sábado, 26 de enero de 2013

La Habana: Un legado a proteger para las generaciones futuras


Entrevista al Historiador de la Ciudad de La Habana, Eusebio Leal Spengler

enero 15, 2013
Por: Magda Resik Aguirre

El 2012 la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana mantuvo su notable obra de rescate y preservación del patrimonio, y aquella otra menos visible, pero tan humana y profunda, relacionada con la vida de los pobladores de la capital cubana ¿Cuáles el Historiador nos resaltaría?

Ha sido un año realmente muy importante y el recuento puede comenzar por la línea del Malecón tradicional, para la cual avanza un proyecto renovador. Se culminaron las obras del hotel Terral. El hotel Terral que aporta un elemento moderno a la concepción del desarrollo integral de la ciudad; con un discurso estructural y visual que confirma la posibilidad de insertar una obra con visión contemporánea en un contexto histórico, y lo resuelve bellamente. Lo importante es no solamente la idea de que debe ser así, sino de que sea resuelto con belleza y con armonía.


En ese espacio tan singular para la ciudad, se realizó la compatibilización de muchos organismos para garantizar el  soterrado de los principales servicios y protegerlos ante el deterioro ambiental. Muy diversas instituciones respondieron a esta  acción propuesta por la Oficina del Historiador. Debemos sostenerla económicamente y garantizar, cuando sea posible, el establecimiento de las conexiones de redes enteramente nuevas de agua, fibra óptica, electricidad, desechos líquidos, gas… y que se llegue a un grado de goce y disfrute de los servicios que la ciudad aporta, con mucha mayor calidad.


Ese tramo del Malecón representa una tarea muy difícil porque estamos frente a un ecosistema modificado: el agua del mar penetra con más frecuencia, los edificios estaban ya muy dañados, las redes exhibían un estado crítico. Y además, el Malecón es el paseo del mar, pero también es la calle San Lázaro. Todo lo que hacemos por el Malecón tiene una repercusión directa sobre la calle San Lázaro y sobre esa vía, que es una alternativa cuando ese paseo marítimo se cierra a causa de las inclemencias del tiempo.


A veces se nos dice que las obras avanzan lentamente, pero hay que verlas en el contexto de la posibilidad real. Este año hemos tenido la suerte de un invierno mitigado: no se produjeron grandes penetraciones del mar, no han ocurrido días de lluvias continuas que paralicen las obras.

En el caso específico del Malecón, cuando empleamos ese término “lentamente”, lo que sí queda claro es que para la inversión en el Malecón no vale la pena maquillar un edificio, sino que hay que trabajarlo de adentro hacia afuera y dejarlo totalmente curado.

Esa es una doctrina para toda la obra que realiza la Oficina del Historiador. Por ejemplo, si  recorres hoy la ciudad – hablando de lo más significativo –, puedes detenerte en el Cementerio de La Habana, la gran necrópolis donde con suma paciencia y dedicación, más de 40 panteones históricos, incluyendo el gran pórtico, han sido terminados.

Pero si observas la Colina Universitaria, que es como el ágora de la ciudad, vas a reparar en que para el 60 aniversario de la Marcha de las Antorchas, el próximo 28 de enero – que es además un aniversario redondo del nacimiento de José Martí –, el Rectorado y el Paraninfo quedarán terminados. Será una hermosa noticia para la ciudad, contemplar cómo a ese panorama se unen la Plaza Cadenas,  la Biblioteca y la Facultad de Derecho ya restauradas.

Cualquiera podría decir: si la Oficina del Historiador se encarga más que nada del Centro Histórico de La Habana, a qué se debe que expanda sus acciones, por ejemplo, en un caso tan específico como la Universidad de La Habana.

Es que la Universidad es un símbolo grande de Cuba; es una imagen tan representativa de nuestra capital. Pocas ciudades en el mundo tienen el privilegio de mostrar un paraninfo universitario con semejante belleza, ni un campus con esa historia: enmarca la participación de la juventud cubana en las luchas de la nación, desde la ejecución de los estudiantes de 1871 hasta la tentativa de José Antonio Echevarría de llegar a protegerse a los muros de la Universidad, y caer allí precisamente, a un lado del campus, lo cual aumenta el valor de esa gesta y su simbología.


Pero, además, allí están los grandes monumentos al Padre Félix Varela, a José de la Luz y Caballero; están el Alma Máter, el Archivo, el Aula Magna, que fue el escenario de la Reforma Universitaria y de la fundación de la FEU promovida por Julio Antonio Mella.


Como al hablar de la necrópolis, en nuestra civilización, en nuestra cultura, tiene un peso muy importante ese lugar donde colocamos la memoria de los nuestros.

En  el Centro Histórico de La Habana el deterioro habitacional fue una herencia de dejadez y deterioro acumulados incluso mucho antes de 1959. La Oficina en coordinación con las autoridades municipales, ha venido desarrollando un trabajo sistemático encaminado a concederle a los seres humanos que pueblan este espacio un lugar donde vivir con una dignidad y decoro. ¿Cómo podría explicarnos, a la altura de este año 2013, la filosofía que sostiene la Oficina con respecto a esa habitabilidad de la ciudad y al trabajo social?

De todo esto, lo más importante es la vivienda; porque la última referencia y la primera, el punto de partida de toda persona es su casa. Y comprendo y además siento como mío el sentimiento de orfandad que invade a las personas cuando llueve, cuando pasa un ciclón, sobre todo para los que habitan en esas antiguas casonas que devinieron hogar de muchos.


En este año nosotros construimos y restauramos más de cien conjuntos habitacionales, con beneficio para cientos de personas. Se han emplazado Alamar, en zonas de Capdevila y en Cojímar, para dar viviendas a familias que no tenían absolutamente nada y que vivían en las peores condiciones. Hoy tienen un hogar digno, gratuito, marcando el carácter social de la Revolución, en un período en el cual ya, lógicamente, todas estas gratuidades comienzan a verse limitadas por una nueva realidad económica de la cual Cuba no está exenta. Y yo creo que llegó el momento de que esto sea así – para hablarles con el corazón – en el camino de que se aprecie más lo que se hace. A veces uno tiene la sensación de que lo que se ha construido con tanto esfuerzo por la nación después no se aprecia; después se pone una puntilla en la fachada, se cuelgan ropas sucias en un balcón, ya sea en el Malecón o en cualquier otro lugar. Aquí intervienen, desde luego, otras disciplinas: la educación ciudadana, la acción de las organizaciones sociales y públicas, el carácter real y práctico del gobierno local, del Poder Popular.


Pero, además de la vivienda, hay otra dimensión, que es el espacio público que la acompaña. Las personas salen a la calle y no pueden internarse en la selva, en un territorio de nadie, donde todo se modifica y cambia arbitrariamente; donde la señalética no existe; donde las personas lanzan los desechos a la calle sin compasión con los que la limpian y cuidan todos los días.


De ahí la opción de crear parques públicos; mantener funcionando un sistema de fuentes y la zona restaurada y recuperada absolutamente pulcra. Mantenemos un apoyo al gobierno municipal para que realice esa labor en toda el área de La Habana Vieja.


Como parte de esa habitabilidad, nos ocupamos del confort del Hogar Materno Infantil, del Centro de Salud Mental, del Centro de Niños Discapacitados, de las numerosas escuelas que todos los años reciben de la Oficina un apoyo en su restauración o en los útiles escolares. También, la preparación de todo aquello que es sostén de la docencia, quiere decir, centros culturales como el de La Colmenita, establecida aquí.


También una cosa muy sensible: la reconstrucción de la antigua Casa Cuna, en la calle Muralla, hogar de niños sin amparo filial, ya concluida y en uso.


Y no podemos dejar de referirnos al antiguo Convento de Belén, donde miles de personas anualmente reciben distintos tipos de beneficios en otro esfuerzo coordinado con el Sistema Nacional de Salud, otorgándole a estos servicios un carácter muy personal, muy propio del cuidado meticuloso que caracteriza el accionar de los trabajadores de nuestra Dirección de Asuntos Humanitarios.

Estas y otras acciones toman muy en cuenta las características de la comunidad residente en el Centro Histórico.

Se trata de un mundo particular. Aquí la gente compra, vive por la mañana, por la tarde y por la noche; solo salen los que tienen trabajo fuera. Y esa es una masa que tiende a concentrarse en el Centro Histórico. A ellos les gusta esto, el mundo fuera de aquí les resulta un poco ajeno; no son los paseantes de los repartos y urbanizaciones modernas. Es cierto que hace mucho la muralla que enmarcaba a La Habana colonial no existe; pero sus puertas simbólicamente se abren y cierran todos los días con el cañonazo del alba – que ya no existe, pero muchos recuerdan – y el de las nueve de la noche, cuya señal escuchamos con absoluta exactitud todos los días.

El pasado 2012 los trabajos emprendidos por la Oficina en la zona del litoral, delineada por la Avenida del Puerto, han conquistado la atención de residentes y forasteros. Se van descolgando muelles herrumbrosos y avanza una visión renovada en ese diálogo necesario con el mar y el puerto. ¿Cuál es la filosofía de futuro para el área de la bahía?

Se realizó una compatibilización con las entidades que han trabajado la conservación de las aguas marinas, del litoral y el entorno de la Bahía de La Habana. Entre ellos, el grupo estatal que se encarga del saneamiento, conservación y desarrollo de la bahía habanera, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente como organismo rector en este aspecto; los centros fabriles emplazados en el área, el Instituto de Planificación Física, entre otras muchas instituciones cuya ejecutoria ha estado estrechamente relacionada con el puerto habanero. La Oficina, con el liderazgo  de nuestro Plan Maestro, y cumpliendo un mandato del gobierno central, ha estudiado detalladamente ese borde y comenzó a realizar las inmediatas acciones que le competen.


Necesariamente, se trasladarán  a los nuevos espacios industriales del puerto del Mariel, las actividades fabriles y portuarias de mayor envergadura. Pero será un proceso escalonado, que beneficiará a la Bahía de La Habana como espacio de contemplación, como lugar de arribo turístico y actividades culturales y no como un muelle para la descarga de mercancías destinadas a toda Cuba, lo cual obliga a una transformación, una metamorfosis, la reutilización de todo lo posible y a una búsqueda de soluciones enteramente nuevas.


En ello influye la limpieza de la bahía, todavía un tema que nos golpea duramente aunque muchas mañanas los paseantes pueden observar ya a esos enormes pelícanos, que regresan como evocación de un pasado prehistórico, sobrevolando el mar o podemos ver de pronto un alboroto de sardinas en su seno. Esto quiere decir que los trabajos que se han adelantado han mejorado el medio ambiente, a pesar de que todavía existen elementos de contaminación dramáticos, como es, por ejemplo, el caso de la refinería. Es un elemento de contaminación, y subrayo dramático, pero no podemos hacer otra cosa sino esperar ese traslado organizado y estudiado por las entidades correspondientes.


Hemos avanzado con el Ministerio de Transporte en la entrega de todos los muelles antiguos y en desuso, que se vienen reconvirtiendo. Por ejemplo, el Muelle para los bomberos del mar, que atienden toda esta zona; el muelle restaurado de los Antiguos Almacenes San José, que acoge a los artesanos; el Muelle de la Madera y el Tabaco, que será la sede de un importante centro fabril-cultural: donde se producirá cerveza y malta. Hablamos de algo que va a ocurrir en un tiempo breve, entre marzo y abril de 2013, y todo quedará remozado con el complemento de los jardines, el aparcamiento, la señalética…


En este momento grandes grúas del Ministerio de Transporte están retirando y dragando toda la zona de los envejecidos muelles y se colocarán los nuevos ya terminados, lo cual supone que toda la Avenida del Puerto interior, y particularmente la Alameda de Paula, sufrirá un cambio tal que ni los propios habaneros se van a poder sustraer del asombro ante el nuevo panorama.


Cuando hoy viajas camino al Centro Histórico puedes contemplar los trabajos de conservación del parque consagrado al mayor general Antonio Maceo; los proyectos del hotel Packard, frente a la Cárcel de La Habana, donde unimos esfuerzos con ALMEST, empresa de las  Fuerzas Armadas; se está trabajando por parte de los museos militares en el otrora Palacio Presidencial, hoy Museo de la Revolución; en homenaje a Cirilo Villaverde y al 200 aniversario de su natalicio, la Oficina terminó la Plaza del Ángel, la iglesia y su entorno.


Vamos ahora a comenzar las obras en el monumento – el más difícil y el más dañado siempre por el mar – del Mayor General Calixto García. Retomaremos todos los jardines ubicados frente al Hotel Nacional, de cara al mar – esa exedra de piedra que ha quedado como abandonada. Se colocará la enseña nacional junto al monumento al General de División Henry Reeve, que aparece como olvidado y a veces víctima de la revoltura del carnaval. Todas acciones que irán diferenciando y preservando sitios significativos de nuestra ciudad.


Si continuamos viaje, cuando entramos al Centro Histórico, entre el Castillo de la Punta y el monumento al Generalísimo Máximo Gómez – cuya fuente está funcionando -, y subimos esa especie de puente y aparece ante nosotros La Habana Vieja, podemos disfrutar de los jardines públicos, el Anfiteatro y su gran programación cultural, el parque infantil La Maestranza.


Inmediatamente después nos sorprende la belleza de la Plaza de Armas, la terminación de los grandes salones del Palacio de los Capitanes Generales; las obras en ejecución para devolver su esplendor al antiguo Palacio del Segundo Cabo; las del edificio de los Prácticos del Puerto.


Al lado, un lugar memorial para los habaneros, una de las obras más importantes de la ingeniería cubana, que fue precisamente el paso, a través del lecho de la Bahía, de un túnel que se construyó entre los años 1909 y 1911 para drenar las aguas albañales hacia la Plaza del Chivo. Ese emisor estaba tupido, dañado. De conjunto con el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, con Aguas de La Habana, Aguas de Barcelona, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Oficina del Historiador de la Ciudad, se concluyó el proyecto, eliminando  la contaminación ambiental. Surgió entonces esa suerte de cubo de cristal donde se exhibe y enmascara la Cámara de Rejas del alcantarillado de la ciudad, que una vez más demuestra la posibilidad de realizar intervenciones con un diseño contemporáneo en un contexto histórico.

El propio “cubo” se ha convertido en una especie de museo al aire libre de esa joya de la ingeniería.

Sí, porque se puede subir por una escalera, se puede observar la operación habitual, leer  las pancartas que cuentan la historia. Y hay un palmar colocado en este sitio; con mucho esfuerzo hemos logrado que permanezca vivo, pase el invierno y llegue al verano para consolidarse.


Es el primer anuncio de lo que va pasando en la Avenida San Pedro hasta encontrar la Alameda de Paula, donde se espléndida la Plaza de San Francisco, la Catedral Ortodoxa Rusa, el Palacio del Obispo Espada…


Todo ha sido proyectado y concebido con sus distintas funciones. Se ha estudiado la renovación de puertos en todas partes del mundo y para definir lo que convenía a Cuba.


No olvides que la Habana Vieja es hoy un parque nacional. Hay momentos en que las guaguas de los turistas que vienen desde Varadero, o directamente desde La Habana, forman lo que suelo llamar una muralla de metal a la orilla del mar.


Pero te voy a hablar con franqueza: estas cientos de personas me interesan mucho porque Cuba es una isla, y es muy bueno que vengan visitantes de todas partes del mundo, que se hable en todas las lenguas, que puedan ver lo que tiene nuestro país, no solo lo que le dio graciosamente la natura, sino aquello que hemos construido. Pero más todavía me interesan los cubanos. Por eso es que el fin de semana y casi todos los días, son miles y miles de personas que están paseando, disfrutando, sin desdichas que temer, con un tránsito restringido que favorece  a los transeúntes y un sistema de seguridad integral.

Si seguimos este recorrido imaginario llevados de la mano por usted, ¿qué otras novedades no excluiría de la ruta?

Podríamos llegarnos a la calle de Obispo, y disfrutar de la sastrería que perteneció a Nicanor Mella, el padre de Julio Antonio, que vuelve a funcionar como lo que fue. Tendríamos que visitar la farmacia Johnson, destruida por el fuego y absolutamente terminada, con lujo de detalles. Eso fue un compromiso público; porque cuando uno llegó allí y vio aquello destruido, apenas concluido, daban ganas de llorar; pero allí surgió una promesa pública de que se terminaría. Y se terminó.


Otra zona interesante es en las inmediaciones del Café Lucero en la calle Aguiar, un área donde la comunidad se unió a través de su líder natural, un maestro peluquero y barbero, Gilberto Valladares (Papito) un joven que ha llevado adelante durante años un rescate de la memoria del oficio en La Habana, y que no conforme con eso y no conforme con arreglar su casa y convertirla en museo de la barbería, ha unido a la comunidad a su proyecto Artecorte, abrió una escuela para ese oficio de larga tradición habanera; ha adornado esa cuadra al estilo de un boulevard, ha llenado de exposiciones la calle y la ha convertido en algo verdaderamente atractivo e interesante, movilizando a toda la comunidad.


Todo se va levantando sobre las ruinas que parecían irrecuperables y solamente con la imagen de un antes y un después se puede aquilatar el esfuerzo. Otro ejemplo podría ser el Sloppy Joe´s uno de los bares más famosos del mundo por el cual pasaron todos los artistas de cine, los grandes deportistas, los notables artistas e  intelectuales de Cuba y el mundo. Se filmaron allí películas como Nuestro hombre en La Habana. Eso estaba destruido, lleno de árboles. La famosa barra, de no se sabe cuántos metros, ya está terminada. Pasen por allí para que lo vean. Y enfrente, la nueva sede del Teatro Lírico, y al lado el Museo de los Bomberos Charles Magoon.


Quiere decir, que se van formando conjuntos; como puntos de partida, como palancas a partir de las cuales la ciudad puede de cualquier forma prosperar, para ella y para los que la habitan.

Se mantiene esa política de la Oficina de ir concentrando las acciones alrededor de núcleos restaurados desde donde se va  dinamizando la ciudad toda.

Sí. La gente vio llegar, por ejemplo, las locomotoras; cuarenta y dos locomotoras. Quedan solamente seis por restaurar. Las demás van pasando al museo en Cristina o se van exponiendo frente a la Terminal de trenes y se va mostrando el conjunto poderoso de esas obras.


Hace poco un grupo de vecinos se presentó pidiendo que el parque de Carlitos Aguirre, que está en el corazón de Centro Habana, fuese restaurado. La palabra se cumplió. El monumento y el jardín fueron restaurados totalmente. ¿Y qué decir de La Cochera, detrás del antiguo hospital de la Policía, uno de los lugares más celebrados? Alejo Carpentier me hablaba de aquel lugar en la calle Maloja. ¿Cómo era posible dejar abandonada aquella fachada?  Estaba a punto de destruirse y ya puedes ver cómo se restauró.


Erigimos también el monumento a Confucio en el Barrio Chino, que tanta admiración y simpatía ha causado allí ese gesto, ese homenaje al sabio proverbial unido a todo el espíritu de conservación del patrimonio material, inmaterial, espiritual y a todo el proyecto mismo de la nación china.

Y ahora que entró usted al Barrio Chino, ¿con qué filosofía la Oficina ha asumido ese espacio tan singular?

Preservar. Nosotros no vamos allí, ni hemos estado nunca con la finalidad de hacer lo que la Oficina quiere. Se logró, primero, concentrar el Barrio Chino territorialmente en la zona que realmente ocupó. Estaba difuminado de manera tal, que parecía que los límites eran el punto donde se colocó el arco frente a la antigua central telefónica, en las inmediaciones de las calles Belascoaín, San Lázaro, Reina y Galiano. Eso nunca fue así. El Barrio Chino era Zanja, el pedazo del cuchillo, Rayo… por esa zona.


Colocamos allí la señalética en español y en chino;  ayudamos a las sociedades chinas y sus descendientes y protegemos a los venerables, los pocos  chinos de nación que quedan, quienes vinieron en una emigración de pobreza, buscaron en Cuba una esperanza y se fundieron con el pueblo cubano.


Recuerdo que Flor Loynaz, inspiradora de tantas cosas que alguna vez hice, me decía: “Una vez me llamó la atención una lápida que estaba en el cementerio chino, y entonces busqué la traducción. No sé por qué aquello me intrigaba.  Y la traducción era la siguiente, o la interpretación: «Si las frutas de Cuba son tan dulces como las de China, y si el cielo de China es tan azul como el de Cuba, ¿qué importa entonces morir en China o en Cuba?»”.


Con ese espíritu de respeto, concordia, unión, ponderación del carácter positivo de la presencia china en Cuba, de su fusión a la nación por la sangre y por la cultura, que tiene tan altos representantes en la intelectualidad, en el mundo del arte, en el mundo de las ciencias; todo eso trae como consecuencia que la Oficina haya contribuido y contribuya, y que lo último que hemos hecho sea precisamente la colocación, en acto solemne y público, del monumento de Confucio, en el terreno donde estuvo el teatro Shanghai.

Interpretando el más noble espíritu de lo cubano, la Oficina despliega una política de solidaridad con otros centros históricos del país y un intercambio de iguales en cuanto a experiencias. ¿Podría acercarnos a lo más relevante de esa práctica en el año que recién concluyó?

Tú has dicho con justicia: entre iguales. Nosotros de hecho hemos establecido una red, que nos ayuda a mantenernos en comunicación.  El Plan Maestro, en La Habana, es como una especie de epicentro para esas comunicaciones  y un punto de referencia para el intercambio entre las siete ciudades que son patrimonio nacional, y las que como Camagüey, Santiago de Cuba,  Cienfuegos o Trinidad son o tienen parte declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.


Entonces, mantenemos una relación armónica con el apoyo de la cooperación internacional, para solidificar esa red con medios, con intercambios que nos permitan, además, actualizar el concepto del manejo y gestión de los centros históricos.


Pondero mucho la labor y los resultados del trabajo que en este momento la Oficina del Conservador ha realizado en Santiago de Cuba bajo la dirección de Omar López; un esfuerzo tremendo después de una devastación sin parangón que coincidía, además, con el quinientos aniversario de la fundación de Santiago y con el cuarto centenario o jubileo de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba. ¡Con qué entereza ellos han enfrentado las secuelas de ese fenómeno natural! Y lógicamente, a esa entereza sólo podemos corresponder con nuestra disposición para apoyarles en cuanto esté en nuestras manos.


Estamos realizando obras por mandato en Birán que quedó dañado por las aguas; en el santuario del Cobre, en la casa de la difunta compañera Vilma Espín en San Jerónimo; en la casa de Frank País en Santiago de Cuba.


En Camagüey, es admirable lo realizado en el Centro Histórico bajo la dirección tan  acertada del Historiador de la Ciudad, Joseíto – como le llamamos con cariño.


También un trabajo enorme se ha desarrollado en Cienfuegos, bajo la dirección del Conservador, nuestro hermano Irán. Las obras realizadas allí: con qué fuerza, con qué buena voluntad.


Apoyamos el brillante trabajo que se hace en Trinidad, bajo la dirección de Carpio y en Baracoa – con Hartman, que es una fuente de entusiasmo, de alegría; un trabajador incansable –, cómo han visto levantarse su catedral, reconstruir el Centro Histórico, conservar el medio ambiente.


Quiere decir, la obra de nuestra Oficina conlleva también nutrirse de esos ejemplos, de cosas extraordinarias que se hacen con muy pocos medios en otros lugares de Cuba y que, a veces, obligan a sonrojar a los que disponen de más.


Un ejemplo conmovedor es el del Centro Histórico de Ciego de Ávila, que no está entre las siete ciudades fundacionales y, sin embargo, lo realizado allí es extraordinario. La Dirección de Patrimonio Cultural en Ciego de Ávila, bajo la conducción tan acertada de Norma; el trabajo que está desarrollando en este momento el Consejo Nacional del Patrimonio Cultural, bajo la dirección de Gladys Collazo; el que se trata de llevar adelante en Matanzas con acciones como la restauración de sus teatros; el trabajo en Bayamo, en el Centro Histórico, una de las ciudades más importantes; lo que hay que hacer en Remedios, lo que se está haciendo ya en Sancti Spíritus; lo que hay que preservar y continuar interviniendo en lugares del patrimonio natural o material, como es el caso del Valle de Viñales y el de Yumurí, o de los parques nacionales como el Desembarco del Granma o el Alejandro de Humboldt.

Es decir, Cuba tiene mucho y, como tiene mucho, tiene el deber de hacer mucho.

La Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, con su obra  de preservación patrimonial y su profunda preocupación social, está proponiéndonos una filosofía ciudadana. ¿Cómo nos la definiría usted?

Queremos  fomentar una cultura de aprecio por lo que se tiene. No  fomentamos un culto estéril a lo pretérito, pero estamos convencidos de que al futuro sólo se puede ir desde el pasado. Hay que reafirmar los conceptos de identidad, el sentimiento nacional, el patriotismo, sin considerarnos el ombligo de la Tierra, pero conociendo cuánto hemos aportado a la cultura general universal.

Debemos ir al detalle. Hay que cuidar lo que se tiene.


Hace poco vinieron a verme del Zoológico de La Habana. En su entrada, de cara a la calle 26, forman parte de la visión de varias generaciones de cubanos las esculturas de Rita Longa y adentro existe una fuente cuya escultura maravillosa con la imagen de dos niñas había sido inexplicablemente golpeada, arañada, pintada, deteriorada. Hace poco terminamos la restauración de esas imágenes, que son como la respuesta a tu pregunta. En esas generaciones  futuras y en esos niños y niñas como los esculpidos en mármol, sobrevive el sentimiento martiano de que los niños son la esperanza del mundo porque son los que saben amar.


Y la pregunta es: ¿hasta qué punto amamos nosotros de verdad a nuestro país? No el amor ridículo, como decía Martí, que puede tenerse por un pedacito de tierra, sino ese amor por lo que ella significa, por lo que es, por lo que vale, por lo que debe representar. La Oficina lucha por eso. La Oficina lucha y ha luchado por el culto al Padre de la Patria, por el culto a los padres fundadores, por el culto a la celebración pública y solemne de actos muy importantes. Cuidar de lo que podríamos llamar nosotros los santos lugares.


No se puede ir al cementerio a poner allí una orquesta en nombre de la cultura. De ninguna manera. Al cementerio se va a meditar, se va a recordar, se va a poner flores. Al paredón que perpetúa el símbolo de los estudiantes de medicina asesinados en 1871, van los jóvenes a inclinar la frente y a pensar en el sacrificio de tantas generaciones para poder llegar hasta aquí.
Todavía sentimos el corazón contrito cuando escuchamos a Sara González interpretar aquella canción conmovedora. ¡Cuántas vidas preciosas, cuántas generaciones, qué juventud como aquella! Eso explica la restauración de la casa de Frank; por eso la restauración continua del muro donde cayó José Antonio; por eso el Aula Magna de la Universidad; por eso el paredón donde fueron sacrificados los estudiantes; por eso los monumentos públicos; por eso Martí. No un Martí fragmentado para tomar lo que nos conviene a veces en una cita, sino un Martí literal, sacando de sus letras el espíritu.
En ese sentido, compartimos con la Sociedad Cultural José Martí y con el Centro de Estudios Martianos, la publicación de todo lo concerniente al Apóstol. Y utilizamos los medios de comunicación, como hoy lo hacemos, mediante Habana Radio, nuestra programación cultural, las Rutas y Andares, la revista Opus, la editorial Boloña, para salir a combatir por todo lo que amamos.
Hace unos días se terminaba la gran restauración del Cristo de La Habana. Pues bien: la hicimos, desde la concepción del proyecto hasta buscar ese mármol estatuario en Carrara, a donde fue a adquirirlo Gilma Madera en su tiempo para realizar esa obra hermosa de cara al puerto de La Habana. Me alegra muchísimo que, aunque hayamos tardado un poco de tiempo, esté ahí hermosamente concluida, como parte de un conjunto monumental, el de las grandes fortalezas militares coloniales, donde trabajamos durante largos años, ofreciendo nuestro apoyo al esfuerzo enorme que hicieron las Fuerzas Armadas. Y ahí están, se cuentan por miles, los cubanos que suben y las personas de todas partes del mundo que disfrutan de la ceremonia del cañonazo de las nueve, visitan el Castillo de los Tres Reyes del Morro y suben ahora a la renovada Plaza del Cristo.

¿Podemos sentirnos orgullosos de La Habana que habitamos? 

Pienso que no, que hay que trabajar mucho, que hay sentir un dolor profundo, por ejemplo, cuando vemos un automóvil abrir la ventanilla  y lanzar basura o una lata de cerveza la calle.


A mí me han criticado por haber auspiciado el colocar rejas en torno al monumento a Antonio Maceo. Yo quisiera quitar esa reja mañana. Pero ese parque debería ser todos los días como un campo de flores, donde los niños rindieran culto al que no fumaba ni bebía, al que se derrumbó a los 51 años dirigiendo un ejército libertador  frente a un adversario mil veces más poderoso. Ese sitio sagrado debería estar permanentemente lleno de flores, de himnos, de cantos… y no de beodos y una chusma que pierde el concepto de Patria y de sentido nacional, y que algunos a veces quieren llamar demagógicamente pueblo. No es posible. El pueblo es el pueblo trabajador, el que levanta, el que construye, el que hace; el que se despierta todos los días para honrar el trabajo; el que se descubre cuando siente el himno; el que siente emoción cuando se iza la bandera de esta isla irreductible.


Eso es lo que sueño; con una Habana más cuidada, que no se espere que todo lo hagan otros, el gobierno, el Historiador y su gente… sino que cada quien haga algo por su ciudad, se enoje cuando la laceren y trate de salvarla. La Habana no pertenece a esta generación; pertenece a los que la hicieron; pertenece en un sentido real y transitorio a nosotros, pero es un legado que hay que proteger para las generaciones futuras.

Tomado de: http://www.eusebioleal.cu/tribuna/la-habana-patrimonio-de-la-humanidad/

225 comentarios:

«El más antiguo   ‹Más antiguo   201 – 225 de 225
Lebis dijo...

Mmmmmmm.... por qué será?

MUNDUA
Israel boicotea la reunión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Israel ha boicoteado la reunión que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU iba a celebrar en Ginebra con la evaluación del informe de la organización internacional sobre la situación en este país como tema principal de ella.

http://www.naiz.info/eu/actualidad/noticia/20130130/israel-boicotea-la-reunion-del-consejo-de-derechos-humanos-de-la-onu

Carmen dijo...

Queridos amigos, cuanto los extraño. Leo a saltos los fragmentos de entradas que me envían por correo, pero no puedo entrar a comentar. Los cambios de nuestro modelo económico ya se hacen sentir y muchos tenemos que trabajar DUROOOOOO…. para que eso se haga realidad. Estoy trabajando de sol a sol y hasta un poco más allá de la luna. Espero poder incorporarme pronto…
Los temas, como siempre, han sido apasionantes….

Sergio Daniel dijo...

Buen día Silvio y segundaciter@s

Quiero compartir Lebis contigo, aunque con ello no logremos recuperar las vidas perdidas y todos los desaparecidos de Guatemala, tu última expresión:

Por lo menos que muera repudiado por asesino genocida.

silvio dijo...

Alejandro Nadal: La lejana recuperación

silvio dijo...

Argentina no dará explicación a Israel de acuerdo con Irán

Lebis dijo...

Después de 23 años
Silvio Rodríguez cantará en Costa Rica
REDACCIÓN el 28/01/2013
El trovador cubano Silvio Rodríguez ofrecerá un concierto el 12 de abril próximo en el estadio Ricardo Saprissa de Costa Rica, después de 23 años de ausencia en ese país centroamericano, informaron los organizadores.

http://www.cancioneros.com/co/4837/2/silvio-rodriguez-cantara-en-costa-rica

Pués parece que es verdad.
Zorionak Costa Rica!

Lebis dijo...

Segundaciteras todas incluido el citador:
Tal día como hoy murió asesinado el que a posteriori se convertiria en el simbolo de la lucha no violenta y que consiguió doblegar el colonialismo del Reino Unido nada menos que en un macro país como la India: Mahatma Gandhi.

silvio dijo...

“Los inmigrantes que no tengan trabajo, que no vengan a gorronear” --dice un alcalde del PP

Lebis dijo...

Y por qué habría que darselas?.
Estan locos estos isrraelitas.

Lebis dijo...

A este alcalde lo mandaba yo al cerro rico a sacar estaño.

Bárbara Vasallo dijo...

Buenos días!!! se restablece la conectividad desde la oficina, si mi tiempo lo permite podré llegar con más frecuencia a esta casa azul de Silvio y de tod@s
Repaso las noticias más importantes del día. El mundo sigue revuelto.

Bárbara Vasallo dijo...

Si me lo permite Silvio, me gustaría compartir con los amig@s esta historia, tan real como triste. Gracias

http://barbarisimacuba.blogspot.com/2013/01/susurro-de-esperanza.html#more

Bárbara Vasallo dijo...

Lebis coincido contigo, a ese alcalde bien le vendría un pico y una pala...ja

También estuve mirando el sitio donde anuncia el concierto del trovador en Costa Rica; pero me llama la atención que Zurrón del Aprendiz aún no dice nada, y te confieso Lebis que ese sitio es mi fuente confiable de información...
Bueno alguien de Ojalá pudiera confirmarlo por aquí, plis?? eso es noticia, claro...
20 mil personas, son 20 mil personas

silvio dijo...

Es cierto, Bárbara, sean 20 mil o 20.

Patricia Moda dijo...

Silvioooo, y también es cierto q vas para Perú.

Hay algunos segundaciteros q estarán felices si lo confirmás.
Patricia

Lien dijo...

Pa mí la Revolución ya fue y muy buen fuida…

…y no tiene que estarse reprobando, sí renovando y evolucionando…

…y los que la hicieron supieron coger muy bien la flecha y destrozar una manzana bien podrida, con tremenda pasión y tremendo pulso…

…y los que tenemos que renovarla y revolucionarla, y agarrar ahora la flecha con amor y mejor pulso somos nosotros, aprendiendo de los errores que , es lógico, cometieron… criticando y ventilando y atacando esos errores y los nuestros de ahora mismo… pero teniendo mucho, pero que mucho cuidado, porque esta manzana no está podrida como aquella… y hay que atinar a darle solo en las partecitas malas…

Y que en esto aunque quepa analogía con el plano personal, no es lo mismo, tú puedes poner en riesgo tu pellejo, pero aquí lo que pondrías en riesgo es algo de muchos que te incluye, que ha costado sangre y cabezas, literalmente, sin sentido parabólico alguno…

Que de lo que hay que estar claro es que por ley de vida la flecha caerá en las otras manos… que lo que hay que hacer es insuflar de bien a esas manos y prepararlas con la verdad y la virtud… y que hay que confiar, que por esa confianza he pataleo yo donde quiera incluso aquí en SC… para no tener que ver a jóvenes inteligentes sentirse vacíos e inertes, porque no lo están!!!...

Pero caramba! También está que para pedir ser escuchado y tomado en cuenta no sólo por tus mayores, sino por tu propia generación, uno debe amar a esa generación, identificarse con ella, confiar en ella que es confiar en ti mismo, sentir el lirismo que se te legó, y destilar el tuyo, el de tus compañeros y amigos… y luchar y reclamar y criticar y proponer, pero siempre exaltando (y sintiendo, claro) esa confianza, ese amor y ese orgullo, sino sí que estamos fritos…

Me ha dolido eso, me ha dolido… me he encasquillao, y yo encasquillá y sin poder alguno de síntesis, soy un caso serio… me disculpan…

Bárbara Vasallo dijo...

Gracias mi trovador, con esa confirmación puedo hacer una nota, y sabes querido que siempre serán muchos más que 20, faltaría más!!

Por cierto todas son buenas noticias hoy. Promotores de la escuela de música anunciaron , que el venidero 13 de febrero, en horas de la tarde, la flaustista Niurka González ofrecerá un concierto, acompañada por un pianista, no dijeron quien es el pianista, pero el anuncio fue recibido con beneplácito

Sonia dijo...

Lebis esos inmigrantes no votaron porque no son ciudadanos, pero es un numero interesante para las próximas no? al alcalde otro voto para el pico y la pala.
Silvio Rodriguez y todos , tu comentario de 29 / 10:20 me gustó muchísimo , por lo que dice, pero (aunque casi siempre) esta vez mas me encantó la forma, que lindo poder expresarse asi; lejos de semejante claridad yo, muy lejos, seguramente me expresé mal cuando dije que los chicos son lo que nosotros construimos, pero no se como decirlo diferente,creo que aun para elegir la libertad hace falta que alguien te enseñe a valorarla, buscarla, luchar por ella, digo libertad en todos los aspectos de la vida.Si hay mucho ruido afuera y también necesitan saber que es puro ruido y les tenemos que enseñar , mas con nuestras acciones.Aclaré o empeoré?
Saludos de Córdoba hoy sin sol.

Sonia dijo...

sera por...
Algunos manifestantes fueron asesinados por balas de metal recubiertas de goma, mientras otros murieron por bombas lacrimógenas. Aunque ninguna de estas fuerzas es considerada arma letal, han provocado la muerte de decenas de palestinos, acentuaron los activistas de B’Tselem. ( Prensaislamica.com)


esperanza dijo...

aqui algo indignante que ya comentamos y pensar que me pudo ocurrir a mi ya que esto se dio hasta 1987

esa "hermana de la caridad" no tiene perdón ni apelativo que la califique

espero que quepa :



La muerte de sor María Gómez Valbuena, única persona imputada hasta ahora por los bebés robados para ser dados en adopción, supondrá el archivo de las dos causas en las que figuraba como única imputada, a no ser que aparezcan nuevos indicios que señalen otros posibles culpables. El previsible archivo es una muestra de las dificultades a las que se enfrenta la investigación judicial de un drama que tuvo como escenarios clínicas y hospitales de toda España y que se prolongó por lo menos entre 1959 y 1987. Muy pocas de las casi 2.000 denuncias interpuestas hasta ahora han prosperado. Hoy, EL PAÍS cuenta un caso más, el de Carmen Díaz, que demuestra las dificultades de las familias para llegar a la verdad. Muchas de las causas, como la suya, han sido archivadas y otras languidecen por la dificultad de investigar los hechos.

Pese a que el Ministerio de Justicia ha prometido recursos para los afectados para allanar el camino, como el banco de ADN, lo cierto es que hasta ahora la vía judicial está dando escasos frutos. Es de esperar que la circular emitida por la Fiscalía General del Estado el pasado diciembre unificando los criterios a seguir dé ahora un nuevo impulso a la vía judicial. El fiscal general señaló que el delito no prescribe hasta pasados 10 años desde que la víctima se entera de su condición, y ordenó a los fiscales la búsqueda activa de pruebas. Es una medida no solo justa, sino necesaria para preservar la maltrecha moral colectiva de este país, pues no hay nada tan corrosivo como tener evidencias de que se ha cometido una terrible injusticia con miles de personas y que los tribunales miren a otro lado.

Los relatos obtenidos hasta ahora son tan estremecedores que no pueden quedar en la impunidad. Quienes facilitaron el robo de los bebés y después las adopciones ilegales actuaron movidos por una mezcla de fanatismo religioso e ideológico que se encarnizó especialmente con las madres solteras. También hubo detrás de muchas de las actuaciones motivaciones económicas, pues las familias adoptantes pagaron en ocasiones importantes sumas por la entrega de los recién nacidos.

La justicia debe hacer su trabajo con diligencia. Pero, por su extensión, por la prolongación en el tiempo y por la alarma que produce saber que muchos de estos robos se perpetraron bajo el paraguas de entidades religiosas y sanitarias, lo ocurrido es una lacra en nuestra historia reciente que requiere un esfuerzo adicional de clarificación. A tal fin, debería estudiarse la posibilidad de crear una comisión de la verdad, independiente e integrada por personalidades de prestigio, que ampare a las víctimas y permita averiguar qué ocurrió. Una comisión de este tipo podría recabar el testimonio protegido de muchas personas que ahora callan y tener acceso a documentación oculta. Existen precedentes en los que inspirarse, desde la Comisión por la Verdad y la Reconciliación que presidió en Argentina el escritor Ernesto Sábato a la que se creó en Sudáfrica con Nelson Mandela, presidida por Desmond Tutu.

(hacia un espacio que he barrido y borrado)

besos

Lien dijo...

Ji, ji, ji... ya él había venido y con un simple “ojo”… dijo tó lo que yo hubiera querido…

……………………………………….

Barbarita: y después hay quien no le dice BLOQUEO…

Doris, Tucu: por cotidiano lo extraordinario suele volvérsenos invisible… por eso ahora que aprendí repito: ojo, ojo, ojo…

la Tucu dijo...

Silvio y habaneros : antes que termine la entrada, y releyendo lo que dice Eusebio, tengo interés que no pude resolver por San Google, de ver imágenes del Centro para niños discapacitados que el menciona....

si alguien me pudiera sugerir algún enlace, estaría agradecida, mas si me aclaran si es un centro para rehabilitación de niños extranjeros, o es como supongo para niños cubanos

Además Silvio, se acerca un día triste para nosotros, el 1 de Febrero que partieron Sara e Iraida....

yo lo recordé mucho estos días, por la proximidad de la fecha y porque yo conocí a Eusebio por una entrevista que Iraida puso en Puente Cubano....ella siempre orgullosa de su isla.

Patricia Moda dijo...

Sonia, ahora te entiendo mejor, puede ser q yo me haya ¿como dice Lien? encasquillao con eso de q construimos a los chicos...

Lien, vamos, desencasquillate!, te lo dice este pato.
Patricia

Patricia Moda dijo...

Recién me doy cuenta q hice una pregunta sin signo de interrogación.

O sea, Silvio, ¿vas a Perú?, bueno seguro ya saldrá en el zurrón, amén q cambiaste de entrada y no me iré pa'llá hasta no tener tiempo de leer.
Besos,
Patricia

Lic. Victores dijo...

Hola, qué muy buen artículo del Tribuna puesto aquí con mucho acierto.
Bien, pero parece que "Las Maravillas Vendrán Algo Lentas".
Entonces las Maravillas del 40 (Constitución que el Tirano truncó) y que luego se olvidó.
Entonces que vengan del 40 (actualizada al desarrollo actual de la sociedad) y no del 2000.
Y es que ya tenemos más de 50 y las Maravillas ya, para nosotros, serán demasiado lentas y tardías.
Asesoria Legal y Sociedad

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