martes, 30 de septiembre de 2025

Mercado y socialismo

Por Joaquín Benavides Rodríguez

 En un excelente artículo con el título, ASPECTOS CLAVES PARA REPENSAR LA ECONOMIA SOCIALISTA DE LA TRANSICION, el compañero Luis Marcelo Yera, expresa tres afirmaciones que son claves para entender a la luz del pensamiento de Marx y Engels, la relación no contradictoria entre Mercado, Planificación y el Socialismo. Estas son:

 

1.    Hay una idea errónea en que el mercado se contrapone a la planificación. El mercado está asociado en realidad a la competencia, y, por ende, a la existencia del dinero.

2.     Mientras exista el dinero habrá compraventa y, por derivación, mercado.

3.    Lo que se opondría a la planificación es la competencia y la producción anárquicas, pero no el mercado que es el ambiente de compraventa donde se justifica la producción.

 

Mientras países como China y Vietnam, gobernados por Partidos Comunistas, organizan su creciente economía utilizando la planificación, pero sin renunciar al mercado en las relaciones entre las empresas, nosotros en Cuba, continuamos negando el papel objetivo del mercado en las relaciones entre las empresas estatales y con la población. No acabamos de convencernos, a pesar de las evidencias objetivas, que la Ley del Valor funciona en todo el periodo de tránsito hacia el Comunismo, al que según Carlos Marx llegara la humanidad, cuando ¨el trabajo no sea solamente un medio de vida, sino la primera necesidad vital; cuando con el desarrollo de los individuos en todos los aspectos, crezcan también las fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva, solo entonces podrá rebasarse totalmente el estrecho horizonte del derecho burgués, y la sociedad podrá escribir en sus banderas: ! De cada cual, según su capacidad; a cada cual, según sus necesidades! ¨.

 

¿Alguién en su sano juicio puede pensar que nuestra sociedad, y la economía que la sustenta, que hoy tiene dificultades para garantizar la alimentación y la salud de todos sus hijos e hijas, debe continuar negándose a aplicar consecuentemente la Ley del Valor, o sea el mercado, al menos, en las relaciones entre las empresas propiedad del Estado, los trabajadores y la población? ¿Quién debe decidirlo?

 

En mi opinión, el Consejo de Estado tiene facultades más que suficientes para decidirlo, dándole facultades al Presidente de la Republica para que comience a actuar en consecuencia e informe al IX Congreso del Partido a celebrarse en el Primer trimestre del 2026. Al menos en la actividad agropecuaria y la industria alimentaria las relaciones económicas basadas en el mercado, deberían de iniciarse a la mayor brevedad posible. No se debería continuar solicitándole a las municipios y provincias que tomen decisiones y hagan propuestas. Se les debería entregar por la Dirección del País, la decisión de como actuar, al menos como primer paso, para introducir los principios del mercado en las relaciones entre las empresas estatales, privadas, los productores agrícolas, el banco y la población.

 

Estamos comenzando a conmemorar el Centenario de Fidel. Estoy convencido que Fidel actuaria. Ya estaría realizando experiencias que le permitieran profundizar en el método de como llevar a cabo la introducción del mercado en la economía comenzando por la agricultura y la industria alimentaria.

 

¿Por qué no actuamos como lo haria Fidel en las presentes circunstancias?

 

 29/09/2025


7 comentarios:

silvio dijo...

De Fidel Vascós.

Benavides:
Como conoces, desde hace años vengo defendiendo públicamente en mis artículos y otras publicaciones que la construcción del socialismo es imposible sin la utilización del mercado y las relaciones monetario-mercantiles, sobre todo ahora que ya sabemos que el período de transición al socialismo se prolonga largamente en el tiempo y que el comunismo no puede ser el objetivo inmediato de nuestra sociedad pues entre sus características, según los clásicos, debe tener escala planetaria. El modelo de dirección de la economía socialista que aplicaba la URSS de planificación centralizada de asignación de recursos materiales y financieros ha fracasado al constituir una de las principales causas de la desintegración del gran país soviético y de la desaparición de los llamados países socialistas de Europa Central y del Este. Actualmente en Cuba mantenemos, en esencia, ese modelo económico soviético heredado de cuando Cuba era miembro del CAME y, en mi criterio, es la mayor traba que debemos eliminar para salir de los graves problemas económicos y sociales que sufrimos. Mi opinión es que hay que demoler ese método de planificación centralizada de asignación de recursos y, en su lugar, ampliar el mercado como regulador de la economía cubana tanto en las empresas estatales como no estatales. El Estado no debe administrar la economía. Su tarea consiste en establecer las normas, regulaciones e instituciones necesarias para que, dentro de ellas, el mercado pueda desenvolverse libremente. A su vez, el Estado debe estar atento para atajar a tiempo las desviaciones del mercado que puedan afectar al pueblo. Esta idea va ganando seguidores entre muchos economistas y otros especialistas de las ciencias sociales que publican sus ideas, proponen medidas al respecto y las divulgan en eventos científicos. También hay que decir que otros investigadores cubanos continúan defendiendo mantener la planificación centralizada con el temor, dicen, que abrir el mercado puede conducirnos al capitalismo neoliberal y destruir los objetivos sociales y políticos de la Revolución Cubana. Este temor indica que, junto al debate acerca de aplicar la planificación centralizada de asignación de recursos o aplicar un socialismo de mercado, hay también que debatir las diferencias entre el socialismo de mercado que muchos proponemos y el capitalismo neoliberal que rechazamos. Ello ayudaría a esclarecer las ideas en controversia. Estoy convencido que la dirección del país conoce en detalle todas estas propuestas, pero no ha dado a conocer sus consideraciones al respecto y ha preferido seguir actuando sobre la base de la planificación centralizada de asignación de recursos. Me parece una excelente oportunidad que este debate se desarrolle en el próximo IX Congreso del PCC a celebrarse en el año 2026 de manera que el Congreso se pronuncie acerca del futuro de la planificación centralizada de asignación de recursos y el uso del mercado en la construcción del socialismo en Cuba. Una forma de abordar el tema en dicho Congreso es tu propuesta de que el Consejo de Estado le dé la tarea al Presidente de la República. Otra es que la Comisión Organizadora del Congreso, recogiendo el sentir de muchos militantes, trabajadores y demás ciudadanos, lo incorpore en un punto de la agenda del evento. Lo importante es que exista voluntad política en la más alta dirección del país para enfrentar el tema y resolverlo mediante un Programa integral de medidas en un proceso paulatino y de permanente debate público. Reafirmo que el IX Congreso es el momento ideal para debatir y decidir la línea general de desarrollo de la economía cubana y su sistema de dirección en el corto y mediano plazo. Saludos.
Fidel Vascos

silvio dijo...

De Julio Carranza y Joaquín Benavides:

Así es Joaquín
Un abrazo!!
Enviado desde mi iPhone

El 30 sept 2025, a las 10:16, Joaquin Benavides escribió:

Gracias July. Estoy convencido que ha llegado el momento de exigirles a nuestros dirigentes que si no actúan, enfrenten el debate público. Estamos entrando en el año del Centenario de Fidel y no podemos permitir que por no actuar a tiempo se pueda perder la Revolución, el Socialismo y la Patria. Un abrazo, Joaquin

silvio dijo...

De Ramiro del Río:

Cierto, no hay ciegos peores que los que no quieren ver

silvio dijo...

De Joaquín Benavides:

Vascos:
Pienso como tu, solo con una observación. No se debe esperar al Congreso para debatir profundamente sobre el tema. Está claro para mi que este tema solo, requiere reunir el Congreso del Partido para que lo debatan y decidan. Pero tengo la opinion que en la etapa previa tenemos que lograr que se debata profundamente a fin que el tema este esclarecido para que al decidir se cuente con todos los elementos por los participantes del Congreso de los riesgos que supondría continuar con el esquema de planificación que hemos aplicado durante casi 50 años y que lejos de evitar caer en el capitalismo, de continuar aplicándolo, puede conducirnos al desastre.
Con esto quiero decir que debemos tratar de promover el debate sobre la necesidad de cambiar el modelo y que la economia cubana introduzca el mercado y las relaciones monetario mercantiles entre las empresas, entre sí y con la poblacion. Y estoy convencido de que nuestro deber como economistas revolucionarios y patriotas es promoverlo siguiendo y apoyándonos en el llamamiento de Fidel, cuyo Centenario estamos comenzando a conmemorar, a ¨cambiar todo lo que deba ser cambiado¨ Estoy seguro que se debe promover el debate casi desde ahora para que incorpore a todos, principalmente los que piensan que estamos equivocados. Cambiar esto solo en la economia cubana merecería un Congreso del Partido.
Un abrazo,
Joaquin Benavides

silvio dijo...

De Carlos Alzugaray:

Yo coincido con ambos. Pero con la siguiente observación: Ya a estas altura hace falta no sólo una reforma económica sino una reforma política. El sistema político es inoperante. Sólo dos ejemplos: el de la ministra del trabajo que era o es miembro del CC diciendo las barbaridades que dijo en la Asamblea Nacional y que ni un sólo diputado se haya parado a cuestionarla; el que el asunto de las tarifas de ETECSA no haya sido objeto de un análisis por parte de la comisión correspondiente de la ANPP. ¿Para qué están la ANPP y sus diputados?

Los ministros no son realmente cuestionados cuando cometen errores. Y si el presidente o el primer ministro les llama la atención, casi nunca nos enteramos. El caso de Gil es arquetípico. Lo sustituyen. No dicen nada de sus errores o delitos, si los hubo. Poco tiempo después se dice que está preso. Y desde entonces silencio total. Pero lo peor: si Gil cometió errores o delitos tan graves, ¿dónde estaban o qué hacían los encargados de fiscalizarlo? ¿Ellos no tienen responsabilidad también?

Porque fueron muchos los ciudadanos que criticaron a Gil en las redes sociales. En mi opinión hay que repensar como hace política el gobierno y ya no es cuestión de personalidades sino de la forma en que el sistema está diseñado y de prácticas políticas habituales que no son realmente democráticas.

Y escribo esto porque el Congreso del Partido, que está apenas a unos meses en el futuro tendrá que evaluar el desempeño político del Comité Central y Buró Político actual y pensar qué se hace para que, en el próximo decenio, si sobrevivimos, no se repita el desastre que ha sucedido desde el 2011 cuando se aprobaron los documentos clave que debían transformar el modelo cubano para crear un socialismo próspero o sustentable.

El Congreso también tendrá que promover a los cargos de dirección a los que deberán jugar un papel importante durante el próximo quinquenio, y, más inmediato, el proceso electoral que se abrirá en el 2027 y concluirá en el 2028 con una nueva Asamblea, un nuevo Consejo de Estado y un nuevo Presidente y Consejo de Ministros.

Estos tres años que vienen - 2026, 2027 y 2028 - serán claves para los destinos del país.

Un abrazo,

Carlos

silvio dijo...

De Fidel Vascós:

Alzugaray, estoy de acuerdo contigo. La reforma económica y la reforma política deben diseñarse y aplicarse juntas en un Cronograma integral como se hizo en el Primer Congreso del PCC en diciembre de 1975. El IX Congreso del año que viene debería tener esta tarea como la fundamental. Lo voy plantear en mi núcleo cuando discutamos los documentos del IX Congreso. Un abrazo.
Fidel Vascós

silvio dijo...

LA REALIZACIÓN DEL IX CONGRESO DEL PARTIDO, REQUIERE UNA REVISIÓN CRÍTICA CAMPLETA DE LO QUE SE HACE EN LA ECONOMÍA PARA ENFRENTAR EL BLOQUEO RECRUDECIDO
Por Félix Sautié Mederos

Realmente no me queda mucho tiempo existencial factible con mis 87 años cumplidos y sus achaques que le son inherentes para darle el seguimiento que merece en las actuales circunstancias tan complejas que estamos viviendo, a la convocatoria del IX Congreso del PARTIDO; y en consecuencia quiero adelantar algunos criterios que me bullen por dentro al respecto y que no quiero que se pierdan.

Le he entregado mi vida completa al Partido y deseo seguir haciéndolo mientras que la propia existencia vivencial me lo permita; en consecuencia ante todo, quiero dejar plena constancia de mi apoyo a su realización sin límites algunos como le corresponde a mi experiencia de vida vivida militante y valgan las redundancias de los términos vida y militante.

Vivimos momentos muy complicados y, un Congreso del Partido adquiere una importancia aún más importante que la que siempre le corresponde, porque en las actuales circunstancias de recrudecimiento del Bloqueo y de un Mr. Trump activo todo lo logrado puede desaparecer y no debe ser un Congreso solo de aplausos optimistas sino de análisis crítico de lo que hacemos para enfrentarnos al Imperio que quiere destruirnos y a nuestros propios errores; en consecuencia, el mandato de los delegados que se elijan en todo el país, será de vida o muerte; no hay otra alternativa posible; y el apoyo que quiero darle es con todo lo que tengo y todo lo de vida que me queda. Así las cosas.

En este sentido, quiero referirme a algo que Joaquín Benavides plantea en un último artículo suyo publicado en el Blog Segunda Cita de Silvio Rodríguez (1) con el que estoy plenamente de acuerdo; y para fraseo, su expresión fundamental en el sentido que lo determinante será plantearnos siempre actuar como lo haría Fidel.

En este Congreso pues esa debe ser la Conclusión esencial a la que hay que llegar sin esquemas de ningún tipo como siempre lo hacía Fidel.

Así lo pienso y así lo expreso con mis respetos a la opinión diferente y sin querer ofender a nadie en particular.

(1) Mercado y Socialismo

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