lunes, 19 de abril de 2021

El combate de los melocotones

Por René Rodríguez Rivera

El 5 de febrero de aquel 1976 habíamos sufrido un duro revés con unas cuantas bajas en el río Lumeje. Allí tuvimos que retirarnos; el puente había quedado destruído y no podían avanzar los tanques ni los otros vehículos militares. El mando del Frente decidió que nos desviáramos hacia el sudeste y avanzáramos sobre un pueblo que se llamaba Busaco. Era la ofensiva sobre Luso (hoy Luena), capital de la provincia angolana de Moxico.

Avanzamos y se destruyó un punto de resistencia del enemigo. Al día siguiente llegamos a Busaco. Era un caserío de portugueses con una aldea al lado, como casi todos. El Comandante de la Columna nos ordenó que pusiéramos el Puesto Médico en la mejor casa del pueblito. Las tropas continuaron su avance acercándose a Luso. A lo lejos se escuchaba el tronar de la artilleria y el aullido de los misiles BM-21.

Recorrimos los alrededores del caserío, que había quedado abandonado. Detrás de nuestra casa se extendía un espeso bosque. Esa tarde se capturaron dos enemigos merodeando el poblado. Nosotros eramos cinco personas: el Dr. Juan I. Robert, cirujano; el licenciado Olirio González, anestesista; un sanitario angolano que se llamaba Lucius; el cocinero cubano Arencibia y yo. Habíamos quedados solos pues las tropas habían avanzado unos 5 kilómetros, y la extrema retaguardia, con abastecimientos de boca, municiones etc., estaba a unos 3 kilómetros detrás.

La primera noche establecimos guardias de dos horas. Esa madrugada me desperté como a las 3am. y encontré al sanitario dormido en el portal, con el fusil en el suelo. De más está decir que le “espanté” tremenda descarga. No me pude volver a dormir.

Al amanecer, Olirio ya estaba haciendo café cuando me acerqué a Robert y le dije: “Robert, aquí nos van a matar a todos; estamos solos y ese bosque está lleno de enemigos que huyen, pero siguen siendo peligrosos porque estan armados”. “Y ¿qué tu quieres que hagamos?”, me dijo Robert. Le respondí: “Debemos hablar con el Comandante para que nos mande a la primera linea con las tropas”. A lo que Robert contestó: “Yo estoy de acuerdo contigo y prefiero que me maten a cañonazos a que me vaya a coger esta gente; tú sabes lo que hacen con los prisioneros”. Y después añadió: “El problema está en poder hablar con él, pues siempre pasa a millón hacia la retaguardia y regresa a la misma velocidad”.

El Comandante era un hombre de unos seis pies y más de 200 libras de peso. Un hombre de valor, combatiente de la Sierra y con conocimientos militares. En general tenía buen caracter pero no hablaba mucho. A veces le brotaban las “malas pulgas”. Aquella humanidad necesitaba alimentarse y cada vez que tenía una oportunidad se aparecia en el Puesto Médico, donde casi siempre habia carne. La última vez que había comido con nosotros había dispuesto de seis bistecs de gacela que nos habían traído, aunque la mayoría de las veces  había tronchos de pescado en lata, ya que la carne se guardaba para los enfermos o heridos. Si el Comandante llegaba, le brindabamos carne y nos decía: “Déjense de chicharronerías. ¿Hay carne para todos?”. Si no la había, él también se comía los tronchos.

Ahora hacía varios días que no comíamos ni regular. Puedo decir que en tres jornadas solo habíamos comido unas laticas de sardinas. El constante avance impedía establecer una cocina. Todo el mundo estaba igual, incluyendo el Comandante.

Aquella mañana lo vimos pasar en su Jeep a gran velocidad hacia la retaguardia. Robert se acercó y me dijo: “Tengo una idea”. Entró a la casa y salió con una lata de melocotones marca Libbys en la mano. “Mira, él debe de estar muerto de hambre; vamos a la carretera y cuando regrese le brindamos unos melocotones y ahí aprovechamos y hablamos el asunto. Esta latica era mi última reserva”.

Pues eso hicimos. Como 30 minutos después vimos regresar el jeep a toda velocidad. Robert se adelantó con la lata en la mano, sacó un melocotón y se lo comió, cuando ya casi el vehículo estaba sobre nosotros. El jeep siguió de largo, pero unos metros adelante frenó y dió una brusca marcha atrás. Las manos del comandante casi le arrebataron  la lata y la cuchara a Robert; se comió el contenido y nos preguntó: “¿Cómo están?”

Ahí aprovechamos. Robert le dijo que no había agua porque la planta estaba rota y que repararla llevaba tiempo, lo que era cierto. Yo le expliqué que teníamos que trabajar y además hacer guardias, porque había enemigos en el bosque aledaño. Pensó unos segundos y nos dijo: “Sí, recojan y vayan hacia donde están las tropas, pero protéjanse que hay cañoneo esporádico del enemigo y si me matan a un médico ¿qué le digo a Fidel?”. Vi el cielo abierto. Una hora después nos instalamos en una especie de barraca a unos 300 metros detrás de la primera línea de nuestras tropas, entre unos árboles.

Cuando terminamos de instalarnos, Olirio dijo: “Hemos ganado el combate de los melocotones”. Me miró y dijo: “Anótalo en tu diario”.  Me reí, cosa que hacía días que no ocurría, y así lo hice: lo anoté en mi diario.

(14 de oct 2019)

209 comentarios:

«El más antiguo   ‹Más antiguo   201 – 209 de 209
yamirys valle glez dijo...

Jajajaja. . (15:04).y pobre del que sea dueño de esas dos "armas biólogicas-y -nucleares"...jajaja...

...Destrucción asegurada...jijiji

Y por mi parte dejo a éste "campo"...de batalla....y me voy. ..a escuchar melodías. ...jijiji.

Dra Fuchi dijo...

22 de abril de 2021, 16:30
Gracias yami, yamita.. a ver si nos Sincronizamos de una buena y reverenda vez.
16:43. O clóc

Rene Rodriguez Rivera dijo...

Bueno,si es el que yo creo va a ser muy difícil porque el hombre esta' acostumbrado a no rendir cuentas...me imagino que la Beberáno no lo puede ni ver,porque esa si controla y rinde cuentas.R3.

sergiojoel dijo...

Silvio:
Claro que el Partido ha estado a la altura de estos tiempos y tengo el convencimiento que lo seguirá estando.
Calidad tiene para eso y para cambiar todo lo que deba ser cambiado por el bien de nuestra Cuba.
Saludos
Sergio

yamirys valle glez dijo...

No entiendo por qué se han eliminado tantos comentarios? ??...eran más de 210, creo...y van por 204....

Milton Ermitaño70 !! dijo...

Gracias por cultivar su historia René.

Yamiris campo gzs dijo...

Creo que NADIE ENTIENDE!!

yamirys valle glez dijo...

Dr.Color..(16:44)..le doy pista...a las 3:0Oam .O clóc...se "mezclan"..bien... el "fucsia" y el "azul".....jijijí.

Y cerrao candao por hoy...no le "abro"..la puerta a ningún otro anónimo de scita.... por hoy.!!!...ufff...que caro me ha salido el jueguito!!!..jajajaja.

esperanza dijo...

así está la cosa aquí :

ELECCIONES COMUNIDAD DE MADRID

Iglesias y Marlaska reciben sendas amenazas de muerte con balas: “El tiempo de reírte de nosotros se terminó”

“Tu tiempo se agota”, se lee en la misiva dirigida al exvicepresidente. La directora de la Guardia Civil también ha sido destinataria de una carta similar

MADRID - 22 ABR 2021 - 23:25 CEST

Tres amenazas de muerte en forma de tres cartas consecutivas, hasta el momento, han sido recibidas por la directora general de la Guardia Civil, María Gámez; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y Pablo Iglesias, exvicepresidente del Gobierno y candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid por Unidas Podemos (UP). Se trata de diferentes misivas que han llegado, por ese orden, según las denuncias a las que ha tenido acceso EL PAÍS y la versión ofrecida por fuentes del Ministerio del Interior.

(más)

https://elpais.com/espana/elecciones-madrid/2021-04-22/pablo-iglesias-recibe-una-amenaza-de-muerte-en-un-sobre-con-dos-balas.html?rel=lom

besos

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