lunes, 30 de noviembre de 2015

El islam que inventó Occidente

Hermann Bellinghausen

Por motivaciones religiosas y políticas, el Occidente cristiano lleva más de mil años depositando el Mal, el Demonio y el Enemigo en la persona de Mahoma y sus derivaciones. Es decir, todo lo que conforma lo que hoy conocemos como islam, concepto marginal en el Corán que como tal se universalizaría por impulso occidental (aunque ahora lo asuman los propios musulmanes en sus distintas y encontradas interpretaciones del texto, tan sangrientas a veces como han sido las oposiciones ideológicas de la cristiandad en sus guerras contra sí misma). La historiadora Anna Della Subin señala que su empleo actual proviene de la taxonomía adoptada por los especialistas para el Parlamento Mundial de las Religiones, celebrado en Chicago en 1893. Allí, bajo “islam” se aglutinaron sectas, cultos y prácticas locales no necesariamente sagradas en el estándar de una creencia ecuménica, y Mahoma devino el padre de una religión global.

Los creyentes experimentan una seria dificultad cuando se enfrentan al personaje histórico que es base y origen de su fe o creencia religiosa. La mayoría la elude, escudándose en la creencia misma. Ocurre con Jesucristo, Mahoma o Buda; arrastran tal variedad de versiones y contraversiones, leyendas y mitos, portentos atribuidos e interpretaciones opuestas que terminaron de palimpsestos en los que se funda el poder para las civilizaciones más extendidas sobre la Tierra.

Las culturas occidentales han comprendido hipócrita y pobremente a la musulmanidad. El endurecimiento de la paranoia con aires de superioridad que vemos en Europa a raíz de los ataques terroristas en París sólo es la enésima redición de un pavor atávico, una culpa invertida que no se atreve a decir su nombre. La demonización del que cree y vive distinto a “nosotros” delata siempre hambre de dominio. Hacia el año 1100 la figura de Mahoma ya era azogue que reflejaba las peores preocupaciones de la cristiandad: las herejías. Della Subin, quien investiga las vidas de personas que involuntariamente se volvieron dioses, escribe de Mahoma en un párrafo que le hubiera gustado a Borges: “Como Ario o Enomio, pensaba que Cristo no es tan grande como Dios; como Sabelio, rechazaba la Trinidad; era polígamo como los Nicolaítas, sensual como Cerinto, y creía, como se acusó a Orígenes de creer, en la salvación de los demonios”. Esto, en su crítica (London Review of Books, 22/11/15) a Las vidas de Mohoma, escrito por una feminista, Kecia Ali. Ambas autoras exhiben el caleidoscopio de “vidas” del Profeta.

La bobada teórica del “choque de civilizaciones” de Samuel Huntington, que tan bien les funcionó a los bushitas para digerir el 11 de septiembre, ignora que su némesis forma parte del suicidio de Occidente, pues nace de sus propios demonios. Para inventar España, la cristiandad arrasó con la cultura árabe en todas sus formas; su satanización avivó las llamas de la Reforma y la Contrarreforma. Era común tildar de “Mahoma” al enemigo de creencias. Según polemistas protestantes como Calvino, el papa de Roma lo era, “Gog para el profeta Magog”. El arzobispo de Canterbury pensaba igual. Martín Lutero hizo publicar el Corán en latín para probar a qué grado se correspondían las adulteraciones católicas y las musulmanas y hasta escribió el prólogo, pero Tomás Moro acusó a Lutero de ser como Mahoma. En 1649, cuando en Inglaterra se ejecutó al rey Carlos I, sus enemigos lo compararon con Mahoma, mientras los realistas dirigieron la misma acusación a Oliverio Cromwell. Recordemos que Dante pone al Profeta en el Infierno (Canto XXVIII, 30 y ss.); describe su pecho hendido por ser el discordiador “que separó a muchos cristianos de la verdadera fe”, como explica su traductor Ángel Crespo.

La influencia de los biógrafos europeos entre los islámicos, aún reactiva o manipulada, es notoria. Cuando en Egipto ocupado por los ingleses a finales del XIX se tradujo al árabe De los héroes, su culto y lo heroico en la Historia, de Thomas Carlyle, y este libro devino un favorito de los nacionalistas, mucho ayudó que la traducción eliminara las invectivas y descalificaciones al Profeta en el original.


En The Lives of Muhammad (Harvard, 2014) Ali explora el cúmulo de biografías inglesas, francesas, alemanas, así como musulmanas a lo largo de los siglos. En algunos de los intérpretes musulmanes (vasta variedad discordante) encuentra cómo adoptaron o adaptaron elementos de las versiones europeas. Así, el rechazo a Occidente se informa e inspira en el odio visceral de éste a lo que sea que entiende por Mahoma. Durante su experiencia colonial en India, los ingleses decidieron que la vida del Profeta (contada por historiadores británicos que lo retratan violento, intolerante y misógino) “demostraba” que los musulmanes son incapaces de gobernarse. Tal visión determinó la descolonización del Medio Oriente después de la Segunda Guerra: una invención arbitraria de países y gobiernos que hoy alcanza como bumerán a sus creadores.

Fuente:http://www.jornada.unam.mx/2015/11/30/opinion/a10a1cul

miércoles, 25 de noviembre de 2015

A 20 años de fundado Ojalá

Ojalá es un proyecto de gestión cultural que empezó a partir de la Oficina de Silvio Rodríguez. La oficina, además de atender todos los aspectos del trabajo del trovador, se ideó para reunir y conservar sus grabaciones y documentos. Por su parte, el estudio presta servicios de grabación; y coordinado con la oficina produce conciertos, edita discos, libros, y apoya diversas iniciativas culturales.

La idea de los Estudios comienza a materializarse en el año 1990, con el concierto realizado por Silvio Rodríguez, Chucho Valdés e Irakere en el Estadio Nacional de Santiago de Chile. Los honorarios de aquella noche y los derechos cedidos a la divulgación televisiva sirvieron para que Silvio propusiera al entonces Presidente cubano, Fidel Castro, invertirlos en la creación de estudios de grabación con tecnología de punta, que entonces Cuba no tenía.

Aunque cuenta con la ayuda de instituciones oficiales, Ojalá desde sus inicios fue concebido como un proyecto distinto, independiente de los estudios estatales y no regido por las exigencias del mercado. Según declaraciones del propio Silvio, “Los Estudios Ojalá son alternativos, ya que permiten ayudar a gente que no tiene una empresa detrás que los respalde. Por ejemplo, se ha grabado a trovadores jóvenes con poca divulgación y a alumnos de escuelas de arte que no tienen posibilidades de grabar en estudios con estas características”.

El Estudio posee un sólido equipamiento, en el que se destacan su consola SSL-Plus, con ecualizadores Rupert Neve y su excelente piano Steinway & Sons. En su currículo figuran importantes grabaciones, como Harold Gramatges: Obra completa para piano (interpretado por Roberto Urbay); Homo Ludens, de Leo Brouwer (diversos intérpretes); y Omara y Chucho, de Omara Portuondo y Chucho Valdés.

En el año 1996 fue que salió a la luz la primera producción discográfica de Ojalá: el CD “Domínguez”, y desde entonces en estos estudios se han grabado y mezclado todos los discos de Silvio. Desde sus inicios, Ojalá ha sobrevivido con sólo un 20% de comercialización. El otro 80% de las grabaciones realizadas han sido donaciones a diversos proyectos culturales.

En el año 2010, por primera vez, se convocó el “Premio de Creación Ojalá, que consistió en musicalizar diez o más poemas de Rubén Martínez Villena. El Premio, por la calidad de la participación, resultó siendo la grabación y edición de seis Cds. En 2012, se realizó otra edición del “Premio de Creación Ojaláen el género de historietas, esta vez dedicado a la memoria de Virgilio Martínez, quien además de gran maestro dibujante fue el realizador del logo de Ojalá. El premio consistió en la edición de un libro de esmerada impresión con las obras premiadas, y fragmentos de obras finalistas que, a sugerencia del Jurado, también fueron publicadas.

Ojalá fue la retaguardia de la gira que en 2008 realizaran Silvio y otros artistas de la música y las artes plásticas por los centros penitenciarios del país. Ojalá ha aportado su personal y su técnica en la amplificación y grabación de los seis Festivales de Música de Cámara y el Festival Les Voix Humaines, dirigidos por el Maestro Leo Brouwer, cuya Oficina, en octubre de 2014, otorgó a Ojalá el Premio La Espiral EternaEn igual sentido Ojalá ha colaborado con el “Encuentro de Jóvenes Pianistas”, realizado por la Oficina del Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal, y el Maestro Salomón Gadles Mikowsky.

La experiencia de Ojalá fue la pauta de creación de los estudios Abdala, en La Habana, y Eusebio Delfín, en Cienfuegos. Desde siempre Ojalá ha mantenido un vínculo afín con el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau. También ha publicado los libros Canciones del Mar y Cancionero, y tiene en preparación una Historia de la Canción Cubana. Además, ha participado como co-productor en los documentales  Hombres sobre cubierta” de Ernesto Pérez y Alejandro Ramírez, “Ojalá”, del español Nico García, y “Canción de barrio”, de Alejandro Ramírez.

Por su Gira por los Barrios, en julio de 2015 el Proyecto Ojalá recibió el Premio por el Servicio a la Nación Monseñor Carlos Manuel de Céspedes, que otorgó por primera vez el colectivo Cuba Posible.

Desde sus inicios en 2010, el extenso periplo por los vecindarios que llevan a cabo Silvio Rodríguez y otros artistas, ha tenido a Ojalá como respaldo técnico y logístico. Hasta la fecha se ha llegado a 70 comunidades, no solo de La Habana, sino también de Artemisa, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara y Holguín.

Aún quedan muchos barrios por visitar, tantos que esta ha sido bautizada como la “Gira Interminable”. Con ella Ojalá no sólo difunde y apoya el arte desde un rincón de La Habana, sino que se proyecta y llega a apartados lugares donde la cultura también es necesaria.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Con Omara y Buena Vista

Joel Suárez se dirige al Encuentro Hemisférico Derrota del Alca


Marta Campos entrega Premio Pablo de la Torriente Brau a Omara

Barbarito Torres, Maestro del laúd cubano

Jesús Aguaje Ramos, director de Buena Vista













miércoles, 18 de noviembre de 2015

Hay que hacer algo

Desde hace días es noticia, especialmente en medios que suelen atacar al gobierno de Cuba, la situación de unos dos mil cubanos que se han congregado en la frontera de Costa Rica con Nicaragua. Los matices, como era de esperar, favorecen al gobierno de Costa Rica y condenan al de Nicaragua. No he visto hasta ahora ningún análisis sobre las particularidades de esta situación, sin dudas provocada por la angustia de familias enteras que quieren llegar a los Estados Unidos, como muchas otras familias de países de la región.

Haber visto a estos coterráneos cargando sus niños (la inocencia de esta amarga aventura), me conmueve profundo y moviliza. El corazón que también soy pulsa con mi conciencia: me doy cuenta de la manipulación mediática y de los intereses contra Cuba, justo en el momento en que los titulares están copados de terrorismos y migraciones forzadas hacia Europa. Sin embargo esos niños lanzados irresponsablemente a semejante incertidumbre me acorralan.

Por diversas noticias sabíamos que estos cubanos venían reuniéndose desde hace tiempo en Costa Rica, pero parece que alguien se dio cuenta de que era el momento de actuar. Aparentemente fueron rechazados en la frontera de Nicaragua y ahora el canciller costarricense lanza la nada providencial “solución” de tender un puente para que estos dos mil cubanos lleguen a su destino.

Qué bueno es este señor, que hace esto por los cubanos, sabiendo sin dudas que en Estados Unidos existe una ley especial que favorece la llegada de nuestra gente con pies secos.

No tengo noticias de pronunciamiento alguno a favor de otro grupo de latinoamericanos. Sólo veo a un canciller haciendo un llamado internacional en un rotundo intento de legalización moral de la Ley de Ajuste Cubano (y de paso quitarse un problema de encima). Justo ahora que el acercamiento entre Washington y La Habana pone a temblar esa “ley”. ¡Tremenda carambola multibandas!

Aún así, sigo pensando en esos niños inocentes del tráfico de personas al que sus mayores eligieron someterse y arrastrarlos con ellos.

No sé lo que hay que hacer, pero estoy seguro de que hay que hacer algo.

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Cuando escribí lo anterior, esta mañana, antes de irme a trabajar, no había visto la siguiente nota del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, firmada ayer:

En los últimos días, se ha creado una compleja situación, a raíz de que más de mil ciudadanos cubanos han estado arribando a Costa Rica desde otros países de la región con la intención de viajar hacia los Estados Unidos.
Estas personas han salido de Cuba de manera legal hacia diferentes países de América Latina, cumpliendo todos los requisitos establecidos por las regulaciones migratorias cubanas. En el intento de llegar a territorio de los Estados Unidos se han convertido en víctimas de traficantes y de bandas delincuenciales, que de manera inescrupulosa lucran a partir del control del paso de estas personas por Sudamérica, Centroamérica y México.
Las autoridades cubanas se han mantenido en permanente contacto con los gobiernos de los países implicados, con el objetivo de encontrar una solución rápida y adecuada, que tome en consideración el bienestar de los ciudadanos cubanos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores desea enfatizar que estos ciudadanos son víctimas de la politización del tema migratorio por parte del Gobierno de los Estados Unidos, de la Ley de Ajuste Cubano y, en particular, de la aplicación de la llamada política de “pies secos-pies mojados”, la cual confiere a los cubanos un tratamiento diferenciado y único en todo el mundo, al admitirlos de forma inmediata y automática, sin importar las vías y medios que utilizan, incluso si llegan de manera ilegal a su territorio.
Esta política estimula la emigración irregular desde Cuba hacia los Estados Unidos y constituye una violación de la letra y el espíritu de los Acuerdos Migratorios en vigor, mediante los cuales ambos países asumieron la obligación de garantizar una emigración legal, segura y ordenada.
El Ministerio de Relaciones Exteriores denuncia que el gobierno estadounidense mantiene también en vigor el llamado “Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos”, aprobado en el año 2006, por el presidente George W. Bush, para alentar a médicos y otro personal cubano de la salud a abandonar sus misiones en terceros países y emigrar a los Estados Unidos. Esta es una práctica censurable dirigida a dañar los programas de cooperación cubanos y a privar de recursos humanos vitales a Cuba y a muchos países que los necesitan.
El Ministerio de Relaciones Exteriores reitera una vez más que la política de “pies secos-pies mojados” y el “Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos”, son incongruentes con el actual contexto bilateral, obstaculizan la normalización de las relaciones migratorias entre Cuba y los Estados Unidos y crean problemas a otros países.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ratifica que los ciudadanos cubanos que hayan salido legalmente del país y cumplan con la legislación migratoria vigente tienen derecho a retornar a Cuba, sí así lo desean.
El Ministerio de Relaciones Exteriores reafirma el compromiso del gobierno de Cuba con una emigración legal, segura y ordenada.
La Habana, 17 de noviembre de 2015

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Cumplir con Azul

Ciertas crónicas desde el Sur

Por Víctor Casaus

La deuda de esta segunda crónica tiene varias raíces. Por un lado, el azul es mi color preferido. Como decía un amigo querido cuando se hablaba de helados: el helado es el chocolate, los demás son sucedáneos. Comparto aquella opinión honorable y chocolatera y puedo aplicarla a los colores. El azul es el color. Hay otros colores con linajes históricos respetables: lo sé e incluso comparto admiraciones por algunos otros (el rojo, el verde…) aunque siempre después del azul.

Pero el azul en el título de esta croniquita urgente (escrita ya en Mendoza, donde nos presentaremos hoy continuando esta gira de Nuestra voz para vos) es también –según supe, aprendí y disfruté allí tres días atrás– el nombre de una ciudad argentina a donde llegamos desde La Plata, invitados por el Festival Cervantino, las Fulanas Trío, Stella Maris Taverna y otras gentes amigas y azuleñas.

Este Festival con apellido cervantino y vínculos con instituciones e intelectuales de la Península, se realiza en un lugar que pudiera parecer impredecible como Azul a partir de la colección de libros y documentos del autor del Quijote que Carlos Ronco, en el siglo pasado, y que ahora se conservan en la Casa que continúa llevando como nombre ese apellido respetado y es un centro cultural activo y reconocido en la comunidad azuleña. El Festival Cervantino felizmente rebasa cualquier estrecha definición que pueda dictar o sugerir su nombre y se convierte en una jornada de actividades culturales en las que caben manifestaciones diversas: la literatura, la música, las artes plásticas, el teatro…

Tras un momento reciente de incertidumbre financiera y logística, el Festival final y felizmente volvió a celebrarse este año, animado por José Bendersky, su coordinador, pero sobre todo apoyado por artistas y promotores de la ciudad interesados en salvar y dar continuidad a evento que trae y atrae incluso a creadores y creadoras de otras regiones argentinas y de otros países. Contando con menos recursos, me explican, el Festival quizás disminuyó un tanto su proyección global, pero está ahí, listo para continuar el año próximo con nuevos azuleños bríos.

Por un golpe de azar callejero pude participar, fugazmente, en otro de los espacios que se desarrollan dentro del Festival: el evento de poesía que organiza con pasión y tenacidad el poeta Jotaele. Lo llamo así porque es el apelativo que recibe comúnmente de la tanta gente que le conoce. En el camino hacia dos programas de radio en los que debía participar junto al Dúo Cofradía para comentar el programa que nos esperaba en la ciudad y repartir saludos traídos desde el Centro Pablo y desde Cuba, Stella se detuvo para presentarme al poeta que andaba en los preparativos urgentes de su evento, como suele suceder. Allí, saludándole, recordé que una amiga común –y muy querida– Liliana Herrero me había hablado de Jotaele, con quien participó en uno de sus formidables conciertos y cuya poesía disfruta y admira.

Fue suficiente para tensar un poco más el programa de nuestras actividades en el Festival y llegarnos en la tarde al inicio de la acampada poética que se realizaría en el parque de Azul, al calor de la vegetación hermosa del lugar y de la parrilla en la que ya se preparaba el asado para la sesión de la noche –en la que fatalmente no podríamos participar porque debíamos partir hacia Mendoza. Nos tocó entonces este evento poético con la lectura de un puñado de poemas de mi libro Amar sin papeles, que presentamos en dos escenarios azuleños, junto con el disco del mismo nombre en el que los poemas leídos integran el contenido sonoro con las poderosas y tiernas canciones que una amiga muy querida, la cantautora andaluza Lucía Sócam, creó a partir de algunos poemas del libro.

A la lectura de los poemas siguió la participación del dúo Cofradía en esta inauguración poética y festivalera. Canciones de Cuba interpretadas por Pachi Ruiz y Lía Llorente, sirvieron entonces también de prólogo a la tarde-noche de poesía que el Festival animado por Jotaele iniciaba en aquel parque acogedor.

Nuestras presentaciones en Azul incluyeron entonces –además de un programa televisivo y varias entrevistas radiales– dos momentos durante los días 6 y 7 de este mes de noviembre que comienza.

El primero se desarrolló en el centro cultural La Criba, que ofrece su espacio a las manifestaciones teatrales y talleres organizados y promovidos por su director Sergio Camarotte, y que en esta ocasión ampliaría sus horizontes temáticos con la presentación que realicé, con la ayuda tecnológica de nuestra amiga Cecilia Picaroni, de Fulanas Trío, mostrando audiovisuales de todos los programas que el Centro Pablo ha venido desarrollando a lo largo de estos 19 años: nueva trova, arte digital, literatura testimonial, nuevas tecnologías, diseño gráfico, fotografia, artes plásticas, memoria… Las imágenes proyectadas en la sala de La Criba fueron, en realidad, una especie de antología condensada de los trabajos que artistas de todas esas manifestaciones y gente amiga realizaron en los territorios de Muralla 63 y otros cayos adyacentes y fraternos. En esa fiesta de recordar y celebrar lo hecho de esa forma colectiva y solidaria andaremos durante el año entrante, cuando el Centro Pablo cumplirá sus 20 años de fundado.

En la segunda parte de este encuentro de La Criba tuve la suerte de contar con la participación de un reciente amigo azuleño, Santiago Súñer, profesor de literatura, animador de la ONG CEFOAZ, organizadora de esta actividad, quien me acompañó en el diálogo sobre la labor cultural realizada por el Centro y posteriormente hizo la presentación del libro y el disco Amar sin papeles, con atinados comentarios sobre la poesía que transita por sus páginas. Entre los textos que Santiago me invitó a leer estuvo, para mi alegría, la “Increpación a Víctor Casaus”, que nuestro hermano Juan Gelman generosamente escribió para saludar y bienvenir mi poesía amorosa y que aparece como prólogo en esta edición, junto a los dibujos inquietantes y hermosos de otro hermano, Roberto Fabelo, el gran artista plástico cubano.

Por esa y otras muchas razones he dedicado las presentaciones de Amar sin papeles en esta gira a la memoria viva de Juan, a quien tanto debemos los poetas de mi generación (y de otras generaciones, en otros países) por su fidelidad a la palabra y su compromiso permanente con las luchas de nuestros pueblos a lo largo de décadas particularmente terribles, como los años 70 en Argentina y otras naciones hermanas del Cono Sur.

A esta emotiva primera presentación nuestra en Azul, siempre con la atractiva presencia musical de Cofradía, se sumó, al día siguiente el Mano a mano de poemas y canciones que trajimos a la gente amiga de Azul, después de inaugurarlo dos días atrás en el bello espacio de Ciudad Vieja, en La Plata. En este Mano a mano alternamos la lectura de poemas con las interpretaciones musicales, diversas y cálidas, de Cofradía, para establecer una conversación con el público que me recuerda las tertulias de los jóvenes trovadores y los poetas de mi generación en parques, casas amigas (no teníamos las propias), instituciones fraternas, centros de estudio, unidades militares… Los Cofradía (me) han regalado en estos días el estreno de su versión musicalizada de mi poema “Querencias”, que nos proponemos convertir en un proyecto más amplio durante el año que viene, dando continuidad a esa labor fraterna que trovadoras y trovadores han realizado (y realizan) tomando como punto de partida algunos de mis textos poéticos.

Esos breves, felices días azules transcurrieron vertiginosamente y en ellos se comprobó, una vez más, la importancia de la amistad, de la solidaridad, en esto empeños culturales abiertos y tenaces como Nuestra voz para vos. Por ello contamos con las fotos que tomó nuestro hermano Kaloian Santos en Ciudad Vieja, el apoyo en ese terreno de imágenes fotográficas y de videos que nos ofrecieron, con cariño, Cecilia Picaroni y Silvina Cañoni, integrantes de Fulanas Trío.

Por ello –por la amistad y el compromiso con la canción, la justicia, la verdad y otras hierbas imprescindibles en estos tiempos que corren– nos esperaron hace apenas un día las gentes amigas de Mendoza, donde ahora escribo estas líneas en un paréntesis del movimiento constante que supone e impone, para bien, esta gira (casi) interminable que estamos realizando. Aquí en Mendoza Violeta Ayles, su mamá Stella Tortolini y gente muy cercana y amiga han estado trabajando para que Nuestra voz… llegue a estas otras tierras argentinas en su camino hacia Santiago del Estero, Córdoba, Tucumán y finalmente la capital federal donde seguiremos siguiendo estos sueños en el concierto Mano a mano donde tendremos como invitadas especiales a la gran cantora Liliana Herrero y a nuestras Fulanas Trío en el Centro Cultural Néstor Kirchner el sábado 5 de diciembre.

Así de azules, de maravillosos, fueron estos días fugaces de Nuestra voz… La realidad, ya se sabe, supera siempre eso que para entendernos llamamos ficción. Por eso no me asombró totalmente pero me emocionó tanto que en la Casa Ronco nos mostrarán una formidable edición del Martin Fierro de Hernández, publicada en 1930 en la que aparece, junto a otras palabras y firmas valiosas, las escritas como recuerdo, de puño y letra, por Nicolás Guillén, que fue el primer poeta cubano en llegar a este territorio azuleño, a mediados del siglo pasado.

Con el alma en carne viva
abajo, sueño y trabajo:
ya estará el de abajo arriba
cuando el de arriba esté abajo

Han pasado varias décadas desde que el poeta recibió, como regalo, de manos de Carlos Ronco un ejemplar del Ismaelillo martiano (que hoy se encuentra en la Biblioteca Nacional, en La Habana). Las palabras que escribió Guillén en el libro de Fierro, conservan, a mi modo de ver, esa vocación de lucha y de utopía a las que no debiéramos renunciar. Junto a estos momentos culturales –por llamarlos mal y rápido–, estamos viviendo, mientras hacemos el recorrido que culminará en Tucumán el día 28,  la atmósfera de estos días argentinos, al borde de los resultados que se producirán con el balotaje del domingo 22.

En los escenarios, entrevistas, encuentros, la gente de Nuestra voz para vos ponemos músicas, poemas, imágenes, todo lo que traemos desde el Centro Pablo, desde Cuba, a favor de una continuidad que cierre el paso a la otra opción, neoliberal y negadora de los logros y valores que trajo la última década para el pueblo argentino.

El triunfo del proyecto de país que permita seguir siguiendo, avanzar en lo logrado, deberá también abrir espacios –amplios, múltiples, necesarios– al debate de toda esa década, incluyendo desaciertos y errores, para que se fortalezca –se construya realmente– ese necesario, poderoso movimiento de los más, de los nadies de antes, alrededor de las fuerzas que integran el Frente para la Victoria –y todos los sectores e individualidades que quieran poner sus hombros en esa tarea de construir estructuras aún más participativas, fundir pasiones, empeños y voluntades en el sueño común de libertad, justicia, solidaridad y bienestar que las argentinas y los argentinos merecen tanto. Lo merecen Argentina y América Latina. Porque en este pulseo también está en juego la integración de Nuestra América. Razón mayor aún para seguir siguiendo: ahora, con la unidad como bandera para derrotar el pasado que quiere regresar; después con la voluntad, la inteligencia y el tesón para concientizar, mediante el debate. Y construir, con el apoyo de todas y de todos.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Variaciones sobre un tema

Rolando López del Amo

Un documentado artículo de Jesús David Curbelo fue publicado en La letra del escriba de junio-julio de 2015, con el título de Ética y poesía. Una especulación subversiva. Este ensayo tiene la virtud de sintetizar ideas sobre el tema anunciado en un recorrido por figuras fundamentales del pensamiento y la literatura occidental, desde la Grecia antigua, hasta la contemporaneidad. Por este camino el autor se asoma a la actualidad cultural cubana y ofrece su juicio sobre la misma. En el curso de su análisis, Curbelo propone la hipótesis de la ética de la subversión como el camino para la poesía y los poetas.
En mi caso, la lectura del artículo fue un disfrute y  un llamado a la reflexión.

De los dos componentes del enunciado, poesía y ética, me referiré al último en primer lugar.

La ética se refiere a las normas de conducta del individuo. Ella establece los principios que son aceptables y deseables y, por oposición, lo que es reprobable. Pero ocurre que la sociedad humana es cambiante y ciertos principios que una vez fueron éticos, dejan de serlo. La ética es un producto social y no algo inmutable. Para la familia punalúa era ético el matrimonio de grupos, para los musulmanes es ético que un hombre tanga cuatro esposas y tantas concubinas como pueda mantener. Para ciertas religiones continúa siendo ético el sacrificio de animales para sus dioses. Para la sociedad esclavista era ético poseer esclavos y para el señor feudal poseer siervos de la gleba, como para el capitalista tener obreros asalariados.  Para algunas sociedades resulta ético estar gobernadas por monarquías hereditarias. Para algunas sociedades  resulta ético que los padres arreglen los matrimonios de sus hijos y decidan con quienes casarlos.  Sin embargo, a pesar de los condicionamientos histórico sociales de la ética y otros aspectos de la superestructura ideológica de las sociedades humanas, hay  determinados principios que parecen ganar aceptación universal  en el constante proceso de continuidad y cambio que caracteriza la existencia humana. Algunos de ellos vienen declarados desde hace miles de años y otros son ideales más recientes. Pero en todo caso, la ética tiene que ver con normativas de conducta humana.

La poesía, por su parte, se refiere, en primera instancia, a la esfera de los sentimientos .
La poesía es la búsqueda del ser humano de su razón de ser, de su relación con la naturaleza que lo crea y lo mata, como escribió José martí, de su relación con los demás seres humanos. Si bien estos elementos no están ausentes en la poesía épica, surgida para complacer y halagar  a los círculos gobernantes de guerreros  devenidos jefes políticos y poseedores de las riquezas, es en la poesía lírica donde se acentúa  el carácter de búsqueda de respuestas, de redescubrimiento constante de la realidad externa y de indagación introspectiva. Pero, además de búsqueda, la poesía es necesidad de comunicación con los otros, porque la vida es estar en relación, tal como advirtió el legendario filósofo chino Laozi. Comunicar sentimientos, compartirlos, entregar a la otredad la experiencia y visión singular de un individuo. La poesía es la expresión del mundo de las relaciones del individuo consigo mismo, con la sociedad humana, con la naturaleza, con el universo del que es parte.

Esa relación puede ser coincidente o contradictoria. Solo que la vida es movimiento perenne, continuidad y cambio que no cesan. El ser humano nunca se da por satisfecho. Cada meta alcanzada se convierte en un nuevo punto de partida. La insatisfacción es el motor  que hace avanzar a la humanidad. La poesía  puede ser expresión de esa angustia de las alas cortas queriendo alcanzar las nubes altas de que nos hablaba Rubén Martínez Villena. En cuanto a temas, a la poesía nada humano le es ajeno.

Sabemos que la poesía busca decir las cosas del modo más hermoso, persiguiendo la belleza de lo que se dice. Ahí entramos en el campo de la estética. Pero los cánones de belleza varían de una época a otra y de un pueblo a otro. Tampoco hay principios inmutables en las formas de la belleza, no hay modelos únicos.  Las formas pueden ser diversas.  Quizás esta circunstancia fue la que llevó a Goethe a decir que poesía era lo que quedaba del poema después de haber sido traducido a otra lengua. La belleza, de esa forma, está en el contenido, lo que conduce a la estética a desembocar en la ética
y a la aspiración renacentista de enseñar deleitando.

Dejando a un lado cánones de belleza y principios éticos, la poesía es la necesidad de comunicar a otros lo que se siente. Y una vez hecho el poema, ya no importa tanto cuántos puedan compartir lo expresado. El poeta extrajo de sus minas el metal que encontró en ellas y lo puso a disposición de los demás. Puede ser oro o cobre o tierra.

Si a alguien le sirve y ayuda, tomará de él.  La poesía es vivencia que puede ser compartida y puede ser útil. Es un acto de comunicación, quizás como el del náufrago que lanza al mar un mensaje dentro de una botella sin destinatario preciso, pero con la esperanza de que alguien lo reciba y lo comparta.

Poesía es comunicación de una experiencia vital para compartirla con los semejantes y, como dice el refrán, cada cual habla de la feria según le va en ella.  Y quien la recibe puede comprender la alegría o la tristeza del poeta, porque a él, lector u oyente,  podría ocurrirle algo semejante. Y ahí, en la condición de ser social, radica la obligada semejanza  de la que emerge la comprensión y la posibilidad de compartir la experiencia propuesta.

Como acto de comunicación la poesía es una suerte de retrato hablado de sucesos y sentimientos. Como objeto de uso será portador de un mensaje que tendrá, implícitamente, un contenido ético determinado. El poeta propone y el lector o escucha dispone. Si el poema logra motivar a quien lo recibe, se consuma el acto de comunicación deseado.
Desde el punto de vista formal cada época y pueblo pondrán la materia de la que saldrá, amasada por el talento propio, la impronta del creador.  

Desde que surgió la inteligencia humana, el hombre percibió que en el mundo coexistían dos principios opuestos, el bien y el mal, Dios y el Diablo, ángeles y demonios, la creación y la destrucción, la unidad y lucha de contrarios de la que surge el devenir.  Y comprendió también que el bien propio  no se alcanzaba en solitario. La ayuda mutua y la solidaridad permitieron al ser humano la sobrevivencia. Sin embargo, después comenzaron a enfrentarse, a muerte, unos grupos contra otros. Desde  entonces nos acompañan el amor y el odio, la solidaridad que construye y la guerra que destruye. Sin embargo, a veces, para construir, hay que destruir primero.


En medio de la complejidad de la vida, la poesía no dejará de existir porque ella es la esencia de lo más elevado del ser humano: su capacidad de sentir y recrear la vida.