lunes, 10 de abril de 2023

Concierto de Baladas




CONCIERTO DE LA FLAUTISTA NIURKA GONZÁLEZ

15 de abril de 2023, Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís

Invitados: 

Malva Rodríguez, piano

Orquesta de Cámara de La Habana

Directora: Daiana García

Quinteto Ventus Habana

 

PROGRAMA

 

JOSÉ MARÍA VITIER (1954)

Balada del Amor Adolescente                 

 

JOSÉ MARÍA VITIER

Tema de Carlos (de la película El Siglo de las Luces)                                          

 

 LEO BROUWER (1939)

Sonata para flauta sola                              

 ©Ediciones Espiral Eterna

 I- Preludio

II- Tonada

III- Pequeña Toccata

 

LEO BROUWER

Balada para flauta y cuerdas                    

©Ediciones Espiral Eterna

 

ALBERT PÉRILHOU (1846-1936)

Balada para flauta y orquesta                   

 

FRANK MARTIN (1890-1974)

Balada para flauta, cuerdas y piano            

 

Niurka González, flauta

Malva Rodríguez, piano

Orquesta de Cámara de La Habana

Directora: Daiana García

Quinteto Ventus Habana

 

Integrantes Orquesta de Cámara de La Habana

Violines I: Keren García / Lissette Jorge / Tania Haase / Diana Gutiérrez / Brenda Chávez

Violines II: Jammerys Arrebola / Arianna Ortega / Rayma Santana / Ramsés Núñez / Claudia Santiesteban

Violas: Yosmara Castañeda / Alejandro Anoceto / Yenet Aguillón / Karina Hechavarría

Violoncellos: Amaya Justiz / Mariana Núñez

Contrabajos: Isabel Barciela / Liset Toppe

Producción y técnico de escena: Raúl Marqués

 

Integrantes Ventus Habana

Rebeca de Cecilia Martínez, oboe

Ana Josefa Pichardo, fagot

Dania Pérez, corno

Invitado: Alejandro Calzadilla, clarinete

 

Las baladas cuentan historias

 

Este será un concierto especial compuesto en su mayoría por baladas. 

La balada es un término musical que, si bien en sus orígenes en la Europa de los siglos XIV y XV procedía exclusivamente de la música vocal aludiendo a un tipo de canción, desde el siglo XIX en la música instrumental se destinó para definir obras de mayor extensión, de gran lirismo y altamente expresivas, que desde esa centuria han abordado un sinfín de compositores.

Será este, entonces, un viaje musical en el que a través de las baladas transitaremos de lo cubano a lo universal.

Desde “lo cubano” comenzamos con la Balada del amor adolescente de José María Vitier, una historia de despertar a la vida y a lo sensorial, seguido por una pieza hermosísima: el Tema de Carlos, escrita por Jose María para la banda sonora de la película “El Siglo de las Luces”. Esta obra cuenta con una factura neobarroca, y comienza con un expresivo adagio en el que la flauta “canta” y a través de su “voz” expone una conmovedora melodía, seguida de un segundo movimiento a modo de baile de salón, ternario, elegante y refinado.

Continúa este recorrido con la Primera Sonata para flauta sola de Leo Brouwer, escrita en 1961. Esta sonata es, sin lugar a dudas, la primera obra importante de Leo para flauta solista y consta de tres movimientos, en los que se van combinando las referencias hispanas y africanas, presentando un complejo entramado rítmico a lo Stravinsky en el último.

Del propio maestro abordamos la Balada para flauta y orquesta de cuerdas,  del año 1963. Esta es una pieza que transita del lirismo a la tensión, explorando y explotando un espectro sonoro de gran riqueza y creando texturas que moldean el espacio con sonidos. Con una  cadenza central muy demandante tanto técnica como expresivamente, la Balada está dedicada al gran flautista cubano Roberto Ondina, a quien comenzamos a rendir homenaje con este concierto - habrá varios eventos que evocarán su figura en este 2023-, recordando el 60 aniversario de su muerte, y quién falleciera justamente cuando se preparaba para grabar esta obra que hoy presentamos. 

Seguimos contando historias a través de este género y para ello nos trasladamos a Europa, a París, donde en 1903 Albert Périlhou compuso su Balada para flauta y orquesta dedicada al gran flautista francés Paul Taffanel. Son escasas las referencias que encontramos de este compositor, debido a que su obra ha sido modesta en relación a la de sus contemporáneos, pero es innegable que entre los flautistas esta es una pieza altamente apreciada por la belleza y sensibilidad de sus melodías - herederas del más puro romanticismo- y que ponen en valor la expresividad del instrumento.

Por último, la Balada para flauta y piano, de Frank Martin, compositor suizo que se erige como referente artístico autónomo del siglo XX por su lenguaje compositivo original. Escribió seis baladas de las cuales tres fueron destinadas a instrumentos de viento: saxofón, trombón y flauta, respectivamente. Esta última, en su versión con piano, fue escrita para el Concurso Nacional de Interpretación Musical de Ginebra, y dos años después, en 1941, escribe la versión donde incorpora las cuerdas. Es una obra donde la armonía constituye un pilar fundamental, mostrando elementos de la corriente impresionista. La pieza, interpretada por virtuosos de todo el mundo, exige un alto compromiso de los intérpretes, tanto en términos técnicos como expresivos.

Y así llegamos al final de este viaje: un recorrido por el lirismo, la expresividad y el sentimiento a través de las baladas, uno de los géneros de la música instrumental que ha estado desde sus orígenes más vinculado a la poesía y, por tanto, a las emociones que esta nos provoca.

 

5 comentarios:

silvio dijo...

LA NUEVA EDAD DE LA FE
Por Sergio Ramírez

En Opresión y resistencia, sus escritos contra el totalitarismo, George Orwell previene contra las distopías que se incuban en el mundo moderno, entre ellas lo que llama “la edad de la fe”, que sobreviene cuando se pretende el control moral de las expresiones libres, la primera de ellas la creación literaria. Para que la edad de la fe se establezca no hace falta vivir en un país totalitario; es suficiente que “vastas esferas de la imaginación se vean afectadas por las creencias oficiales”, o que estas sean decretadas por sectores de la sociedad capaces de ejercer control intelectual.

Orwell previno contra el pensamiento único basado en premisas políticas, pero no alcanzó a adivinar que en el siglo XXI “la edad de la fe” estaría determinada por el puritanismo, que en Estados Unidos rige la conducta social y vigila celosamente la ortodoxia de las expresiones culturales.

Esto ha sido así a lo largo de su historia, desde la llegada de los pilgrims a las costas de Nueva Inglaterra, como nos lo enseña Nathaniel Hawthorne en La letra escarlata; pero hoy el puritanismo vive un periodo de resurrección, y guía la nueva edad de la fe, bajo la amenaza de volverse global. Y va desde la censura y la supresión, hasta la prohibición y la cancelación. Una renovada fe, intransigente y cerrada, que alcanza tanto a la derecha como a la izquierda.

Si Orwell prevenía de que el orden totalitario pretende la reescritura del pasado, en esta nueva edad de la fe se pretende la reescritura tanto de la realidad, como de la imaginación. Y como hay que reescribir los libros que ofenden determinadas sensibilidades, no importa la antigüedad de su publicación, esto implica también reescribir el pasado. Es lo que la filósofa Rosa María Rodríguez Magda llama “la blanda sensibilidad indignada…: no se pretende modificar la realidad, sino inventarla, corregirla también retrospectivamente, y forzar el asentimiento público y legal de esa depuración: la nueva normalidad como psicosis colectiva de la corrección política”.

Desde hace muchos años se ejerce en el llamado cinturón bíblico en Estados Unidos un férreo control de la lectura en las bibliotecas públicas y escolares, con una conspicua lista de libros prohibidos que incluye a William Faulkner y a Toni Morrison, entre otros, y donde no puede leerse nada que desafíe la tesis creacionista, con lo que Darwin viene a ser un engendro del demonio. En el Estado de Florida, las juntas escolares asumen la potestad de vigilar que no entre en las aulas ningún libro “de naturaleza explícita que enseñe a los niños sobre orientación sexual y la identidad de género”,

Pero la pureza moral viene a ser abonada desde el otro lado del espectro, con el surgimiento de la cultura woke, que forma parte también de la edad de la fe. Desde esta perspectiva se demanda la modificación de las obras literarias para que sean adaptadas a “las sensibilidades políticamente correctas”. Ni Roald Dahl, ni Agatha Christie, ni Ian Fleming, con los que se ha empezado, pueden alegar nada en contra de la implacable censura de sus obras desde el silencio de sus tumbas. Para esta tarea las editoriales se asesoran de un “comité de lectores sensibles”; o sea, un santo tribunal de la Inquisición.

Toda referencia, palabra o frase que evoque el colonialismo, el racismo, el machismo, la misoginia, debe ser suprimida, alterada o cambiada por expresiones neutras o benévolas. La escritura sin mancha ni suciedad, lavada con detergente y bien aplanchada. Un mundo insulso de personajes inocentes, despojados de la gracia de la culpa.

silvio dijo...

La nueva edad... (2 y fin)

Está bien, se dirá, son autores que no encarnan la verdadera literatura, autores de consumo masivo, James Bond, el intrascendente inspector Poirot. ¿Qué más da? Pues ojo que en un colegio de secundaria en Manhattan fue cancelada no hace mucho una representación de El mercader de Venecia, “debido al carácter antisemita” de la obra. De un lado, Shakespeare por antisemita en Manhattan; del otro, Dickens, en el sur profundo, porque sus novelas resultan “perturbadoras” por su descarnada exposición del delito incubado en la miseria.

Si ya se empezó con sacar del escenario El mercader de Venecia, pronto llegaremos a ver Macbeth y El rey Lear depuradas para librarlas de toda alusión capaz de indignar a las blandas sensibilidades. Y corregir a Shakespeare será corregir el pasado, hacer potable la época isabelina para tranquilidad de las buenas conciencias.

Y detrás vendrá Rabelais para convertir a Gargantúa y Pantagruel en personajes comedidos. Y no se librará tampoco Cervantes. El lápiz rojo caerá implacable sobre la escena en que don Quijote queda haciendo penitencia cabeza abajo, con las nalgas al aire, que no está bien enseñar las partes pudendas del cuerpo; y las tantas veces que Sancho dice hideputa, borradas también, y condenado el mismo Sancho por antisemita, ¿pues, no dice: “y cuando otra cosa no tuviese sino el creer, como siempre creo, firme y verdaderamente en Dios y en todo aquello que tiene y cree la santa Iglesia Católica Romana, y el ser enemigo mortal, como lo soy, de los judíos, debían los historiadores tener misericordia de mí y tratarme bien en sus escritos?”.

El Gran Hermano te vigila.

https://elpais.com/opinion/2023-04-11/la-nueva-edad-de-la-fe.html

silvio dijo...

Cuba. Las brechas y violencias de género también son digitales

silvio dijo...

De Giraldo Alayón:

Buenos días.

Hoy es el día nacional de las áreas protegidas. Un día como hoy , hace 93 años, se firmó el decreto presidencial no. 487 con la creación del primer primer parque nacional de Cuba, el Sierra de Cristal. Por lo que es bien momento para reflexionar sobre nuestras acciones presentes y futuras en nuestro PNP Valle del Río Ariguanabo. Saludos cordiales a todos los que de una forma u otra han contribuido y están contribuyendo a su correcta concepción.

Giraldo Alayon García
Fundación Ariguanabo.

silvio dijo...

RESUMEN LATINOAMERICANO, 13 de abril de 2023