lunes, 13 de agosto de 2018

El desesperado intento de “meter la cuchara”por algunos intelectuales

Por Charles Romeo

Quienes se dedican al estudio de las ciencias sociales utilizan sus conocimientos para interpretar esa realidad que denominamos sociedad y lograr entenderla, por lo cual consideran que están en condiciones de poder opinar críticamente sobre su estado real. Si en el campo de las ciencias sociales hubiera una sola explicación de esos fenómenos, las opiniones de los científicos sociales expresarían esa realidad con mayor o menor percepción y las eventuales diferencias se limitarían a una cuestión de mayor o menor amplitud explicativa, que podrían llevar a planteamientos discrepantes. En economía, el campo al que me dedico, hay toda una corriente de pensamiento que cree firmemente en que hay una sola concepción teórica económica y que los análisis económicos se caracterizan por la mayor o menor incidencia en ellos de ciertos aspectos particulares de la realidad que se trata de explicar, a los que el autor concede preeminencia.

Me formé inicialmente en esa concepción de la ciencia económica que, en última instancia, pretende explicar esos fenómenos mediante leyes objetivas de comportamiento, a la imagen de las que rigen en las ciencias que estudian la naturaleza. Así, por ejemplo, la famosa ley de la oferta y de la demanda determina que si el precio del pollo es muy bajo, habrá poca oferta de pollos en el mercado, pero, si su precio se eleva, automáticamente se elevará también la oferta de pollos y, más aún, la competencia por vender determinará que los productores de pollo trabajen de manera que puedan reducir sus costos y por consiguiente el precio de oferta. La ley de la oferta y de la demanda es como la ley de la gravedad: las piedras caen cuando las sueltas y ¡se acabó la discusión!

Aunque oí hablar de ellos durante mis estudios universitarios, fue después que tropecé con las ideas de esos dos alemanes denominados Marx y Engels y, gracias a que Engels fue un extraordinario divulgador de las ideas concebidas por ambos, un día, y por recomendación de mi jefe, nada menos que en el tradicional Banco Central de Chile, quien como me entere posteriormente era comunista, me enfrente al libro de Engels titulado “Ludwig Feuerbach o el fin de la filosofía clásica alemana”. Mi primera reacción fue ¿Qué tiene que ver la filosofía con la ciencia económica? Pero al leerlo, confieso que con dificultad, logré finalmente entender que lo establecido por el filósofo Hegel --que todo lo real es racional-- debe interpretarse, para que rija ese principio, 
como que lo real debe ser necesario. ¿Y quién determina, o mejor dicho, cómo se determina si la realidad social es necesaria? La pregunta ya había sido contestada por Marx y el propio Engels al explicar que la historia humana era la historia de la lucha de clases antagónicas, que siempre había existido a lo largo del tiempo y por lo que se dirime esa cuestión. Una comprobación histórica de esa explicación también la obtuve en un libro que igualmente me fue recomendado, el de Howard Fast sobre la rebelión de los esclavos liderada por Espartaco, conocimiento que agregué al que tenia de la Revolución Francesa y, por simple extensión de la idea, al de la Revolución Rusa de 1917.

Cuando ya en 1959 y en Cuba leí “La historia me absolverá”, de Fidel Castro, llegue a la conclusión que su programa a desarrollar, después del triunfo revolucionario emprendido el 26 de julio de 1953, era en el fondo cambiar la realidad social, económica y política de Cuba por otra, toda vez que la existente la considerada innecesaria y debía dar paso a otra solución racional considerada necesaria. No había duda: estaba metido de lleno en una revolución social, tal como lo había aprendido de Marx y de Engels. Que era verde olivo, no había duda alguna de ello, pero, como el melón, era roja por dentro. Todos sabemos cómo ese color interior salió al exterior y caracterizo al proceso revolucionario.

No logré comprender en aquellos días que la realidad necesaria que pretendían construir los cubanos --y, seamos sinceros: que pretendía construir Fidel y de lo cual convenció a la inmensa mayoría del pueblo cubano--, era nada menos que una manera de existencia colectiva que definiría concretamente el concepto de como debía ser el humanismo en Cuba. Por no ser capaces de interpretar en esos días los objetivos finales que perseguía, comprendo ahora que no tenían para él sentido las prudentes recomendaciones económicas que se le proponían, para que las hiciera suyas, esa “fuerza telúrica” que era Fidel a sus 33 años de edad, como lo denominó mi amigo Regino Boti y su Ministro de Economía, a menos que el propio Fidel las concibiera oportunas para los fines que perseguía.

No obstante, ya vinculado al Gobierno Revolucionario, la idea central que finalmente logramos entender era que en un proceso revolucionario solamente hay una sola dirección posible: hacia adelante, hacia su desarrollo; que en la práctica significaba una sola cosa: seguir a Fidel y, en mi caso, también al Che, que era mi jefe directo. Los pocos economistas venidos a reforzar a los también pocos colegas cubanos revolucionarios, vestíamos de miliciano con pistola al cinto y nos movilizábamos cada vez que nos citaban para ello, y cuando le "exigimos" al Che que también queríamos combatir, nos puso en nuestro lugar al decirnos “Ustedes dedíquense a trabajar, que para defender la Revolución sobran cubanos”.

Y llegamos al socialismo del cual nadie sabía nada, incluyendo a los compañeros del PSP, quienes creían que sí sabían, por sus lecturas y eventuales viajes a los entonces países socialistas. Pero, ingenuamente, creímos que nuestros asesores soviéticos y checoslovacos sí sabían cómo era ese sistema que nos aseguraban racional y que funcionaba satisfactoriamente, por lo cual y con el tiempo en Cuba
 también llegaríamos a eso que denominábamos el socialismo desarrollado, existente en Europa.

Pero ese espíritu iconoclasta que se desprendía de los discursos de Fidel y del Che, así como de los escritos sobre economía de este último, nos fueron impregnando de una actitud crítica ante el socialismo real que nos traspasaron los entonces camaradas europeos.

En mi caso, el primer “choque” fue con la establecida ley del desarrollo socialista, que dice que, ante todo, hay que desarrollar la industria productora de medios de producción, para después poder desarrollar la producción de bienes de consumo. ¿Por qué debía ser así en nuestro caso, si existía el comercio exterior y podíamos adquirir los medios de producción necesarios sin necesidad de fabricarlos mediante el expedito procedimiento de pagarlos con azúcar que si sabíamos producir y, entre paréntesis, de primera calidad? De hecho, a finales de 1960 el Che regresó de un largo viaje por los países socialistas durante el cual compró para Cuba varias centenas de millones de dólares en fábricas completas, equipamiento y maquinas, herramientas con créditos a pagar en un largo plazo.

Nos enfrascamos en el Ministerio de Industrias en la tarea de hacer funcionar las industrias estatizadas y, además, en poner a funcionar lo que Che había adquirido y que empezó a llegar a los puertos cubanos. Pero, mientras tanto, por falta de caña, la producción de azúcar cayó de 6 millones de toneladas en 1961 a solo 4,8 millones en 1962, y a solo 3,8 millones en 1963.

Aunque el Ministerio de Industrias controlaba únicamente a los ingenios azucareros, me pareció que era necesario alertar al Che de esta situación, a los efectos de que él, en tanto que dirigente político, planteara esta cuestión en el Gobierno para que se rectificara. Mi tesis era que el azúcar era básicamente nuestra única forma de pagar importaciones, por lo que la necesitábamos para industrializarnos, y que había que darle la necesaria prioridad a esa actividad. Conociendo de los estudios de matemática del Che bajo la guía del compañero Villaseca, acompañaba mi argumentación con un modelo matemático de la reproducción ampliada, en el cual introduje el comercio exterior para demostrar que, en nuestro caso, la fuente de los medios de producción necesarios era la producción azucarera. Che ordenó a sus Viceministros reunirse conmigo para discutir mi documento, que él calificó de “pesimista”, reunión durante la cual fui obviamente acusado de proponer el mantenimiento del monocultivo azucarero en Cuba.

A poco tiempo pasé a trabajar como asesor de Carlos Rafael Rodríguez, Presidente del INRA, a raíz de lo cual, siguiendo mi línea de pensamiento, examiné el plan productivo de la agricultura estatal, demostrando que, con la poca aerotecnia de que disponíamos, era más rentable producir caña de azúcar en las tierras dedicadas a la producción de cultivos para sustituir importaciones de cuyos cultivos no había experiencia en Cuba.

A los pocos meses, el asesor del Presidente Dorticós --mi antiguo jefe en el Banco Central de Chile, al que había convencido de venir a trabajar en Cuba--, me llamó para decirme que había recibido la orden de investigar cuánta azúcar era capaz de producir Cuba y que debería acompañarlo en esa tarea como representante del INRA, conjuntamente con los responsables de la producción cañera y azucarera estatales. El resultado de ese trabajo que llevamos a cabo entre 1963 y principios de 1964, fue una meta de 9 millones de toneladas de azúcar en la zafra de 1970-71, que el Gobierno elevó a 10 millones.

En 1963 me pidieron que fuera uno de los profesores de economía política en la recientemente creada Facultad de Economía de la Universidad de La Habana, a raíz de lo cual tuve la suerte de conocer y ser alumno del eminente profesor de la Universidad Lomonosof, el hispano soviético Anastasio Mansilla, quien al constatar nuestra ignorancia de la economía política marxista organizó, bajo su dirección, un seminario de estudio de El Capital. Sabedor de ello, el Che le pidió a Mansilla que también organizara uno en el Ministerio de Industrias, al que asistió regularmente y que duró cerca de dos años.

Al llegar al estudio del esquema de la reproducción ampliada del capital social, resulta evidente que, en el proceso de intercambio mercantil, hay una transferencia gratuita de valor del sector que usa menos intensamente capital bajo la forma de equipamiento, al que lo emplea con mayor intensidad. Ese planteamiento de Marx se correspondía con los estudios del economista argentino Raúl Prebish, quien había demostrado como en el intercambio internacional los países con menos intensidad de capital que conforman la periferia del sistema capitalista, deben transferir cada vez mas de sus productos para adquirir los que provienen del centro desarrollado del sistema, lo que se denomina el deterioro secular de los términos del intercambio. La conjunción de ambas fuentes nos llevó a establecer que, en esas condiciones, había un intercambio desigual de valores entre los países subdesarrollados y los desarrollados, relación injusta que no podía repetirse en el comercio exterior entre países socialistas desarrollados y subdesarrollados, toda vez que eso no podía ser propio del sistema internacional socialista. Por consiguiente, el azúcar que producía Cuba no podía ser vendida a los países socialistas desarrollados al precio internacional mayorista del mercado de Londres o de Nueva York, que en esa época era del orden de 2 centavos de dólar la libra.

Yo no sé cómo lo logró Fidel, pero regresó de un viaje a la URSS después de haber negociado un precio de 6 centavos la libra, para el azúcar cubano. Por su parte, el Che, en una reunión internacional en 1965, declaró a nombre de Cuba que el desarrollo de los países del Tercer Mundo que se independizaran “debería costarle” a los países socialistas desarrollados, planteamiento que fue considerado escandaloso por esos países. No obstante, en la práctica Cuba logró una relación de intercambio muy favorable en su comercio con el campo socialista que sus integrantes aceptaron, pero según ellos únicamente por razones políticas: los países socialistas estaban dispuestos “a pagar” por el establecimiento del socialismo en América a solo 90 millas de los Estados Unidos.

Si alguna significación tuvieron para los Dirigentes cubanos esas inquietudes en materia de concepción del socialismo fue, a nuestro entender, porque se correspondían con los objetivos estratégicos de la Revolución que ellos perseguían. Esa es la condición fundamental para que los intelectuales y en particular los científicos sociales colaboren positivamente con sus ideas al desarrollo de la Revolución, lo que queda comprendido en las palabras de Fidel a los intelectuales, “Dentro de la Revolución todo, fuera de la Revolución nada”.

Pero hay otro campo adicional en el cual pueden colaborar los intelectuales y es el que responde a ese lema de los estudiantes franceses en mayo de 1968, “la imaginación al poder”, proponiendo soluciones originales y hasta iconoclastas para algunos. Eso fue lo que sucedió cuando jóvenes oficiales del MININT con “desviaciones intelectuales”, le propusieron en 1978 a Fidel crear una empresa siguiendo el modelo capitalista y registrada en un “paraíso fiscal”, como se les denomina ahora, para poder hacer lo que las empresas estatales socialistas no podían hacer debido a las restricciones propias del orden burocrático al que están sometidas. Así fue como con la autorización de Fidel pero sin ningún aporte financiero, se crearon y registraron en Panamá las “sociedades anónimas” Corporación Cimex S.A. y Havanatur S.A. De inmediato se les encargó resolver el problema de establecer una solución para crear e instrumentar el turismo hacia Cuba de la comunidad cubana residente en los Estados Unidos. En 1979, primer año de operación, se logró traer 100.000 personas a Cuba, estableciendo ese año en los propios EE.UU. y sin darse cuenta de ello, la operación chárter individual más grande en ese país, pese a la total ignorancia inicial en materia de turismo internacional por quienes lo hicieron. Cuando se los dijo el abogado especialista en cuestiones aeronáuticas que se había contratado en Washington, descubrieron que “estaban hablando en prosa sin saberlo”. Terminó el año 1979 con una ganancia neta de unos 40 millones de dólares bajo la forma de dinero en depósitos a plazo fijo en distintos bancos internacionales. A finales de 1982 ya Cimex S.A. tenía un patrimonio líquido de unos 100 millones de dólares, lo que le permitió ese año financiar la compra de unas 300.000 toneladas de azúcar al Ministerio de Comercio Exterior de Cuba para poder cumplir compromisos internacionales de venta, ganando Cimex en esa operación unos 20 millones de dólares.

Este largo relato de experiencias acontecidas y poco divulgadas constituye una introducción necesaria para evaluar por nuestra parte la multiplicidad de proposiciones sobre qué debe hoy en día hacerse en Cuba por intelectuales cubanos y algunos no cubanos o residentes fuera de Cuba.

¿Con la Revolución y en el único sentido posible, hacia adelante en su desarrollo, o “modificando” la Revolución dirigiéndola por “realismo” hacia atrás o hacia un lado, por otros caminos, subrayando problemas efectivamente aun no resueltos? Detrás de la fraseología y de los análisis, no se manifiesta de manera explícita el meollo de la cuestión: qué se entiende por necesario, por qué, y cuáles serán sus consecuencias, tal como lo explicó Federico Engels hace ya mucho tiempo.

Todos tenemos el derecho de tener nuestras propias opiniones y hasta de decirlas. Pero hay que ser honestos y francos. Si no están de acuerdo con lo que la Revolución ha creado, díganlo. Si consideran que se ha seguido un rumbo equivocado y proponen otro, díganlo también, pero con franqueza. Claro está que, por otra parte, la inmensa mayoría de los cubanos ya opinaron al respecto cuando se discutieron y aprobaron los 311 Lineamientos, que dicen sintéticamente que los cubanos quieren mantener lo que ya han logrado y mejorarlo. A mi entender, la dirección a seguir que proponen es hacia adelante. Y finalmente, son ellos los que mandan en este país.

La Habana, 4 de agosto del 2018

221 comentarios:

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Jorgebraulio dijo...

Charles Romeo:

Gracias por el incitador texto que encabeza esta entrada. Ha provocado muchas reflexiones que, como se aprecia en buena parte de los comentarios, trascienden el mero opinar.

“…pero las opiniones son para ir para adelante, para ir hacia atras o para ir hacia los lados?”

Yo aspiro a que sirvan para ir hacia delante. Aunque algunas sean como los meandros de un río que parece retroceder cuando sus aguas no hacen otra cosa que aprovechar los accidentes del terreno para, finalmente, avanzar. Mientras no se estanquen, hay esperanza.

Saludos desde Alamar.

Alzugaray Temas dijo...

Coincido con Silvio (14:20). Sugiero otro concepto: equidad. Se define como Cualidad que consiste en dar a cada uno lo que se merece en función de sus méritos o condiciones. Si a tres obreros se le paga lo mismo independientemente de su productividad, la tendencia será a que los tres se acomoden a la menor productividad. Hay que estimular al que trabaja mejor, se sacrifica más. Aplicar una pretendida igualdad puede retrasar la causa del socialismo. Respecto a las empresas privadas, creo que hay que dar oportunidad a aquellos que son emprendedores e invierten sus ahorros en resolver problemas productivos que son muchas, veces sociales. Hay actividades que el privado maneja mejor que el estado, no por otra cosa sino porque nuestro nivel de desarrollo no es óptimo. La sociedad puede tener muchas formas de producir equidad donde el mercado crea desigualdades inaceptables. Para eso los trabajadores tienen el poder.

Eduardo Ortega dijo...

Muy válido lo que señala Silvio en su comentario de las 12:48 en SC. Pero el último comentario publicado en el artículo que él comentó en Cubadebate es de las 11:29 am. Han pasado más de 7 horas y no han publicado más comentarios. Creo que el tema ameritaba un debate allí donde se publicó. SALUDOS!

Javier Toro Rodríguez (Javo) dijo...

Silvio, hoy escuchaba esta canción de Dylan ("The girl from the north country"), y creo que se parece demasiado a tu tema "Cualquier mañana". ¿Será de las influencias que Judith te mostró y plasmaste en estilo country?

https://www.youtube.com/watch?v=n2R3gHRlZf8

Mariluz Morgan dijo...

Muchas, muchas, MUCHAS GRACIAS!!!!!

silvio dijo...

Javier Toro Rodríguez: distingo que una está en compas binario y la otra en ternario; que una tiene versos de 9 sílabas y la otra de 11; que están en tonos diferentes, aunque con una secuencia armónica parecida... Si por esto crees que se parecen demasiado te felicito por tu extraordinario detector de similitudes... ¿O será que escuchaste una versión que hay con armónica y dijiste: ¡lo atrapé!?

Ana Maria dijo...

Hola Silvio y amigos de nuestra Casa Azul y Red de Abejas, aun estoy enclaustrada, dicen que voy evolucionando de maravailla, aunque aún no se sabe el origen de este horror.

No he dejado de leerles, pero no me he sentido capaz de aportar cosas nuevas así que analizo y aprendo, sin “meter la cuchara”, pues no quiero “meter la pata” o “coger el rábano por las hojas”, aunque a veces no piense lo mismo. Pero coincido 100% como los demás con el comentario de Silvio de ayer 16 a las 14:30 (que pude leer hoy). Espero llegar a tiempo a esta entrada, es que cuando en ocasiones decido escribir, llego tarde. Uno de los temas que me motivó fue el del trabajo voluntario, recuerdo los 3X1 en la universidad, nos íbamos el viernes después de clases y regresábamos el domingo después de almuerzo, aunque todos estábamos seguros de que no nos habíamos ganado ni el transporte ni la comida que nos daban; sin embargo estábamos convencidos de que algo aportábamos; por cierto, fue en un trabajo de esos que oí cantar por primera vez a Silvio, en el comedor del campamento, no se si alguna vez lo comenté; también moví muuuuchas piedras de un lado para otro cuando se estaba construyendo el Jardín Botáico Nacional, muchos pensaban que eran las mismas piedras que retornaban cada vez movidas por otros, pero cuando ahora miramos lo que tenemos, pensamos que también pusimos nuestra piedrecita. El otro punto inagotable por el momento es el anteproyecto de Constitución, que me estoy leyendo cuidadosamente; en ella aparecen aspectos relacionados con el ambiente y su cuidado; aún no se ha aprobado y se hará, después de que ya tenemos una nueva ley de inversiones extranjeras, que aunque acaba de salir ya tiene modificaciones para evitar que los trámites burocráticos tan largos que alejen a los posibles inversores; eso está bien, lo que no veo bien es que entre las modificaciones esté que no sea necesaria la evaluación de impacto ambiental para aprobar una inversión, ¿se imaginan todo lo que puede suceder?, es que actualmente, teniéndo ese requisito se cometen barbaridades…

Tampoco me gusta “cuentapropista”, siempre me ha sonado despectivo y las nuevas normas me parece en su mayoría absurdas y limitan la sobrevivencia lícita de muchos, ya que se sabe que nadie puede vivir sólo de su salario, aún los más altos.

Otra cosa que no acabo de entender es sobre si debe existir un Tribunal de Garantías Constitucionales, como funcionaría, si es verdad que se va por encima de la Asamblea, pero también me pregunto ¿la Asamblea, antes de elaborar y aprobar una ley no se tiene en cuenta si tiene algún artículo anticonstitucional?, ¿y si se viola la Constitución misma, adonde hay que reclamar?

Como ven estoy toda enredada.

silvio dijo...

Alzugaray, si un maestro califica con iguales notas a todas las respuestas ¿para qué estudiar? No es sólo el socialismo lo que se afecta con los estímulos igualitarios. Es todo lo que en la vida requiere esfuerzo. Una vez más evoco aquella sabia frase de Fidel a los jóvenes: “El ocio es espontáneo; la virtud hay que cultivarla”. Esa es una verdad que siempre debiéramos tener presente.

silvio dijo...

Ana María, antes que nada me alegra mucho saber que estas mejor, aunque también que sigues pasando por aquí, porque este colectivo virtual te necesita. Comparto sin reservas tanto lo del vocablo “cuentapropista”, que es una aberración nuestra, como lo que expones sobre la Constitución.
Y agrego que mientras mejor sepamos nuestra Constitución más difícil va a ser que se nos dé gato por liebre. Defensa del ciudadano.

silvio dijo...

Esta semana se dio a conocer que neurólogos y médicos de varios países como el Reino Unido, Alemania y el propio Estados Unidos cuestionaron las conclusiones del informe que respaldaba la versión del gobierno norteamericano sobre los supuestos «daños» causados a 21 –cifra elevada después a 26– de sus diplomáticos en la Isla.
La verdad que no quieren escuchar

René RR dijo...

No me extraña lo de los ´´ataques sonicos´´ contra los diplomaticos norteamericanos, hay muchos antecedentes. Solo recordar: Explosion del Maine en la bahia de La habana; pretexto para intervenir en nuestra Guerra de Independencia. Ataque a Pearl Harbor; intervencion en la Segunda Guerra Mundial. Falso incidente del golfo de Tonkin; pretexto para atacar a Vietnam. Demolición de las Torres Gemelas; pretexto para apoderarse de Irak y su petróleo. Etc.

No me considero un triunfador, pero de lo unico que me siento orgulloso es de haber luchado mucho. Ayer llame´ a Fiscalia General de la Republica para volver a plantear lo de los ruidos que no nos permiten descansar adecuadamente en este reparto. Me atendio´ una funcionaria que en vez de defenderme como ciudadano, trato´ de justificar la violacion de la ley contra el ruido y no le dio importancia a mi queja; fui mal atendido. Ahora no se a que organismo estatal acudir; pero no me rindo; seguire´ luchando. Quizás me tenga que parar con un cartel de protesta en plena calle.R3.

silvio dijo...

René, el ruido es como una institución en nuestro país (hay quienes lo confunden con un "bien cultural"); por rabia que dé eso que te pasa, no es de extrañar. Y hablando de maltratos y absurdos ¿leíste lo que le hicieron a Félix Sautié y a su esposa hace unos días en un avión de Cubana?... Está al principio de esta misma entrada, el 13 de agosto a las 12:45. Decir kafkiano es bobería.

Anónimo dijo...

Buenos días querido Silvio, hermanos de la Red. Silvio, haciendo mi asignación.Comencé a leer el Proyecto. Que tengas feliz sábado. Abrazos desde la otra ala.

René RR dijo...

Si, leí lo que le hicieron a Felix, horroroso... y lo mas triste es que no pasa nada. Una amistad nuestra fue´ hace unos dias a un hotel en divisas ´´todo incluido´´; a los extranjeros le daban tremenda atención; a ellos los maltrataron.
Estoy pensando seriamente subir a la azotea del edificio y colgar una gran tela que diga: ABAJO EL RUIDO, DEJENME DORMIR!!!
Si voy preso los dias de visita llevenme informacion sobre SC...je,je. R3.

silvio dijo...

Hay una nueva entrada

Patricia Moda dijo...

Se vé q los Rodríguez Rivera son de armas llevar!!! Cómo me hubiera gustado poder encontrarte René.

Alzugaray Temas dijo...

Silvio, gracias por evocar esa frase de Fidel. Sí, por supuesto, es como tu dices. Cuando me inicié en la docencia llegué a un Instituto Superior en el que los estudiantes eran muy inteligentes y estudiaban mucho pero había cierta costumbre en algunos profesores de dar casi siempre 5. Les dije que yo daría muy pocos 5 pues 5 es excelente. 4 es bien. Así que el que hiciera un buen examen o tuviera un buen trabajo podía esperar el 4 pero no el 5, que era para los realmente excelente. Los estudiantes de ese Instituto, todos, eran de 5 pero algunos se habían acostumbrado a cogerlo hicieran lo que hicieran. Por supuesto tuve muchos problemas hasta que se impuso me tesis. Todos comenzaron a trabajar fuerte para coger un 5.

Alzugaray Temas dijo...

Silvio, voy a tener que cambiar mi nombre por un problema informático. De ahora en adelante usaré mi otra dirección de correo y otra designación

Patricia Moda dijo...

Ayer leía esto y recordé lo que se estuvo hablando aquí:
"Un progreso acumulativo solo es posible en lo material. [...] En el ámbito de la conciencia ética y de la decisión moral, no existe una posibilidad similar de incremento, por el simple hecho de que la libertad del ser humano es siempre nueva y [...] debe ser conquistada para el bien una y otra vez. La libre adhesión al bien nunca existe simplemente por sí misma".
Benedicto XVI, Carta encíclica Spe salvi.

Anónimo dijo...

Silvio !
Amigo...
Permíteme llamarle así!
Como muchísimos cubanos me siento identificado con tus músicas y pensamientos!!
A pesar de leer siempre su tú blog...o por lo menos cada vez que puedo !!
Leyendo el artículo de Charles y ante mi ignorancia en saber quién es ...me Di a la tarea de hacer mi gestión de la información sobre el Sr Charles ...
Muy interesante lo que el escribe , sin embargo mis pesquisas lo sitúan en la empresa Río Zaza y Max Marambio ...al igual que en CIMEX Y HAVANATUR ...sería bueno saber cuáles son los errores cometidos por su coterraneo en la administración económica de sus empresas en nuestro país!
Pues acusaciones de haberse enriquecido(Max) a costas del sudor de nuestro abnegado pueblo !
Muchas gracias Silvio por este espacio de OPINIÓN alternativa
Mi admiración. .

Cristina dijo...

Acabo de leer el articulo de Roberto Fernández Retamar . Crisis de Valores en Cuba,muchos lo habran leido pero dejo la cita ,es bueno releerlo https://aquevedo.wordpress.com/2009/11/06/crisis-de-valores-en-cuba/

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