miércoles, 11 de septiembre de 2019

Santiago de Chile

Esta canción la hice una mañana como esta, en 1973 (sacar cuenta).


Allí amé a una mujer terrible,
llorando por el humo siempre eterno
de aquella ciudad acorralada
por símbolos de invierno.

Allí aprendí a quitar con piel el frío
y a echar luego mi cuerpo a la llovizna,
en manos de la niebla dura y blanca,
en calles del enigma.

Eso no está muerto:
no me lo mataron
ni con la distancia
ni con el vil soldado.

Allí, entre los cerros, tuve amigos
que entre bombas de humo eran hermanos.
Allí yo tuve más de cuatro cosas
que siempre he deseado.

Allí nuestra canción se hizo pequeña
entre la multitud desesperada:
un poderoso canto de la tierra
era quien más cantaba.

Eso no está muerto:
no me lo mataron
ni con la distancia
ni con el vil soldado.

Hasta allí me siguió, como una sombra,
el rostro del que ya no se veía.
Y en el oído me susurró la muerte
que ya aparecería.

Allí yo tuve un odio, una vergüenza,
niños mendigos de la madrugada.
Y el deseo de cambiar cada cuerda
por un saco de balas.

Eso no está muerto:
no me lo mataron
ni con la distancia
ni con el vil soldado.

206 comentarios:

«El más antiguo   ‹Más antiguo   201 – 206 de 206
natty dijo...

Claro que sí!!!
Felicidades a Aute!!!
Y justamente hoy se estrenó en los cines el documental sobre su figura: Auteretrato
Este fin de semana, plan en el cine
Besazo !!!

Luis dijo...

Luis, el primer impacto que me produjo Silvio Rodríguez dista mucho del actual. Seguramente yo también disto mucho de mí mismo. El primer disco que escuché fue Al final de este viaje en la vida. Luego siguieron La canción del elegido, Ojalá, Resumen de noticias... Todas obras maestras. Una vez leí que Silvio pretendió con ese disco sonar deliberadamente desagradable. Quizá no es ésta la palabra. Chirriar, desentonar, forzar los límites de la armonía. Por eso en algunas canciones parece que desafina o le salta un gallo. La nueva trova cubana, como pasó en Catalunya con la Nova Cançó tuvo el gran mérito de actualizar viejas tradiciones a partir del folklore. Silvio es un gran admirador de la trova tradicional y de gente que marcó un camino como Atahualpa Yupanqui en tu país. Pero a la vez se confiesa seguidor de los Beatles. También me enganchó ese tipo de música por la poesía que transmite. En el caso de Silvio parece como si acertara las metáforas sin querer. Después llegaron Mujeres, Tríptico, Causas y azares…. grandísimos temas que conoces bien. A partir de cierto punto me perdí. Esto me pasó más en general con todos los cantautores que seguía y sigo. Lo atribuyo a mis circunstancias personales y tal vez no tan personales: el trabajo, las ocupaciones, la familia y la pérdida de capacidad para sorprenderme. Tendré que pensarlo con mayor detenimiento. Pero bueno, Luis. Paro acá. Veré qué pasa hoy. Y si no pasa nada escucharé a Silvio.
Pep, desde Barcelona

Arturo Menéndez dijo...

Silvio, por casualidad o por alguna razón no misteriosa nací hace 72 años un 11 de septiembre. Estando en Moscú ese día llegó la horrenda noticia del golpe de estado, el bombardeo de La Moneda y la muerte de Allende. Previamente había conocido cuando estudiaba en Santiago de Cuba a un dirigente del MIR que luego falleció en condiciones no muy claras, y en Moscú tenía algunos amigos chilenos. Tras la noticia me prometí no celebrar más mi cumpleaños ese día, sino el 1ro de octubre, fecha que aparece en mi certificado de nacimeinto y, por tanto, en mi carné de identidad, y en cuanto documento oficial he tenido que portar. Después, ya en este siglo, ocurrió el horrendo acto de terrorismo en New York precisamente un 11 de septiembre, volví a jurarme no celebrar mi cumpleaños en esa fecha, porque, además, se suman otros hechos oscuros u horrendos..., pero luego descubrí que varios amigos y familiares, el inolvidable Ignacio Villa ("Bola de Nieve") y alguien de una altura intelectual coomo Eusebio Leal nacieron en esa fecha. Así que rompí el juramento, porque además, que culpa tiene mi madre de haberme parido ese día en un cuarto de la casona de mis abuelos espirituanos. Hace rato no me comunicaba con los segunada citeros, pero sí he leído casi todo, lógicamente muy diverso y hasta con posiciones muy diferentes y contradictorias sobre muchos temas álgidos. En general estoy de acuerdo que hay que criticar lo que es criticable y tener en cuenta muchas propuestas, no pocas interesantes, sobre lo que sería necesario acometer para salir de vericuetos que nos hacen daño. Ante la situación o coyuntura actual no puedo dejar de tomar una posición clara de alinearme con lo que nos plantea el Presidente y aplaudir el estilo que se ha seguido. Significa que olvidemos errores y horrores? Claro que no, la batalla desde dentro y con compromiso, responsabilidad y humildad debe continuar. Confieso que detesto con la misma intensidad el rumor, la irresponsabilidad, el triunfalismo, el abuso de poder, el burocratismo, la mentira y la deslealtad. Se que esta noche debes estar en tu concierto y sigo anhelando poder participar en alguno, aquí en Camagüey o en La Habana.

Lorena dijo...

Nada esta olvidado, nadie esta olvidado. Siento que es imprescindible trasmitir a nuestros hijos la historia, la búsqueda de justicia, es un deber, para que no repita en Chile una barbarie como la Dictadura del asesino. Aunque en esta democracia tutelada por milicos y la elite economica se han cometido y se siguen cometiendo atrocidades no podemos quedarnos dormidos.

Saludos Silvio aun me resuena tu voz y canciones desde cuando te escuche en la Quinta en Viña del Mar

Ariel dijo...

Ay Silvio, en mi casa recién pusieron teléfono a fines del los ‘80. En el edificio donde vivía sólo tenían teléfono dos departamentos, ya que eran de médicos. Uno era amigo y nos dejaba usarlo. Y pensar que ahora hay gente que está devolviendo las líneas porque ya no las necesitan...
Saludos,
Ariel

tony antigua dijo...

El deporte nacional de Cuba es el béisbol, por más que se empeñen en disminuirlo y destruirlo. Y Santiago e Industriales son la máxima expresión de rivalidad y calidad, me perdonan los demás.
El miércoles 18 es el superclásico entre Real Madrid y Barcelona, pero ya nadie habla de eso. O muy poco. Ha quedado en segundo plano.
El verdadero clásico se juega en el Latino, entre Industriales y Santiago.
Los dos equipos de nuevo con protagonismo.
¡Que bueno! ¡Cuanto me alegro!
Eso también es cultura nacional.
Y que conste que el futbol es el deporte de mi niñez que transcurrió en Madrid, siendo hincha del equipo del pueblo, el Atletico de Madrid.
¡Pero Cuba primero!

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