Por Jorge Dávila Miguel
Vicente, Vicentón, el Tinto, te nos fuiste de pronto, pero te irías cantando. Y es que tal vez, en el misterio de ese preciso viaje que es la muerte, la vida te lo concedió como un último regalo.
Vicente, Vicentón, amigo, tenías ya la guitarra entre tus manos y al tener que irte en medio de una estrofa, apuesto que no habrás querido irte sin terminarla. Habrá llegado el punto en que ya no estabas con nosotros —alrededor de tu desfallecido cuerpo habría urgencia, miedo, confusión, cuando aún no conocían el saldo del dolor, definitivo—, pero confío en que tú seguirías contemplando todo aquello, desde ese raro mundo en que ya estabas, aún susurrando la tonada.
Vicente, amigo, hermano, te nos fuiste, pero cantando La Bayamesa no pudo ser casualidad en tu partida. Y tu oficio en la belleza íntima del canto habrá permitido para ti una especial oportunidad para el sosiego, y concluirla.
¿Qué nos separa ahora Vicente, que nos separará también mañana de cuando éramos simples inmortales?, ¡hace apenas 50 años, Feliú! y nos parecía evidente, sin necesidad de comprobación alguna, que la juventud nos sería eterna, porque no teníamos tiempo para imaginar final alguno, de tanta vida que teníamos dentro, en esa alforja que sin darnos cuenta se rellenaba para una nueva ilusión cada mañana. Y cómo podría ser de otra forma, Tinto, si teníamos enfrente al mundo para conquistarlo, y dentro de aquel cercano mundo, amores, cosas que aprender, retos para vencer, que sin duda venceríamos, aunque a veces al seco precio de una ilusión rota y el corazón algo estrujado. Como tantos hubo, tú lo sabes. ¿Qué nos pasó? ¿Dónde se nos escapó tanta maravilla?
En una reciente entrevista con Amaury Pérez, das la clave de toda tu existencia. Al verla, se comprende tu constancia a través de los años. La ética, la honestidad, la humildad y el compromiso con la verdad, con tu país, con tu ideología; lo sé porque de eso conversamos tú y yo tantas veces, ¿recuerdas?... Aunque debo comentarte, con cierta discreción, que noté en la entrevista que habías ganado mucho en claridad para explicarte… o mejor dicho, yo, yo habría ganado en capacidad para entenderte, porque es que debo respetarte ahora más, Vicente, cuando ya has terminado con tus pruebas en esta Tierra, hermosa, compleja, gris y luminosa, bendita y maldita al mismo tiempo.
Debo terminar, Vicente, con esta nota en que se mezclan recuerdos de conversaciones, tu ausencia y el dolor y la esperanza. Debo evitar ser sentimental, como recomienda nuestro amigo, pero ¿qué se hace cuando las palabras parece que no alcanzan y uno se queda sin ellas y siente que aún no ha dicho nada? Terminar. Y ayudar a abrir al mismo tiempo ese espacio que se te abre ahora, lleno de incógnitas y maravillas, para descifrar, para aprender, retos para vencer —como cuando éramos inmortales, ¿recuerdas?— porque estoy seguro ahora, Vicentón, que allí, volverás a ser joven.
Se nos fue Vicente Feliú, hombre sincero, artista, trovador de los años… amigo por sobre todas las cosas y hermano por sobre todas las dificultades… Ya no estás con nosotros, has empezado el camino de lo desconocido y lo ignoto… pero yo te seguiré hasta allí con mis oraciones y con el convencimiento de que esta partida tuya es solo un hasta luego… Hasta pronto, Vicente.
209 comentarios:
«El más antiguo ‹Más antiguo 201 – 209 de 209y para acabar ya conté aquí para los que no lo hayan visto que Vicente en un momento determinado pasó a interpretar “créeme” a capela y precedida de esos versos de “el mejor homenaje”
vicente feliú – creeme
14 abr 2017
https://www.youtube.com/watch?v=Rapn6DQY2O4
en concierto por el treinta aniversario de la asociacion valenciana de amistad con cuba, josé martí
en este video se puso una camiseta que le regalé en la que pone una frase de un poeta valenciano que traduciéndolo diría : “aquí me parieron y aquí estoy”
que para mi es lo más parecido a : “yo me muero como viví”
muchos besos
Levis,fue para latinoamericanos que se sienten europeos....el que lo es lo es....el latinoamericano no...je...je.R3.
silvio dijo...
Respecto a Ojalá…
Varias veces he hecho la historia de la canción, que compuse no recuerdo si a bordo del motopesquero “Playa Girón” o del buque madre “Océano Pacífico”. Yo era un hombre con 23 años acabaditos de cumplir, que ya llevaba dos largos meses en altamar, saltando de barco en barco para ofrecerles mis trovas iniciales a los sacrificados pescadores, la mayoría tan jóvenes o más que yo, gente que pasaba meses y meses trabajando, lejos de sus familias y demás bondades de la tierra.
Fuera de aquella función cardinal, causa principal de mi embarque, lo único que hacía era leer, soportar mi memoria y preguntarle a la guitarra. Entre aquellos diálogos no pocas veces disparatados, iba y venía el recuerdo de una inteligente y bella camagüeyana que había conocido pocos años antes, cuando pasaba mi servicio militar: Emilia Sánchez. Ella, que cuando la conocí acababa de abandonar la carrera de medicina, terminó siendo poeta, filóloga, profesora, investigadora, autora de libros como uno hermoso que recuerdo sobre Emilio Ballagas. Ya desde aquellos tiempos se le notaba la inclinación por las letras, porque leía mucha literatura que, además, me recomendaba.
Pienso que las canciones para lo que sirven es para acompañar y que, en esa misión, hay mucho de lo que aporta quien las adopta y lleva consigo. Cuando decidimos que algo nos acompañe es porque descubrimos al menos un destello de identidad, porque encontramos claves que nos descifran zonas de nosotros mismos y porque, a veces sin darnos cuenta, también vamos modelando aquello que escogimos para que se nos parezca, como un pedacito de espejo que se encuentra y que, aunque no nos veamos completos, al menos vemos parte y nos imaginamos lo demás. Es un misterio, una extraña virtud de las canciones todo lo que puede desencadenar en cada receptor; porque, como se suele decir, “cada persona es un mundo”.
Por eso no me asombra y mucho menos me disgusta lo que cada cual piense de una canción aparentemente tan misteriosa como Ojalá, que, permítanme decirles, para mi y para quien fue hecha no tiene nada de misterio. Y es que Ojalá es una descripción de cosas puntuales que nos pasaron a aquella muchacha y a mi, las pocas veces que pudimos vernos cuando yo era un joven recluta, porque me daban muy pocos pases. Y lo que pueda parecer desprecio, era todo lo contrario, era sentirse fascinado por una persona a quien no podías ver todo cuanto querías, hasta el punto de desear que la muerte me llevara para no seguirme atormentando.
Me da un poco de vergüenza hablar de estas cosas (no quiero gratitudes, no las publicaré) porque me parecen innecesarias. Las únicas interpretaciones de Ojalá que considero insultantes, no a mi ni a la canción sino a la inteligencia, son las que pretenden vincular la canción con cuestiones políticas. Y es que son vulgarizaciones francamente bochornosas. Es como entresacar una línea del contexto y decir: ah, esto puede querer decir tal cosa, así que vamos a usarlo. Es pedestre. Es brutal.
Un día como hoy, 23 de diciembre 1969
Silvio compone "Ojalá"
🇨🇺🎼🎶🎵🎶🎵 felicidades su majestad OJALÁ..🇨🇺😊❤
Landrove tenia una acumulacion de datos y escritos. Pero cada ves q comienzo a escribir un Periodo hay cosas q no comprendo o de las q hay demasiadas versiones y entonces viene la "majomia" de buscar, encontrar, leer, estudiar y tratar de entender lo esencial y llegar a un "autoconcenso" con todas las versiones y eso "ralentisa el proceso"
Aprendo y me divierto. Y entre col y col descubrir "la churre" acumulada en cada rincon de la casa para cdo llegue Doris no la vea.
Eskerrik asko René (muchas gracias) por la aclaración.
Me lo apunto... Je...je...
Luis Miyares, puedes escribirnos a ojala@cubarte.cult.cu
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En un cancionero.
En tiempos de trabajos voluntarios durante las vacaciones de la carrera, conocí a un grupo de jóvenes de la CUJAE. Mientras recogíamos y también comíamos las guayabas más hermosas nunca más vistas,ellos entonaban escondidos canciones de los Beatles, con guitarra y todo.Ellos se las sabían y a nosotros se nos enredada la lengua en el tarareo. Entonces las idas al surco ya tenían un bello motivo.
El caso fue que nos seguimos viendo en la Habana,y una amiga se añadió al grupo.
Las peñas eran en mi casa casi todos los sábados, porque había que estudiar. Playas ,cines,malecón, idas a Jalisco Park.Todo en guagua o a pie. ¡Qué lindo!
Un día en un cancionero de esos que poco costaban y que vendían en los kioskos; estaba entre "globos rojos te compraré"...la letra de Ojalá.
(eran los tiempos de las puertas abiertas, no rejas y fiestas con agua).Todos emocionados la cantábamos una y otra vez ,alto y más alto.
Hubo un momento en que solo nos oíamos Ana Lidia y yo ,porque todos guardaron silencio ...sin querer recorrimos también con la vista toda la sala y las caras asustadas de todos y dimos a parar a un muchacho alto, vestido de camilito bien portado que dijo en firme:¡Ana Lidia!
Y ella salió y desapareció. Era el novio en busca de su amada.
Y el tiempo hizo muchas cosas con el grupo:ellos se casaron, otros se unieron en noviazgos ...y azares...lo único que ha permanecido ,es que el novio de mi amiga perdió el nombre por el de Ojalá.
Aún cuando después de tanto tiempo la entonamos, siempre sale a relucir la mezcla de alegría susto y broma ;más que de nostalgia de aquellos años que Ojalá ,un día vuelva para reunirnos .
PD.Ojalá ,no llegue tarde a la scita de esta entrada ,que está casi al terminar.
¡Buenos días ciudadbuenos días a todos!
Hola buen día, se que no tiene que ver con el tema mencionado, pero quisiera Silvio pueda leer esto, soy de México y mi hermano Héctor Miguel Lira así como yo amamos a Silvio Rodríguez. Hace muchos años mi hermano con una corta edad en una conferencia que dio SILVIO aquí en México, pudo conocerlo de frente, estrechó su mano y con mucho orgullo le dijo MAESTRO a Silvio, todos en ese momento se emocionaron por la forma en que lo nombró.
Lamentablemente a mi hermano lo mataron a fines de enero del 2021 .
Se que mi hermano estaría en primera fila en el concierto próximo de Silvio el día 6 de junio en el Auditorio Nacional.
Quisiera que Silvio le pudiera dedicar la canción de Mi unicornio azul ya que a mi hermano lo secuestraron, después de 4 días lo encontramos sin vida.
Les pido de su ayuda para hacerle llegar esto a Silvio y pudiera cantarle esa canción.
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