El 17 de diciembre de 1965, fallece María Teresa Vera.
Por Miguel Ojeda*
La guitarra voladorame cantó de madrugada .
Sobre su frente, un diciembre
con 17 campanas
pero un febrero 6
me anunció tu clarinada .
En mi sueño, un Guanajay,
En mi sueño, un Guanajay,
un Artemisa mañana
con la María tan niña
con sus poderes de anciana.
Me contó de pocas hembras
con sus poderes de anciana.
Me contó de pocas hembras
que escribían y cantaban,
de machismos ancestrales
y una Teresa que espanta
si no crees en sus llamadas.
Su madre que sueña soles,
Su madre que sueña soles,
padre a la lontananza,
20 años que son uno,
20 años de esperanzas.
Me habló antes de un febrero
20 años de esperanzas.
Me habló antes de un febrero
con 6 duendes a su espalda,
bohemia y trova de joven,
Corona que bien la ampara,
Zequeira cual Miguelito,
Hierrezuelo en alboradas.
Viajes y discos inmensos,
Hierrezuelo en alboradas.
Viajes y discos inmensos,
ese Sexteto Occidente
que escandaliza a LaHabana,
Justa García y La Verges
en un cuarteto fantasma.
La Historia se escribe a manos
La Historia se escribe a manos
cuando esta Vera - montaña
se reinventa en cada nota
de su cubana garganta.
Ahora parte la guitarra
Ahora parte la guitarra
que vino tan de mañana;
en un futuro infinito
se reinventa en cada aula
de los alumnos de entonces
que son Hoy y visten flamas.
María Teresa que viste
María Teresa que viste
la guitarra que se calza.
¡ A tu Vera yo te sigo;
¡ A tu Vera yo te sigo;
20 años, tu mirada !
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*Miguel Ojeda.
Maestro de radialistas.
Distinción por la cultura cubana.
Laureado de la cultura.
Sellos, Micrófonos y Medallas de La Radio Cubana.
1 comentario:
Esos versos sobre la gran María Teresa Vera nos los mandó su autor, Miguel Ojeda.
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