Por Eduardo del Llano
SEGÚN LOS FESTIVALES INTERNACIONALES: Si una película cubana revisita alguna zona oscura del pasado (esto es, después de 1959), si es no solo crítica con el presente sino que rezuma desesperanza, si los personajes solo sueñan con emigrar, si hay un poco de sexo y santería y edificios en ruinas, si es además formalmente desaliñada o bien se mueve con la lentitud de una babosa entre el documental y la ficción, si la promoción incorpora frases como «el film prohibido en Cuba» o «la realidad que el castrismo no quiere que veas», si exhibe alguno (o combina varios) de los elementos antedichos, tiene nueve sobre diez posibilidades de ser presentada en un montón de eventos cinematográficos por todo el mundo. Si la obra es realizada por un cineasta cubano no residente en Cuba, lo del desaliño formal no aplica, en tanto lo demás se da por sentado.
SEGÚN LAS AUTORIDADES: Que no jodan con la libertad de expresión, aquí se puede hablar de todo dentro de ciertos límites. Ahora bien, una producción nacional debe, preferiblemente, rescatar los hechos gloriosos y los héroes que forjaron nuestro espíritu patriótico. Si el suceso o el mártir proviene de las Guerras de Independencia, mejor, héroes tenemos pa escoger; las escenas de batalla con muchos hombres y caballos no son un problema, los organismos del Estado (por ejemplo, las Fuerzas Armadas) proveerán. En caso de que el relato se desarrolle después de 1959, las contradicciones no serán graves, y siempre potencialmente solucionables; se hará hincapié en el espíritu de sacrificio y la solidaridad propios del cubano. Si el proyecto es una comedia ligera, también vale. En caso de que sea producida por el cine independiente, no tenemos con el autor obligaciones ulteriores. Los apoyamos con eventos y fondos, ¿no?, así que por lo menos deberían mostrarse agradecidos…
SEGÚN LOS CRÍTICOS NACIONALES: Partiendo, desde luego, de que nosotros lo haríamos mejor si nos dedicásemos a ello, sabed, mortales, que una película cubana debe copiar a los cineastas extranjeros adecuados, pero manteniendo originalidad y cubanía. Debe ser intelectualmente profunda, pero al mismo tiempo capaz de conectar con la gente; innovadora pero clásica, con encuadres raros (el plano holandés siempre funciona, y si no ya nosotros lo haremos notar) y secuencias oníricas aquí y allá; preferiblemente trágica (la comedia es un arte menor), los actores han de sonar cubanos pero sin concesiones a la chabacanería… Y en cualquier caso, el director ha hecho cosas mejores.
SEGÚN LOS CINEASTAS LOCALES: Las autoridades deben aceptar todas las películas de todos los realizadores, vivan en Cuba o no, ofrezcan la visión que ofrezcan sobre el país y sus perspectivas (o la falta de ellas); solo se rechazarán obras artísticamente malas, y eso lo juzgaremos nosotros, los funcionarios no tienen ni idea. La censura debe desaparecer por completo, la libertad ha de ser absoluta, como hay en todas partes excepto aquí. Las circunstancias específicas de este país no son culpa nuestra, pero tenemos todo el derecho a opinar sobre ellas. Si, casi sin excepción, las películas que realizamos son críticas y oscuras es porque así nuestra sensibilidad procesa el entorno: si no les gusta, ofrézcannos una realidad diferente. Lo de ustedes es permitir y apoyar; lo nuestro, expresarnos de manera crítica. Y claro, lo que produzcamos debe ser exhibido (aunque se trate de cine de autor que solo guste a los críticos europeos) siempre que no se haga en menoscabo de nuestros derechos.
SEGÚN LOS EMIGRADOS RADICALES: Una película cubana solo vale para algo si tiende a demostrar que en Cuba hay una dictadura comunista que oprime a la gente, la peor que ha conocido América Latina y probablemente el mundo entero. Gastar tiempo y dinero en cualquier otro tipo de relato no refleja sino la cobardía del artista que pretende lavarle la cara al régimen, que recibe prebendas de los barrigones que tienen secuestrado el país. Denuncia, eso es lo que hace falta, y no tanta bobería artística, tanta pose de autor y pretensión de universalidad. Cualquier cámara sirve, no se hagan, que ya se sabe que su tecnología es del Medioevo, no sabrían qué hacer con el state of the art del equipamiento. Si quieres contar otro tipo de historia y hacerlo según los estándares internacionales, ven al mundo libre y hazla aquí.
SEGÚN EL PÚBLICO LOCAL: Nosotros lo que queremos es despejar y divertirnos, ya bastante dura es la vida para más drama, y hacernos selfies con los actores, pero también tenemos mucha complicidad con la crítica que no vemos en la televisión y en la prensa oficial: necesitamos obras que reflejen los problemas reales, que no nos entreguen solares VIP ni culpen de todo al bloqueo. Que se centren en Cuba, vaya. En definitiva, para lo fantástico, el terror, la ciencia ficción están los americanos, los japoneses y los europeos. Si son realizadas por cineastas emigrados, igual tenemos derecho a verlas. Además, si vienen de afuera deben ser buenas; esa gente sí sabe lo que hace.
SEGÚN EL PÚBLICO FUERA DE CUBA: Ah, pero, ¿existe el cine cubano? ¿Allá los dejan? Aunque ahora que usted lo menciona, sí, algo he visto, ¿cómo se llamaba aquel documental musical? Ya, Buenavista Social Club, esa fue la última película cubana que recuerdo. Muy bonita, sí, y la salsa es fantástica, yo estoy en un curso para aprender a bailarla. De otros temas me imagino que no podrán hablar, ¿verdad?, de temas políticos, tendrá que ser todo clandestino…
Es complicado si uno solo quiere contar una historia, ¿no?, una historia interesante, para encandilarte con las peripecias del protagonista a la manera de un griot, de un raconteur; una narración que no necesariamente se ciña al aquí y el ahora, como si el cineasta fuese un periodista más, un gacetillero y no un demiurgo con todo el universo como estudio. Que pueda, pero no esté obligada a, ahondar en la realidad cubana. Y, desde luego, que no sea juzgada como si ese fuera el único valor posible.
Como dirían los hermanos Strugatski, ¡qué difícil es ser Dios!
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5 comentarios:
Felicidades a Giraldo Alayón 🐝🦋🐛🐞🪲🕷️🕸️🥳🎂
Este artículo de Eduardo del Llano me lo hizo llegar por correo Humberto Pérez.
He aquí un comentario de Julio Carranza:
Amigos:
Excelente el análisis de del Llano. Así es y por cierto, no solo vale para el cine.
En una ocasión, a pedido de su Director y gran amigo ya fallecido, Rigoberto López, tuve la oportunidad de escribir el guion de un largometraje que se presentó en 2014, me tocó hablar con productores europeos en el difícil proceso de búsqueda de fondos para poder hacer la película y le vi la cara a eso que describe del Llano ahí, de manera que cuando digo que así es, es porque lo vi “detrás de la pantalla”.
Por supuesto que la censura y la arbitrariedad, en eso como en todo, debe ser reducida al mínimo posible, la conquista de libertades debe ser permanente, para el cine y para todo, pero se deben entender las complejidades de ese proceso, que no se da en el aire sino en un contexto histórico concreto, en medio de inmensas tensiones.
Abrazo a todos
Julio Carranza
De Joaquín Benavides:
Gracias Humberto y July, y también a del Llano. A mi, que no soy cineasta, y que lo que me gusta es ver peliculas, sobre todo si considero que son buenas, me ayuda a comprender mejor lo que se está discutiendo entre los los directores, productores, autores y en definitiva los cineastas cubanos y las autoridades del ICAIC y de Cultura. Deberian, en interes de todos, encontrar un punto de acuerdo. El Pueblo, que es quien paga todo, podria cansarse algun dia, y todos saldriamos perdiendo.
Un abrazo,
Joaquin Benavides
Israel acusa a António Guterres de respaldar “el secuestro de niños y la violación de mujeres” por impulsar un alto el fuego en Gaza
Por Antonio Pita / El País (España)
La diplomacia israelí ha subido varios grados la temperatura de sus declaraciones sobre el secretario general de la ONU, António Guterres, una de sus nuevas bestias negras. Ya pide su dimisión desde octubre por asegurar que el ataque de Hamás del 7 de octubre ―con más de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados― no “sucedió en un vacío”, sino tras 56 años de “asfixiante ocupación” militar israelí del pueblo palestino. Ahora, el ministro israelí de Exteriores, Eli Cohen, lo tilda de “amenaza para la paz mundial” por haber tomado una decisión inédita en décadas: invocar una herramienta excepcional ―que no se utiliza desde la crisis de Líbano en 1989― para tratar de forzar un alto el fuego en Gaza, dado “el rápido deterioro” de la situación y la “magnitud de la pérdida de vidas humanas” en “tan poco tiempo” en la Franja y en Israel.
“La permanencia en el cargo de Guterres es una amenaza a la paz mundial”, reaccionó Cohen cerca de la medianoche del miércoles en X (antes Twitter). “Su petición de activar el artículo 99 y de un alto el fuego en Gaza constituye un apoyo a la organización terrorista Hamás y un respaldo al asesinato de ancianos, el secuestro de niños y la violación de mujeres. Cualquiera que defienda la paz mundial debe apoyar la liberación de Gaza de Hamás”.
El embajador del país ante la ONU, Gilad Erdan ―que se vio envuelto en una polémica en octubre por lucir una estrella amarilla como la que los nazis obligaban a llevar los judíos― ha acusado al secretario general de alcanzar “un nuevo nivel de bajeza moral”. “Ha decidido activar esta cláusula inusual solo cuando le permite poner presión sobre Israel, que está combatiendo a los terroristas nazis de Hamás. Es una nueva prueba de la distorsión moral y de su sesgo contra Israel”, ha escrito en X.
Erdan critica además al secretario por pedir un alto el fuego, en vez de exigir a Hamás que se rinda y entregue a los 138 rehenes que quedan en la Franja, “lo que terminaría la guerra”. “Vuelvo a pedir su dimisión inmediata. Naciones Unidas necesita un secretario general que apoye la guerra contra el terrorismo, no que actúe según el guion escrito por Hamás”.
Israel acusa... (2 y fin)
La herramienta excepcional invocada por Guterres es el artículo 99 del documento fundacional de Naciones Unidas. Establece que el secretario general “podrá señalar a la atención del Consejo de Seguridad cualquier asunto que, a su juicio, pueda amenazar el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales”.
Apenas usado, es un artículo clave en el contexto de la paz y la seguridad internacionales, y uno de los cinco que asignan funciones al secretario general en el capítulo XV de la Carta de la ONU. Transforma al “secretario general de un funcionario puramente administrativo a uno con una responsabilidad política explícita”, como lo definió en su día Dag Hammarskjöld, secretario general de Naciones Unidas entre 1953 y 1961.
Se trata de un llamamiento al Consejo de Seguridad, donde los cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia) pueden bloquear iniciativas. Ese derecho de veto retrasó durante semanas la aprobación de una resolución, de obligado cumplimiento, para crear corredores humanitarios.
https://elpais.com/internacional/2023-12-07/israel-acusa-a-antonio-guterres-de-respaldar-el-secuestro-de-ninos-y-la-violacion-de-mujeres-por-impulsar-un-alto-el-fuego-en-gaza.html
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