Por Caroline Conejero
Tras más de tres décadas informando sobre la ocupación de Palestina, el veterano periodista y exsubdirector del diario liberal israelí Haaretz –el tercer periódico de mayor circulación del país– Gideon Levy (Tel Aviv, 1953) es una de las voces más respetadas de la disidencia de Israel.
En un país donde la propaganda del Gobierno, el adoctrinamiento del sistema educativo y el encubrimiento mediático invaden cada espacio de la vida de los israelíes, el trabajo de Levy continúa exponiendo los crímenes del Estado hebreo en el apartheid de Gaza y ahora en el genocidio. Como ha repetido muchas veces, “mi modesta misión es impedir una situación en la que muchos israelíes puedan decir ‘no sabíamos’”.
Hijo de inmigrantes checoslovacos supervivientes de la persecución nazi, Levy ha vivido de cerca la política del país, como ayudante y portavoz del primer ministro Shimon Peres y también como periodista. A través de sus libros y sus artículos, sobre todo en su conocida columna en Haaretz “Twilight Zone”, que mantiene desde hace 25 años, ha criticado la “ceguera moral de la sociedad israelí” ante la guerra y la ocupación, los asentamientos (“la empresa más criminal de la historia de Israel”), y el “perpetuo estado de víctima” que se adjudica para justificar la matanza masiva de los palestinos, incluso de los niños.
Gideon Levy |
Su disidencia le ha costado un alto precio. Los numerosos reconocimientos periodísticos internacionales (Premio Olof Palme, 2015; Premio Sokolov, 2021) han venido acompañados por la hostilidad abierta de las altas instituciones de su país y de numerosas amenazas de muerte, hasta el punto de tener que vivir con guardaespaldas. El Gobierno le ha acusado de “riesgo para la seguridad” y la Knesset, de traición.
Gideon Levy tiene casi la misma edad (71 años) que el Estado de Israel, que a los 76 años de su fundación atraviesa la mayor exaltación ultranacionalista quizá de su historia. Desde su casa en el vecindario de Ramat Aviv en Tel Aviv, habla por teléfono para esta entrevista. Mientras conversamos, Israel bombardea el Líbano. Los asesinatos y la destrucción aumentan cada hora. Le pregunto cuál es su valoración política de los últimos doce meses.
“Esta guerra es uno de los mayores errores que este país ha cometido nunca”, dice. “Un año después, bajo cualquier parámetro, la situación de Israel es mucho peor que la de antes de la guerra. Políticamente, económicamente, internacionalmente e incluso desde el punto de vista de la seguridad, Israel se encuentra hoy en una situación de mucho mayor peligro que hace un año”, señala.
En su nuevo libro, La matanza de Gaza: informes sobre una catástrofe, Levy analiza las condiciones de violencia en Gaza que condujeron al ataque de Hamás del 7 de octubre y critica a Israel por su sed de violencia y su proyecto colonial de asentamientos, que en última instancia, dice, llevará al suicidio colectivo del Estado israelí.
“Israel está en este momento en una posición muy, muy mala, una posición crítica. No sabe hacia dónde apunta. La mitad de la gente no confía en nada de lo que hace el Gobierno”, señala.
“(Israel) está realmente perdiendo parte de su esencia en el mundo. Se está convirtiendo en un Estado terrorista. Esta guerra podría ser un punto de inflexión en su historia porque ciertas cosas podrían ser irreversibles. Me refiero no solo a las matanzas de palestinos, sino también a lo que ocurre dentro del país”, dice Levy.
La guerra tampoco ha fortalecido la seguridad de los israelíes. 60.000 residentes del norte en la frontera con Líbano permanecen evacuados, y casi medio millón (470.000) de israelíes han abandonado el país desde que comenzó el conflicto, según datos de la Autoridad de Población e Inmigración de Israel. Levy me disputa la cifra, le parece muy exagerada, “la gente se va, pero no en esa cantidad”, dice. Le envío la fuente, y reconoce que es una cifra muy alta, pero, argumenta, “no se sabe si regresarán en el futuro”.
“Nadie sabe adónde vamos. ¿Cuál es el propósito de todo esto? ¿Cuál es el plan final? Nada. Se ha ido a la guerra solo como venganza. Y sin pensarlo dos veces. ¿Qué beneficio se puede obtener de esta guerra, excepto la venganza?”, explica.
El asunto de los rehenes está muy presente en la vida de los israelíes. Los medios informan constantemente sobre sus historias y el sufrimiento de sus familiares, y así mantienen un clima de exaltación nacional que proporciona cobertura a las maniobras de guerra del Gobierno de coalición de ultraderecha de Netanyahu.
“La mayoría de los israelíes, si no todos, cree que después del 7 de octubre Israel tiene derecho a hacer lo que quiera. Y esto es muy, muy peligroso en muchas dimensiones”, dice parafraseando el lema de la primera ministra Golda Meir (“después del Holocausto los judíos pueden hacer lo que quieran”).
“Israel”, dice, “siente que tiene legitimidad para hacer lo que quiera sin ningún límite, legal o moral. Todo está permitido. Y encima hay un Gobierno que alienta todas esas violaciones. Ambos resultados son muy, muy deprimentes”, dice.
Ha sido un año de incesantes bombardeos indiscriminados contra la población de Gaza (y ahora también la del Líbano), y un aumento de la violencia en Cisjordania, con arrestos, muertes, torturas y violaciones que no se habían visto hasta ahora. Los colonos han acelerado la apropiación ilegal de tierras de los palestinos con el apoyo de organizaciones vinculadas al Gobierno. La guerra sirve de cobertura para un nuevo proceso que tiene como objetivo el rediseño de la ocupación en Gaza y la anexión de facto de Cisjordania.
“La anexión de facto ocurrió hace mucho tiempo. Nadie podrá evacuar Cisjordania nunca. Lo que está sucediendo sobre el terreno es parte de la situación general. La guerra en Gaza ha provocado que los asentamientos sean más violentos de lo habitual y que (los colonos) se estén volviendo locos. Al mismo tiempo, el ejército los está protegiendo y colaborando con ellos. Pronto, Cisjordania será irreconocible. Por terrible que fuera antes, después de un año es mucho peor”.
Para Levy “la única esperanza es una intervención de la comunidad internacional”. Pero no en forma de condenas y resoluciones que Israel continúa ignorando, sino con acciones y a través de los tribunales internacionales. “Hay que utilizar el mismo modelo que se utilizó contra la Sudáfrica del apartheid”, explica. “Israel debe dejar de ser la darling de la comunidad internacional y pagar un precio por Gaza y por lo que está pasando en Cisjordania y por la política de décadas. Son acciones terroristas y mientras no se pague un precio, nada cambiará”, dice. “La UE puede hacer mucho más. Pero la clave está en manos de Estados Unidos”.
Sobre las protestas, el periodista explica que solo se dirigen contra Netanyahu y a favor de la liberación de los rehenes. “Por lo tanto, yo nunca participaré en ellas; no dicen nada sobre la masacre de más de 40.000 palestinos, de 17.000 niños, de la destrucción de Gaza, de los miles de rehenes palestinos que están en Israel en condiciones horribles, secuestrados sin ninguna supervisión legal en cárceles israelíes. Nadie en el mundo habla de ellos”.
La pesadumbre impregna las palabras de Levy. “Desde hace mucho tiempo, estoy más allá de perder la esperanza, mucho, mucho más allá”. “En la superficie, la vida de la mayoría de nosotros sigue como siempre. Ayer estuve en un restaurante muy caro en Tel Aviv y no había ni una sola mesa libre. Aquí la vida sigue, aunque todo el mundo está muy preocupado y asustado por el futuro. Pero una vez más se comportan como si no se pudiera hacer nada al respecto”, dice. “Pero no es así –añade–. Si la protesta hubiera apuntado a los objetivos correctos, a las raíces de las cosas, y no solo a reemplazar a Netanyahu. Incluso si es reemplazado, será lo mismo, exactamente lo mismo”.
¿Cómo se siente? “Nunca me he sentido tan solo aquí, pero ya me he acostumbrado. Israel está en la peor situación de su historia. No tiene ni idea de hacia dónde apunta. Cree que la fuerza militar puede resolverlo todo y no tiene restricciones ni límites. Y esto es una señal muy, muy preocupante para Israel y para toda la región. Y creo que estamos en el comienzo de una era horrible. No veo cómo podremos evitar la guerra regional, que podría ser algo que nunca hemos visto”.
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Presidenciables de EU despiertan poco entusiasmo en el electorado
Por Jim Cason y David Brooks
Washington y NY., Los formadores de opinión cupular en este país expresan un sentir común en esta elección donde pocos están entusiasmados con las opciones en la contienda presidencial en un país aparentemente dividido a la mitad entre un candidato calificado como un “lunático” por un comentarista conservador y una candidata que un comentarista liberal dice que carece de gran sustancia y es incapaz de hacer una conexión humana con el electorado.
Que comentaristas influyentes que apoyan a los republicanos llamen al abanderado de ese partido Donald Trump un lunático y que simpatizantes liberales demócratas critiquen a Kamala Harris, la abanderada de su partido, como alguien sin gran empatía ofrecen un buen resumen de la dinámica de esta elección. La contienda brinda, una vez más, una opción entre el mal menor y lo peor. Las encuestas han sido consistentes en registrar que muchos votantes no tienen confianza y hasta deploran a la clase política en Washington, y una mayoría opina que los políticos no actúan en el mejor interés del pueblo.
Como resultado, ambos candidatos intentan proyectarse como “externos” al establishment político a pesar del hecho que uno es un ex presidente y la otra es la vicepresidenta actual de Estados Unidos. Con las elecciones a menos de un mes de distancia, ambos candidatos siguen enfocados en los 5 a 7 estados bautizados como “claves” que decidirán el resultado final, y sobre ese pequeño segmento de votantes que dicen que aun no saben por quien votarán.
La semana pasada el enfoque para ambas campañas fue el voto latino. Harris participó en una asamblea de votantes latinos organizada por Univision el jueves pasado en Nevada, uno de los estados claves, mientras que el candidato republicano a la vicepresidencia J.D. Vance se presentó en un foro de votantes latinos en Arizona, otro estado clave, Trump esta programado aparecer en una asamblea de latinos organizada por Univision en Florida esta semana.
Para Harris es cada vez más urgente buscar la forma de mejorar su apoyo entre los latinos. El presidente Joe Biden obtuvo 59 por ciento del voto latino en 2020, pero las encuestas ahora registran que Harris está por debajo de eso. “Creemos que si la elección fuese hoy, perderíamos en Nevada”, comentó un vocero del sindicato de trabajadores de la industria hotelera, gremio con enorme base latina y tal vez la organización pro Partido Demócrata más poderosa del estado, en entrevista con Politico la semana pasada. Eso sería una derrota enorme ya que los demócratas siempre han ganado el voto presidencial en Nevada gracias en gran medida al gremio con sede en Las Vegas, pero si los trabajadores hoteleros empiezan a abandonar a Harris o simplemente no participan, ella perderá el estado.
Los demócratas dicen estar confiados que recuperaran el apoyo mayoritario de latinos y el evento de Univision es parte de esa estrategia, junto con la compra de publicidad en español en ese estado en periódicos y espectaculares con mensajes de “Las Vegas está con los sindicatos…. ¡Vota con los demócratas!”
Pero los republicanos también están apostando que pueden ampliar su apoyo entre latinos. Aunque nadie espera que ganara una mayoría del voto latino, Trump obtuvo 36 por ciento del voto latino (un incremento de 28 por ciento que obtuvo en 2016) y según una nueva encuesta del New York Times, está logrando mantener y hasta mejorar ese apoyo a 37 por ciento, mientras que Harris es apoyada por 56 por ciento, por debajo del 62 por ciento que obtuvo Biden.
En Arizona, Vance declaró que “muchas madres, especialmente mujeres latinas en lugares como Arizona… están diciendo que no queremos que nuestros hijos jueguen en parques donde una bolsa de dulces realmente es fentanilo disfrazado”. Argumentó además que la inflación, precios de energía y problemas en la frontera están impactando más a latinos.
Presidenciables... (2 y fin)
Pero los latinos no son el único indicador problemático para Harris. En Detroit, Michigan, ciudad con una población 80 por ciento afroestadunidense, varios organizadores están advirtiendo a la campaña de Harris que el entusiasmo por la demócrata esta disminuyendo, sobre todo entre hombres afroestadunidenses, reportó Politico.
Para buscar confrontar eso, la campaña ha despachado a varias figuras afroestadunidenses famosas, desde el legendario basquetbolista Magic Johnson, a varios legisladores federales y estrellas para impulsar la participación. Nadie duda que la gran mayoría en Detroit votará a favor de ella, pero vale recordar que fue la baja tasa de participación en Detroit que contribuyó al triunfo inesperado de Trump en Michigan contra Hillary Clinton en 2016 por solo un margen de unos 20 mil votos.
El mensaje central de la campaña demócrata en Michigan se ha enfocado sobre la amenaza que representa Trump contra los derechos de la mujer incluyendo el aborto.
Pero políticos locales han repetido a los medios nacionales que la economía es un tema más importante para votantes en ese estado y donde Trump es percibido mejor que Harris en ese rubro. A la vez, Michigan es el estado con una de las comunidades árabe-estadunidense más grandes del país, y donde la ira sobre el apoyo de Washington y el gobierno de Biden y Harris a la guerra de Israel en Gaza está llevando a un número significativo a decidir que no participarán en esta elección.
Cada semana nuevas encuestas registran que la contienda presidencial está en un empate técnico, con Harris con una ventaja dentro del margen de error.
Ante el empate, ambas campañas están buscando evitar cometer algún error a estas alturas del juego. Trump de repente insistió, por ejemplo, que no se opone al aborto y su esposa Melania acaba de publicar un libro que incluye una sección donde se proclama a favor del derecho al aborto.
Por su parte, Harris, con su capacitación de abogada, sigue evadiendo responder de manera directa a preguntas potencialmente controvertidas. Por ejemplo, en el evento de Univision el jueves, Ivette Castillo le dijo a Harris que su madre indocumentada acababa de fallecer, y agregó que “mi pregunta para usted es, ¿qué son sus planes para apoyar a ese subgrupo de inmigrantes quienes han estado aquí todas sus vidas, o la mayoría, pero que tienen que vivir y morir en las sombras?”. Harris, hija de inmigrantes, no respondió a la pregunta al darle la vuelta y atacar las posiciones de su contrincante.
Analistas políticos dicen que al reducirse el numero de votantes que decidirán esta contienda, es cada vez mas difícil pronosticar que ocurrirá el 5 de noviembre, el día de la elección. Solo 13 por ciento de votantes dicen que aun no han decidido como votar, según una nueva encuesta de Pew Research Center. Peor aun, según algunos cálculos, es probable que la elección será determinada por 6 por ciento de los votantes en seis de los estados claves, reporta Axios.
https://www.jornada.com.mx/noticia/2024/10/13/mundo/candidatos-presidenciales-despiertan-poco-entusiasmo-en-electorado-4374
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