jueves, 30 de enero de 2025

Cárcel para «ilegales» en una base ilegal en suelo ajeno

Por Leidys María Labrador Herrera

«En acto de brutalidad el nuevo gobierno de EE. UU. anuncia encarcelamiento, en la Base Naval en Guantánamo, ubicada en territorio de Cuba ilegalmente ocupado, de miles de migrantes que expulsa forzosamente, a los que ubicará junto a las conocidas cárceles de tortura y detención ilegal».

Así escribió en x el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, tras conocerse que la Base Naval en Guantánamo –que, además de ilegal, abriga inimaginables torturas y violaciones de todo tipo contra los derechos humanos–, será también, ahora, centro de retención para unos 30 000 inmigrantes, según anunció el presidente Donald Trump.

Aunque ninguna de sus controversiales decisiones ha causado demasiado asombro (por venir de donde vienen), no deja de ser indignante que ahora pretenda convertir el territorio –que, como el mundo entero conoce, no les pertenece– en parte de su estrategia para sacar de Estados Unidos a miles de personas que han pisado ese país en busca del llamado sueño americano.

En el acto de firma de la Ley Laken Riley, Trump habló sobre una orden ejecutiva para que los departamentos de Defensa y de Seguridad Nacional comiencen a preparar la instalación con tales fines, sin abundar demasiado en el procedimiento mediante el cual se ejecutará el traslado.

Desde su ascenso, por segunda vez, a la silla presidencial, el multimillonario, conocido por su discriminatoria conducta antinmigrantes, ha tomado las más duras medidas en pro de una «limpieza», que tendrá terribles consecuencias, incluso, para niños por nacer.

En medio de ese contexto, sale a la luz el nuevo anuncio, que pone otra vez a la Base Naval en Guantánamo en la mira de la opinión internacional. Muchos han sido los horrores cometidos allí, desde el secuestro y asesinato de ciudadanos cubanos, hasta servir de laboratorio de crimen y torturas, bajo la justificante de la guerra contra el terrorismo. Hasta ahora, los intentos, anuncios y promesas de cerrar la cárcel emplazada en la base han quedado solo en palabras y, evidentemente, no será ahora que lo hagan.

Lo cierto es que, bajo el pretexto político-electorero de una «limpieza de gente ilegal que ha invadido el suelo que no les pertenece», los adalides de «la libertad y los derechos humanos» se han buscado una salida tan horrenda como irónica a la crisis que se están creando, al trasladar a miles de sus deportados a ese rincón de tierra cubana que EE. UU. ha usurpado, en su descarada condición de gobierno extranjero «ilegal que ha invadido el suelo que no le pertenece».

https://www.granma.cu/mundo/2025-01-30/carcel-para-ilegales-en-una-base-ilegal-en-suelo-ajeno-30-01-2025-01-01-35

4 comentarios:

silvio dijo...

Considera Cuba "acto de brutalidad" idea de enviar migrantes a Guantánamo
Afp

La Habana. El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, calificó este miércoles como un "acto de brutalidad" el proyecto de su homólogo estadunidense, Donald Trump, de habilitar la prisión militar de Guantánamo, en el este de la isla, para albergar hasta 30 mil migrantes en situación irregular.

"En acto de brutalidad, nuevo gobierno de EU anuncia encarcelamiento en Base Naval en Guantánamo, ubicada en territorio de Cuba ilegalmente ocupado, de miles de migrantes que expulsa forzosamente", dijo en X el mandatario cubano, al señalar que serían ubicados "junto a las conocidas cárceles de tortura y detención ilegal".

Díaz-Canel reaccionó inmediatamente después de que Trump dijera que firmará "un decreto ordenando a los Departamentos de Defensa y Seguridad Interior que comiencen a preparar las instalaciones" de la bahía de Guantánamo.

El inquilino de la Casa Blanca indicó que se trataría de "criminales" en situación irregular.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, dijo de su lado en X que esta decisión "muestra desprecio hacia la condición humana y el Derecho Internacional".

La base naval estadunidense, situada en la costa este de Cuba, ocupa desde 1903 un área de 117 km2, de los cuales sólo 49 km2 están en tierra firme.

En su interior se encuentra esta prisión, inaugurada en 2002, como parte de la "guerra contra el terrorismo" declarada por el ex presidente George W. Bush tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Han pasado por ella cientos de prisioneros, incluidos algunos miembros de Al Qaida. Es polémica por sus extremas condiciones de detención y el uso de tortura.

Los ex presidentes demócratas Joe Biden y Barack Obama prometieron cerrarla, pero ninguno lo hizo durante sus mandatos.

En septiembre pasado, el New York Times obtuvo documentos gubernamentales que muestran que la base también se ha utilizado durante décadas para encarcelar a algunos migrantes interceptados en el mar.

https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/01/29/mundo/considera-cuba-acto-de-brutalidad-idea-de-enviar-migrantes-a-guantanamo-660

silvio dijo...

LA PARADOJA DE TRUMP
Por Rosa Miriam Elizalde

El peligro de confiar en la CIA, decía el político brasileño Leonel Brizola, es que cuando pasan los años, la agencia abre sus archivos y “todo lo podrido salta a la luz del día”. El pronóstico de que nuevos esqueletos saldrán del clóset de la política estadunidense está en alza desde que Donald Trump decidió publicar los documentos clasificados que aún siguen bajo llave, relacionados con el asesinato del presidente John F. Kennedy (JFK).

Con la noticia en el aire, algunos medios han rescatado del olvido la Operación Northwoods, un plan de 1962 que salió a relucir en la primera gran apertura de los misteriosos archivos del magnicidio de Dallas, casi 40 años después de ese hecho, en 1997. Una montaña de documentos se publicó entonces, cuando el Consejo de Revisión de Registros del Asesinato de JFK liberó mil 521 páginas de los archivos militares desclasificados de 1962 a 1964. Los 12 folios de la Operación Northwoods formaron parte de este grupo, pero pasaron inadvertidos entre la “podredumbre”. Hasta ahora.

Esta operación describe que, a principios de los años 60, durante la administración Kennedy, la CIA elaboró planes para matar a personas inocentes y cometer actos de terrorismo en ciudades de Estados Unidos con el fin de crear apoyo público para invadir Cuba. Con el nombre en código de Northwoods, las acciones encubiertas incluirían el asesinato de cubanos en Florida, el hundimiento de barcos con emigrados en alta mar, el secuestro de aviones, la voladura de un barco estadunidense e incluso la organización de actos de terrorismo con víctimas mortales en varias ciudades de Estados Unidos, incluida la capital, Washington.

Los planes detallan explícitamente un esquema para engañar al público estadunidense y a la comunidad internacional para justificar la guerra que derrocaría al joven gobierno de Fidel Castro. Los altos mandos militares de Estados Unidos contemplaron la posibilidad de causar bajas militares estadunidenses, según escribieron en el memorando fechado el 13 de marzo de 1962: “Podríamos hacer estallar un barco en la bahía de Guantánamo y culpar a Cuba”, y “las listas de bajas en los periódicos provocarían una ola de indignación nacional”. También, proponía hacer funerales falsos para movilizar la opinión pública en favor de la intervención militar.

Los planes tenían la aprobación escrita del Estado Mayor Conjunto y fueron presentados al secretario de Defensa del presidente Kennedy, Robert McNamara. Formaban parte de un esfuerzo más amplio para derrocar al gobierno revolucionario, conocido como Operación Mangosta, campaña de la CIA que incluía espionaje, sabotaje y el apoyo a mercenarios de origen cubano.

Pero la Operación Northwoods fue rechazada por Kennedy, quien estaba preocupado por las implicaciones éticas y políticas de un plan que hacía uso del engaño deliberado y apostaba por el sacrificio de vidas estadunidenses para manipular la opinión pública.

silvio dijo...

La paradoja... (2 y fin)

La negativa de Kennedy exacerbó las tensiones entre el presidente y los altos mandos militares, que ya cuestionaban su liderazgo tras el fracaso de la invasión de Playa Girón (también conocida como Bahía de Cochinos) en 1961. El presidente moriría asesinado en Dallas en noviembre de 1963, un año y medio después de haberse elaborado este plan, y Operación Northwoods se convirtió en objeto de atención en las investigaciones del magnicidio.

Ahora, el presidente Donald Trump ha prometido publicar todos los documentos clasificados relacionados con la muerte de JFK, la de su hermano –el senador Robert Kennedy– y la de Martin Luther King, estos dos últimos asesinados en 1968. Nadie duda, ni el propio Trump, que se revelarán actividades aún más controvertidas del gobierno en los años 60, porque “se quedó sin divulgar lo más interesante de esos expedientes”, al decir del presidente republicano.

La gran paradoja de este momento trumpista es que, mientras nos permite asomarnos a escalofriantes proyectos de terrorismo de Estado contra Cuba que fríamente calculaban la muerte de inocentes en territorio estadunidense, el nuevo inquilino de la Casa Blanca ha incluido de nuevo a la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo. Pocas cosas son más cínicas que esta. Trump arrasa con los escrúpulos de imagen de los viejos conservadores, y sintiéndose, ahora sí, imbatible de aquí a la eternidad, exhibe desembozadamente sus odios y vergüenzas, y su particular revancha contra el “Estado profundo”. Pero lo que prueba la Operación Northwoods es que él no es una novedad, ni llegó a la Casa Blanca de la nada.

https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/01/30/opinion/la-paradoja-de-trump-3819

silvio dijo...

Entrevista a Pedro Costa Morata

Luis Guijarro: ‘Israel: del mito al crimen’, un libro sobre la fanfarria criminal sionista