jueves, 21 de noviembre de 2019

El duro aprendizaje de la izquierda

Por Jorge Gómez Barata

La derecha latinoamericana no quiere cambiar nada y la izquierda ha querido cambiarlo todo.

El socialismo del siglo XX creó un paradigma, según el cual, una vez tomado el poder, se creaba una nueva economía, se transformaban las estructuras sociales, incluidos la cultura y el derecho, se suprimía toda oposición y se construía una sociedad nueva. El proceso se consideró irreversible, lo cual suponía ejercer el poder para siempre.


En la política latinoamericana la derecha y las corrientes afines operan con todas las ventajas. Tienen el tiempo, el clero, los empresarios y la mayor parte de la intelectualidad a su favor. Poseen la experiencia de haber gobernado doscientos años. Sus activos políticos son predominantes y los ampara la ideología dominante.


La derecha controla las estructuras económicas, los bancos y las entidades financieras, las instituciones estatales, los sistemas judiciales, los medios de difusión, el favor de las instituciones militares y, en muchos casos, la mayoría de la opinión pública. Cuentan también con el lumpen y los desclasados. Los delincuentes no son socialistas. El conjunto forma una especie de “Entente cordial”.


Sin tradición, recursos ni tiempo; sólo con la razón histórica y las simpatías de parte del electorado, encarando los prejuicios anticomunistas, el progresismo trata de solventar la enorme deuda social expresada en pobreza y hambre, desempleo, atraso tecnológico, analfabetismo, déficits de atención a la salud, precariedad de la vivienda, así como la discriminación y la exclusión social de los sectores más deprimidos, en especial de los pueblos originarios.


Ante la carencia de recursos, los gobiernos de izquierda que heredan países endeudados, con las arcas vacías y sofocados por la corrupción y la ineficiencia de la administración, deberán aplicar políticas sociales, generar empleos, promover obras de infraestructuras, construir escuelas, hospitales, caminos carreteras y acueductos, todo lo cual implica considerables aumentos del gasto público. A ello se suman los gastos militares para tranquilizar y privilegiar al estamento.


Debido a que el dinero lo tienen los ricos y las empresas extranjeras, creyendo ser consecuentes con la experiencia del socialismo del siglo XX se acude a las recetas de nacionalizar, expropiar, establecer el control de cambios y en ocasiones echar mano a las reservas internacionales del país. En este empeño, en ocasiones se recurre a prácticas autoritarias.


Porque obviamente uno o dos períodos presidenciales no bastan para semejantes realizaciones, los gobiernos de izquierda acuden a la reelección y, cuando las constituciones no lo permiten, promueven el cambio de la letra, con lo cual se crean nuevas tensiones. Casi siempre, la solución suele ser peor que el problema. Bolivia es la experiencia más reciente.


Debido a la reacción conservadora, la desmesura de las tareas, la falta de recursos y la hostilidad foránea, con reiterada frecuencia se crean situaciones insostenibles para los gobiernos progresistas y de izquierda. Los casos de Brasil, Ecuador y Bolivia son los ejemplos más recientes.


En el breve período histórico transcurrido desde el triunfo de la Revolución Cubana, la izquierda latinoamericana tuvo oportunidades y reveses, de unas y otros quedan las obras y las enseñanzas entre ellas, no confundir deseos con realidades, no sobrestimar las fuerzas propias ni subestimar al adversario, no repetir errores ni acariciar utopías.


Además de heroísmo, capacidad de convocatoria y coherencia, se necesita realismo y sentido del momento histórico. Allá nos vemos.


Fuente: http://www.poresto.net/2019/11/21/el-duro-aprendizaje-de-la-izquierda/

209 comentarios:

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Benito de la Fuente Escalona dijo...

Danieladrian (8:13) : muy cierto lo de la banalización o "normalización" de la injusticia y el crimen. Quizá en uno de los primeros lugares en eso lo tiene la periódica DESCLASIFICACIÓN de los archivos de inteligancia de los USA. Estoy seguro de que lo hacen con toda intención. Como si te dijeran a la cara: sí, somos tremendos hijoeputas, ¿y qué?
Es para que nos sigamos resignando, impotentes, a la infamia.

Sergio dijo...

Una de Facundo Cabral

Vuele bajo

No crezca mi niño,
No crezca jamás,
Los grandes al mundo,
Le hacen mucho mal.
El hombre ambiciona,
Cada día más,
Y pierde el camino,
Por querer volar.
Vuele bajo,
Porque abajo,
Está la verdad.
Esto es algo,
Que los hombres,
No aprenden jamás.
II
Por correr el hombre
No puede pensar,
Que ni él mismo sabe
Para donde va.
Siga siendo niño,
Y en paz dormirá,
Sin guerras,
Ni máquinas de calcular.
III (Prosa)
Diógenes cada vez que pasaba por el mercado
Se reía porque decía que le causaba mucha gracia
Y a la vez le hacía muy feliz
Ver cuántas cosas había en el mercado
Que él no necesitaba.
Es decir que rico no es el que más tiene,
Sino el que menos necesita.
Es decir, el conquistador por cuidar su conquista,
Se convierte en esclavo de lo que conquistó,
Es decir, que jodiendo,
Se jodió.
IV
Dios quiera que el hombre,
Pudiera volver,
A ser niño un día
Para comprender.
Que está equivocado,
Si piensa encontrar,
Con una chequera,
La felicidad.

Buena semana Silvio y red abeja.

silvio dijo...

Hay una nueva entrada

Lien dijo...

Si además es vasco, gruñón, de ojos bellos, sube Pirineos, llega hasta tu rincón en bici... y se llama Lebis... lo máximo, de ahí pal cielo, no hay más ná!!!!!!!

sergiojoel dijo...

Silvio;
Este primer relato no es lo que me acuerdo de FIDEL hace 54 años, es lo que escribí el 26 de junio y el 8 y 9 de julio de 1965 cuando aún no tenía 14 años y que guardo como uno de mis más queridos recuerdo en una vieja y amarillenta libreta, convertida en diario, con una letra bastante irregular y nada bonita (I)

El Fidel que yo recuerdo:
La primera ocasión en que estuve cerca de Fidel fue el 26 de junio de 1965, no había cumplido aún los 14 años, me encontraba en el hotel Comodoro de la Habana como parte de la delegación cubana que asistiría al IX Festival de la Juventud y los Estudiantes que se realizaría en Argelia pocos días después, a las 9:50 de la noche de ese sábado, Fidel comienza su discurso y nos explica las razones por las cuales por los problemas internos en Argelia no se realizaría el Festival.

Luego nos preguntó a dónde queríamos ir, unos respondieron que a recoger café y nos expresó que nos proponía fuéramos a Oriente a sembrar pinos y que estaría también en esa labor.

La meta era sembrar un millón de pinos en las montañas de Mayarí a donde llegamos el 6 de julio de 1965. El día 8 bien temprano fuimos a continuar nuestra labor de siembra, cuando regresábamos al campamento pasaba nuestro Comandante en Jefe, nos acercamos a él y nos informó que regresaría al otro día y sembraría mil y pico de pinos.

Fidel siempre nos deja su ejemplo y cumple lo que dice:
El 9 de julio en horas de la madrugada nos dirigíamos a los pinares y quedamos sorprendidos al ver que ya a esa hora Fidel estaba trabajando. Al regresar por la tarde y pasar por donde él estaba nos dijo que había sembrado mil 136 pinos y agregó que “había cumplido”.

Mi madre, que desde niño nos inculcó el amor al Comandante en Jefe Fidel.
apenas si tenía un tercer grado y hasta el último aliento defendió a Fidel, falleció a los 95 años, un 2 de enero de 2004. Estando ya muy mal de salud, en los últimos días de su vida, el cura de Guanajay que conoció el delicado estado en que se encontraba ella, fue a ver a mi hermana y le pidió hablar con mi madre, que ya tenía momentos en que perdía la memoria y otros de alguna lucidez.

Después de mucha insistencia por parte del cura y de varias visitas, mi hermana accedió a que hablara con ella. En la pared, al lado de su cama, tenía como algo muy preciado una foto en la cual aparecíamos mi esposa y yo junto a Fidel, esa foto nadie la podía quitar de ese lugar, era como su amuleto que la protegía.

El cura fue llevado hasta el cuarto y comenzó a hablar con mi madre, lo que hacen algunos en los casos de personas que ellos no le ven esperanza

sergiojoel dijo...


Silvio:
De pronto, en medio de la conversación coherente e incoherente de mi madre, el cura mira a la pared y le dice pero ese que está ahí es el Presidente de Cuba. Me cuenta mi hermana que mi madre abrió los ojos como si la hubiesen dado un fuerte corrientazo y comenzó a hablar con el sacerdote con total lucidez explicándole en detalle el origen de esa foto con Fidel. Es como si Fidel le diera vida, ella lo sentía así y era verdad, era su amuleto que la protegía.

Guardo con el mayor esmero copia de esa foto que mi madre tenía, donde junto a mi compañera, Fidel nos saluda. Eso ocurrió un 19 de abril del año 1999 en el lobby del Hotel Jaragua, en Santo Domingo, República Dominicana, luego de concluir su participación en una Segunda Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe (AEC).

Fue muy emocionante tener cerca a Fidel y mejor aún poder saludarlo. Cuando lo vimos frente nosotros con su mano extendida me imaginé que un hombre de su gran estatura y corpulencia, a quien tenía que levantar mi cabeza para verlo completo, debería tener unas manos fuertes y duras, pero me equivoqué totalmente, sus manos parecían como de cascaras de cebolla o de seda por la suavidad de su piel, aunque a su vez se denotaba mucha energía y firmeza en las mismas. Eso nunca lo olvidaremos.

Tuve intención de expresarle: Usted es un hombre al que siempre lo acompañan las victorias, como esta misma Cumbre que concluye por casualidad de la vida en la fecha en que Cuba lograba otra victoria mucho mayor, la que ocurrió 38 años antes cuando al frente de su pueblo se derrotó la invasión mercenaria en Playa Girón, pero la emoción de tenerlo tan cerca y tocarlo, lo digo con toda sinceridad, me impidió que salieran esas palabras. Pienso que por el simbolismo de la fecha, seguro le hubiera gustado le recordara ese momento histórico.

La penúltima vez que lo vimos, pasó a escasos 4 metros nuestro, fue el 30 de noviembre de 2016 alrededor de las 7:35 de la mañana en la Avenida Paseo muy cerca de la Calle 23 en el Vedado. Iba en una pequeña urna carmelita, protegido por la bandera de la estrella solitaria, bellas flores y un mar de pueblo que lo quiere y lo llora. Marchaba a la eternidad, a encontrarse con Céspedes, Mariana y Martí.

Fue esa la penúltima y siempre será la penúltima vez que lo vimos, porque lo sentimos en el éter, en las calles que caminamos, en la plaza, su Plaza de la Revolución, en los niños que van a la escuela, en los jóvenes y ancianos, en toda Cuba, en el aire que respiramos, porque como lo fue para mi madre, él siempre estará con nosotros y nosotros con él, hasta el último aliento, como el amuleto que nos protege y nos salvará.
Saludo
Sergio

Lien dijo...

René, en Santiago o en la conchinchina, ya nos veremos, de mi abrazo no te salvas!!!!
... y debo ser tan vieja como tú en ciertas cosas... pero es que siempre pienso en Fidel en estos casos (y en todos los casos!!)... en el ojo del ciclón, en el tanque de Girón, en el Granma, tirando el primer tiro del Uvero... buscando su piedra en la revuelta callejera... es un riesgo, sí... pero hace TODA la diferencia!

Carlos dijo...

Perdon al escritor pero comete un error de bulto. En Bolivia ni se cambió constitucion alguna ni se fue contra ella para lograr que Evo se postulase a un tercer mandato. Se consultaron los articulos que impiden mas de 2 mandatos seguidos y se le pidió un informe al respecto. Se consultó al Tribunal constitucional si por encima de la Carta Magna estan los convenios de DDHH firmados por Bolivia, algo que pasa en todos los paises del mundo. La Convencion Americana de DDHH en su art 23 dice que todas las personas tiene derecho a ser electas las veces que el pueblo quiera, por tanto está por encima de la Constitucion. Esa interpretacion fue aceptada por la ONU y la OEA e incluso la oposicion ya que esta se presentó a las elecciones

YILMAR dijo...

"Llegue por San Antonio de los baños, donde me fue imposible no vivir, una loma y un río fueron vecinos míos, llegué donde el amor se quiso abrir.."
Feliz cumpleaños trovador...

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