera conjunta en la revisión de casos complejos. También tienen un anhelo: hacer más trabajo en la comunidad. En Unidos por Guerrero ya lo realizan.
A la doctora Sirsi le tocó sumarse a una clase de zumba en un parque y luego invitó a las mujeres a acudir al Unidad de Salud para una revisión preventiva de cáncer de mama. Esa cercanía es la que aprecian, y a mí me gusta.
En Cumbres de Llano Largo, los médicos cubanos también acuden a visitar a mujeres embarazadas o que parieron recientemente, así como a enfermos que están postrados. Pero falta más, insistieron.
https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/03/17/politica/son-excelentes-personas-estan-atentos-a-lo-que-les-decimos-destaca-una-paciente
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