Me ha impactado la noticia de la partida del Maestro Ángel Vázquez Millares, con quien, en vida, las pocas veces que coincidimos, no intercambié muchas palabras porque respetaba su sabiduría, convencido de que no me correspondía abrir la boca en su presencia. En fin, la cultura cubana acaba de perder alguien inmenso. Transite buen camino hacia la eternidad.
Hace apenas dos meses, en el periódico Trabajadores, salió esta breve nota de Yuris Nórido que les reproduzco:
UN QUERIDO MAESTRO
Ha llegado el momento de la jubilación. El profesor Ángel Vázquez Millares se ha despedido de su público en CMBF Radio Musical Nacional. Con su proverbial modestia deja una huella profunda en la cultura cubana y, en particular, en el universo de la radio especializada. Considerado uno de los mayores conocedores de la ópera y la música de concierto en el país, dedicó decenios de consagración a su emisora. Allí condujo y escribió los emblemáticos programas La ópera, Teatro de la Ópera y Zarzuelas y operetas. Su estilo claro, riguroso y apasionado lo convirtieron en un comunicador excepcional, capaz de acercar al gran público un repertorio exigente, sin sacrificar la profundidad del análisis. La fidelidad de sus oyentes es también muestra de la calidad de su obra. Su voz es, ahora mismo, la del identificador de la estación al aire.
Ahora que se jubila, sus comentarios se extrañarán, su legado seguirá vivo en sus continuadores y en la memoria de quienes aprendieron a escuchar y amar el arte lírico gracias a su magisterio. Vázquez Millares es, sin duda, un referente indispensable en la promoción, socialización y estudio de la música de concierto en Cuba. Su ejemplo trasciende la práctica radial: encarna el rigor intelectual, la pasión pedagógica y el compromiso con la excelencia artística que distinguen a los grandes maestros. Premio Nacional de Radio 2006, ha inspirado a decenas de realizadores y artistas. Y ha sentado cátedra.
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