80 años de Hiroshima: ¿a quién protegen las armas nucleares? Helena Margarit
El 6 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó la primera arma nuclear jamás usada contra población civil. La bomba atómica arrasó la ciudad japonesa de Hiroshima y en cuestión de segundos murieron 70.000 personas. Se estima quela cifra de fallecidos subió hasta los 140.000 como consecuencia de heridas y enfermedades derivadas de la radiación. Tres días después, Nagasaki sufrió la misma suerte. Así terminó la Segunda Guerra Mundial, ya que tras la catástrofe de las bombas atómicas, Japón se rindió. Sin embargo, empezó la ‘época nuclear’. Frente al peligro que suponen, se firmaron tratados para limitar el uso de las armas nucleares y se estableció el principio de 'Destrucción Mutua Asegurada’ (DMA), que se trata, básicamente, de un equilibrio fundamentado en el miedo. Esta doctrina militar se estableció durante la Guerra Fría y concluía que si dos países tienen suficientes armas nucleares para destruirse mutuamente, el ataque de uno desencadenaría la respuesta atómica del otro. El resultado sería la destrucción total de ambos (y probablemente de buena parte del planeta). La idea es que, sabiendo esto, nadie se atrevería a atacar primero, porque sería un suicidio. Ochenta años después, el planeta no se ha desarmado, al contrario. Desde entonces, las principales potencias mundiales han trabajado en desarrollar y mejorar este tipo de armamento. Estados Unidos, Rusia, China y otros países no solo mantienen sus arsenales atómicos, sino que los modernizan. Según el SIPRI, hoy en día existen más de 12.000 armas nucleares, la mayoría listas para ser utilizadas. En Europa, el gasto militar se ha disparado. Polonia bate récords en inversión relativa a su PIB, Francia destina miles de millones a mantener sus bombas y el continente vive un rearme inédito desde la Guerra Fría. Mientras tanto, el ‘Reloj del Juicio Final’ -el reloj que mide lo cerca que estamos de la catástrofe nuclear- marcó en enero de este año el nivel de riesgo más alto de la historia: 89 segundos para la medianoche. En este vídeo repasamos cómo Hiroshima marcó un antes y un después, por qué la promesa de un mundo libre de armas nucleares es una utopía y cómo los discursos militares se han normalizado. Tras 80 años de Hiroshima el botón nuclear sigue ahí. ¿A quién protegen estas armas?
Silvio: Este es el testimonio de un japonés, escritor de haiku, que era un niño cuando Estados Unidos lanzó la bomba.
"Cuando la bomba atómica fue lanzada sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945, yo estaba trabajando como activista estudiantil en una fábrica a unos 2500 metros al norte del centro de la explosión. Tenía quince años. No tuve quemaduras porque afortunadamente me encontraba a la sombra de una construcción. Escapé por los pelos de las fauces de la muerte. Después de la Segunda Guerra Mundial, se estableció en Japón la Constitución de la Paz, algo que los seres humanos no han tenido desde los albores de la historia…
Día de Hiroshima. Creo que debe haber huesos bajo el pavimento.
Niños que hacen flotar linternas de papel sin saber de Hiroshima.
Cerezo en flor… Nunca olvides que estás donde cayó la bomba".
Buenos días, Silvio. Hace un rato leí la entrada de tu blog y recordé que en el año 1991 o 1993, no recuerdo bien, le llegaron a Enrique un grupo de dibujos que enviaba la escuela Zenza School, ubicada en Nagazaki (un misterio de por qué llegaron a través del Museo Chihiro Iwasaki luego que Enrique ganara el premio NOMA. Busqué en la web y encontré que “la escuela primaria Zenza de Nagasaki, aunque no era el objetivo principal, sufrió graves daños y numerosas víctimas debido a la bomba atómica. Se ha convertido en un símbolo de la destrucción causada por la bomba y un lugar para la reflexión sobre las consecuencias de la guerra y la importancia de la paz”. Entre los dibujos (todos con mensajes de paz y no más guerra) está este. Al dorso del dibujo aparecen datos y el nombre del estudiante (Tadash Iwauchi). 80 años de esa barbarie y todavía no entiendo cómo hay personas que se mantienen al márgen del genocidio en Gaza… Nada, solamente para comentarte esto, acá te lo dejo.
8 comentarios:
Rebecca Martin Goldschmidt y Seiji YamadaHiroshima, Nagasaki y el genocidio en Gaza
80 años de Hiroshima: ¿a quién protegen las armas nucleares?
Helena Margarit
El 6 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó la primera arma nuclear jamás usada contra población civil. La bomba atómica arrasó la ciudad japonesa de Hiroshima y en cuestión de segundos murieron 70.000 personas. Se estima quela cifra de fallecidos subió hasta los 140.000 como consecuencia de heridas y enfermedades derivadas de la radiación. Tres días después, Nagasaki sufrió la misma suerte.
Así terminó la Segunda Guerra Mundial, ya que tras la catástrofe de las bombas atómicas, Japón se rindió. Sin embargo, empezó la ‘época nuclear’.
Frente al peligro que suponen, se firmaron tratados para limitar el uso de las armas nucleares y se estableció el principio de 'Destrucción Mutua Asegurada’ (DMA), que se trata, básicamente, de un equilibrio fundamentado en el miedo. Esta doctrina militar se estableció durante la Guerra Fría y concluía que si dos países tienen suficientes armas nucleares para destruirse mutuamente, el ataque de uno desencadenaría la respuesta atómica del otro.
El resultado sería la destrucción total de ambos (y probablemente de buena parte del planeta). La idea es que, sabiendo esto, nadie se atrevería a atacar primero, porque sería un suicidio.
Ochenta años después, el planeta no se ha desarmado, al contrario. Desde entonces, las principales potencias mundiales han trabajado en desarrollar y mejorar este tipo de armamento. Estados Unidos, Rusia, China y otros países no solo mantienen sus arsenales atómicos, sino que los modernizan. Según el SIPRI, hoy en día existen más de 12.000 armas nucleares, la mayoría listas para ser utilizadas.
En Europa, el gasto militar se ha disparado. Polonia bate récords en inversión relativa a su PIB, Francia destina miles de millones a mantener sus bombas y el continente vive un rearme inédito desde la Guerra Fría. Mientras tanto, el ‘Reloj del Juicio Final’ -el reloj que mide lo cerca que estamos de la catástrofe nuclear- marcó en enero de este año el nivel de riesgo más alto de la historia: 89 segundos para la medianoche.
En este vídeo repasamos cómo Hiroshima marcó un antes y un después, por qué la promesa de un mundo libre de armas nucleares es una utopía y cómo los discursos militares se han normalizado. Tras 80 años de Hiroshima el botón nuclear sigue ahí. ¿A quién protegen estas armas?
https://www.publico.es/internacional/video-80-anos-hiroshima-protegen-armas-nucleares.html
De Jorge Braulio:
Silvio:
Este es el testimonio de un japonés, escritor de haiku, que era un
niño cuando Estados Unidos lanzó la bomba.
"Cuando la bomba atómica fue lanzada sobre Hiroshima el 6 de agosto de
1945, yo estaba trabajando como activista estudiantil en una fábrica a
unos 2500 metros al norte del centro de la explosión. Tenía quince
años. No tuve quemaduras porque afortunadamente me encontraba a la
sombra de una construcción. Escapé por los pelos de las fauces de la
muerte. Después de la Segunda Guerra Mundial, se estableció en Japón
la Constitución de la Paz, algo que los seres humanos no han tenido
desde los albores de la historia…
Día de Hiroshima.
Creo que debe haber huesos
bajo el pavimento.
Niños que hacen flotar
linternas de papel
sin saber de Hiroshima.
Cerezo en flor…
Nunca olvides que estás
donde cayó la bomba".
YASUHIKO SHIGEMOTO
Versión libre: JB
De Kitty Pasos:
Buenos días, Silvio. Hace un rato leí la entrada de tu blog y recordé que en el año 1991 o 1993, no recuerdo bien, le llegaron a Enrique un grupo de dibujos que enviaba la escuela Zenza School, ubicada en Nagazaki (un misterio de por qué llegaron a través del Museo Chihiro Iwasaki luego que Enrique ganara el premio NOMA. Busqué en la web y encontré que “la escuela primaria Zenza de Nagasaki, aunque no era el objetivo principal, sufrió graves daños y numerosas víctimas debido a la bomba atómica. Se ha convertido en un símbolo de la destrucción causada por la bomba y un lugar para la reflexión sobre las consecuencias de la guerra y la importancia de la paz”. Entre los dibujos (todos con mensajes de paz y no más guerra) está este. Al dorso del dibujo aparecen datos y el nombre del estudiante (Tadash Iwauchi). 80 años de esa barbarie y todavía no entiendo cómo hay personas que se mantienen al márgen del genocidio en Gaza… Nada, solamente para comentarte esto, acá te lo dejo.
Jorge Braulio, gracias por ese conmovedor testimonio
Kitty, gracias por los dibujos (los tuve que poner arriba)
Ap: Supervivientes japoneses de la bomba atómica alzan la voz contra las armas nucleares
Manuel Ansede: El descubrimiento del papel esencial del litio en el alzhéimer abre un esperanzador frente para tratar la enfermedad
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