Rafael Rojas, historiador cubano que desde hace años vive en
el exterior, opina desde el periódico “El País”, de España, que sólo habría un
verdadero cambio en Cuba a partir del multipartidismo. No expone las causas por
las que Cuba, defendiendo su soberanía y su equilibrio interno, optó por un sistema de partido único. Por lo tanto tampoco explora si ahora existen condiciones para que ese cambio de concepción en la vida política cubana
sea constructivo. Todo esto, suponiendo que el multipartidismo fuera realmente una solución a los problemas de una sociedad y no una retórica desde
la que ciertos regímenes presumen de democráticos.
Quiero proponer a mis herman@s segundaciter@s este interesante
tema como reflexión colectiva.
Silvio Rodríguez Domínguez
-------------------------------
Por Rafael Rojas
“Cambiar” es el verbo que más
resuena en el debate cubano, dentro y fuera de la isla. Algunos, como el
diputado a la Asamblea Nacional Fidel Castro, lo conjugan en pretérito
indefinido: “Cuba cambió desde 1959”, dice. Otros, como su hermano Raúl, de casi
82 años, recién electo Presidente de los Consejos de Estado y Ministros por un
quinquenio más, prefieren la conjugación en presente continuo: “Cuba está
cambiando”, sobre todo, desde el VI Congreso del Partido Comunista en 2011.
Negar que en Cuba se está
produciendo una transformación de la economía y la sociedad solo puede
responder al propósito de construir ficciones oficiales u opositoras. Desde los
90, Cuba se mueve en la dirección del mercado y el pluralismo y esa tendencia
no ha hecho más que acelerarse con las medidas de los dos últimos años: entrega
de tierras en usufructo, compra y venta de automóviles y viviendas,
multiplicación del trabajo por cuenta propia, apertura de fuentes de crédito
para las empresas, inversión extranjera directa, reforma migratoria.
Como observa el economista
Carmelo Mesa Lago en su reciente libro, Cuba en la era de Raúl Castro
(Colibrí, 2012), la timidez y la lentitud de esas reformas, dada la prolongada
acumulación de estatismo e ineficiencia, se explican por la paradoja de que
quienes reforman el sistema son los mismos que lo construyeron. La inalterable
estructura de partido único, elección indirecta de la jefatura del Estado —por
622 legisladores unánimemente afectos al gobierno—, control de los medios de
comunicación y represión sistemática de opositores, es la mejor prueba de la
ambivalencia ante el cambio de ese vetusto liderazgo.
Aún así, lo que ha sucedido
el pasado domingo en la Asamblea Nacional, escala un nuevo nivel, en términos
de la creación de condiciones para una transición democrática. Por primera vez,
el cargo de Vicepresidente de los Consejos de Estado y Ministros se pone en
manos de un político civil, nacido después de la Revolución y que no proviene
de la familia Castro. La fuente de autoridad de Miguel Díaz Canel es
meritocrática, no histórica ni dinástica, y se origina en las estructuras
provinciales del Partido Comunista, donde, a diferencia de en la cúpula
gobernante, se ha producido una importante renovación generacional.
Lo que no lograron Robaina,
Lage o Pérez Roque con Fidel lo ha conseguido Díaz Canel con Raúl: abrir una
línea de sucesión institucional para el poder cubano. Si a esto se suma la
disposición de otorgar rango constitucional a la permanencia en los cargos
públicos durante solo dos quinquenios consecutivos —que en la práctica equivale
a la reelección inmediata, no indefinida—, estaríamos en presencia de los
primeros indicios de una reforma política en Cuba, que en pocos años podría
modificar aspectos claves del funcionamiento del partido único y el Estado
socialista.
Es evidente que el anuncio de
esa reforma política, que se aprobaría en un eventual referéndum, se produce en
un momento de integración de Cuba a América Latina por medio de la CELAC, cuya
presidencia pro témpore ejerce La Habana. El gobierno de Raúl Castro
parece decidido a avanzar, cuidadosamente, hacia una mínima estandarización del
sistema político cubano dentro de las democracias latinoamericanas. Abandonar
la reelección presidencial indefinida representaría, de hecho, eludir una de
las señas de identidad del chavismo.
Si el límite constitucional a
la reelección acerca a Cuba a ciertas tradiciones latinoamericanas, como la del
PRI en México, la institución del partido único y el desconocimiento de una
oposición legítima todavía mantienen adherido ese sistema al modelo soviético o
al chino. Habría que preguntarse, entonces, qué efecto tendría, en una sociedad
civil caribeña del siglo XXI, cada vez más heterogénea, autónoma y globalmente
conectada, la coexistencia de una clase política que circula y se renueva,
gracias a la reelección limitada, y un partido único que persiste en
autodenominarse “comunista”.
Integrarse a América Latina
no sólo significa mayor acceso a créditos e inversiones o mayores posibilidades
de colaboración científica, técnica o cultural: significa, también, mayor
contacto directo con las democracias y los Estados de derecho vecinos. En foros
regionales, el gobierno cubano no podrá evitar que el partido único, la
represión de opositores pacíficos o el control absoluto de los medios de
comunicación se vean como lastres totalitarios. Para ser merecedora de ese
nombre, una reforma política tendría que facilitar, por lo menos, el tránsito
del partido único al partido hegemónico.
Modificaciones concretas del
sistema político cubano, que extiendan garantías constitucionales y penales
para el ejercicio de una oposición pacífica, no sólo serían favorables a la
preservación de la paz social en la isla sino que facilitarían esa integración
de Cuba a América Latina, que tanto interesa al gobierno. Tampoco es
descartable que una reforma política, por moderada que sea, tenga un impacto
positivo sobre las grandes prioridades de La Habana, en su tormentosa relación
con Estados Unidos.
213 comentarios:
«El más antiguo ‹Más antiguo 201 – 213 de 213Silvio, ahora mismo no importa el lugar donde yo viva. Los problemas de acá son asuntos de los ciudadanos de este país. A mi me interesa cuba, lo q en ella suceda,soy cubano y ese es mi derecho, y eso la revolución no me lo puede quitar. Que yo critique las cosas q suceden en cuba no quiere decir q en el resto del mundo no sucedan, pero a mi la q me interesa es esa isla. Silvio increíble q trates de justificar las cosas q suceden en cuba con los problemas del resto del mundo. Soy admirador de tu arte y tu verso, pero en política somos polos opuestos, y te cuento soy un joven nacido en la revolución, en sus (supuestos) mejores anos, mi familia si era humilde antes y siguió siendo humilde después del 59. El fenómeno de la revolución es muy polémico, pero lo q no se puede negar es q en cuba pasamos de una dictadura a otra.Ah.. Silvio si es modesta mi opinión, porque la verdad no tengo tu facilidad de palabras y esa forma poética y romántica de decir las cosas. Al final eso te salva tu eres el poeta...el hechisero.. saludos
Rey escorpión
¿Y por qué no puedo comparar a Cuba con el mundo? ¿ Acaso porque muchos de los problemas de Cuba también son problemas universales? ¿Es justo aislar a Cuba para destrozar al gobierno que más ha hecho por los humildes de su país (aún con los defectos que tiene)?
No es hechicería, compadre: es que hay cosas que cuando se les mete el cráneo, no dan más.
Saludos a ti.
Que me perdone Silvio si interpreté mal sus palabras ("Y la posibilidad de que sean legales otras organizaciones o partidos la veo desde hace mucho, y lo he dicho fuera y dentro de Cuba") y si he podido parecer un poco arrogante en mi comentario anterior al utilizar la expresión "la reflexión más importante que debe hacer el pueblo cubano...." En cualquier caso, mi experiencia como ciudadano de un país capitalista (España) creo que me confiere suficiente autoridad para pedirles a ustedes los cubanos que no subestimen el poder ni la maldad de la clase dominante que viene detentando el poder en las grandes potencias desde las revoluciones del siglo XVIII y que es responsable del orden mundial imperante.
Uno de sus grandes logros es que ha sabido implantar los paradigmas dominantes en ciencias políticas y económicas sin necesidad de renunciar a sus privilegios (sino todo lo contrario) y sin que las crisis cíclicas, las guerras, las estafas y toda clase de abusos hayan provocado su derrota y sustitución por otros paradigmas en el devenir histórico. Recordemos con amargura cómo las mayorías del extinto campo socialista sucumbieron a los cantos de sirenas. Hoy esas mayorías no tendrían ninguna dificultad en entonar que contra el comunismo se vivía mejor, si es que todavía se sienten encandilados por un modelo político y económico hecho a medida de la ambición de una clase dominante entregada en cuerpo y alma a la acumulación de riqueza como solo lo podría hacer el más enfermo y depravado de los mortales.
La conocida como sociedad del bienestar ha pasado a ser un espejismo en la historia contemporánea como consecuencia de poder de la clase trabajadora y de la desaparición del contrapoder que representaba el campo socialista. Las políticas económicas que se vienen aplicando en el mundo capitalista en los últimos años se comportan como si fueran sesiones de quimioterapia pero, contra toda lógica, su objetivo no es la destrucción de las células que crecen y proliferan de forma anormal sino deteriorar y acabar con las células normales para beneficio de aquellas. A través de la estafa, la corrupción y el crimen organizado, lo que antes eran derechos en proceso de desarrollo hoy son oportunidades de negocio o de saqueo.
Del mismo modo que en tiempos de la Revolución Francesa los ilustrados fueron capaces de describir y denunciar los vicios y depravaciones de la aristocracia, ahora la Humanidad necesita una nueva ilustración dispuesta a estudiar en profundidad el perfil psicológico de la burguesía, revelar al mundo la peligrosidad de su conducta adictiva y la irracionalidad de que la vida de todos nosotros esté al servicio del incremento de su tasa de ganancia. Que la acumulación exponencial de riqueza se haya convertido en la razón y medida de todas las cosas en un planeta de recursos finitos es lo más absurdo que le ha ocurrido a nuestro especie en todo su proceso evolutivo.
Iván, no hay nada que perdonar, pero sí que puntualizar. Una cosa es lo posible, las posibilidades, y otra muy diferente los deseos y las afinidades. Yo hace más de medio siglo que vivo en un país socialista que respeto y defiendo (ya ves las broncas que me busco), y a pesar de que este sistema ha hecho uso de los medios y de concretamente haber hecho muchísimo por su gente, al menos una parte de los jóvenes -mis hijos- no sólo no se comprometen sino que, sencillamente, no les interesa. Quizá desde lejos aquel manejo pérfido de las clases dominantes capitalistas hayan hecho efecto a los de aquí, pero también muchas restricciones absurdas han hecho un efecto negativo, que en algunas balanzas ha pesado más que lo positivo. Si miro más allá veo que el mundo todo (incluida Cuba porque no somos marcianos), se ha ido haciendo más pragmático en la medida en que ciertos ideales no han cuajado. Yo creo que el mundo todo está viejo, no sólo una parte, no sólo un sistema, aunque lo más viejo es que la justicia social sigue siendo insuficiente. Ante esto no es raro que se abran posibilidades que, aún significando un retroceso, como sería en nuestro caso y por ello indeseadas, graviten como espadas (o puñalitos) de Damocles.
Algunos se pierden en las palabras (Lebis por ejemplo) y les causa tanta molestia escuchar decir "multipartidismo" que pierden la objetividad. Creo que un mejor razonamiento sería empezar el análisis de lo que es la libertad de asociación pacífica. Si todos de aquí están de acuerdo en que todos los seres humanos tienen derecho a pensar diferente, entonces estarán de acuerdo en que también exista el derecho de organizarse con otras personas en base a pensamientos comunes. ¿Cómo se pueden organizar las personas? Aquí llega el problema absurdo de los nombres. Si alguien le gusta la música de Beethoven y siente la imperiosa necesidad de hacer un club de admiradores de este compositor, debe tener el derecho legal de hacerlo. Lo misma lógica hay que aplicar a la opinión política. Si existe un grupo de personas que cree que el socialismo no es lo mejor para la sociedad, sino otra variante del espectro ideológico, llámese socialdemocracia, liberalismo, ecologismo, democracia cristiana, etc, siempre y cuando esa ideología no incluya la violencia y la exclusión de otras maneras de pensar, yo creo que tienen tanto derecho a organizarse como los socialistas.
Ahora bien. ¿Qué palabra nos brinda el diccionario para este tipo de organización? ¿Club? ¿Secta? La palabra es "PARTIDO" político, le moleste a quien le moleste ". En Cuba y en todas partes debe existir el derecho y el marco legal para que las personas se "asocien" como estimen conveniente. La relevancia de esas asociaciones estará en proporción a la cantidad de personas que logren aglutinar. ¿Por qué debe haber un solo y excluyente Partido Político? Además si hay un partido, es porque al menos sus miembros creen en el "Partidismo". Decir que se cree en el partidismo y no creer en el multipartidismo es igual a decir que creo en la ideología pero no en la diversidad de opiniones. Hay diversidad de ideologías porque hay diversidad de opiniones, porque, a su vez, hay diversidad de personas. Si no les gusta la palabra Partido deberían hablar con la academia de la lengua.
Silvio:
Subscribo tu comentario de las 10:29, y aún añadiría que ese y no otro, debe ser el verdadero alcance de todo lo que se haga, porque esos jóvenes - tus hijos, el mío, y tantos otros- son los que deberán mantener lo logrado y desarrollar lo que nos falta; cualquier diseño que se proponga debe ser entendido, compartido y apoyado por ellos, porque estamos trabajando ahora para el futuro, donde ya no estaremos nosotros. Así lo siento, y así lo percibo en el entorno que me rodea, y que conste que no es de los peores. Hay que buscar el compromiso de los nuevos, pero a partir de que, en estos cambios, vean reflejados sus intereses y motivaciones.
Saludos Silvio.
Desde que conoci tu musica te considero un gran artista que estara vigente toda una vida, pero no estamos hablando de ti ni de tu musica.
Me considero 100% cubano aunque no viva en mi suelo patrio y tenga otra ciudadania ,defiendo mi patria y he defendido(ocacionalmente) el sitema totalitario que gobierna mi Cuba y la de todos donde quiera que residimos ,la he defendido en alguna circustancias y foros donde personas que no dominan una base de criterio o no les costa o por ignorancia repiten lo que escuchan de otros opiniones erroneas, pero respeto las opiniones ajenas solo les expongo mi criterio u opinion sin tratar de prevalecer y buscando acercarme a la verdad que no la tengo tampoco y que no es absoluta ni pretendo que nadie este de acuerdo en todo lo que planteo.
Tu como ciudadano cubano conoce de las miserias humanas y politicas que la nacion ha vivido durante medio siglo ,quiero aclarar que me considero revolucionario en el mas amplio sentido semantico de la palabra creo en la diversidad de ideas ,opiniones ,pensamiento;por eso creo en una Cuba donde se respete ese derecho a lo diferente, a lo contrario, a la libertad de vertir criterios ,de organizacion sin que medio el gobierno,tenemos la inteligencia ,dignidad ,decoro pero necesitamos que los diregente en todos los niveles politicos lo entiendan ,creo y es posible un sitema socialista (populista) pero INCLUSIVO donde se tenga la capacidad de ejercer con pluridad de ideas ,partidos ,alianzas de gobierno ,creo seria beneficioso tener una contraparte y exigir al poder trasparencia en su gestion,donde la oposicion cuestione el trabajo que se ha realizado y este’ en condiciones una ves llegado al poder mejorar ese resultado tambien es importante impartir justicia y que el peso de la ley tanto civil como politica se le aplique a todos por igual a cualquier funcionario publico incluyendo a los que presiden el gobierno.
de esta manera tendriamos a una Cuba muy diferente.y creo en el pluripartidismo.
Viva la Patria!!!
En su compilación de ensayos “La Mosca Azul” Frei Betto nos advierte:
“(…) Quien se deja dominar por el miedo a pensar evita contradicciones y opiniones divergentes, asimila el pensamiento de quien le prohíbe pensar y se aleja de la búsqueda de la verdad, a la que confunde con la autoridad. O peor: juzga que su pobre pensar refleja una verdad lapidaria, y olvida que hay su verdad, mi verdad y la verdad verdadera, según enseñaban antiguos sabio chinos (…)”
“Toda verdad humana es relativa; y nuestro juicio crítico, dotado de buen humor, debe siempre perseguirla, filtrándola a través de la duda. Apearse del buen humor y del sentido crítico es caer en la trampa de los dogmas, y, allá dentro, congelado, abrazarse a la verdad aparente. Prefiero inscribirme en el maratón de Descartes, someter el pensamiento al crisol, para así construir, mediante una secuencia de operaciones, una representación mental de la realidad.”
“Pensar duele. Es mucho más cómodo que todo esté previsto. Entonces, la verdad se nos sirve a la boca como sopa caliente en noche de invierno. Basta tener fe, confiar. Y si no alcanzamos los fundamentos teóricos de la verdad, ahí está la hermenéutica de la autoridad para socorrernos en nuestra ignorancia. Es duro encontrarse en una encrucijada tras haber perdido el mapa del viaje. Verse obligado a escoger un camino, una vía, un rumbo. Optar. Renunciar a tantas otras posibilidades. Y atreverse a hacer camino al andar.”
Vivir, luchar y persistir en Cuba es una experiencia que se me antoja agridulce, hay que tener valor y sentir muy hondo el compromiso y el honor de ser cubano para hacer todo lo que esté a nuestro alcance con el objetivo de defender las ideas en las que se cree, aquí, donde Dios nos sembró. Por control remoto, “desde una mesa gigante y un auto elegante”, ya sabemos, “se lucha muy bien”. Tú, Silvio querido, que llevas el peso enorme de ser un ícono de Cuba,tú, que en tu obra reflejas, desde un profundo humanismo, nuestras más auténticas aspiraciones, frustraciones y contradicciones, tú, que eres un ícono de la izquierda universal, tienes la valentía y el mérito de desafiarte a ti mismo y convocarnos a hacer ejercicios de pensamiento r-evolucionarios. Otros hay que con sus discursos llenos de ideas pre-cocidas, elaborados desde la distancia y/o la ignorancia, lo único que desean es recoger la cosecha de las verdades absolutas, las de ellos. Su objetivo no es promover el debate ni el necesario cuestionamiento dialéctico y enriquecedor; ellos no se retan a sí mismos, ellos se consideran dueños de La Verdad. Pero como decía Martí, otra vez en su discurso “Con todos y para el bien de todos”
“¡Y cuidado, cubanos, que hay guantes tan bien imitados que no se diferencian de la mano natural! A todo el que venga a pedir poder, cubanos, hay que decirle a la luz, donde se vea la mano bien: ¿mano o guante?-Pero no hay que temer en verdad, ni hay que regañar. Eso mismo que hemos de combatir, eso mismo nos es necesario. Tan necesario es a los pueblos lo que sujeta como lo que empuja (…)”
"Desde una mesa repleta cualquiera decide aplaudir
la caravana en harapos de todos los pobres
desde un mantel importado y un vino añejado
se lucha muy bien desde una casa gigante
y un auto elegante se sufre tambien
en un amable festin se suele ver combatir"
Esta es la estrofa de "Canción en Harapos" que parafraseaba en mi comentario anterior.
Otras ideas de Frei Betto en la “La Mosca Azul”:
“No es la corrupción lo que más amenaza al Partido del Trabajo. Es el riesgo de que el partido no cumpla su papel histórico de agente de la transformación social.”
“No hay futuro socialista erigido sobre la dictadura del proletariado y el partido único. Hay que sumarle a Marx pensadores como Montesquieu, Rousseau, Che Guevara y otras corrientes de pensamiento, como la Teología de la Liberación. Un socialismo con democracia, pluripartidismo, articulación entre libertad y justicia, diversidad de ideas y opiniones, libertad de prensa, respeto a los derechos humanos.”
A colación trae, entonces, el axioma atribuido a Churchill (aclarando que en realidad fue Aristóteles quien lo rescató de Platón) “la democracia es el peor de los regímenes, con excepción delos demás”.
Entrevista publicada por Julio Cesar Guanche en su blog "La Cosa" disponible en Facebook.
(Ensayista cubano):
"El republicanismo es una tradición política de más de dos mil años, que en los últimos dos siglos había estado cubierta en gran medida por la historia del liberalismo. Este presentó las grandes conquistas republicanas como una larga evolución «liberal». Sin embargo, el liberalismo tiene fecha muy reciente de origen: fue bautizado como tal apenas en 1812. La evolución liberal ha sido, en rigor, la de la oposición a las tesis republicanas, en particular sobre dos conceptos esenciales: la libertad y la propiedad.
Un neorepublicanismo académico, recuperado en distintas versiones a partir de los años 1960, goza hoy de gran relevancia en el debate académico y la política práctica, en debate académico, por ejemplo, con el comunitarismo y el propio liberalismo. Nombres como Bernard Bailyn, Gordon S. Wood, J. G. A. Pocock, Quentin Skinner, Philip Pettit, han protagonizado en distintos momentos, y por diferentes vías, un revival académico neorepublicano. De su mano, ganó nuevamente un lugar como la tradición central de la historia política, originada en el mundo clásico y proyectada hacia nuestros días, informando en el trayecto las revoluciones inglesa, holandesa y norteamericana, todo ello como forma de reivindicar críticamente los temas que el liberalismo había abandonado.
Ahora, esta entrevista narra la apropiación del republicanismo por otro lugar: reconstruye la historia de la democracia «plebeya», de la democracia «fraternal» y del socialismo marxista como contenidos esenciales de la tradición republicana, precisamente como aquellos que le otorgan su carácter democrático.
El entrevistado, el catedrático catalán Antoni Doménech, es una de las grandes autoridades en el tema dentro del ámbito europeo. Resistente en su juventud al franquismo, ha dedicado su obra a la teoría y la memoria de la democracia, que considera «la idea más poderosa de la historia». Como parte de esa investigación, ha traducido libros señeros para este debate, como Liberalismo político, de Rawls, y Republicanismo, de Pettit. Ahora, si bien De la ética a la política (Crítica, 1989), el primer libro de Domènech resulta un debate muy interesante para la filosofía política y moral republicana, es con El eclipse de la fraternidad. Una revisión republicana de la tradición socialista (Crítica, 2004) que produce una obra considerada canónica sobre el tema.
Filósofo ilustrado, marxista prebolchevique u «originario», formado, como corresponde a esta tradición, en los campos de la historia, la filosofía, la economía, las matemáticas y la lingüística —discípulo de Manuel Sacristán, acaso el marxista más importante del siglo XX español—, es un pensador tan erudito como incómodo y heterodoxo. La entrevista es un botón de muestra: su pensamiento revisa integralmente la historia de la filosofía tenida como estándar hasta hoy, lo que se extiende hasta el marxismo. Pero su labor está lejos de ser únicamente académica. Junto a un grupo de colegas de diversos países han dado vida a un proyecto editorial y político nombrado Sin Permiso (www.sinpermiso.info), que con más de 30 mil lectores diarios, aspira a devenir una corriente de opinión y práctica política, que acompañe y analice las luchas políticas de nuestro tiempo por la democracia, la república y la revolución, pues comprende que la ecuación que las relaciona es la condición de su posibilidad.
Hola Silvio: Te escribo desde Lima, Perú, soy admirador de tu música desde hace muchos años y tengo una pregunta acerca de la canción "Son desangrado", año 1982, son 34 largos años con la duda, es demasiado tiempo ¿no? La curiosidad es sobre esa risotada (¡ja,ja!) que se escucha cuando termina la canción ¿Es el corazón que se ríe de ternura? ¿O que está feliz por haber recuperado su sordera? No lo sé, quizás fue la risa de uno de los músicos y la dejaron ahí como un detalle misterioso de la grabación. Bueno, seguramente te lo han preguntado muchas veces, pero créeme que he buscado e indagado por todos lados y también en Internet y no he encontrado una respuesta. Sácame de esa duda, por favor... Un abrazo.
Gino, esa carcajada es de Jorge Reyes, el bajista. A mi me gustó y la dejé. Saludos
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.