viernes, 6 de septiembre de 2024

Carta de Ignacio Ramonet a Joe Biden

Ignacio Ramonet
Profesor. Escritor. Periodista
París (Francia)

Mr. Joseph R. Biden
Presidente
de los Estados Unidos de América
Washington DC (EEUU)

Señor Presidente Joe Biden,
Su mandato presidencial se termina dentro de pocos meses. Me permito escribirle, con todo respeto, en nombre de un número importante de personas, movimientos sociales, sindicatos, asociaciones humanitarias y organizaciones no gubernamentales a través del mundo que firman conmigo esta carta y que esperan un gesto de usted para reparar una profunda injusticia cometida el 12 de enero de 2021 por su predecesor, Donald Trump, cuando, a unas semanas de abandonar la Casa Blanca, decidió -sin bases legales reales- reinscribir a Cuba en la infame lista de Estados patrocinadores del terrorismo (lista SSOT, por sus iniciales en inglés).

Señor Presidente, como usted sabe, esa lista SSOT es un mecanismo de política exterior concebido por la Secretaría de Estado (Cancillería) de Estados Unidos para sancionar a aquellos países que «prestan apoyo repetidamente a actos de terrorismo internacional”.

Señor Presidente, en un acto de justicia y de lucidez política, la Administración del presidente Barack Obama, de la cual usted formaba parte, había retirado a Cuba de esa deshonrosa lista en 2015. Lo cual representó un paso muy positivo para forjar, por fin, una relación más constructiva con La Habana. Durante el Gobierno de Barack Obama, siendo usted Vice-Presidente de los Estados Unidos, se pudo en efecto avanzar hacia una normalización de las relaciones diplomáticas entre dos vecinos con sistemas políticos diferentes pero dispuestos a entenderse en base al respeto mutuo.

Señor Presidente, usted no desconoce que Cuba siempre ha denunciado y combatido el terrorismo. Jamás lo ha alentado o patrocinado. Nunca lo ha practicado. Desde hace 65 años, a pesar de las tensiones que han podido existir entre Estados Unidos y Cuba, no se puede citar un solo caso de acción violenta ocurrida en territorio estadounidense que haya sido apadrinado, directa o indirectamente, por La Habana. ¡Ni un solo caso! En cambio, Cuba ha sido uno de los países más atacados por organizaciones terroristas. Más de 3 500 ciudadanas y ciudadanos cubanos han muerto en atentados cometidos por grupos terroristas financiados, armados y entrenados por organizaciones violentas basadas, en su mayoría, en Estados Unidos. O sea, que es el mundo al revés. Y usted lo sabe.

Señor Presidente, tampoco ignora usted que al haber incluido -injustamente- a Cuba en esa lista SSOT, se le aplican a este país y a toda su inocente población, numerosas y dolorosas medidas coercitivas unilaterales. Las consecuencias más atroces se derivan del riesgo asociado a cualquier tipo de ayuda humanitaria, negocio, inversión y comercio que implique a Cuba y, por extensión, a sus ciudadanos. Por ejemplo, a los cubanos con ciudadanía extranjera que reúnen los requisitos para una exención del Sistema Electrónico de Autorización de Viaje (ESTA, por sus siglas en inglés) para viajar a Estados Unidos, se les ha denegado esa exención. A los cubanos residentes en la Unión Europea se les han cerrado cuentas bancarias ya que, por estar su país en la lista SSOT, ellos se convierten automáticamente en “clientes de alto riesgo”. A muchos grupos religiosos se les han congelado los fondos y bloqueado los envíos de ayuda humanitaria a la isla. Las personas que intentan hacer una transferencia de dinero por PayPal o Wise a familiares en Cuba pueden ver sus fondos congelados y sus cuentas bloqueadas. La mayoría de los bancos se niegan a procesar pagos cubanos y han congelado incluso las sumas de dinero destinadas a actividades humanitarias. La presencia de Cuba en esa lista SSOT limita, para los particulares, la apertura de cuentas bancarias en el extranjero, el uso de instrumentos para cobros y pagos internacionales, el acceso a la banca digital, la contratación de servidores y servicios online y mil impedimentos más.

Señor Presidente, la inclusión de Cuba en esa lista SSOT provoca, además, que los viajeros extranjeros de países incluidos en el ESTA que desean visitar Cuba tengan que solicitar un visado especial en el Consulado General de la Embajada de EEUU en su país de origen. Esta política, implementada por su Administración, tiene un impacto nefasto en la industria turística de Cuba, un sector de decisiva importancia para la frágil economía de la isla.

Señor Presidente, como usted sabe, todo esto viene a añadirse a las terribles consecuencias del cruel e ilegal bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba que el Gobierno de su país mantiene desde hace más de 60 años -desconociendo la clara posición de la Comunidad internacional y las sucesivas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas -, con el objetivo de generar una situación de carencias y descontento en la población que conduzca a protestas contra las autoridades cubanas.

Señor Presidente, semejante diseño agresivo, causante de tanto dolor y tanto calvario en la inocente población civil de Cuba, ha alcanzado este último decenio – como pudo constatarlo su propia esposa Jill Biden durante su recorrido por la isla en octubre de 2016- dimensiones de castigo inhumanas. El pueblo cubano carece de acceso a muchos bienes y recursos básicos : medicinas, alimentos, materiales de construcción, fertilizantes, energía, maquinaria industrial, piezas de recambio que no se pueden importar por figurar Cuba en esa lista. La ola migratoria actual de expatriados cubanos hacia Estados Unidos, inédita en su magnitud, es quizás el ejemplo más ilustrativo del impacto devastador y el sufrimiento provocado por las medidas extremas y brutales contra la economía cubana derivadas tanto del criminal bloqueo como de la injusta inclusión de Cuba en la infame lista SSOT.

Señor Presidente, tampoco ignora usted que, en mayo de 2024, el Departamento de Estado tomó la decisión de retirar a Cuba de la lista de «Estados que no cooperan en la lucha contra el terrorismo». Una decisión acertada y justa. A pesar de ello y de manera contradictoria, incongruente, confusa e injustificable, su Administración insiste en mantener a Cuba en la lista SSOT, la de los Estados patrocinadores del terrorismo. ¿Cómo es posible afirmar, al mismo tiempo, que Cuba sí coopera en la lucha mundial contra el terrorismo, y a la vez acusar a La Habana de patrocinar abiertamente el terrorismo ? La mejor manera de clarificar esa contradicción, es sacar a Cuba, de inmediato, de la lista SSOT.

Señor Presidente, Cuba no es un patrocinador del terrorismo. Al contrario, Cuba es un patrocinador de la paz. Y usted lo sabe. Porque sin duda recuerda que, siendo usted Vice-Presidente de Estados Unidos, en 2016, se firmaron en La Habana los Acuerdos de Paz entre el Estado de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC), en ese momento consideradas como «organización terrorista», que pusieron fin a más de medio siglo de guerra y de matanzas, y que incluso le valieron al Presidente colombiano Juan Manuel Santos el Premio Nobel de la Paz. Eso no hubiera sido posible sin la activa participación diplomática del Gobierno cubano

Señor Presidente, esa pacificación fue tan impactante que, a partir de 2018, el Gobierno colombiano del Presidente Juan Manuel Santos solicitó a Cuba ser sede de un proceso de conversaciones con dirigentes de otra organización armada, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), tras la decisión de Ecuador de renunciar a ser sede. Como usted recuerda, estas conversaciones con el ELN se paralizaron tras un odioso atentado cometido en Bogotá en 2019 con coche bomba que arrasó una academia de policía causando numerosas víctimas y cuya autoría reivindicó el ELN.

Señor Presidente, a raíz de esa tragedia, el Gobierno de Iván Duque solicitó la extradición a Colombia de los dirigentes del ELN que, protegidos por un estatuto diplomático especial, se hallaban en Cuba para las negociaciones de paz. La Habana no pudo acceder a esa solicitud. En efecto, los acuerdos diplomáticos internacionales no lo permiten ya que la extradición violaría los protocolos establecidos como garante de las conversaciones de paz entre el ELN y el gobierno colombiano. Noruega, otro país garante clave de esas conversaciones de paz, se mostró totalmente de acuerdo con la posición de La Habana así como la gran mayoría de los Gobiernos. Sin embargo, ese legítimo rechazo de La Habana fue el pretexto esgrimido por su predecesor Donald Trump, en enero de 2021, para volver a incluir a Cuba en la abominable lista SSOT.

Señor Presidente, Cuba no ha cesado de promover la paz. Prueba de ello es que, en 2022, Gustavo Petro, el nuevo Presidente de Colombia, anunció que la solicitud de extradición de los dirigentes del ELN sería retirada como parte de su iniciativa de “paz total”. La Habana, por su parte, aceptó ser de nuevo anfitrión y garante de las conversaciones de paz entre Bogotá y el ELN. Como usted sabe, gracias a la intermediación de Cuba, el 9 de junio de 2023, en La Habana, el presidente Gustavo Petro y Antonio García, comandante guerrillero del ELN, se estrecharon la mano en una reunión donde se acordó, por primera vez, un punto de la agenda pactada y un cese el fuego bilateral que constituye un paso histórico hacia el silencio de las armas y la paz definitiva en Colombia. Este cese el fuego, por cierto, se renovó en La Habana seis meses después, tras cruciales gestiones del Gobierno cubano. Meses después, Cuba acogió una nueva propuesta del Gobierno de Colombia de ser garante y sede alternativa de otro proceso de paz, esta vez con el grupo armado rebelde Segunda Marquetalia.

Señor Presidente, Cuba no sólo es un promotor de la paz sino que, como ningún otro país del mundo, promueve la salud. En el curso de los últimos veinte años, La Habana ha enviado a más de 600.000 profesionales y técnicos sanitarios a unos 165 países. Lo cual ha significado aliviar el sufrimiento de muchos enfermos y salvarle la vida a millones de personas a través del mundo.

Señor Presidente, Cuba no sólo es promotor de paz y de salud sino que, como ningún otro país, promueve también la educación, como lo ha reconocido ampliamente la propia UNESCO. Miles de maestros y de profesores cubanos han intervenido en decenas de países para combatir el analfabetismo e impulsar la escolarización de millones de niñas y niños. Eso es lo contrario mismo de «promover el terrorismo»…

Señor Presidente, en 2021, poco después de que usted se instalara en la Casa Blanca, varios altos funcionarios de su Administración prometieron que revisarían la inclusión de Cuba en la lista SSOT. En octubre de 2022, su propio Secretario de Estado, Anthony Blinken, reiteró esa promesa. En 2023, cuarenta y seis Congresistas, muchos de ellos demócratas, le enviaron a usted una carta pidiéndole que se cumpliese esa promesa. En junio de 2024, durante el 56 período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en una declaración conjunta, nada menos que 123 países le exigieron lo mismo a su Gobierno. Pero, a pesar de las promesas y de tan importantes solicitaciones, usted sigue sin hacer nada para acabar con esa escandalosa injusticia.

Señor Presidente, esa situación se tiene que terminar. Usted lo sabe. No hay ni un sólo argumento válido y razonable para acusar a Cuba y mantener a su población bajo un castigo colectivo ilegal e inhumano. Usted tiene autoridad para, antes de abandonar la Casa Blanca, corregir tan cruel absurdo y sacar a Cuba de la lista SSOT. ¡Hágalo ya!

Con la esperanza de que sepa usted, Señor Presidente, estar a la altura de este momento histórico y atienda este pedido, se despide respetuosamente de usted,

Ignacio Ramonet

6 comentarios:

silvio dijo...

Empate técnico entre Harris y Trump a 60 días de elección presidencial
Por David Brooks y Jim Cason

Nueva York y Washington. Faltan exactamente 60 días para la elección del 5 de noviembre y por ahora, hay un empate técnico entre la candidata demócrata Kamala Harris y su contrincante republicano Donald Trump según las encuestas, y el camino hacia la Casa Blanca está repleto de obstáculos, juicios, corrupción y amenazas de posible violencia. O sea, lo nuevo “normal” desde la llegada al escenario nacional del magnate hace nueve años.

El que exista un empate técnico es buena noticia para los demócratas que hace seis semanas estaban perdiendo la elección con su entonces candidato, el presidente Joe Biden. Pero a la vez, no deja de ser extraordinario que puede haber un empate frente a un ex presidente formalmente acusado de interferir en una elección -lo que algunos califican como un intento de golpe de Estado- además de enfrentar acusaciones formales en otro caso federal por manejo ilícito de documentos oficiales secretos (anulado por una jueza nombrada por Trump, pero que está bajo apelación de los fiscales), y casos estatales donde ya fue declarado culpable por fraude empresarial, abuso sexual, y está batallando para frenar otro caso estatal por interferencia electoral.

En el promedio de las encuestas nacionales calculado por el New York Times, Harris tiene la ventaja de 49 contra 46 por ciento de Trump. Pero esta elección, vale repetir, no es algo que se definirá a nivel nacional, sino el resultado final será determinado sólo por unos seis o siete estados de los 50, y por unos cuantos de cientos de miles de votos o menos ahí -o sea, un 6 por ciento de los votantes en seis estados podrán acabar determinando el resultado nacional como reportó La Jornada (https://www.jornada.com.mx/2024/08/27/mundo/031n1mun).

Según algunos calculos, un 0.03 por ciento del voto nacional -unos 43 mil votos en Wisconsin, Georgia y Arizona- fue lo que le dio el triunfo a Joe Biden sobre Trump en 2020. En 2016, fueron sólo 80 mil votos en estados claves lo que le dio el triunfo a Trump, reportó The Guardian.

Es decir, porque no hay voto directo para elegir presidente en este país, el proceso en realidad son 50 elecciones estatales simultáneas con el ganador de la mayoría en cada estado ganando todos los electores del Colegio Electoral de ese estado. Por ese sistema, un candidato puede ganar y por mucho el voto nacional, pero perder la elección.

Por lo tanto, la recta final se enfoca casi exclusivamente en esos cinco a siete estados “claves”. Según las encuestas, la demócrata tiene una ventaja mínima en Pensilvania, Wisconsin, y Michigan y están empatados en Nevada, Georgia, Arizona, y Carolina del Norte. Eso es buena noticia, ya que Trump hace sólo unos días gozaba de una ventaja mínima en cuatro de esos estados.

Trump, quien sigue teniendo que avanzaar simultáneamente como candidato presidencial y acusado criminal, se declaró, a través de sus abogados (no estuvo presente), no culpable este jueves ante cargos modificados en su caso criminal federal donde está acusado de interferencia electoral en la contienda de 2020. Esencialmente, el caso fue descarrilado por un fallo de la Suprema Corte cuya mayoría conservadora fue lograda por los nombramientos de Trump durante su presidencia, declarando que como presidente en las fechas en las que se cometieron los delitos, gozaba casi de inmunidad total. El fiscal federal encargado del caso modificó los cargos para intentar proceder con el caso.

silvio dijo...

Empate técnico... (2 y fin)

Pero a pesar de su muy ocupada agenda como acusado en estos procesos, Trump y su partido se preparan para detonar otra crisis electoral apostando a que los resultados serán muy cerrados en varios estados claves, y como lo hicieron la vez pasada, armar un conflicto legal poselectoral. También repetirán acusaciones de que inmigrantes sin derecho al voto son parte del supuesto fraude que se está preparando; todo sin evidencia.

Los demócratas también se están preparando para esa disputa, contratando a decenas de abogados y organizando una unidad dedicada a la “protección del votante”.

En ese caso, la conclusión oficial de los comicios podría demorarse, y mucho, y otra vez más arriesgar una crisis constitucional. No sólo eso, pero si Trump pierde la elección, no cesan los pronósticos, incluso de republicanos anti Trump, que el ex presidente hará todo lo posible para sembrar caos, y no descartan que llamaría a una “insurrección” -algo que él no esconde en sus mítines donde sigue insistiendo en que no perdió la elección en 2020 sin ofrecer ninguna evidencia.

De hecho, hasta la fecha -y como ha sido su costumbre- Trump se ha rehusado a comprometerse a respetar los resultados de la elección este año, afirmando que “si es justa y legal y buena”, lo hará -pero él será el juez de eso. Más aún, en una entrevista reciente afirmo que “tenía todo el derecho de interferir en esa elección”, justo uno de los delitos por los cuales está enfrentando juicios.

Por su parte, Harris continúa enfocándose en actos de campaña en los estados claves y buscar nutrir el ímpetu con que salió de la convención demócrata el mes pasado.

Mientras tanto, en lo que promete ser la contienda más cara jamás -por varios miles de millones de dólares- la corrupción sistémica del proceso se evidencia en el enorme poder de unos pocos donantes multimillonarios de ambos partidos y candidatos, cuyos dólares obviamente tienen mucha más influencia sobre las posiciones políticas que los votos de los ciudadanos (https://www.jornada.com.mx/2024/09/04/mundo/027n1mun).

Los dos candidatos tienen una cita el próximo 10 de septiembre para su primer -y al parecer, único- debate, el cual será trasmitido en vivo a nivel nacional.

Por otro lado, Hunter Biden, el hijo menor del presidente Joe Biden, sorprendió a fiscales al proponer declararse culpable de acusaciones por manejos fiscales ilícitos y con ello evitar otro juicio, aunque el juez responsable del caso aún no ha determinado si aceptará la propuesta. Si se acepta negociar un acuerdo a cambio de la declaración de culpabilidad, Biden hijo enfrenta una posible condena de prisión. El asunto, como otro juicio previo, ya no tiene las mismas implicaciones políticas que antes, desde que su padre se retiró de la contienda electoral.

https://www.jornada.com.mx/noticia/2024/09/05/mundo/empate-tecnico-entre-kamala-y-trump-a-60-dias-de-la-eleccion-presidencial-1019

silvio dijo...

De la información a la propaganda
Por Raúl Zibechi

Ahora que atravesamos una tormenta de proporciones sísmicas, que no está dejando nada en su lugar y amenaza la vida en el planeta, podemos observar con mayor claridad cómo los grandes medios de comunicación se han convertido en maquinarias de instalar mentiras y falsas verdades, ocultando los hechos principales y desvirtuando la realidad según los intereses de la clase dominante.

La información mínimamente objetiva tiende a desaparecer y en su lugar aparece la propaganda. Se machacan ideas y prejuicios sin el menor pudor, con el objetivo de anular la capacidad de razonamiento de la población. Los grandes medios son parte del sistema capitalista, colonial-patriarcal: dependen de la publicidad de las empresas y, como ellas, se proponen convertir al ser humano en mero consumidor.

Lo peor es cuando los medios que se definen de izquierda, o vinculados a los movimientos, repiten los argumentos de los grandes medios sin pararse a reflexionar críticamente sobre lo que están informando.

Porque esos medios tienen mayor credibilidad para las personas organizadas en movimientos.

Esta semana los medios “informaron” sobre las elecciones en dos estados de Alemania del este (Sajonia y Turingia), de un modo tan parcial que consiguen deformar la realidad hasta volverla incomprensible. Tal vez sea bueno poner la lupa en la cobertura, porque permite ver el tamaño de la manipulación informativa.

En ambos estados la “ultraderecha”, Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán) ganó en Turingia y llegando segunda en Sajonia, muy cerca del vencedor de la derecha, digamos, tradicional. Los tres partidos del gobierno (Verdes, socialdemócratas y liberales) se hundieron y sacaron un tercio de los votos que ganó la “ultraderecha”.

Los medios europeos destacan que es la primera victoria electoral de la “ultraderecha” en el país desde la Segunda Guerra Mundial, que AfD ya es el segundo partido de Alemania detrás de la derecha y que es la fuerza mayoritaria entre los jóvenes. Los medios caracterizan a la AfD por “sus críticas a la inmigración y al proyecto europeo” (https:// goo.su/n98Ss81).

Estas dos características son ciertas, aunque habría que reflexionar por qué la crítica a la Unión Europea sería algo negativo, toda vez que encabeza la guerra en Ucrania y apoya el genocidio del pueblo palestino. Periódicos de izquierda dicen más o menos lo mismo, enfatizan la necesidad de que la “ultraderecha” no llegue al gobierno, calificándola muchas veces de fascista. De paso, recordar que la propaganda contra el “populismo” y la “ultraderecha” nacieron en los centros de pensamiento del genocida Partido Demócrata de EU, entre ellos The New York Times.

Pero lo grave es que el análisis centrado en el ascenso de la “ultraderecha” omite lo central: 80 por ciento de la población de esos estados votó contra la guerra, cifra que se obtiene por la suma de AfD, la CDU y el partido de Sara Wagenknecht, escindida de La Izquierda (Die Linke), que coincide con la derecha en su crítica a la política migratoria y el rechazo de la guerra.

Los jóvenes votaron masivamente por los partidos antiguerra, lo que no quiere decir que no sean machistas y racistas. “En Sajonia, el primer ministro de la CDU hizo una enérgica campaña contra más envíos de armas a Ucrania y pidió negociaciones de paz para poner fin a la guerra”, puede leerse en Asia Times, medio que suele presentar lecturas diferentes de los occidentales (https://goo. su/B2UT).

Los grandes medios no dicen nada sobre el voto contra la guerra y, cuando hacen alguna mínima referencia, califican al partido o al candidato como “prorruso”.

silvio dijo...

De la información... (2 y fin)

La misma manipulación sucede en relación con Israel y Gaza. Mientras se califica a Rusia como país agresor (que lo es), no se analiza del mismo modo a Israel, o a cualquier otro país agresor, pero amigo de Occidente, como Arabia Saudita, por poner apenas un ejemplo.

La manipulación informativa nos quiere convencer de que existen políticos derechistas y corruptos que son “antifascistas” porque se oponen a la “ultraderecha”, categoría en la cual (por supuesto) no entra el gabinete de Netanyahu que considera a los palestinos como animales.

¿Es tan diferente Donald Trump de Joe Biden o de Kamala Harris? Depende desde dónde se mire. Si se tratara de un profesional progresista de clase media urbana, la diferencia es abismal. Pero las niñeces de Gaza se reirán de la estúpida pregunta, mientras corren para eludir el último misil “demócratarepublicano”. La geografía y la clase son decisivas para entender este mundo y para tomar posición.

Para los movimientos de abajo y para los pueblos oprimidos es fundamental no dejarse enganchar en la agenda del sistema, ni permitir que sus medios nos confundan con su propaganda y sus mentiras. Aún nos falta mucho para poder ser autónomos también en las ideas, pero no tenemos otra opción que avanzar en ese aspecto que es parte de la autonomía integral que buscamos.

https://www.jornada.com.mx/noticia/2024/09/06/opinion/de-la-informacion-a-la-propaganda-8429

silvio dijo...

El verano de 2024 ha sido el más caluroso en el planeta desde que hay registros

silvio dijo...

EU: Hipocresía y colonialismo

Un grupo de congresistas de Estados Unidos insistió en intervenir en los asuntos internos de México mediante una solicitud a la Oficina de Representación Comercial de su país. Con el pretexto de un supuesto conflicto de las iniciativas de modificaciones constitucionales con el tratado comercial trilateral de América del Norte, legisladores de ambos partidos piden que la Casa Blanca presione a Palacio Nacional a fin de que la reforma al Poder Judicial y otras que se discuten en el Congreso de la Unión se adapten al gusto y los intereses de los grandes capitales estadunidenses.

Los representantes se dicen preocupados por el acceso de los inversionistas estadunidenses a un marco regulatorio estable, predecible e imparcial, la creación de un entorno desafiante para las empresas relevantes que buscan operar bajo las reglas del T-MEC, y expresan inquietudes particulares en torno a las restricciones a la importación de maíz transgénico, la prohibición del fracking, su capacidad para apoderarse del litio mexicano, el sector eléctrico y la extinción de los organismos reguladores mal llamados autónomos.

Además de las mentiras, las distorsiones y el descarado injerencismo que recorre de principio a fin la queja de los congresistas, la enumeración de sus desasosiegos delata sus verdaderas exigencias y la agenda que esconden tras los falsos lamentos por el estado de derecho: desean preservar una judicatura que ha sido su quinta columna para saquear a México y despojarlo de cualquier mecanismo de defensa ante la voracidad de las corporaciones trasnacionales, así como prolongar la vigencia del orden jurídico neoliberal cuya culminación fueron las lesivas contrarreformas aprobadas por la derecha del PAN, el PRI y el extinto PRD. En este afán, poco les importa destruir la democracia mexicana ni pisotear la voluntad popular expresada de manera contundente en las urnas en 2018 y refrendada de modo incluso más irrebatible este año, cuando 36 millones de ciudadanos votaron por una candidata presidencial que les prometió concretar las reformas impulsadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Ante estos groseros embates contra la soberanía nacional, resaltan la claridad y la pertinencia de la misiva enviada a The Washington Post por Juan Ramón de la Fuente y Marcelo Ebrard, próximos secretarios de Relaciones Exteriores y de Economía. En respuesta a un editorial impresentable de dicho rotativo, los futuros funcionarios señalaron la falta de legitimidad de Estados Unidos para criticar la reforma judicial mexicana y rechazaron la pretensión del diario –cuyo dueño es Jeff Bezos, la segunda persona más adinerada del mundo– de justificar las interferencias con el interés hemisférico que revisten los asuntos internos de México.

Destacaron también la hipocresía de la clase política, los millonarios y los medios estadunidenses que se escandalizan con la elección por voto popular de ministros, magistrados y jueces, siendo que en ese país se trata de una práctica común en la mayoría de las jurisdicciones. Cabría agregar que si hay decisiones que afectan al planeta entero son las tomadas en Washington, pero este hecho no lleva a sus políticos a escuchar las voces de la comunidad internacional. Por el contrario, esta misma semana censuraron y criminalizaron de manera arbitraria a medios de comunicación rusos con el risible argumento de proteger su contienda presidencial de injerencias externas.En suma, con cada nueva embestida los opositores al saneamiento del Poder Judicial mexicano demuestran que sus posturas no guardan relación alguna con la defensa de la justicia o de la democracia, sino con el deseo de perpetuar una institucionalidad diseñada para la concentración de la riqueza y la impunidad corporativa, así como con la persistencia de una mentalidad colonialista que no tiene lugar en las relaciones entre Estados soberanos.

https://www.jornada.com.mx/noticia/2024/09/06/editorial/eu-hipocresia-y-colonialismo-234