A Roque Dalton
"Te llamaré la próxima semana", dice y se marcha.
Pero que llame o que no llame es lo de menos.
Más importante es la relación,
el oscuro color de la relación
entre su oficio y el mío.
Sus datos personales, en este caso,
aportarían muy poco. Sólo puedo decir
que es un ministro. Despierta
(cuando duerme, que no es siempre)
sobresaltado, rara vez tiene tiempo
de disfrutar del aire de la noche.
Una sonrisa, un gesto, una mirada,
tienen en su programa un peso exacto
y un saludo, una llamada telefónica,
son las claves precisas para hacer buena la urgente,
la inmediata tarea que acercará eso que,
acaso sin demasiada certidumbre
pero desesperadamente,
los poetas suelen llamar el porvenir.
LA VERDAD ES MUCHAS VECES LA VERDAD. PERO NO SIEMPRE
A VECES NO SE DEBE HACER LO QUE SE DEBE HACER
NO SIEMPRE PUEDE DARSE l A RAZÓN A QUIEN LA TIENE
UNA ACCIÓN JUSTA, EN MALA HORA, PUEDE SER CASI UN CRIMEN
Demasiado complicado para mi, que me distraigo,
que me olvido, que no hago las llamadas necesarias,
que prefiero el ruido de la lluvia
a casi todas las reuniones de este mundo;
para mí, el imprudente,
diciendo lo que no debí decir;
para mí, el desconfiado,
callando lo que no debí callar.
Un test arrojaría el
resultado siguiente:
EL MINISTRO EL POETA
(preocupaciones fundamentales)
1. el día de hoy 1. la
historia
2. el día de hoy 2. la historia
3. la historia 3. el
día de hoy
4. el día de hoy 4. la
historia
5. el día de hoy 5. la
historia
6. la historia 6. el día de hoy
pero así, encontrados
o como caminos encontrados,
inadmisibles, irreconciliables.
Demasiados versos, demasiadas consignas
hay sobre la tierra. Siglos de polvo se han acumulado
para alejamos más
y suenan los poemas, los teléfonos,
pero nadie responde.
Cualquiera está dispuesto a levantar la horca del poeta:
"La expresión intelectual reduce y enmarca el campo
de la actividad cultural a
un estrecho compartimento,
la separa del trabajo
manual, la desvincula de la práctica, la aleja
de la Revolución".
de la Revolución".
Pero el poeta es el poeta y nace y muere cada día
entre sus rabiosas, entre sus puras palabras,
tenga en las manos una azada o un montón de papeles.
El poeta remoza el alma de los hombres y puede repetir:
Yo también soy una fábrica como dijera hace casi cincuenta años Maiacovski.
Por supuesto que es mucho más riesgoso alzar la horca del ministro.
Pero muchos construyen su refugio
y me dicen que sí, que pronto, que me aleje,
que más vale precaver que tener que lamentar,
que proteja mi casa, mis papeles,
del viento, el fuego, las bombas, los ministros.
Los menos, sueñan y recuerdan. Alguien, no hace mucho,
evocaba una mítica partida de ajedrez entre Lenin y Tzará,
la vez que no pudieron encontrarse Karl Marx
y Jean Arthur Rimbaud y los juntaba él, feliz,
ansioso de reunir de una vez y para siempre
El capital y las Iluminaciones.
y Jean Arthur Rimbaud y los juntaba él, feliz,
ansioso de reunir de una vez y para siempre
El capital y las Iluminaciones.
Y creo, al fin, que en esa suerte de delirio
(porque no hay que hacer demasiado caso de la partida
y del encuentro: son, hasta hoy, puro delirio)
vive la verdadera razón.
Creo que más allá (o más acá, no estoy seguro)
de las horas y los refugios,
del fuego y del terror al fuego,
el ministro, el poeta, construimos lo mismo.
Mataremos (si hay que matar) hombro con hombro;
moriremos (si hay que morir) la misma muerte.
Puede ser que uno de estos días
echemos a andar los dos, dando gritos,
repartiendo poemas que van a ser hechos por todos,
órdenes que no hará falta cumplir
y acumulando fuego, mucho fuego, todo el fuego del mundo
para quemar todas las torres de marfil,
todos los ministerios.
Guillermo Rodríguez Rivera
1968
209 comentarios:
«El más antiguo ‹Más antiguo 201 – 209 de 209Sobre Manuel Carbajal:
Como no sé, no opino, por lo menos no categóricamente… eso sí, en Silvio confío, y mucho… solo aclaro a Pato y a otros lo que me aclararon a mí… no fue el artículo de Messi el que provocó la reacción de Silvio, sino otro link que dejó, parce que a un blog de lo peorcito…
Recuerdo todos los encontronazos con Manuel… era obvio desde un primer momento que había pensamientos y sentires en los que teníamos diferencias irremediables… (tuvimos un fuerte y punzante intercambio pero con mucho respeto)… traté entonces de buscar, como hago siempre con todo ser humano, aquellas otras cosas que pudieran acercarnos… es un buen ejercicio!… recuerdo que siempre me “tocó”, como le dije a él, la historia con su padre… luego vi su interés por el tema de la educación, que es mi gran majomía… y con Martí… y por ahí-por ahí me fui buscando…
Pidió confianza y se la di… prefiero MIL VECES dar confianza y que me defrauden, y simplemente reconocer con dolor, como hizo Silvio, que estaba equivocada… a dejar sin crédito a alguien que pudiera ser valioso o que simplemente lo necesitara en buena lid, sólo por el temor a equivocarme o a dar atención, cariño, amistad, amor a quien no lo merecía… no me duele para nada, ni me avergüenza, ni siento mal invertido el más mínimo gesto de amor que haya fluido de mí jamás!!!!... tengo la más plena convicción de que en esos casos quien pierde no es el que se entrega… sino el otro… y entonces paso a lamentarlo mucho por él!
Así que sí, Sergio, amigo, voy con el párpado abierto, pero más abierto que el párpado llevo el terco corazón… él será al final quien decida, ya allá dentro, qué hacer con los fariseos, los hipócritas, los amorosos y los fieles… pero será siempre allá dentro… porque hay cosas que párpado y pupila no ven por más que se abran… y pueden dejar fuera maravillas!!!!!!!!!!... y eso sí que sería triste, imperdonable...
Ah, Lien, ese articulo vi el enlace pero no llegué a leerlo. Como dices, yo también confío en Silvio y mucho.
Coincido con todo el resto de tu comentario, yo también prefiero así. Además que soy una convencida que la verdad siempre surge, de una manera u otra quien engaña se delata, es verdad también que pueda pasar tiempo para darse cuenta pero no me importa, lo prefiero antes que la posibilidad de cometer una injusticia.
Y mira que las cometo, pero normalmente me doy cuenta después y es bueno pedir perdón.
Yo soy yo
y tengo un Lunar...
me gusta el asombro
los diablitos y los Patos
los lobos salvajes (los travestis no)
los corazones abiertos
y los goles de Messi.
Perla marina
(Sindo Garay)
Perla marina,
que en hondos mares
vive escondida
con los corales.
Celaje tierno
de allá de Oriente
tierna violeta,
del mes de abril.
Tú eres el ángel
con quien yo sueño
extraño idilio
de los poetas.
Alma sublime
para las almas
que te comprenden
fiel como yo.
Silvio Querido, estuve escuchando dos de tus canciones que las tenía un poco relegadas "Huracán" y Gigante" muy hermosas me parecieron, “Dale a tu niño besos pues para eso nos llora el rey”, quería preguntarte si no crees que la infancia a sido muy idealizada, hay una imagen idílica de lo que es o de lo que el adulto cree y dice que es, lo mismo respecto de la juventud, no hay un elogio u apología de lo joven, de la juventud, si pueden vean una entrevista que pasan en canal encuentro a Franco Zeffirelli a propósito de la juventud en la URSS, los soviéticos le decían a Zeffirelli que la juventud era una enfermedad, que había que pasarla rápido y luego olvidarla, en otra época de la Unión Soviética pienso que la mirada era diferente ( la ideología no ), yo pienso que ni elogio ni enfermedad.
jaja, no te voy a preguntar donde tenés el Lunar, porq igual no te reconoceré, jaja
Ahora, espero que no te gusten los Patos para comerlos mejorrrrrrr, no, no?
Trataré de ser digno de la confianza manifiesta. Respetándoles y respetándome.
Ah… Catarsis Lunar… y a mí me gustas tú!!!!!!!!!!!!!!!... ya me están dando ganas de hacer Catarsis allá… contigo y con el conejo!!!... y con los diablitos que aullarán felices como lobitos salvajes de corazón abierto… mientras meten goles!!!! … pero... shhhh… dejemos a los Patos, por favor..jejejejeje!!!!...
Y, ven acá… ónde es que tienes el lunar!!????...
Silvioooooooooooo… tú también me gustas muchoooooooooooooo… vente pa la luna a catarsiar!!!...
…y la confianza manifiesta, de hecho, ya te la tienes muy bien ganada… y por eso mismo…
Hay una nueva entrada
Publicar un comentario