Los resultados de la Encuesta Nacional de Fecundidad (ENF) 2022 –realizada por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), en colaboración con otras organizaciones nacionales e internacionales, y presentada ayer a propósito del Día Mundial de la Población– confirma los bajos niveles de fecundidad en Cuba.
Al exponer los datos de los principales indicadores del estudio, María del Carmen Franco Suárez, subdirectora del Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la ONEI, dio a conocer que la paridez media o fecundidad acumulada se ubica actualmente en un promedio de 1,14 hijos por mujer de 15 a 54 años; y de 0,79 hijos por hombre.
No obstante, puntualizó la especialista, se verifica en la Encuesta que, de manera general, la mayoría de las mujeres y hombres en Cuba llegan a ser madres o padres en algún momento de sus vidas (el 87 % de las mujeres y el 76 % de los hombres).
Sin embargo, otro indicador: la nuliparidad (asociado a la cantidad de personas que terminan su periodo reproductivo sin haber tenido hijos) ya muestra valores notables: 13 % en las mujeres y 24 % en los hombres.
En el año 2009 estos datos eran del 9 % en las mujeres y 18 % en los hombres, subrayó la directiva.
En cuanto al orden de nacimiento, puntualizó la investigadora que se aprecia en la ENF una tendencia al truncamiento del proceso reproductivo, cuando se han tenido dos hijos como máximo.
La Encuesta demostró también que la edad de iniciación sexual es muy temprana. De acuerdo con las estadísticas, el 69,8 % de las mujeres y el 75,8 % de los hombres se iniciaron sexualmente antes de los 18 años, mientras que el 10,8 % y 15,9 %, respectivamente, se inició antes de los 15 años.
Otros datos relacionados con este indicador arrojan resultados de preocupación, como es el hecho de que, en el contexto de la primera relación sexual, solo el 39 % utilizó un método de protección contra embarazo o enfermedad de transmisión sexual; el 43 % reconoció que estaba preparado para enfrentar este evento; el 30 % no lo califica como una experiencia satisfactoria; el 18 % no lo hizo con una persona cercana (novio o novia); y el 23 % no lo hizo por convencimiento propio.
EL MATRIMONIO INFANTIL
Relacionado con el tema anterior, la ENF indagó sobre el matrimonio infantil, demostrando la existencia de una brecha de género grande.
En el rango de edad entre 15 y 19 años, el 16,9 % de las mujeres contrajo matrimonio antes de los 18 años, y el 3,8 % antes de los 15 años. En cambio, en ese mismo rango etario, el 7,5 % de los hombres se casó antes de los 18 años, y el 0,7 % antes de los 15 años.
Acerca de otros indicadores, se informó que la edad media al primer hijo ronda los 23 años para las mujeres y alrededor de 27 años para los hombres, «una edad relativamente temprana para un contexto de baja fecundidad», acotó la Subdirectora del Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la ONEI.
A su vez, alertó que este tema puede estar asociado también a la fecundidad adolescente, pues según los resultados, el 26,2 % de las mujeres tuvo su primer hijo antes de los 20 años; el 12,5 % antes de los 18 años; y el 1,1 % antes de los 15 años.
Precisamente, sobre los embarazos en la adolescencia, la ENF arrojó que el 20 % de las mujeres se embarazó al menos una vez antes de los 18 años, y el 15,6 % entre 15 y 19 años han estado embarazadas. La pesquisa reflejó que el 84 % de las adolescentes se embarazó por descuido, y el 48 % por mal uso de anticonceptivos.
Asimismo, se determinó que la edad promedio al primer embarazo es dos años inferior a la edad del primer hijo, lo cual sugiere que muchos primeros embarazos son interrumpidos antes de la procreación.
CUIDADOS REPRODUCTIVOS Y PLANIFICACIÓN FAMILIAR
Del indicador relacionado con los cuidados reproductivos y planificación familiar, los resultados verifican que es casi universal el conocimiento de métodos anticonceptivos, en tanto que más del 85 % de mujeres y hombres usó alguna vez métodos anticonceptivos; menos del 2 % usó métodos tradicionales; y el 71,6 % de las mujeres entre 15 y 49 años toma sus propias decisiones informadas sobre las relaciones sexuales, el uso de anticonceptivos y el cuidado de su salud.
A pesar de ello, dijo Franco Suárez, es elevada la tasa de embarazos no deseados o inoportunos, que han devenido lo mismo en hijos nacidos vivos (25,6 %), que en interrupciones voluntarias por aborto o regulaciones menstruales (cerca del 35 %).
En cuanto al indicador de los planes reproductivos, afirmó la especialista que se confirman las bajas reservas de natalidad e intención de tener hijos en las personas en edad fértil.
Entre las mujeres de 15 a 49 años, solo el 21,2 % afirma que tendrá hijos, y el 9,3 % que lo hará en los próximos tres años. Dentro del mismo rango de edad, el 27,3 % de los hombres dice que sí procreará, mientras que el 12,8 % lo haría en los próximos tres años.
Teniendo en cuenta estos indicadores, se está en presencia de una situación de baja fecundidad con limitadas reservas de nacimientos y en detrimento de los porcientos arrojados en la Encuesta realizada en 2009, señaló.
Al respecto, ilustró la investigadora que, de las mujeres en edad fértil de 15 a 49 años, el 32 % no tiene hijos (29 % en 2009); el 36 % tiene solo un hijo (32 % en 2009); el 32 % tiene dos o más hijos (39 % en 2009); y el 29 % tiene menos hijos de los que desearía tener (40 % en 2009).
En cuanto a la ENF, precisó Franco Suárez que su objetivo general fue caracterizar el patrón de baja fecundidad del país a partir de identificar los factores demográficos, socioeconómicos y culturales que condicionan la decisión de tener hijos o de no tenerlos, y las motivaciones y circunstancias que intervienen en el retraso de la maternidad y de la paternidad, actuando como inhibidores de la fecundidad deseada.
A partir de un tamaño muestral de 12 093 personas (6 471 mujeres y 5 622 hombres), el universo y alcance de la Encuesta abarca a toda la población de 15 a 54 años de edad, hombres y mujeres, residentes permanentes en viviendas particulares.
Asimismo, tiene representatividad nacional y urbano-rural por cuatro regiones del país (La Habana, Occidente, Centro y Oriente), y se realizó mediante entrevistas directas a los miembros de los hogares.
El periodo de enumeración aconteció del 1ro. al 30 de abril de 2022, con un diseño muestral aleatorio y estratificado por conglomerado, con tres etapas de selección. Se trata de la tercera encuesta de fecundidad en el país, y la segunda en la que se investiga a los hombres, lo cual permite el análisis con perspectiva de género.
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