sábado, 8 de marzo de 2025

Economía de Guerra. ¿Cuál es su significado, en términos económicos y de planificación?

Por Joaquín Benavides Rodríguez 

Según el resumen publicado en Cubadebate, el Primer ministro, en las conclusiones del balance de trabajo del 2024 del Ministerio de Economía y Planificación, enfatizó que desde ese organismo se actué en consecuencia con la economía de guerra que vive la nación, insistiendo en asumir como hilo conductor el Programa aprobado para corregir distorsiones y reimpulsar la economía en el 2025. En la propia reunión, también según Cubadebate, el jefe de Gobierno valoró que los resultados alcanzados en el 2024 distan mucho de lo que se requiere para reimpulsar, recuperar y fortalecer la economía desde el trabajo de ese organismo.

 

Cabría preguntarse, ¿es el concepto de ¨economía de guerra¨ que es un concepto de administración y de resistencia,  el adecuado para definirle al Órgano de Planificación de la economía cubana la estrategia que debe proyectar para sacar al País de la crisis, o sea de la economía de guerra,  y ponerla nuevamente en una vía que le permita comenzar a crecer y desarrollarse? El concepto de ¨resistencia creativa¨ sería, en mi opinión, el más correcto, pues supondría planificar cómo salir de la crisis para lograr comenzar a crecer y acceder al desarrollo. Es un concepto dinámico, que supone planificar para salir de la crisis. El concepto de economía de guerra es un concepto estático, solo de resistencia. No supone planificar las vías para salir de la resistencia y comenzar a avanzar. 

 

La planificación de la economía cubana ha estado lastrada de concepciones erróneas que nos hemos demorado demasiado en erradicar. Al menos 35 años. Y no puede erradicarlas solo el Órgano de Planificación, pues no son técnicas, sino concepciones de economía política que han sido superadas por otros Partidos y Países socialistas, que les han permitido comenzar a crecer y desarrollarse, para salir  del subdesarrollo y la pobreza, y que nosotros los cubanos no hemos tenido el valor político de reconocer su existencia objetiva, debatirlas a fondo, y superarlas para poder salir adelante en la construcción económica y socialista. Fue el Partido Chino quien encontró donde estaba el error y tuvo la valentía política de afrontarlo y asumirlo, lo que constituyo sin duda, en mi opinión, el principal aporte histórico de ese Partido y País a la teoría de la construcción del socialismo. Le siguió Vietnam, después de ganarle la guerra a Estados Unidos, que la dejo desbastada, y en solo 30 años ha dado un salto monumental en la economía, en beneficio de su pueblo, demostrando que la interpretación marxista de reconocer el funcionamiento del mercado en la construcción socialista es la que realmente hace viable que en vez de la burocracia, sea la clase obrera y demás trabajadores quienes hagan posible que la economía comience a funcionar sin restricciones de la burocracia, poniendo en evidencia todas las posibilidades de las fuerzas productivas.

 

Estamos posiblemente en el momento más difícil, complicado y peligroso que haya tenido que enfrentar la Revolución cubana en los 65 años de su existencia. La acumulación de sanciones del Gobierno de los Estados Unidos, durante todo ese periodo, con independencia del partido que en ese País haya estado gobernando, con la intención de lograr que perdiendo  el apoyo del Pueblo hacerla claudicar, unido a errores innegables en la conducción de la economía, principalmente en los últimos diez años, y la reticencia a reconocerlos y analizarlos críticamente con el Pueblo, tal como nos acostumbró Fidel a hacer, ha conducido a una situación de falta de credibilidad en una parte no despreciable de la población que históricamente apoyó sin reservas a la Revolución y que se incorporó a todas las tareas, incluidas las de carácter internacionalista.

 

La Revolución es fuerte aun y tiene muchos amigos, algunos de ellos poderosos económica y militarmente. Pero tiene enfrente a su enemigo histórico, que lleva 65 años aspirando a destruirla para recuperar su dominio sobre nuestro Pueblo sin haberlo logrado, y pudiera creer que ha llegado el momento, en medio de la crisis geopolítica que atraviesa el mundo, de hacer el intento por recuperar la ¨presa¨ que logro su libertad hace 65 años.  Fidel nos dejó la formula revolucionaria para superar los problemas que se han acumulado y cuya solución no se corresponde a las formas que veníamos empleando hasta 1990. Ya entonces incluso se venía haciendo evidente que no se correspondían con los requerimientos del desarrollo de la economía cubana. Y Fidel, superando opiniones no coincidentes de algunos, en los momentos en que escaseaban mucho las divisas para casi todo, incluido el combustible, decidió desarrollar a fondo el Programa de la Biotecnología y del Turismo. Y en el 2001 desde la Plaza de la Revolución proclamo que Revolución es cambiar todo lo que deba ser cambiado.

 

Estoy convencido, como economista y como revolucionario, en disposición de defender esta opinión en cualquier debate académico, institucional, e incluso partidista, que no hay otra opción de salida para la situación actual de la economía cubana, que introducir el mercado en las relaciones entre las empresas estatales, las privadas y la población. Quien demore esta decisión, por incomprensión, o tozudez o ignorancia tendrá que cargar con la responsabilidad histórica de lo que ocurra no solo con la economía cubana, sino con la posibilidad de que pueda mantener la opción socialista en el mundo que va surgiendo. 

 

En mi opinión Cuba no podrá incorporarse e integrarse como Socio a los BRICS sin que sus empresas produzcan para el mercado. Y tampoco podrá hacerlo si el Banco Central no establece una tasa de cambio oficial del peso cubano con las principales monedas internacionales. Sin ello no será posible comerciar. Y para Cuba, con la realidad que nos viene para arriba, la principal y casi única alternativa viable serán los BRICS.  ¿Alguien se ha puesto a pensar que pasara con la economía europea cuando el gobierno de Trump comience a aplicarle tarifas arancelarias del 25%? ¿Y con Canadá? ¿Y con México? ¿Y qué efecto todo eso tendrá en el precio del Petróleo y de las materias primas imprescindibles de importación para que funcione la economía cubana? ¿Y cómo comerciar con cualquiera de ellas por parte de las empresas cubanas estatales y privadas sin tasa de cambio oficial? Sin empresas estatales y privadas operando en el mercado y sin tasa de cambio oficial, la economía cubana en el mundo que nos viene para encima será semejante a una botella vacía y cerrada por un tapón, flotando en el océano. Sin futuro. Sé que algunos no quieren aceptar que sea así, pero será. Y ojala no tengamos que comprobarlo.

 

Para quienes se asustan cuando oyen hablar de mercado como única solución para reflotar la economía subdesarrollada cubana, quizás intoxicados todavía por la lectura o estudios de viejos textos soviéticos, que no se referían nunca a la NEP de Lenin, y cuando lo hacían consideraban que era un paso atrás estratégico, y para los cuales el mercado era equivalente a capitalismo, habrá que hacerlos razonar y ponerlos ante los hechos de la situación real de la economía cubana y de los peligros que nos acechan. Introducir el mercado en las relaciones entre empresas y la población, regulado por una planificación estatal, con la participación creciente del Pueblo y sus Instituciones democráticas, desde los municipios hasta la Asamblea Nacional, no nos conducirá al capitalismo, que conocimos los más veteranos y que conocen y sufren las masas en la mayoría de los países de nuestra América y del mundo subdesarrollado. El mercado, como parte del ordenamiento planificado y socialista de la economía, regulado y bajo el control de instituciones democráticas, no nos conducirá jamás al capitalismo. Por otra parte, esta situación de carencias y de dificultades de todo tipo, tampoco es socialismo. No ofrece una perspectiva creíble para la mayoría del Pueblo. El mercado, operando en las relaciones entre las empresas estatales, privadas y cooperativas y la población, producirá riquezas que, si son bien conducidas por una planificación no burocrática, controlada por instituciones realmente democráticas, basada en las realidades del País y en sus  potencialidades, permitirá construir una economía sólida que pueda encaminarse hacia un socialismo sostenible a mediano y largo plazo. El propio pueblo, con su trabajo, inteligencia y creatividad, organizado en empresas propiedad del Estado y de capital privado y cooperativo, sin ataduras burocráticas y utilizando las posibilidades que le brindaría en esas condiciones un mercado regulado democráticamente por el Estado,  sería capaz, sin duda, de crear una economía socialista, de nuevo tipo, cubana, organizada según las características e idiosincrasia de su Pueblo e Historia. 

 

A su vez, en mi opinión, habría que modificar profundamente los métodos de planificación en las nuevas condiciones en que tendrá que desarrollarse la economía cubana. Es increíble que el País continúe sin producir azúcar. Ese ha sido históricamente el principal producto exportable del País y ya no se está produciendo ni para garantizar el consumo nacional. El productor es el principal responsable, pero es el planificador el que no ha garantizado que el productor pueda adquirir los recursos para producir. Si le falta el combustible, o las divisas para adquirir sus insumos importados, no es el productor, en la práctica actual, el que tiene que gestionarlo; es el planificador, que aseguró que esos recursos para producir iban a existir, pero no se siente responsable de garantizarlo. Es otro el que se ocupa del petróleo, y de las divisas para importar y que le llegue al productor para poder producir azúcar. El planificador y el aparato estatal asociado sustituye al mercado, y el productor tiene que quedarse esperando a que le llegue el combustible y demás insumos que le gestiona otro que no tiene nada que ver con el negocio de producir azúcar. No debería quedar el problema en el aire. Si al final no hubo combustible e insumos, falló el plan y dejó de producirse azúcar.  Exime al productor de gestionar  el combustible y sus insumos importados, los compre y  les lleguen a tiempo para que el central azucarero pueda producir. Pero el planificador, que tenía que prever que eso podía  pasar, se contenta con informar que se incumplió el Plan de azúcar por dificultades con el combustible y las divisas. Se desvincula de lo que pasó, porque realmente no puede hacer otra cosa. 

 

La burocracia, por muy eficiente que pretenda ser, no puede sustituir la gestión del productor, a lo que lo obligaría el mercado, porque si no produce no puede esconder su responsabilidad. Igual ocurre con el turismo. Todos los años se aprueba un plan de ingresos por turismo y al final el resultado tiene poco que ver con lo que se aprobó. Es un fallo de planificación del organismo del turismo, pero quien le oficializo el Plan al turismo es el planificador, por lo que también tendría  que responder --pero no es quien tiene la responsabilidad de gestionar para que la empresa avance. 

 

Planificar no es sumar lo que plantea el productor, es estar seguro de que el objetivo se va a lograr. El desastre de la producción porcina, que es una producción que Fidel logro planificar y asegurar en medio del periodo especial,  ha ocurrido, en mi opinión,  a causa de un error de planificación, al decidir no comprar pienso de importación para garantizar la alimentación de la masa, principalmente de las reproductoras. Sin un análisis a fondo, incluso público, de si en realidad se podía sustituir el pienso basado en maíz de importación, sin afectar la masa porcina y sus reproductoras, ¿cuánto ha costado en este periodo crítico en que nos encontramos importar carne de pollo para poder darle respuesta al balance cárnico del país? Y ¿cuánto ha costado que el País haya perdido una parte significativa de su masa porcina, incluyendo sus reproductoras? En este tema quedaría aún pendiente dilucidar entre el Órgano de Planificación y la Comunidad científica públicamente y con todos los datos sobre la mesa, el importante tema de sembrar maíz transgénico, que pudiera ser producido por nuestra biotecnología, para la alimentación de la masa porcina. Son temas que no deberían quedar en los ámbitos de los debates no públicos, que pueden ser de interés de la población. 

 

Planificar no es sumar números, es estar seguros de que los números del Plan respondan a la realidad de lo que se va a producir. No es decir que se van a producir tantos ingresos, es estar seguros de que se van a producir. Para el planificador el bloqueo no puede ser la excusa. El bloqueo existe objetivamente, pero el planificador, además de tener que buscar e investigar variantes para evitar o disminuir su efecto negativo, está obligado a ser objetivo al calcular su efecto en la producción.  Presentar cifras de producción y de crecimientos y de ingresos en divisas que no están asegurados que se puedan obtener, además de un error grave para un planificador, induce a la dirección del Gobierno y a la Asamblea Nacional a errores que pudieran ser no solo económicos, sino políticos. Estoy convencido que mientras que para la economía nacional en su conjunto, en la macroeconomía, la Planificación es un instrumento irrenunciable para que la construcción socialista y su desarrollo hacia etapas superiores sea viable y objetiva,  requerirá que en la microeconomía, en el ámbito de funcionamiento de las empresas y la población, el mercado opere en las relaciones en las empresas entre ellas y la población. Son los productores los que garantizan las cifras de producción y los que conocen las dificultades para producir. En vez de que las cifras del Plan haya que desagregarlas para discutirlas en las base productiva, posiblemente los avances innegables que se han alcanzado en el País en la informática y las comunicaciones, hagan posible que cada empresa proyecte sus planes, los firmen y los envíen a los centros planificadores, sin que la burocracia intermedia ¨les pase la mano¨. 

 

Me quedaría agregar mi convicción de que para planificar en condiciones de que las empresas operen en condiciones de mercado se requeriría necesariamente una banca eficiente y bien dotada que opere también en condiciones de mercado. Pero este aspecto haría que este artículo se hiciera muy largo. Como el tema de la banca en condiciones de mercado puede ser tratado en un artículo aparte, no demoraré en redactarlo y circularlo.   

 

07/03/25 /11: 00

7 comentarios:

silvio dijo...

❤️ FELICIDADES A TODAS ❤️

silvio dijo...

Thierry Meyssan: La agonía del “Occidente político”

La semana pasada narré a ustedes los últimos acontecimientos alrededor del conflicto ucraniano, subrayando que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, sería incapaz de adaptarse a los cambios en el panorama mundial.
Esta semana retomo los mismos elementos y muchos de los hechos que se han producido desde aquel momento, para mostrar que el divorcio que se instala entre la Unión Europea y Estados Unidos, así como entre los propios europeos, ya es una realidad.
Ya no hay espacio para elucubraciones. El viejo mundo acaba de ser destruido. Si no somos capaces de posicionarnos de inmediato, nos hundiremos con él.
Ciegos a esa realidad, Reino Unido y Francia se disputan ahora el lugar de Estados Unidos en Occidente, en vez de tratar de reformarse.
... (continúa en el enlace)

silvio dijo...

Otorgan Premio Nacional de Artes Plásticas a Manuel Hernández Valdés

El Premio Nacional de Artes Plásticas 2024 fue otorgado este viernes al humorista gráfico y artista de la plástica Manuel Hernández Valdés, informó la Unión Nacional de Escritores y Artistas en su perfil en Facebook.

El jurado, que decidió otorgar el premio al artista matancero por unanimidad, destacó que la obra de Manuel ha interpretado el imaginario del campesinado cubano desde sus pinturas, cerámicas y caricaturas.

Presidido por Miguel Barnet e integrado, además, por Zaida del Río, Lesbia Vent Dumois, Margarita Ruiz y Julio César Pérez Moracén, el jurado resaltó también el carácter integral y paradigmático de la obra de Manuel.

El artista ha publicado su obra en Bohemia, Juventud Rebelde, Granma y el periódico Girón. Sus obras de cerámica han sido expuestas en importantes espacios como el Museo Nacional de Bellas Artes y el Museo de la Cerámica de Cuba.

Manuel Hernández ha sido homenajeado desde 1974 con múltiples premios y distinciones tanto en el ámbito nacional como internacional, entre las que sobresalen el Premio Nacional del Humor en 2006 y la Medalla Pablo Picasso, otorgada por el Consejo Mundial de la Unesco en 1997.

http://www.cubadebate.cu/noticias/2025/03/07/otorgan-premio-nacional-de-artes-plasticas-a-manuel-hernandez-valdes/

silvio dijo...

Me sorprende la triste noticia del fallecimiento de Max Lesnik, periodista que en todos los tiempos y lugares defendió a su/nuestro país. Mi abrazo solidario a familiares y amigos.

silvio dijo...

EFE: Miles de mujeres se manifiestan en España contra la ola reaccionaria y el retroceso de sus derechos

Miles de mujeres han salido este 8 de marzo a las calles de las ciudades españolas para manifestarse contra el retroceso de sus derechos y la ola reaccionaria contra la igualdad, que amenaza de nuevo al feminismo.

Las distintas sensibilidades feministas se dejan sentir durante este sábado en el Día Internacional de la Mujer, con marchas separadas en ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla, a pesar de las reivindicaciones compartidas: luchar contra las violencias que se ejercen contra las mujeres, exigir vidas seguras, denunciar las brechas o plantar cara al negacionismo y a la reacción antifeminista.

En Madrid, la manifestación transinclusiva convocada por la Comisión 8M bajo el lema Feministas antirracistas, ¡a las calles! Nos va la vida en ello ha recorrido las calles de la capital con una nutrida representación política, pues se han sumado la ministra de Igualdad, Ana Redondo, los ministros socialistas Sara Aagesen, Diana Morant, Isabel Rodríguez y Óscar López, la vicepresidenta Yolanda Díaz y la ministra Mónica García, ambas de Sumar, así como las líderes de Podemos Ione Belarra e Irene Montero.

silvio dijo...

Malditas sean las guerras: es momento de blindar derechos
Por Sato Díaz

La UE anunciaba este jueves un rearme sin precedentes. Los dirigentes comunitarios y los jefes de los gobiernos de los países miembros se confabulaban en Bélgica para destinar 800.000 millones de euros a la defensa común. Con este enorme dispendio, el relato bruselense afirma que nos dirigimos a una autonomía estratégica en materia de defensa. Es decir, que la seguridad europea comenzaría así a desligarse de Estados Unidos, tras décadas de sumisión y dependencia a Washington DC bajo el paraguas de la OTAN. La UE tendría, de este modo, voz propia en materia internacional en un momento en el que la geopolítica es la protagonista. Veremos.

Este es el relato oficial. Como siempre, tendremos que, al menos, ponerlo en duda. Otra opción es que, tras las presiones de Estados Unidos de los últimos años, acrecentadas y aceleradas desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, para que Europa aumente su gasto militar y su cuota por pertenecer a la OTAN, estas hayan logrado su objetivo. Ya es oficial. La noche del jueves Pedro Sánchez se atrevió a explicitar lo que hasta ahora era un tema tabú para Moncloa: vamos a aumentar la partida presupuestaria en defensa más de lo prometido y a mayor velocidad. El presidente del Gobierno confirmaba en Bruselas que su intención es llegar al 2% del PIB de gasto en defensa antes de 2029, que era cuando estaba previsto llegar a tal cifra.

La próxima semana, el Gobierno comenzará una ronda de contactos con los distintos grupos parlamentarios para convencerles de la aceleración de una economía de guerra, lo que, seguro, le generará tensiones con sus aliados y socios de izquierdas, también en el seno del Consejo de Ministros con Sumar o, al menos, una parte de esta coalición, como IU. Sin embargo, no debería suponer un problema para Sánchez el lograr una mayoría en el Congreso para tal efecto. El PP, alineado con una decisión europea que apoya su familia política, no debería oponer mucha resistencia a aprobar una ley en el sentido de una ampliación del presupuesto para armas.

Que la subida del gasto militar de España y Europa sirva para gozar de una mayor autonomía en materia de defensa y de una voz propia en política internacional con respecto a Estados Unidos o, precisamente, para lo contrario, para cumplir con la exigencia del país norteamericano para mantener el escudo atlántico como mantra de la defensa occidental está todavía por ver. Lo que está claro es que el Consejo informal de esta semana ha explicitado un cambio radical, el marco en el que vamos a vivir, al menos, los próximos años. Hoy en día, la guerra es una realidad y las sociedades europeas nos preparamos prioritariamente para ello. A partir de ahora, el relato político siempre mostrará ese horizonte; cualquier comparecencia gubernamental estará enmarcada en este contexto; cualquier proyecto a futuro tendrá que contemplar esta constante.

"Estamos en un escenario de guerra", dijo, explícitamente, Sánchez el pasado jueves. "Tercera Guerra Mundial", pronunció Donald Trump en la escena de acoso a Vlodimir Zelensky en la Casa Blanca el 28 de febrero. El escenario es inédito y la velocidad con la que se desarrollan los acontecimientos dificulta analizarlos y proponer un discurso y proyecto alternativo. La izquierda no ha llegado con los deberes hechos y tiene una difícil reflexión por delante: cómo defender y hacer de la paz una virtud en tiempos de guerra. Qué sentido tiene la OTAN hoy en día y por qué permanecer en ella.

silvio dijo...

Malditas sean las guerras... (2 y fin)

Sin embargo, hay certezas históricas que deberíamos tener en cuenta. Vamos asumiendo que el siglo XXI puede parecerse mucho más de lo que nos gustaría al aciago siglo XX. Hay dinámicas que se repiten, salvando las particularidades históricas. La guerra, en sí misma, conlleva siempre un negocio, por un lado, y por otro, un recorte de derechos y de libertades, aunque el frente de batalla se encuentre a miles de kilómetros. El principio jerárquico toma más fuerza y este se basa en la obediencia, en detrimento de la crítica. El sistema político basado en el check and balance tiene a desaparecer. El contexto se hace propicio para los abusos de poder, ya que quien lo ostenta se enfrenta a menos control social y político. Con la excusa de la victoria, pasa a un segundo plano la propia democracia.

Malditas sean las guerras y los canallas que las hacen. Visto que nos encaminamos a un escenario oscuro, cuesta abajo y sin frenos, este Gobierno progresista tiene la obligación, al menos, de dar ciertas garantías para que los abusos que se tienden a justificar en contextos bélicos no se produzcan en el Estado español contra la población más vulnerable. No puede dar igual que gobierne una coalición de PSOE y Sumar a que lo haga la derecha, como en Francia, por empeño Emmanuel Macron y su censura a un gobierno de izquierdas; o en Alemania, donde pronto empezará a ejecutar la política una gran coalición de conservadores y socialdemócratas; o en Reino Unido, donde los laboristas gobiernan en solitario; o en Italia, donde quien gobierna es la ultraderecha.

En esta coyuntura tenebrosa, el Gobierno de izquierdas tiene la obligación de demostrar que es de izquierdas. Es momento de garantizar derechos y blindar sus partidas presupuestarias, antes de que se deriven cada vez más derramas a armamento con la excusa de que, tal y como aseguraba Sánchez este jueves, la seguridad es un "bien público europeo". Ante posibles nuevas crisis derivadas de la inflación, un escudo social que garantice el bienestar económico de las personas con menos renta y patrimonio. Ante una posible exaltación de una excesiva masculinidad, reconocer y blindar nuevos derechos de las mujeres y del colectivo LGTBIQ+ dotándolos de fondos económicos para garantizarlos. Ante un exacerbamiento del patriotismo, ampliar los derechos de las personas migrantes y acelerar la regulación del medio millón de personas tal y como pide la ILP en tramitación en el Congreso. Más partidas para la sanidad pública, la educación y los servicios sociales, para que estos pilares del Estado social lo sigan siendo. Si la guerra va a costar tanto dinero, hace falta una reforma fiscal para que la paguen, sobre todo, quienes más tienen para aportar.

Hay que parar la maldita guerra. Y también sus consecuencias.

https://www.publico.es/opinion/columnas/malditas-sean-guerras-momento-blindar-derechos.html