La noche del apagón

La noche del apagón más extenso que recuerde (la mitad occidental de la isla), hubo una sola actividad iluminada en cientos de kilómetros: el concierto en el barrio Micro 10, de Alamar.

Pocos saben que a las tres de la tarde de ese día Ana Lourdes Martínez, coordinadora por Ojalá de los conciertos en los barrios, me informó que se había roto la grúa que mueve la planta eléctrica que nos prestan para estos eventos. O sea que a esa hora la planta se encontraba en una calle de El Cotorro, nuestro último barrio visitado dos noches antes.

Era el domingo 9 de septiembre y se cumplían dos años de aquella primera actividad, en La Corbata, que nos inspiró la secuencia de conciertos que desde entonces venimos realizando. Una fecha redonda. Además, era la actividad de cierre del encuentro de la tropa cósmica, el único concierto al que los troperos podrían asistir. Había que hacer un esfuercito para que el acto no se cayera. Así que tuvimos que agregar trabajo a otra grúa y a sus operarios, aunque debo decir que nuestra urgencia fue recibida con un espíritu muy fraterno y solidario.

Mientras la tarde transcurría, seguimos el curso de la operación, hasta que a las 8 de la noche la planta llegó a su destino. Unos minutos después ocurrió el apagón.

Acercándome a Alamar, después de recorrer La Habana a oscuras, vi pasar un avión y me pregunté qué luces verían, si es que veían alguna.

Curiosamente, al final del concierto, se me acerca un vecino de Micro 10 y me dice:

--Silvio ¿te fijaste en el cielo? ¡Cuántas estrellas mirando a nuestro barrio!

David canta: "Tenemos que aprender a perdonar: nadie es perfecto"

Cuarteto venezolano (Johan y Ricardo en primera fila, Eduardo y Néstor en segunda)

Diego y Pablo, "Compañeros poetas"

Myriam, Alejandro, Vicente, Pablo y Aurorita

Denisse, que estaba de cumpleaños