Los dos "lagos"

Por Giraldo Alayón García

El 20 de diciembre pasado escribí una nota para acompañar una iniciativa del amigo Silvio sobre nuestro Río Ariguanabo, hoy me gustaría reflexionar sobre la Laguna del mismo nombre ya que río y laguna formaban (y lamentablemente lo digo en pasado) un sistema acuífero.

El sabio y erudito pinareño Tranquilino Sandalio de Noda fue el primero en valorar y estudiar la cuenca formada por la laguna y el río Ariguanabo. Pedro L. Hernández, Gerardo Ortega y Jorge E. Ramírez en su libro “Tranquilino Sandalio de Noda: el sabio vueltabajero”, publicado en el 2009, escriben: “...A este pueblo le había dedicado, a lo largo de su vida, una buena parte de su tiempo y de sus conocimientos. Un estudio sobre el subsuelo de la laguna del Hato de Ariguanabo, lo llevó a estudiar la laguna homónima que, por entonces, fue considerada como la mayor de Cuba. Lago que tiene un carácter estacional: alcanza, durante las lluvias, un volumen medio de 15 millones de metros cúbicos de agua; sin embargo se mantiene seco durante los meses de menos pluviosidad. Esta laguna ocupa el centro de una cuenca endorreica que se extiende por parte de los municipios de San Antonio de los Baños, Bauta, Caimito y Bejucal. En épocas geológicas pasadas, se extendió por una superficie mucho mayor, que alcanzó, por el noreste, hasta El Cano y, por el sur, hasta las proximidades de Ceiba del Agua y de Rancho Grande.

El manto freático del oeste habanero aflora en el fondo del plato de la laguna, donde emergen manantiales que la llenan. Noda conoció de las fuertes inundaciones que ocuparon el poblado de Seiba del Agua, en 1844 y 1846 y se dio a la tarea de estudiarlas para buscar soluciones prácticas a estos desafueros hidrológicos. Al respecto Noda escribió que cuando las aguas de la laguna Ariguanabo sobrepasan cierto nivel, estas habían brotado en los “potreros” del norte de Seiba…, en los cercanos pozos de Tumba Cuatro, en Rancho Boyeros, y se intensificaron en los manantiales del río de San Antonio de los Baños. En aquellos estudios, Tranquilino concluyó que las inundaciones de Seiba del Agua bajaban, cuando lo hacía la laguna homónima.”-

José Rafael Lauzán,  historiador de San Antonio de los Baños, ya fallecido, escribió y opinó, sobre la laguna, en el anexo 10 de su libro “Historia Colonial Ariguanabense”, publicado en  1994, y me parece oportuno citar algunos de sus criterios:

“…Debemos empezar por la opinión científica, fruto de trabajos de investigación realizados por el ingeniero Enrique Montolieu y dados a conocer en los Anales de la Academia de Ciencias de Cuba en el tomo LVIII y que se titula “Génesis de las corrientes subterráneas de la meseta central de Cuba”, y cuando se refiere a la laguna dice que existen “paralelos a las costas de Cuba, dos enormes diques que sirven de embalse a las aguas subterráneas de las provincias centrales, y que esas aguas al socavar las rocas y disolverlas han logrado romper la corteza hasta llegar a la superficie (..)

Este gran embalse lo sitúa entre las lomas de Matanzas y las de Anafe y lo considera un manto cerrado; este gran manto parece alimentar el Mayabeque, el Almendares y el Ariguanabo, así como la laguna. Esto último parece ser cierto, pues la laguna ha estado completamente seca. Se ha sabido que fuertes lluvias al este de La Habana y al oeste de Matanzas han comenzado a caer y sin que llueva en el área de la laguna o sus alrededores, sorpresivamente se ha llenado. Este fenómeno se ha comprobado en varias ocasiones.

Subyacente al carso enmascarado de la laguna y de toda esta región, está el manto cerrado, que aflora en la laguna y en los ojos de agua del Río Ariguanabo, y cuando el nivel de las aguas supera en el manto cierta altura, estas aguas, se supone (esto está por demostrar científicamente), aflora en Seiba del Agua y en ciertos pozos, como el de la finca El Uvero, junto a la carretera de Vereda Nueva, y quizás en la región de Rancho Boyeros, pues la Aguada del Cura forma parte de esta cuenca…”

Hace ya aproximadamente 20 años que la laguna no existe, yace en el subsuelo, aflora de vez en vez, y cada vez por menos tiempo, durante el paso de un huracán o algún temporal de lluvia muy fuerte y prolongado. No voy a analizar las causas de su desaparición, que son bien obvias dado el volumen de extracción que se efectúa en la actualidad para regiones en las que en el pasado no se extraía agua. Voy a considerar el papel ecológico y digamos social que jugaba ese sistema lacustre.

San Antonio de los Baños es uno de los municipios más pesquisados zoológicamente de todo el país; en el caso de las aves se han registrado 104 especies, de las cuales 31 están relacionadas o viven en ambientes acuáticos y su hábitat fue, sin dudas la laguna, este cuerpo de agua, la laguna era lugar obligado de los cazadores deportivos de la región, principalmente por la avifauna acuática cinegética, por ejemplo 11 especies de patos regularmente poblaban sus someras aguas a partir de Agosto (cuando comenzaban las migraciones desde el norte); la laguna, por su estacionalidad, profundidad y plantas acuáticas que la poblaban, era una fuente de alimentos abundantes para todas esas aves acuáticas. Además ha sido un hecho, aún vigente en parte, que esta zona es un sub-corredor migratorio de los más activos del país, con algunos registros de aves notables y nuestro cuerpo de agua fue un factor fundamental.

Recuerdo, cuando era niño ir, muchas veces, con mi familia a pasar el día en el Chino Capote (una suerte de bar-restaurant campestre en el cual se alquilaban botes y avíos de pesca), en el margen sureste de la laguna, lugar obligado de todos los que allí iban. Recuerdo también como se pescaban los introducidos carpos y truchas, la criolla biajaca y se disfrutaba de un paisaje único en nuestra provincia; hoy sólo parte de nuestro recuerdo y legado.

Es discusión, a veces, en algunos círculos, de que en ciertas etapas históricas la Laguna Ariguanabo no existió, (según Lauzán [op. cit. p.145], se llamaba en épocas tempranas coloniales como Laguna de la Sabana); es posible que en años de sequías prolongadas pudiera desaparecer temporalmente y ser sólo una suerte de charcos pequeños o tierra seca, pero nunca como en la actualidad, ausente, tanto en períodos de seca como de lluvia, durante las dos últimas décadas. El hecho de que distintas áreas de la misma tengan nombres aborígenes (Guandambú y Biragua) indica que este cuerpo de agua existía mucho antes de que los europeos llegaran a estas zonas y , quizás, mucho antes que los aborígenes plantaran sitios acá; no tengo la menor duda que la Laguna Ariguanabo es parte constitutiva e inicial en la génesis del sistema hídrico de esta cuenca  y fue su expresión superficial en toda esta área; es por ello del título de mi artículo, “los dos lagos”, el real y desaparecido y el ecológico o transformado por el hombre, nuestro Río Ariguanabo, presado en dos sectores de su curso. Hermanados, ambos,  por la historia y las circunstancias en su aparente sino de desaparición.

Mayo 3, 2014.

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