miércoles, 28 de junio de 2023

Capitalismo tardío y neocatastrofismos

     K. Kautsky, ( Teoría de las crisis, 1901), padre de la socialdemocracia europea, anunciaba que el desacople entre producción y consumo mundial, la llamada sobreproducción, era el síntoma decisivo de la imposibilidad de la continuidad histórica del capitalismo. Sin embargo, la devastación material que conllevaron las guerras, y las propias depresiones económicas, jugaron el papel de destrucción creativa schumpeteriana que volvió a acoplar producción con consumo. H. Grossman ( La ley de la acumulación, 1929), gran economista polaco, creía que la sobreacumulación de capital, debido a las constantes innovaciones tecnológicas que desplazaban el trabajo humano, reducían la cantidad de trabajo impago apropiado por los empresarios, en relación con los montos de inversión realizados, lo que, a la larga, llevaría a un colapso del sistema en su conjunto. Sin embargo, como viene aconteciendo a lo largo de décadas, esta tendencia decreciente de la tasa de ganancia, está acompañada también de un crecimiento sostenido de la masa de ganancia absorbida por la inversión que dinamiza la inversión. P. Mattick, otro gran economista marxista radicado en Estados Unidos, consideraba que la sobresaturación de capital a escala mundial, más la competencia interempresarial, llevarían a una crisis mortal del capitalismo al constreñir el nivel de los ingresos de las clases laboriosas ( The Permanent Crisis, 1933). Pero no tomó en cuenta que la mejora de la productividad laboral general, eleva los ingresos de las clases menesterosas, en tanto que, el trabajo barato de las sociedades periféricas y el trabajo doméstico gratuito, ayudaron a sostener lo que U. Brand denomina el modo de vida imperial del capitalismo desarrollado.

     Independientemente de que, con el tiempo, varios de los postulados de ­estas reflexiones fueron superados por la propia realidad, el gran aporte de ­esta polémica radicó en poner la ­atención en la recurrente manifestación de límites en el desarrollo histórico de la sociedad capitalista. Si bien todos estos autores incorporaban el factor decisivo de las luchas sociales para derribar el orden económico, consideraban que la eficacia de esas luchas necesitaba unas condiciones de posibilidad material que permitieran el derrumbe del capitalismo existente y su sustitución por otra organización económica de la sociedad.

     Los trente glorieuses que emergieron después de la Segunda Guerra Mundial (1945-75) y que dieron los mayores índices de expansión económica y bienestar social a Europa y Estados Unidos, aplacaron el debate sobre el derrumbe. La implosión del llamado socialismo real en 1989 y el triunfo inapelable del capitalismo de libre empresa en los años posteriores cerraron temporalmente cualquier referencia en torno a los límites del capitalismo. De hecho, desde entonces podía presentarse como el insuperable final del camino del progreso humano. Pero la celebración del fin de la historia no duró mucho.

     Primero fueron las alarmas sobre las barreras naturales a esta forma de producir fundada en la ganancia permanente. Los efectos dramáticos en el medio ambiente, lo que Marx llama la fractura del intercambio metabólico entre naturaleza y ser humano, comenzaron a ser expuestos, no sólo con el inminente riesgo apocalíptico del trastrocamiento del clima, la biodiversidad y la vida terrestre, sino también con los limites materiales naturales a una continua expansión de la producción y la acumulación capitalista. Sugirió así un nuevo catastrofismo, ahora centrado, no tanto en las barreras a la acumulación empresarial, como en el agotamiento de los componentes materiales que permiten la producción y la acumulación burguesa. No es ya la organización social capitalista la que manifiesta sus propias fronteras (de acumulación, de desigualdad, de luchas sociales, etcétera), sino la naturaleza la que es el límite de la ganancia ilimitada.

     Cada nuevo informe del Panel ­Intergubernamental sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas es más aterrador que el anterior, en tanto que el reloj climático señala que estamos a segundos de rebasar los 1.5°C de temperatura por encima de la era ­preindustrial, lo que llevará a una ­vorágine de desastrosos e irreversibles efectos medioambientales y biológicos en el mundo. Sin embargo, por ahora, este neocolapsismo ambiental ha dado lugar a un fatalismo impotente que no logra visualizar un orden económico-social diferente al capitalismo existente. Se plantea atenuar su desarrollo, direccionarlo o, en el mejor de los casos desdesarrollarlo (Latouche, 2023), dejando de lado que, si algo caracteriza precisamente al capitalismo es la tendencia a la acumulación perpetua, por encima del bienestar humano, del medioambiente o de la propia vida ­biológica.

     Una contraparte temprana de este catastrofismo ambiental, es el desplome inducido, llamado aceleracionismo (Srnicek, Fisher); que propone exacerbar aún más la expansión capitalista a fin de que sus fuerzas prometeicas, disolventes y de autoorganización, estallen creando condiciones para una otra sociedad.

     Pero lo verdaderamente llamativo del último tiempo, es el catastrofismo analítico de las instituciones y tanques pensantes del propio capitalismo ­global. Eufóricas durante décadas con el imaginado triunfo definitivo del libre mercado, el FMI, Banco ­Mundial, BIS, Rand Corporation, World ­Economic Forum, McKensey, etcétera, en los últimos meses han pasado de un ­pesimismo temporal a un pesimismo catastrofista.

El FMI, ese portaaviones político, acorazado de dinero y datos econométricos, que durante décadas se encargó de encuadrar a América Latina y Europa del este en el ineluctable destino "final" de la humanidad, el libre-mercado, ahora se lamenta del "desmoronamiento" del orden planetario liberal y predice que la "fragmentación geoeconómica" en marcha traerá una contracción de hasta 7 por ciento del PIB mundial en los siguientes años ( Geoeconomic Fragmentation…, enero de 2023). Por su parte, el Banco Mundial, esa caballería global del "consenso de Washington", ahora se detiene atónito ante el futuro incierto y augura una venidera década perdida con la caída de un tercio del crecimiento global respecto de los primeros 10 años del siglo XXI ( Global Economic Prospects, junio 2023).

Y el que más sorprende sobre el porvenir del capitalismo, es el McKensey Global Institute. Considerado como la empresa de consultoría más famosa e influyente del mundo, y que ha formado a la mayor cantidad de CEO de grandes empresas, acaba de realizar un análisis crítico y calamitoso del porvenir del capitalismo mundial capaz de disputar umbrales de fatalismo a las más enjundiosas versiones catastrofistas del marxismo del siglo XX. Comienza su estudio señalando que, en los últimos 40 años, el capitalismo global se ha desplegado por medio de una anomalía peligrosa: que el crecimiento del valor de los activos (acciones, bienes raíces) y de la deuda (estatal, empresarial, personal) fue más rápido que el crecimiento del PIB. Es decir, el valor en papeles se desacoplo del valor real de la economía. Por cada dólar de activo real, el activo ficticio creció 1.3 veces. Desde 1993 hasta 2021, asienta el documento, el capital no persiguió inversiones productivas, sino la riqueza de papeles: el valor de los bienes raíces creció 33 por ciento por encima del PIB. Los activos 100 por ciento; la deuda 90 por ciento, y los depósitos 124 por ciento ( The Future of Wealth and Growth…, mayo de 2023).

Para aumentar los males endémicos, la inversión productiva ha disminuido como porcentaje del PIB. En la Unión Europea, 55 por ciento más baja que entre 1995-2008. Y en Estados Unidos, 40 por ciento menos. Por su parte, la productividad ha reducido su tasa de crecimiento. Si entre 1980 y 2000 aumentó 1.8 por ciento anual, entre 2000 y 2021 tan sólo .8 por ciento. La esperanza de que la digitalización y la I+D revolucione la productividad ha fracasado por la ausencia de "habilidades necesarias" en la fuerza laboral y, sobre todo, porque son tecnologías de ciclos de vida cortos que "pueden absorber ahorros sólo por periodos muy limitados" antes de volverse obsoletas o transferir conocimiento a los competidores. Esta ralentización de la productividad del capitalismo tardío, antiguo baluarte de su superioridad histórica, no es un problema pasajero: es un límite estructural del propio capitalismo. Se ha creado así un círculo vicioso: aumenta la participación de los grandes dueños en la riqueza global; disminuye la participación de los trabajadores que reduce el consumo proporcional y crece el valor "en papel" de los activos debido al ahorro de los ricos. Se trata de un problema de sobreproducción con efectos de desvío especulativo de la riqueza que suscribiría el propio Marx ( El capital, tomo III).

Ante a este desastre, ¿qué opciones hay al frente? El instituto más deseado por todos los graduados en ramas económicas de las universidades más prestigiosas del mundo, ve cuatro opciones, cada cual más problemática que la anterior. La primera, mantener lo mismo que ahora; crecimiento ficticio, PIB aumentando por debajo de 1 por ciento, demanda débil, bajo aumento de la productividad, mayor desigualdad. En resumen, volver al estancamiento secular.

La segunda, políticas de defensa nacional (nacionalismo económico): aumento de la inversión pública, crecimiento moderado del salario y el consumo, inflación por encima de 4 por ciento, disminución de valor de las acciones y bienes raíces, aumento de la deuda y contracción de la riqueza de los hogares en 8.5 por ciento.

La tercera, de recesión prolongada: política fiscal austera, ajuste fiscal duro y contención de la inflación, tasas de interés altas, caída de los valores de los activos, crisis de liquidez, crisis mundial de deuda, demanda débil, zoombificacion de empresas; PIB crece un punto menos que la década anterior, caída del valor real de acciones y bienes raíces en 30 por ciento o más.

Por último, productivismo con base en el aumento de la inversión en nuevas tecnologías: crecimiento del PIB de 1 por ciento por encima de la década anterior, inflación controlada, políticas publicas industriales, valor de bienes inmuebles se estancan y caen en relación con el PIB, nueva ola de economías emergentes. Esta última opción, la menos conflictiva, se asemeja mucho a la señalada hace más de 100 años atrás por Luxemburgo, sólo que ella ya vio la saturación de ese camino. Y en cuanto a la productividad, no hay una ruta para remontar los límites estructurales que el mismo instituto menciona respecto de las tecnologías de rauda obsolescencia.

En síntesis, los corifeos del capitalismo han extraviado el optimismo histórico. No sólo nos muestran con datos un modelo de desarrollo neoliberal desfalleciente, sino también un capitalismo estructuralmente cansado, fisurado, carente de horizonte esperanzador capaz de lanzar al mundo a una nueva etapa de prosperidad. Casi como una bestia irracional que se devora a sí misma. Por ello no cabe duda de que, en estos tiempos de incertidumbre pesimista, habría que volver a desempolvar y enriquecer los previsores debates marxistas sobre las condiciones del "derrumbe" ­capitalista.

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*Ex vicepresidente de Bolivia

https://www.jornada.com.mx/2023/06/27/opinion/016a1pol?from=homeonline&block=opinion

 

 

11 comentarios:

silvio dijo...

Resumen Latinoamericano, 28 de junio 2023

silvio dijo...

Arranca proyecto Sembrando Vida en Cuba
Por Arturo Sánchez Jiménez

El gobierno de México dio inicio este martes al proyecto Sembrando Vida en Cuba, que beneficiará a cinco mil campesinos de la isla.

Este programa, que es uno de los emblemas de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, busca contribuir al bienestar social de sembradoras y sembradores y operará en las provincias de Artemisa y Mayabeque con el fin de incrementar la producción agrícola, así como de fortalecer la soberanía alimentaria de la población que habita en esas localidades y en La Habana, de acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

El proyecto contará con el acompañamiento de 31 técnicos, priorizando 22 municipios de las provincias para robustecer las capacidades económicas, sociales y ambientales de la región, según un comunicado.

Sembrando Vida Cuba busca aumentar la producción agrícola mediante el apoyo en especie como plantas, semillas, herramientas, maquinaria y acompañamiento técnico personalizado, y con ello fortalecer la soberanía alimentaria y mejorar la calidad de vida de la población.

Al dar el banderazo de salida al proyecto, la directora la directora ejecutiva de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid), Laura Elena Carrillo Cubillas, aseguró que para el gobierno mexicano es prioritario promover la integración de América Latina y el Caribe y así contribuir al máximo desarrollo de la región, lo que hace posible enfrentar los retos globales y crecer de manera conjunta.

“Nunca hemos pensado que México puede desarrollarse solo. México tiene que ir de la mano de sus hermanos y hermanas de todos los países de América Latina y del Caribe, y tenemos que demostrarle al mundo lo que somos capaces de hacer cuando trabajamos de la mano, ése es el gran orgullo de los mexicanos”, afirmó Carillo Cubillas.

Por parte de Cuba, encabezaron el evento la viceministra primera de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex), Ana Teresita González; el viceministro de Agricultura, Maury Hecheverría Bermúdez; y el embajador de Cuba en México, Marcos Rodríguez Costa. Por México, estuvieron presentes el embajador de México en Cuba, Miguel Díaz Reynoso; la directora general de Ejecución de Proyectos Especiales de Cooperación Internacional, Mónica Pérez Egüis; y el director general de Política de Cooperación, Javier Dávila Torres, ambos de la Amexcid.

En enero de 2023 se concluyeron los cinco mil registros; actualmente se está finalizando la validación de terrenos, entrega de apoyo en especie (semillas, plantas y agroquímicos) y herramienta.

También asistieron al acto los gobernadores de Artemisa, Ricardo Concepción Rodríguez, y de Mayabeque, Manuel Aguilar Lamas.

https://www.jornada.com.mx/notas/2023/06/27/politica/arranca-proyecto-sembrando-en-vida-en-cuba/

silvio dijo...

Colombia:

Blanche Petrich: A seis años del acuerdo de paz, aún pesa el estigma de ser guerrillero

silvio dijo...

Fuerte impacto enterarme del deceso de Alfredo Muñoz, insigne violinista cubano y viejo amigo. Nuestro abrazo profundo a su esposa, otra grande de nuestra música: María Victoria del Collado (Vicky) y a su hijo Fernando.

silvio dijo...

Pedro de la Hoz: La huella sonora imborrable de Alfredo Muñoz

silvio dijo...

GOLPES DE ESTADO EN RUSIA
Por Jorge Gómez Barata

En poco más de 100 años hubo en Rusia tres tentativas de golpes de estado, todas fallidas. La primera fue protagonizada por el general Lavr Kornílov (agosto/septiembre de 1917) contra el gobierno provisional de Aleksandr Kerenski. La segunda tuvo lugar entre el 19 y el 21 de agosto de 1991 cuando elementos de línea dura en la administración reformista de Mijaíl Gorbachov estimaron que sus reformas hundían al país, conspiraron, intentaron usurpar el poder y poner bajo arresto al presidente. La otra asonada ocurrió el pasado 24 de junio cuando Yevgueni Prigozhin, jefe del Grupo Wagner con 25.000 efectivos se sublevó y ordenó a sus huestes marchar sobre Moscú en zafarrancho de combate.

Durante del golpe de estado contra Mijaíl Gorbachov en 1991, los mariscales, generales y almirantes soviéticos se abstuvieron de intervenir. Lo mismo hicieron la seguridad del estado, las estructuras del partido y los sindicatos. Los rusos de hoy adoptaron la misma actitud durante la asonada protagonizada por Yevgueni Prigozhin, aunque Putin afirma que él ordenó la inacción.

Durante la intentona contra Gorbachov, el generalato soviético tuvo la excusa de que se trataba de una acción política; mientras la de ahora tenía una definida estructura militar. La columna del sublevado Grupo Wagner, formada por unos 5.000 efectivos con blindados y artillería, en zafarrancho de combate avanzó por las carreteras entre 200 o 300 kilómetros, derribando helicópteros y aviones, colocándose a media jornada de Moscú.

La pasividad, celebrada como heroica, contrastó con el emotivo, enérgico y crispado mensaje del presidente Putin al informar al pueblo, en el cual adjudicó los más graves epítetos a los sublevados, fue como mínimo extraña. Al respecto, expertos se preguntan: ¿En qué punto del avance de los sediciosos de Wagner iban a actuar los defensores de la capital que nunca desplegaron fuerzas?

En 1991 el órgano golpista estuvo integrado por Guennadi Yanáyev, vicepresidente de la URSS y otra media docena de altos cargos, entre los que figuraban los ministros de defensa, interior y el jefe de la KGB. Como parte de aquel Comité Yanáyev, emitió un decreto por el cual se auto designó “presidente en funciones de la URSS”, alegando que Gorbachov cesaba temporalmente por “enfermedad”

Después de un recorrido iniciado en 1985 cuando ante la crisis sistémica que afectaba a todas las estructuras del modelo socialista instaurado en la URSS y el inmovilismo de los anteriores gobernantes, Gorbachov emprendió un proceso de reformas conocido como “perestroika” que abarcó todos los aspectos de la sociedad soviética que, finalmente se salió de control iniciándose la desintegración del país.

En 1990 sucesivamente las repúblicas soviéticas de Lituania, Estonia, Letonia y Georgia declararon su independencia y seguidamente lo hicieron la propia Rusia y Ucrania. Ante ese acelerado proceso de disolución y el anunció de que se establecería un nuevo tratado según el cual la URSS dejaría de existir, las contradicciones se profundizaron.

silvio dijo...

Golpes de estado (2 y fin)

Confiado, a principios de agosto de 1991 Gorbachov viajó de vacaciones a Crimea. El 17 de aquel mes los conspiradores enviaron una comitiva para exigir a Gorbachov que decretara el “estado de emergencia” y renunciara nombrando sustituto al vicepresidente Guennadi Yanáyev y así permitir que el Comité del Estado de Emergencia tomara el mando, a lo cual se negó. Tres días después los reformistas encabezados por Boris Yeltsin que ya no eran partidarios de Gorbachov, mediante acciones de masas, paralizaron el golpe, aunque, en lugar de reponer a Gorbachov, comenzaron a desmantelar el aparato del partido y del estado soviético. Yeltsin asumió los poderes que había ejercido el gobierno soviético. El 21 de diciembre de 1991 la URSS dejó formalmente de existir.

En una oficina en el Comité Central del Partido Comunista de Cuba un día de agosto de 1991, un reducido grupo de funcionarios del partido nos dispusimos a presenciar por televisión, la comparecencia de Guennady Yanayev quien presidia el Comité Estatal para el Estado de Emergencia que presuntamente debería rescatar a la Unión Soviética del atolladero al que la habían conducido las reformas de Gorbachov.

Lo que apareció en la pantalla fue patético. En lugar de hablar, un tembloroso Yanáyev, balbuceaba y al referirse al paradero del líder soviético Gorbachov, mintió: “Mijaíl Gorbachov, dijo, está de vacaciones. Está recibiendo tratamiento médico. Después de tantos años y tanto trabajo..., necesita tiempo para reponerse”. La decepción fue enorme. El hombre que debía rescatar el mayor proyecto revolucionario en la historia de la humanidad era obviamente incapaz. La experiencia fue demoledora. Allá nos vemos.

silvio dijo...

Emir Sader: La crisis de la crisis del lulismo

silvio dijo...

AFP: Protestan en Puerto Rico contra proyecto para subir precio de la luz

silvio dijo...

Firman México y Cuba acuerdo de cooperación en temas de salud

Los gobiernos de México y Cuba firmaron este miércoles un acuerdo de cooperación en materia de investigación, prevención y tratamiento en los temas de geriatría, Alzheimer, cáncer pulmonar y rehabilitación física.

“La colaboración en la investigación y el intercambio de conocimientos entre científicos y expertos de México y Cuba impulsarán el desarrollo de nuevas terapias, métodos de diagnóstico y enfoques de tratamiento para enfermedades neurológicas, lo cual fortalecerá nuestras capacidades, llevando la medicina a nuevos horizontes”, señaló la directora ejecutiva de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid), Laura Elena Carrillo Cubillas, quien firmó el acuerdo.

Por parte del gobierno cubano, suscribió el convenio el director del Centro Internacional de Restauración Neurológica, Héctor Vera Cuesta, en presencia del embajador de México en Cuba, Miguel Díaz Reynoso, y el director general de Política de Cooperación de la Amexcid, Javier Dávila Torres, de acuerdo con un comunicado.

Con estas sesiones, el intercambio de buenas prácticas, la investigación conjunta y el acceso a tratamientos y tecnologías médicas avanzadas, se contribuirá al cumplimiento de los compromisos de cooperación internacional, a través de la observancia de tres objetivos de la Agenda 2030 de la ONU: “Salud y bienestar”, “Paz, justicia e instituciones sólidas” y “Alianzas para lograr los objetivos”.

La directora ejecutiva de la Amexcid afirmó que “a través del intercambio de conocimientos, la colaboración en investigación y el acceso a tecnologías médicas avanzadas, la diplomacia científica abre nuevas puertas para enfrentar los desafíos en materia de salud pública, y en este particular caso en el ámbito de la neurología”.

“Esta declaración de intención puede promover el intercambio académico, permitiendo que estudiantes, investigadores y profesionales de la salud se beneficien de los programas de formación y educación en neurología en ambos países”, agregó.

silvio dijo...

Del fb de Raúl Garcés

Después de todo, yo soy afortunado.

Te gastabas una hora y media en el Karl Marx delirando de la risa con Jorge Guerra, Carlos Ruiz de la Tejera y Virulo, en la época dorada de crítica social del Conjunto Nacional de Espectáculos. El Karl Marx no podía darse el lujo de estar cerrado meses enteros sin explicaciones, porque las trascendencias cuturales y políticas se agolpaban en este país, y en ese teatro, semana tras semana.

Unos años después, la gente gritaba de furor con el TOCOPAN, las tablas humanas, los juegos de básket entre Cuba y Estados Unidos en la Sala Ramón Fonst, mientras Mario Vázquez Raña bautizaba aquellos Panamericanos como "los mejores de la historia".

En el Periodo Especial más duro, un puñado de jóvenes rompían los cristales del Yara para no perderse el estreno de Fresa y Chocolate. Otro montón nos íbamos a Casa de las Américas a escuchar, de la mismísima voz de Eduardo Galeano, fragmentos enteros del Libro de los Abrazos. Otros susurraban el espíritu iconoclasta de las obras de teatro de turno. O nos citábamos en el Hurón Azul de la UNEAC para, entre chisme y chisme cultural, comprar La Gaceta, Temas, Unión, Proposiciones, Caminos. Pleno año 94, cuando Granma publicaba sus noticias en un papel que parecía arrancado de la corteza de los árboles más cercanos al Poligráfico.

En la Universidad, nos hacían leer con disciplina a Fernando Ortiz (Los factores humanos de la cubanidad) y escribir un dossier sobre nuestra identidad que abarcara desde Cintio (Lo cubano en la poesía) hasta Elías Entralgo (Perioca sociográfica de la cubanidad). Todo todito, hasta la raíz. Pa que te emocionaras.

Me asombran los asombrados por los valores identitarios perdidos. Como si la cultura naciera sola o se diera silvestre. Yo sé de los impactos de la COVID, el bloqueo, la guerra de Ucrania y el cambio climático (evado aquí el Ordenamiento Monetario, para mantener el tono sereno del post), pero el ambiente cultural cubano merece algunas devoluciones (o un movimiento que las permita, las estimule, las luche, las pelee, las ponga públicamente en cronograma). Me conformaría, para empezar, con el Karl Marx y la Moderna Poesía, esos dos símbolos imponentes de lo que hemos sido e, incluso, de lo que, a pesar de los pesares, podríamos llegar a ser