jueves, 28 de abril de 2016
lunes, 25 de abril de 2016
Unicornio en plaza de toros
Los camerinos que nos tocaron ayer, en la plaza de toros de Córdoba, fueron los que usan los toreros. Aunque personalmente no sea un amante de
la lidia, impresiona conocer los rincones de donde algunos grandes artistas de la
tauromaquia salieron a forjar sus leyendas. Acaso un soplo de ese espíritu de gloria nos acompañaba cuando marchábamos a nuestra faena musical, porque sin dudas fue un concierto
inolvidable, marcado por la generosidad de un público amoroso, como el que nos suele acompañar en este periplo por
las Españas.
Tarde en la noche, cuando ya nos retirábamos a descansar, escuchamos detrás de un muro los gritos de “Silvio, asómate que hemos encontrao tu unicojnio”… Acudimos prestos a la llamada anunciadora y encontramos todavía más amor en esta tierra de califas.
Tarde en la noche, cuando ya nos retirábamos a descansar, escuchamos detrás de un muro los gritos de “Silvio, asómate que hemos encontrao tu unicojnio”… Acudimos prestos a la llamada anunciadora y encontramos todavía más amor en esta tierra de califas.
martes, 19 de abril de 2016
El pueblo cubano vencerá*
Fidel Castro Ruz
Constituye un esfuerzo sobrehumano dirigir cualquier pueblo en tiempos de crisis. Sin ellos, los cambios serían imposibles. En una reunión como esta, en la que se congregan más de mil representantes escogidos por el propio pueblo revolucionario, que en ellos delegó su autoridad, significa para todos el honor más grande que han recibido en la vida, a este se suma el privilegio de ser revolucionario que es fruto de nuestra propia conciencia.
¿Por qué me hice socialista, más claramente, por qué me convertí en comunista? Esa palabra que expresa el concepto más distorsionado y calumniado de la historia por parte de aquellos que tuvieron el privilegio de explotar a los pobres, despojados desde que fueron privados de todos los bienes materiales que proveen el trabajo, el talento y la energía humana. Desde cuándo el hombre vive en ese dilema, a lo largo del tiempo sin límite. Sé que ustedes no necesitan esta explicación pero sí tal vez algunos oyentes.
Simplemente hablo para que se comprenda mejor que no soy ignorante, extremista, ni ciego, ni adquirí mi ideología por mi propia cuenta estudiando economía.
No tuve preceptor cuando era un estudiante de leyes y ciencias políticas, en las que aquella tiene un gran peso. Desde luego que entonces tenía alrededor de 20 años y era aficionado al deporte y a escalar montañas. Sin preceptor que me ayudara en el estudio del marxismo-leninismo; no era más que un teórico y, desde luego, tenía una confianza total en la Unión Soviética. La obra de Lenin ultrajada tras 70 años de Revolución. ¡Que lección histórica! Se puede afirmar que no deberán transcurrir otros 70 años para que ocurra otro acontecimiento como la Revolución Rusa, para que la humanidad tenga otro ejemplo de una grandiosa Revolución Social que significó un enorme paso en la lucha contra el colonialismo y su inseparable compañero, el imperialismo.
Quizás, sin embargo, el peligro mayor que hoy se cierne sobre la tierra deriva del poder destructivo del armamento moderno que podría socavar la paz del planeta y hacer imposible la vida humana sobre la superficie terrestre.
Desaparecería la especie como desaparecieron los dinosaurios, tal vez habría tiempo para nuevas formas de vida inteligente o tal vez el calor del sol crezca hasta fundir todos los planetas del sistema solar y sus satélites, como gran número de científicos reconocen. De ser ciertas las teorías de varios de ellos, las cuales los legos no ignoramos, el hombre práctico debe conocer más y adaptarse a la realidad. Si la especie sobrevive un espacio de tiempo mucho mayor las futuras generaciones conocerán mucho más que nosotros, aunque primero tendrán que resolver un gran problema. ¿Cómo alimentar los miles de millones de seres humanos cuyas realidades chocarían irremisiblemente con los límites de agua potable y recursos naturales que necesitan?
Algunos o tal vez muchos de ustedes se pregunten dónde está la política en este discurso. Créanme que me apena decirlo, pero la política está aquí en estas moderadas palabras. Ojalá muchos seres humanos nos preocupemos por estas realidades y no sigamos como en los tiempos de Adán y Eva comiendo manzanas prohibidas. ¿Quién va a alimentar a los pueblos sedientos de África sin tecnologías a su alcance, ni lluvias, ni embalses, ni más depósitos subterráneos que los cubiertos por arenas? Veremos qué dicen los gobiernos que casi en su totalidad suscribieron los compromisos climáticos.
Hay que martillar constantemente sobre estos temas y no quiero extenderme más allá de lo imprescindible.
Pronto deberé cumplir 90 años, nunca se me habría ocurrido tal idea y nunca fue fruto de un esfuerzo, fue capricho del azar. Pronto seré ya como todos los demás. A todos nos llegará nuestro turno, pero quedarán las ideas de los comunistas cubanos como prueba de que en este planeta, si se trabaja con fervor y dignidad, se pueden producir los bienes materiales y culturales que los seres humanos necesitan, y debemos luchar sin tregua para obtenerlos. A nuestros hermanos de América Latina y del mundo debemos trasmitirles que el pueblo cubano vencerá.
Tal vez sea de las últimas veces que hable en esta sala. He votado por todos los candidatos sometidos a consulta por el Congreso y agradezco la invitación y el honor de escucharme. Los felicito a todos, y en primer lugar, al compañero Raúl Castro por su magnífico esfuerzo.
Emprenderemos la marcha y perfeccionaremos lo que debamos perfeccionar, con lealtad meridiana y la fuerza unida, como Martí, Maceo y Gómez, en marcha indetenible.
*Discurso de Fidel en la clausura del 7mo Congreso del PCC
Fuente: http://www.cubadebate.cu/opinion/2016/04/19/fidel-castro-el-pueblo-cubano-vencera/#.Vxa1VWMaI0c
martes, 12 de abril de 2016
Mensaje de Luis Sepúlveda y foto de Daniel Mordzinski
Compañeros Poetas, tomando en cuenta los últimos sucesos...
Hace pocas horas terminó el extraordinario concierto de Silvio Rodríguez en Gijón. Miles de personas cantando esos poemas que nos han acompañado por cuarenta años. Esas canciones de Silvio que iluminaban la noche negra de la clandestinidad en Chile , cuando nos amábamos en casas secretas con la certeza de que podía ser la última vez porque fuera las hienas husmeaban nuestro rastro. Cuando besábamos a los hijos sin saber si volveríamos a hacerlo.
Esos casetes que se escuchaban a bajo volumen entre la furiosa ternura de los Compañeros, con el fierro cerca, y el mimeógrafo escupiendo la prensa clandestina que repartiríamos al día siguiente, o que oíamos llorando la soledad del exilio.
En Gijón nos encontramos, los Compañeros, unidos por el amor incombustible de los Compañeros, por el calor infinito de los latinoamericanos, por el cariño sin tregua de los que llevamos el orgullo de Playa Girón bajo la piel.
Y qué bueno que Daniel Mordzinski estaba también ahí, para hacer clic clic y retratar el amor de Silvio, Carmen, Niurka y el que escribe estas líneas todavía cantando.
Hace pocas horas terminó el extraordinario concierto de Silvio Rodríguez en Gijón. Miles de personas cantando esos poemas que nos han acompañado por cuarenta años. Esas canciones de Silvio que iluminaban la noche negra de la clandestinidad en Chile , cuando nos amábamos en casas secretas con la certeza de que podía ser la última vez porque fuera las hienas husmeaban nuestro rastro. Cuando besábamos a los hijos sin saber si volveríamos a hacerlo.
Esos casetes que se escuchaban a bajo volumen entre la furiosa ternura de los Compañeros, con el fierro cerca, y el mimeógrafo escupiendo la prensa clandestina que repartiríamos al día siguiente, o que oíamos llorando la soledad del exilio.
En Gijón nos encontramos, los Compañeros, unidos por el amor incombustible de los Compañeros, por el calor infinito de los latinoamericanos, por el cariño sin tregua de los que llevamos el orgullo de Playa Girón bajo la piel.
Y qué bueno que Daniel Mordzinski estaba también ahí, para hacer clic clic y retratar el amor de Silvio, Carmen, Niurka y el que escribe estas líneas todavía cantando.
viernes, 8 de abril de 2016
Una escuela en Coruña
Ayer fuimos invitados a una escuela
primaria de Coruña y, la verdad, pasamos un buen rato. El nombre del plantel es
Sanjurjo de Carricarte; fuimos recibidos por una entusiasta directora y
algunos maestros, pero fue de la mano de los niños que recorrimos algunas aulas.
Primero nos llevaron a ver a los más
pequeños. Para mi asombro, el aula tenía el mismo aroma de lápices y gomas que
aquella escuela pública número 5, de San
Antonio de los Baños, en la que hace muchas décadas estuve.
Me acordé de que Víctor Casaus una vez me filmó cantando Pioneros a los pioneros de mi escuela. No
les pude cantar esa canción a los galleguitos, porque no me acordaba; pero les
canté El reparador de sueños. En definitiva los reparadores de sueños son la
misma tropa en todas partes.
Otro asombro fue que, mientras entonaba la canción,
vi que uno de los pequeños, muy bajito, seguía las estrofas. Hubo dos niñas con mi apellido, muy contentas ellas y yo también. Otra cosa es que, según me pareció, uno de los chicos más activos y felices era de origen árabe.
Ayer fue una de esas veces especiales en
que, muy naturalmente, nos parece haber sido premiados por la maravilla.
Gracias infancia; gracias Coruña.
Ahora nos vamos para el concierto.
viernes, 1 de abril de 2016
Una valoración superficial
Por Guillermo Rodríguez Rivera
Fernando Ravsberg me parece un muy respetable periodista
y, por eso, me lo pienso bien cuando
discrepo de alguno de sus artículos, y mucho más cuando me decido a contradecir
por escrito uno de ellos: ahora quiero discrepar de su reciente trabajo en el
que califica de “clase magistral de comunicación política”, el discurso
pronunciado por el presidente de los Estados Unidos en el Teatro Nacional de La
Habana.
Tiene sentido que Obama dirija su discurso
preferentemente a los jóvenes, porque
son los que actuarán en el futuro pero, también, porque son los que no han vivido la historia
de la Revolución Cubana.
Incluyó una cita del Martí más universal, del
aforismático Martí de La Edad de oro; una cubana entrevistada después
dijo que nos habló de un Martí que “no conocemos”. Si así lo entendió, debió
ser más justa y decir con humildad singularizada, del Martí “que no conozco”,
porque “Tres héroes” lo conocen los niños en Cuba.
Nos remitió a unas comunes raíces de esclavistas y
esclavos para norteamericanos y cubanos, pero nuestros líderes independentistas
abolieron la esclavitud desde que combatían contra España. Los fundadores de la
democracia estadounidense mantuvieron la esclavitud tras un siglo de
independencia. Martí escribió de una América del Norte “que ahoga en sangre a
sus indios” y de Nuestra América “que ha de salvarse con sus indios”.
Los colonizadores españoles aniquilaron a nuestros
indígenas. En Estados Unidos fueron los ciudadanos de su democracia quienes los
mataron primero y luego acorralaron en
reservaciones a los que quedaron.
Obama casi igualó las dos Américas, pero no son iguales.
Los norteamericanos desarrollaron la idea del panamericanismo: América unida
pero con la hegemonía estadounidense. Bolívar, a inicios del siglo XIX pretendió
una Hispanoamérica unida, y Martí, en sus
finales, creyó en la unidad latinoamericana. Ambos próceres pensaban en la
proximidad de los pueblos al sur del Río Bravo. Alguien dirá que todo eso es
pasado, pero el pasado genera marcas decisivas para el porvenir.
Nuestras oligarquías prefirieron la cercanía de la potencia
anglosajona, blanca y rubia. Casi dos siglos de hegemonía de los Estados Unidos
nos convirtió en países subdesarrollados en los que, además, proliferaron
execrables tiranías sostenidas por los paladines de la democracia.
Yo creo que los Estados Unidos siempre han practicado
aquello que Martí llamó en ellos “el
culto desmedido a la riqueza” y, por ello, su prioridad ha sido siempre
sostener sus intereses económicos. ¿O es que los quince meses de buenas
intenciones de Obama nos han hecho olvidar más de un siglo, primero de dominio
y después de agresiones, cuando se nos ocurrió hacer una reforma agraria?
Es cierto, al decir de Ravsberg, que Obama “apuntó al
corazón cubano”. Aldo Baroni llamó a Cuba “país de poca memoria”. Yo prefiero
creer que el corazón cubano no tiene cabida para el rencor, aunque sabemos
recordar.
Creo que esos “disparos” solo pudieron conmover lo más externo
de nuestra sensibilidad. Obama tenía – así lo hiciera solo “de dientes para
afuera”-- que empezar por ser el primer presidente de los Estados Unidos que
se disculpara por el daño que sus autoridades han hecho a Cuba.
Me pareció irrespetuoso que dijera que los cubanos deben
decidir el destino de su país, porque desde 1959 rescatamos ese derecho sin
aguardar que nadie nos autorizara.
Me parece inconcebible que Ravsberg
considere las palabras de Obama, una declaración que “terminaría el derecho de
los Estados Unidos a intervenir en los asuntos internos de la isla”. Hace 82
años que fue derogada la Enmienda Platt y, desde entonces, los norteamericanos no
tienen ese “derecho” que nos impusieron en 1901, cuando ocuparon Cuba, aunque en 1961 organizaron y armaron
una invasión que vino a Cuba para derrocar a un gobierno que detestaban. Cuando
en 1898 declararon la guerra a la decadente España colonial, proclamaron en la
Joint Resolution que “Cuba es, y de derecho debe ser, libre e independiente”.
Los mambises pelearon junto a los norteamericanos, pero los del norte
subrayaron que la victoria era únicamente suya. El general Leonard Wood, jefe
del gobierno interventor, le señaló a los cubanos que redactaron la
Constitución de 1901 que si no se incorporaba a ella la Enmienda Platt, no
habría república. La Cuba “libre e independiente” pasó a ser un protectorado de
los Estados Unidos.
Confío en que Ravsberg me entenderá si le digo que yo
admiro a Obama y que creo que, al tratar con Cuba, ha hecho mucho, si tenemos en
cuenta los valores que él representa. El orgullo cubano reacciona enseguida
cuando tratamos con los grandes poderes de este mundo porque, varias veces, han
querido tratarnos como si fuéramos un pueblo de segunda. Acaso ese sea el
primer obstáculo a salvar con los imperiales Estados Unidos. Ravsberg les
concede una gran ventaja, pero los cubanos no hemos resistido tanto tiempo sino
para hacer las cosas como queremos. Creo que la vida nos ha preparado
largamente para enfrentar, en la guerra y en la paz, ese difícil problema que
son las relaciones con los Estados Unidos. .